El derecho a decidir lo que debe o no hacerse reside en los legisladores, no en la masa de la sociedad. Es así en todas las sociedades humanas basadas en leyes; estas leyes se apoyan en sistemas coactivos. Por tanto el legislador tiene todo el poder que su sistema le otorga para legislar sobre el aborto. Los derechos del individuo siempre estan conformados y restringidos por las leyes de la sociedad que habita. A cambio, dispone de las ventajas que le otorga esta sociedad, según su status social dentro de la misma.
Por unas lecturas de hace tiempo sobre el Imperio Roma, creo entender que hace 2000 años, se consideraba que un bebé de pocos días no era humano. Gracias a la incesante labor de la Iglesia, finalmente se consideró infanticidio. Y luego, prolongó el periodo de protección al embarazo. Con éxito diverso. El infanticidio y el aborto son prácticas que nunca se han abandonado por completo.
Para la Iglesia, desde el momento mismo de la concepción tenemos un ser humano. Se trata de una nueva entidad diferente de los componentes que la originan, tal y como señala Caco.
Sigo pensando que el 85% de los abortos se deben a la irresponsabilidad de los progenitores.