FlorianSotoPeña
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El hecho biológico es innegable, está claro, pero yo te hablo como afrontar el asunto, porque el hombre, si bien se ve sometido a las leyes de la que cuelga y cuando el cipote no se mete en caliente en un alto porcentaje de casos terminan volviéndose misóginos o maricas es por un problema de carácter y actitud ante la vida.Nacemos para follar y no hacerlo tiene efectos muy negativos. Un hombre que no atrae a ninguna mujer lo tiene muy difícil para mantenerse en su sitio, si es que es posible que alguien pueda sobreponerse a eso.
Y por otro lado, insisto en lo anterior, que el follar es importante, y que intimar con mujeres es algo que mejora la autoestima general del hombre, pero no podemos caer en el error de someternos permanentemente a la validación de la mujer, ni andar lloriqueando por las esquinas por una contrariedad o rechazo amoroso-follaril, eso es impropio del hombre. Yo he tenido muchos fracasos con las tipas, y cuando ha fallado una he ido a por otra, y así sucesivamente.
Claro que estar con una mujer aporta confianza y ayuda a la salud mental, pero tener un elevado índice de fracasos o no resultar atractivo a la mayoría de las mujeres no significa que haya que suicidarse.Leyendo alguna respuestas voy a matizar un poco la tesis principal: la validación de la mujer es la vía más rápida y directa para generar confianza y buena salud mental. Hay otras vías, más lentas y fatigosas, pero nada tan directo como ésta.
Lo que dicen @FlorianSotoPeña y previsiblemente @Pepinillo no lo acabo de comprar, mezclan unos valores y una idea de virilidad correspondientes a una época en la que prácticamente todo el mundo estaba emparejado y quien no lo hacía era un poco paria y tenía cierto estigma. Hoy en día con tanta soltería en tan amplio rango de edades y las apps de citas ebullendo, claro que imperan las categorías de alfa y beta.
Y no lo ves igual, porque tragas con toda esa basura posmoderna de "alfas" y "betas", porque es algo que muchos acabáis interiorizando, desvalorizando la condición como hombre y las propias posibilidades de follar/emparejarse. Al final son complejos, generados normalmente por eso que decía, por la necesidad de ser validados como hombres por la mujer, que es una idea posmoderna que erosiona la masculinidad. El feminismo ha inflado el ego de muchas tipas, fundamentalmente gordas y adefesios de todo pelaje, que creen que pueden exigir un tipo masculino perfecto, físicamente y a nivel socioeconómico y laboral, mientras ellas no ofrecen una mierda. Cuando muchas de estas tipas, generalmente amargadas, dan con un jambo que no les baila el agua y que no es un pagafantas y un baboso, pues se dan de bruces con la realidad. Por ese motivo siempre procuro tratar con tipas muy desprejuiciadas en torno a esos temas, que busquen pasarlo bien y no lleguen a ese punto de retraso mental.
Y el amor romántico, tal y como tú lo concibes, es algo muy pueril, adolescente, pero que es poco real. Si lo vives y lo disfrutas a esas edades perfecto, está genial, pero luego no es recreable, las circunstancias y los propios avatares de la vida adulta te llevan a concebir las relaciones erótico-festivas desde perspectivas muy diferentes. Nada que ver.