En el tema de las fantasías sexuales y esos extraños seres a los que conocemos como mujeres...
Como bien han dicho ya, la mayoría no tienen imaginación como para saber qué les gustaría hacer y se limitan a mencionar escenarios, muy triste. Otra gran mayoría de mujeres es posible que si tengan un leve deseo de que les coman el coño pero su retorcida indiosincrasia le lleva a no decir nunca lo que quieren.
Pero, ahora leyendo estas cosas, me ha venido a la cabeza otro factor: el pésimo gusto de las mujeres para concebir sus propias fantasías.
Y es que a un género que se educa viendo culebrones no le va precisamente el minimalismo, no.
Todas esas chorradas de velas en la bañera, rosas con espinas, melenudos con camisa de Lord Darcy, todo ese juego de videoclip de los 90 con miraditas entre cortinas al viento, la estética recargada hortera propia de un todo a 100 sobresaturado, no se si me explico.
Pero claro, para suplir esa falta de imaginación tienen sus revistas lava cerebros que les enseñan a comer pollas. Esas revistas podrían de verdad aportarles algo positivo, pero las escriben otras mujeres, aún mas enfermas y débiles mentales, así que caen en una espiral de gañanadas, pétalos en la cama, velas perfumadas, lencería de puta barata y demás.
La mayor fantasía de una mujer, finalmente, acaba siendo que un hombre, con su inteligencia, imaginación y gusto tome las riendas en la cama y haga con ellas lo que él quiera, mientras ellas adoptan cómodas el papel de damisela pasiva, confusa, sorprendida... ella no sabe, no quería, pero ocurrió.
A mí todo esto me entristece mucho, lo digo de verdad.