Andaluces de mierda

Estado
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Esta claro, de esa manera nos adoctrinan con la teoría oficial inquisitoria que nos implanta el sistema, en lo religioso, educacional...
En cuanto a lo de que si habría que ajusticiar al los franchutes dezcono el beneficio que nos reportaria a día de hoy.


Enviado debajo de una higuera, con un Lorenzo de justicia
 
Leyendo las supersticiones esas me ha venido a la cabeza cuando de pequeño me quedaba los veranos con mis primos en el cortijo donde trabajaban mis tíos. A mí me trajeron a Madrid con un año, y poco sabía yo del embrutecimiento de aquellos niños. Una noche de tormenta, me despertaron completamente acojonados, y me hicieron ir con ellos a la cocina, con una vela, a hacer una cruz con sal y rezar delante de ella no se que pollas para evitar de este modo morir carbonizados por un rayo. También una vieja loca de mi pueblo que vivía sola con la casa llena de gatos, que decía haber trabajado toda su vida en Alemania hasta su jubilación. Pues la vieja decía que los gatos negros traían ruina, que ella había sufrido varias muertes de familiares, incluidos marido y algún hijo al parecer precisamente por tener cerca un gato negro. Pues si no tenía la puta vieja diez o doce gatos negros alrededor, no tenía ninguno. Cuando la pregunté por este hecho, me dijo "porque a mi ya me da igual todo y lo que quiero es morirme pronto, por eso tengo tantos".
 
Mi abuela Paquita era andaluza y era tan supersticiosa que yo creo que aquellos rituales tenían algo de TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), porque muy normal esas cosas no eran. Antes de irse a dormir tocaba con los dedos "diesisiete veseh" una estatua de la virgen que tenía en el tocador mientras rezaba no sé qué cosa. Nada más salir de casa se santiguaba tres o cuatro veces, y también cuando pasaba delante de una iglesia. Y una vez que fui por navidad lo primero que me dijo al entrar fue que quién le había roto los dedos a la figura navideña del niño Jesús, que eso era "pecado mortah" (no fui yo, ojalá). Ya por el final de sus días se cayó una vez en mitad la calle y no tenía bragas, tanto rezo y al final era una fresca.
 
Las viejas de mi pueblo cuentas historias de gatos negros, brujas y mal de ojos. Se dice, siempre en susurro y hablando en tercera persona del plural, que las brujas por la noche se transforman en gatos negro y que andan de casa en casa saltando por las tapias de los corrales.
Es conocido el caso de una vecina que pegó un palo una noche a un gato negro y a la mañana siguiente amaneció una tal tía Alfonsa, de la cual se sospechaba que echaba mal de ojos a los niños, con un brazo vendado.

También se cuenta, siempre por lo bajine y sin comprometerse mucho, que a esta tal tía Alfonsa no la dejaban que se acercase a los niños porque niño que tocaba, niño que enfermaba de la noche a la mañana.

Estas historias y cuentos eran la tele de antes.
 
Winner de Lavida rebuznó:
Alfonsa, de la cual se sospechaba que echaba mal de ojos a los niños, con un brazo vendado.

También se cuenta, siempre por lo bajine y sin comprometerse mucho, que a esta tal tía Alfonsa no la dejaban que se acercase a los niños porque niño que tocaba, niño que enfermaba de la noche a la mañana.

Estas historias y cuentos eran la tele de antes.

En mi pueblo aún las viejas no miran a los niños recién nacidos porque dicen que les pueden echar un mal de ojo "sin querer" y buscarles ruina para toda la vida.

Sigo con muestras de la juventud andaluza :lol:

https://www.youtube.com/watch?v=D8WnXuGw_hA
 
Lo del mal de ojo a los niños estaba también a la orden del día en mi pueblo. Me llegaron a decir que en una ocasión todos los niños del pueblo tuvieron el mal de ojo al mismo tiempo, culpa de no se que vieja que vivía sola y no se relacionaba. La verdad que para ser un pueblo jodidamente pequeño había mucha gente desconocida que no se relacionaba.

En otro orden de cosas acabo de recordar una sana costumbre de mi pueblo que una vez tuve que correr como alma que lleva el diablo para que no me hicieran. Una especie de versión andaluza de la costumbre del oeste de untar con brea a un forastero y emplumarle. Igual a curro le suena, por allí lo llaman "el agarejo", y consiste en coger a un niño entre varios, bajarle los pantalones y calzoncillos, escupirle todos en la polla y zona adyacente y echarle tierra encima. Sí, parece un castigo ritual del foro, o una versión atávica del bukkake cerdo.
 
Afortunadamente el mal de ojo se curaba con los tratamientos que recetaba una curandera. El oficio de curandera era inherente a la España rural, se transmitía el don de generación en generación y solían ser algo así como franquicias, una por comarca como mucho.

Algo que daba mucho prestigio a los curanderos era su don de vidente, al paciente rural no le gustaba tener que explicar qué le pasaba, se le hacía embarazoso y prefería que el curandero se lo adivinara nada más entrar en la consulta.

Cuentan en mi pueblo que antes se alquilaban camiones para llevar a la gente de los villorrios de la comarca a ver a un curandero muy bueno de un pueblo cercano. Era la posguerra y los camiones hacían las veces de autobuses. El trayecto era largo y la gente de pueblo son ingenuos y extrovertidos, durante el camino, cada pasajero iba contando qué le pasaba o por qué iba al curandero.Unos por mal de ojo de un hijo, otros porque tenían una tristeza muy grande sin motivo, otros por dolores en un hombro, etc.

Cuando llegaban a su destino, uno de ellos se bajaba el primero con la escusa de que iba a avisar al curandero de que ya habían llegado, para que se preparase y todo eso. Mientras los demás pueblerinos esperaban en la caja del camión, el gancho le contaba al curandero lo que cada pasajero había dicho durante el camino. Algo así como: la mujer vieja con la verruga en la cara tiene dolores de estomago desde que murió su hijo menor, el matrimonio joven no puede concebir porque ella aborta a los 3 meses, el muchacho rubiales tiene mal de ojo según su tía, etc.

El curandero se quedaba con la copla y cuando atendía al incauto paciente le adivinaba su mal.Que si hace poco se te ha muerto un ser querido y ese dolor se te ha agarrado al estomago; toma este brebaje de semilla de aulaga. Que si vosotros no podéis tener hijos porque un familiar el día de la boda no bendijo el matrimonio y desde entonces está maldito; hay que quemar unas ramas de tamuja por el dormitorio para espantar el mal augurio. Que si una vecina, la tía Alfonsa, le echo un mal de ojo al rubiales y por eso está mustio el zagal; que se tome leche de cabra sin cocer a la puesta del sol y otra taza a la salida, los domingos dos tazas en vez de una.
 
Winner de Lavida rebuznó:
Afortunadamente el mal de ojo se curaba con los tratamientos que recetaba una curandera. El oficio de curandera era inherente a la España rural, se transmitía el don de generación en generación y solían ser algo así como franquicias, una por comarca como mucho.

Algo que daba mucho prestigio a los curanderos era su don de vidente, al paciente rural no le gustaba tener que explicar qué le pasaba, se le hacía embarazoso y prefería que el curandero se lo adivinara nada más entrar en la consulta.

Cuentan en mi pueblo que antes se alquilaban camiones para llevar a la gente de los villorrios de la comarca a ver a un curandero muy bueno de un pueblo cercano. Era la posguerra y los camiones hacían las veces de autobuses. El trayecto era largo y la gente de pueblo son ingenuos y extrovertidos, durante el camino, cada pasajero iba contando qué le pasaba o por qué iba al curandero.Unos por mal de ojo de un hijo, otros porque tenían una tristeza muy grande sin motivo, otros por dolores en un hombro, etc.

Cuando llegaban a su destino, uno de ellos se bajaba el primero con la escusa de que iba a avisar al curandero de que ya habían llegado, para que se preparase y todo eso. Mientras los demás pueblerinos esperaban en la caja del camión, el gancho le contaba al curandero lo que cada pasajero había dicho durante el camino. Algo así como: la mujer vieja con la verruga en la cara tiene dolores de estomago desde que murió su hijo menor, el matrimonio joven no puede concebir porque ella aborta a los 3 meses, el muchacho rubiales tiene mal de ojo según su tía, etc.

El curandero se quedaba con la copla y cuando atendía al incauto paciente le adivinaba su mal.Que si hace poco se te ha muerto un ser querido y ese dolor se te ha agarrado al estomago; toma este brebaje de semilla de aulaga. Que si vosotros no podéis tener hijos porque un familiar el día de la boda no bendijo el matrimonio y desde entonces está maldito; hay que quemar unas ramas de tamuja por el dormitorio para espantar el mal augurio. Que si una vecina, la tía Alfonsa, le echo un mal de ojo al rubiales y por eso está mustio el zagal; que se tome leche de cabra sin cocer a la puesta del sol y otra taza a la salida, los domingos dos tazas en vez de una.

yo no estoy tan seguro de que estos temas sean un camelo, el año pasado fui a sevilla en un puente. Nos llovio hasta el ahogo. Uno de los dias que mi piva y yo nos pasamos por la giralda esa, se nos acerco una gitana a darnos una rama de arbol o algo asi, a cambio de dinero. La mire con cara de "tu puta vida, al precio que estan las cañas" y le empezo a decir a mi novia, "alehate de este shikilla, ese sabe echa mar de oho" y tenia razon.

Edito: Entendiendo "mar de oho" porque no corren 15 dias sin que me se descomponga la tripa.
 
Por qué todos los hilos acaban desembocando en el hilo de apeleros?
 
Perro Loco rebuznó:
Leyendo las supersticiones esas me ha venido a la cabeza cuando de pequeño me quedaba los veranos con mis primos en el cortijo donde trabajaban mis tíos. A mí me trajeron a Madrid con un año, y poco sabía yo del embrutecimiento de aquellos niños. Una noche de tormenta, me despertaron completamente acojonados, y me hicieron ir con ellos a la cocina, con una vela, a hacer una cruz con sal y rezar delante de ella no se que pollas para evitar de este modo morir carbonizados por un rayo. También una vieja loca de mi pueblo que vivía sola con la casa llena de gatos, que decía haber trabajado toda su vida en Alemania hasta su jubilación. Pues la vieja decía que los gatos negros traían ruina, que ella había sufrido varias muertes de familiares, incluidos marido y algún hijo al parecer precisamente por tener cerca un gato negro. Pues si no tenía la puta vieja diez o doce gatos negros alrededor, no tenía ninguno. Cuando la pregunté por este hecho, me dijo "porque a mi ya me da igual todo y lo que quiero es morirme pronto, por eso tengo tantos".

Sin embargo dicen las viejas que si le pasas la mano por el lomo a un gato negro a las doce de la noche trae buena suerte.

Yo recuerdo cuando era un crio que en las tormentas de verano, cuando la gente vivia del campo y una tormenta te podia joder bien jodido, al emepzar a llover muy fuerte o a granizar, los viejos salian a la calley ponian en el suelo unas tenazas abiertas en cruz, tiraban encima un puñado de sal y rezaban varios padrenuestros. Con eso se se abria el cielo y dejaba de llover.

Supongo que la ignorancia y la desesperacion de ver como se pierde la cosecha que te condeba al hambre en invierno hacia que la gente creyera cualquier cosa.

Perro Loco rebuznó:
En otro orden de cosas acabo de recordar una sana costumbre de mi pueblo que una vez tuve que correr como alma que lleva el diablo para que no me hicieran. Una especie de versión andaluza de la costumbre del oeste de untar con brea a un forastero y emplumarle. Igual a curro le suena, por allí lo llaman "el agarejo", y consiste en coger a un niño entre varios, bajarle los pantalones y calzoncillos, escupirle todos en la polla y zona adyacente y echarle tierra encima. Sí, parece un castigo ritual del foro, o una versión atávica del bukkake cerdo.

Si, aqui tambien se hacia, "se llama hacer las viejas". Se solian hacer a los que se pasaban de listos y a los catalanes en verano cuando venian. Tambien le metias barro en los calzoncillos, se los subias y le decias, te has cagado!!!!
 
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Los bilbaínos del sur. No les basta con creerse la hostia no, te lo tienen que contar además.
 
Me cago en la puta madre del Sáhara, del viento del sur, de la calima y de la lluvia con barro
 
Refugiado, déjate de porfías contra los elementos y empieza a largas cosas de la puta de tu mujer. Desde que ganó España el mundial ese de furgo seguro que no ha vuelto a comerte la polla en el coche como hizo aquella noche.
Vamos, hijo de puta, cuéntanos más cosas de esa puta y acompaña fotos a los relatos.
 
sargentocubata rebuznó:
En Sevilla no tenemos de eso.

Pues vamos a tener que promocionarlo, para que intentéis quitárnoslo, como os gustaría hacer con la Halambra y con Cierra Nebada.

Winner de Lavida rebuznó:
Refugiado, déjate de porfías contra los elementos y empieza a largas cosas de la puta de tu mujer. Desde que ganó España el mundial ese de furgo seguro que no ha vuelto a comerte la polla en el coche como hizo aquella noche.
Vamos, hijo de puta, cuéntanos más cosas de esa puta y acompaña fotos a los relatos.

Encantado de contar más relatos de esos. Me sorprende que sepas de qué va el tema, porque eso lo conté en otros lares y con otra identidad, así que alguien se ha debido de chivar, porque poca gente de acá sabe de mi pasada y penosa historia.
Vamos a hacer un quid pro quo. Ustec me dice su anterior personalidad y yo cuento más comidas de polla de mi señora exposa. Eso sí, en el coche no han vuelto a repetirse. Tal vez si Hezpaña vuelve a ganar el mundelelial......
Evidentemente, si no quiere decírmelo por mp, puede hacerlo en abierto,
¿o es al revés?
, aunque si pudiese apostar en Bwin, apostaría 100 eypos a que por su literatura foril, sé de quién se trata.
Un beso.
 
Soy una versión mejorada del forero Mala_Vida, célebre donde los haya. Ya me lo has sacado, ahora abre hilo y empieza a contarnos cosas de ese animal de compañía que tienes por mujer.
 
Lo de las tenazas abiertas en forma de cruz de suena de algo pero no me acuerdo para qué se hacia en mi pueblo. Supersticiones rurales hay muchas, ahora mismo me viene a la mente la de la gallina. Se dice que cuando una gallina se escapa del gallinero y entra en la habitación de una persona mayor es porque ésta está a punto de endiñarla. Anécdota: Mi abuela siempre estaba dando la vara con lo típico de: "me quiero morir","señor, llévame pronto". Un día se metieron unas gallinas en su habitación y bien que las echo de allí, "pitas, pitas, pitas" decía mientras las espantaba a toda hostia de su dormitorio la jodía.

Si un tuerto te mira te echa mal de ojo. Cuando aúllan los perros es porque alguien en el pueblo se va a morir. Cuando hay tormenta hay que santiguarse tres veces para que no te pase nada. Hay un día en Semana Santa que si no estrenas ninguna prenda de vestir corres el riesgo de que se te caiga alguna mano o pie y te quedes con un muñón de por vida. Las mujeres malas dan leche rancia y no pueden amamantar a su hijos, se los tienen que amamantar otra mujer de mejor corazón. Si se ve volar a una bandada de grajas de izquierda a derecha da buena suerte, si es en sentido contrario da mala suerte. Poner el pan "boca abajo" cuando se está en la mesa comiendo da mala suerte. Si una mujer (putas todas) se baña mientras menstrua corre el riesgo de que se le "corte la menstruación". Etece.
 
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