Hay opiniones para todos los gustos. Algunas acertadas y otras son los típicos tópicos propios del desconocimiento causado por la lejanía europea.
Lo cierto es que los "radicales extremistas" que han ganado en Sudamérica en elecciones democráticas, no lo son tanto en la práctica. Aunque si hay que reconocer que están llevando a cabo una política de distanciamiento e independencia económica de Estados Unidos y Europa.
Y ya era hora. La cancelación de la totalidad de la deuda de Brasil y Argentina con el FMI con parte de las reservas disponibles de ambos países. La creación de una cadena de televisión latinoamericana que compita con las cadenas informativas de Estados Unidos. La construcción del oleoducto/gasoducto desde Venezuela hasta Argentina, son algunos de los ejemplos de este proceso de "independencia" con respecto al norte. Hay muchos más más por supuesto.
A pesar de que la economía brasileña es la principal de Sudamérica, el país que es la cabeza notoria de este proceso es Venezuela(gracias al dinero del petróleo). Una situación muy conveniente para el resto de los países, que no necesitan dar la cara directamente ante USA, CEE, FMI, etc; y seguramente conseguir mejores réditos que la propia Venezuela.
La ampliación del Mercosur es otro de los objetivos, algo que trató de boicotear Bush en la reunión de Mar del Plata. Este intenta crear una asociación de libre comercio en toda América, una iniciativa loable, si todos no supieramos como son las asociaciones de "libre comercio" en donde participa Estados Unidos.
Nunca antes estuvieron dadas las condiciones para llevar adelante el Mercosur como ahora. Otro asunto es que si, algunos de estos políticos está capacitado y tiene la honradez suficiente para llevar a cabo sus propósitos.
En cuanto a Evo Morales, mucho me temo que la realidad política lo ponga en su lugar cuando asuma. Por lo pronto está en minoría en las camaras y la mayoría de los gobiernos regionales están en manos de la oposición.
Sobre la nacionalización del gas no creo que tengan problemas en cuanto a la capacitación, sin dudas contarán con el aporte venezolano.
El quid de la cuestión sobre las riquezas bolivianas y sudamericanas, su explotación y posterior distribución de los beneficios es más un problema moral que intelectual. Si los dirigentes contienen minimamente la corrupción imperante
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, los habitantes de este país dejarían de lado el escepticismo y verían el futuro con cierta esperanza, por lo tanto, y paulatinamente dejarían de lado ciertos hábitos escapistas como los que describe José Carlos sobre los indígenas.
Lo cierto es que los habitantes de muchos países sudamericanos empiezan a ver el futuro con mucho más optimismo. Está manos de los gobernantes no defraudarlos.