Creo que a veces estamos utilizando un argumento y el contrario para explicar un mismo fenómeno.
En primer lugar, todos esos gastos que figuran en el primer post de este hilo, corresponden a una escort que decide empezar por cuenta propia en un piso alquilado ex profeso para esto (es decir, que actúa como "oficina"). Lo más habitual debería ser, como en cualquier sector productivo, que para empezar a trabajar de autónoma de esta manera hayas tenido un contacto previo con el sector: ya tengas una cartera de clientes, sepas más o menos estimar las cifras que vas a manejar y si te compensa, y que es un trabajo que se te da lo suficientemente bien y que te encaja en tu forma de vivir a medio plazo.
Si una escort nueva decide empezar en esto por cuenta ajena, y no sabe si va a durar trabajando de esto un día o 5 años, lo normal es que lo haga en su domicilio, es decir, que esos gastos no son computables a la actividad, sino que son gastos de alquiler que ya tenía previamente. Asumirá, eso sí, los costes variables de lavandería, maquillaje, luz y agua... que están vinculados al nivel de actividad (más o menos clientes).
Por supuesto, las habrá que empiecen de cero y metan una inversión inicial dura alquilando un piso/oficina, igual que hay gente que monta un bar sin saber tirar una caña y luego a algunos les sale bien y otros tantos se van a la mierda porque como decisión empresarial es bastante dudosa.
¿Debemos ser comprensivos con un mal servicio porque "pobrecita cuántos gastos tiene"? Yo creo que no. En primer lugar, si eres del primer grupo de escorts, ya deberías ser alguien que sabe que su producto es bueno y por eso se lo ha montado por cuenta propia. Y si eres del segundo grupo de escorts novatas que van con todo, pues al final es el cliente quién te tiene que decir si tu producto es bueno o no. Y a lo mejor has tomado una mala decisión queriendo dedicarte a esto, y es lícito que te lo digan, sin que sea un ataque personal.
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Respecto al tema de qué lleva a una chica a dedicarse a esto. Queramos o no, es una profesión muy denostada, y creo que tanto nosotros como las trabajadoras deberíamos hacer un esfuerzo por que sea un sector atractivo para trabajar en él.
Creo que todos aquí lo hacemos en una primera vertiente, que es no consumiendo trata y alejándonos de situaciones turbias, igual que tampoco vamos a dentistas ilegales ni contratamos obreros en régimen de esclavitud, o sin papeles, para reformarnos la cocina, y acudimos a empresas y profesionales serios. Obviamente que la regulación negativa (o la falta de regulación) del sector no ayuda a que esa turbiedad desaparezca porque genera incentivos muy potentes para quiénes se saltan la ley.
Hay una segunda vertiente, que comentaba AficionadoATodas, que es haciendo pedagogía y aportando trasparencia al sector. Ojalá, como comentaba él, las chicas viesen esta opción laboral como una más, con una particularidad que es que sacrifica intimidad a cambio de un sueldo bueno, y habrá quién esto lo considere aceptable y habrá quién no, como hay quién no quiere sacrificar 4 años en estudiar una carrera para cobrar más, o quién rechaza hacer trabajos de mucha dureza física.
Actualmente esto está lejos de ser así, la barrera de entrada de las chicas es más el estigma de la profesión que sus condiciones laborales objetivas. Y el filtro de ese estigma a menudo sólo lo pasan aquellas que tienen necesidades muy acuciantes, tanto como para obviarlo (véase chicas con adicciones caras, o con necesidad de afrontar grandes gastos mes a mes).