Gregory_Peck
Frikazo
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- 19 Oct 2007
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Buenos días,
Iba a abrir este hilo en el de rechazando a tías, pero técnicamente no la he rechazado. Muévase al lugar correcto si esto no da para hilo nuevo.
No es que sea una historia interesante (poco de lo que yo escriba en el foro lo es), pero me ha llegado por SMS una oferta de que abrir hilos durante este mes es gratis, luego no sé. En fin, voy al turrón.
Me avisa mi tío (tengo familia lejana aquí a la que no conocía hasta que me tuve que venir), de que el domingo pasado íbamos a juntarnos en un campito que tiene él a hacer un arroz en familia. Mi plan para el domingo era masturbarme, ver algún partido interesante de la Premier (tengo DAZN casi exclusivamente para eso) y quizá echar un Darkest Dungeon mientras oía un podcast en el que no presenten dos andaluces sin gracia y un gallego disléxico; así que acepto. Estoy allí comiendo triángulos de queso de Mahón con una lata de Estrella Galicia en la mano; cuando mi prima me suelta:
- Qué pena, Natalia no ha podido venir.
TODOS: Ay, sí, a ver si la próxima
Yo no digo nada, pensaba que se trataba de otro pariente lejano al que no conocía.
- Gregory - sigue mi prima - es muy simpática. Y muy guapa.
- Yo: Vale
El marido de mi prima coge el móvil y empieza a buscar algo. Mi tío interviene:
- Oye tú puedes traer a alguna amiga a comer paella o torrada cuando quieras ¿eh? A estas alturas no me vengas con la vergüenza y las tonterías.
Yo: No tito, tranquilo que no me da vergu.
- Vergu dice, la madre que lo parió (se despolla). Mi tío es albañil de los de antes, de los que te hacían las cosas de puta madre y está contando los meses para jubilarse. Ahora su emprea es de un chino y está encantado, por cierto.
El marido de mi prima me pone el móvil en la cara, es buen tipo pero es más vasto que un bocadillo de escombros
- Es esta
Veo una foto de grupo y hay como 12 personas de las que más o menos la mitad son mujeres, creo que se refiere a una chica con el pelo castaño, pero no estoy seguro, no me fijo bien.
- Ah - acierto a decir antes de que me interrumpa -.
- Y le gusta Jarri Poter como a ti.
Iba a decir si alguien quería escucharme que odio a Jarri Petas y la puta que lo parió, pero interviene mi tía.
- Dejad a Gregorio, que lo estáis incomodando
Yo: No tita, da igual.
Se quedan todos mirándome y lo único que hago para cerrar mi discurso es encogerme de hombros.
******************************
Otro día estoy en la oficina, con el duro trabajo de contestar correos electrónicos y sudando la gota gorda mientras mi compañera (que dice que soy muy friki pero muy salao) está hablando por la línea interna con el despacho de al lado para ir a comprar al H&M en la hora del café. Aparece una mujer (y ojo que digo mujer) allí para una consulta. La atiendo.
- Oooh muchas gracias, qué amable
No fui más amable de lo normal, intento siempre ser amable en todos los trabajo que he tenido. Ser amable debería ser gratis; además era una consulta muy estándar que no suponía enmarronarme en modo alguno.
- Nada - le digo - para eso estamos.
- No no no, ojalá todo el mundo fuera tan amable como vos, la semana pasada sha vine y me atendiste vos con un trato exquisito, ¿te acordás?
Yo lo recordaba vagamente, primero porque no habían pasado hasta la fecha muchas argentinas por allí (sí amigos, argentina, pero que yo sepa @Tunak Tunak Tun no me la ha mandado) y segundo porque se ve que es una de esas argentinas que van de europeas porque tienen un apellido alemán, italiano u holandés.
- No de veras, de veras, sos super amaaaable. ¿Te gustan las facturas?
- Pagarlas no - le contesto. Ella se ríe, su risa es como su acento, musical pero a los 3 minutos ya te empalaga. Ya he dicho que es argentina.
- Noooo me refiero a unos pasteles argentinos, mirá, acá cerca hay una pastelería argentina que los hacen muy ricos, voy a traer mañana y así los probás. Bueno, los probáis todos.
Mi compañera que ya había colgado el teléfono apunta que le gustan mucho, no he dicho que está casada con un argentino.
- Siiii - sigue la argenta - son riquísimas, y acá al lado las hacen deliciosas. Os voy a traer mañana.
Yo no me creo nada y dejo el tema correr, hasta que ayer mismo apareció por la puerta con una bandeja de pasteles. Había doce. yo en ese momento estaba atendiendo una llamada mientras repartían y guardaban para otros compis con los que tomamos café, la argentina espera a que cuelgue y me hace otra consulta, era más o menos lo mismo que me preguntó el jueves pero con otras palabras, la resuelvo.
- Aaaah pará pará si me lo contaste asherrrr, qué amable de verdad perdoná.
-No te preocupes, estas cosas... Es normal, como Astérix en las doce pruebas.
Vuelve a reirse y dice que le encanta Astérix.
- No no, mirá - saca un boli y coge mi taco de post-its - si hay alguna novedad me shamas. Bueno, para una novedad o para lo que quieras.
- Claro - respondo.
- Bien, muchas gracias a los dos. - Se vuelve y me mira - y me llamás ¿ok? Ciaooo
Se va con su taconeo. Yo vuelvo a ver si hago algo productivo que son las 10 de la mañana y he hecho más bien poco.
- Gregory - me dice mi compañera - Vaya fin de semana te espera ¿no?
- ¿Qué dices? No no, No te flipes. Esta lo que quiere es que la tenga informada del asunto que ella quiere.
- Eso y que la llames - insiste ella - ¿has visto cómo venía vestida ayer y cómo venía hoy?
Hago memoria, el jueves venía con traje de chaqueta y un pantalón de pinza, conjunto muy oscuro y sobrio pero elegante. El viernes apareció con vaquero embutido y correa y una blusa color crema. También una chaquetilla (ayer llovía) que se quitaría al entrar al edificio.
- Gregory, que te ha puesto las tetas en la cara, hijo mío. - Se refiere a cuando puso la bandeja de dulces en la mesa enseñando canalillo, tenía algún botón desabrochado.
- No me fijé (es cierto). De todos modos tú precisamente deberías saber que esta gente es muy zalamera, sobre todo cuando quiere algo.
- Yo lo que sé - me responde ella - es qué hacen los argentinos cuando intentan ligar contigo. Y lo que hace una mujer. Ya te digo que si lo sé.
Yo no digo nada. Ella sigue.
- Pues hijo, llámala. Es muy guapa.
A esto tampoco digo nada.
Y eso, que pueden tirarme la caña (que igual no, a saber) y me da igual. Que veo pitikis por la calle y me dan igual, que me enseñan una foto y no me fijo, que todo me da igual.
Y ya está, qué hilo de mierda.
Iba a abrir este hilo en el de rechazando a tías, pero técnicamente no la he rechazado. Muévase al lugar correcto si esto no da para hilo nuevo.
No es que sea una historia interesante (poco de lo que yo escriba en el foro lo es), pero me ha llegado por SMS una oferta de que abrir hilos durante este mes es gratis, luego no sé. En fin, voy al turrón.
Me avisa mi tío (tengo familia lejana aquí a la que no conocía hasta que me tuve que venir), de que el domingo pasado íbamos a juntarnos en un campito que tiene él a hacer un arroz en familia. Mi plan para el domingo era masturbarme, ver algún partido interesante de la Premier (tengo DAZN casi exclusivamente para eso) y quizá echar un Darkest Dungeon mientras oía un podcast en el que no presenten dos andaluces sin gracia y un gallego disléxico; así que acepto. Estoy allí comiendo triángulos de queso de Mahón con una lata de Estrella Galicia en la mano; cuando mi prima me suelta:
- Qué pena, Natalia no ha podido venir.
TODOS: Ay, sí, a ver si la próxima
Yo no digo nada, pensaba que se trataba de otro pariente lejano al que no conocía.
- Gregory - sigue mi prima - es muy simpática. Y muy guapa.
- Yo: Vale
El marido de mi prima coge el móvil y empieza a buscar algo. Mi tío interviene:
- Oye tú puedes traer a alguna amiga a comer paella o torrada cuando quieras ¿eh? A estas alturas no me vengas con la vergüenza y las tonterías.
Yo: No tito, tranquilo que no me da vergu.
- Vergu dice, la madre que lo parió (se despolla). Mi tío es albañil de los de antes, de los que te hacían las cosas de puta madre y está contando los meses para jubilarse. Ahora su emprea es de un chino y está encantado, por cierto.
El marido de mi prima me pone el móvil en la cara, es buen tipo pero es más vasto que un bocadillo de escombros
- Es esta
Veo una foto de grupo y hay como 12 personas de las que más o menos la mitad son mujeres, creo que se refiere a una chica con el pelo castaño, pero no estoy seguro, no me fijo bien.
- Ah - acierto a decir antes de que me interrumpa -.
- Y le gusta Jarri Poter como a ti.
Iba a decir si alguien quería escucharme que odio a Jarri Petas y la puta que lo parió, pero interviene mi tía.
- Dejad a Gregorio, que lo estáis incomodando
Yo: No tita, da igual.
Se quedan todos mirándome y lo único que hago para cerrar mi discurso es encogerme de hombros.
******************************
Otro día estoy en la oficina, con el duro trabajo de contestar correos electrónicos y sudando la gota gorda mientras mi compañera (que dice que soy muy friki pero muy salao) está hablando por la línea interna con el despacho de al lado para ir a comprar al H&M en la hora del café. Aparece una mujer (y ojo que digo mujer) allí para una consulta. La atiendo.
- Oooh muchas gracias, qué amable
No fui más amable de lo normal, intento siempre ser amable en todos los trabajo que he tenido. Ser amable debería ser gratis; además era una consulta muy estándar que no suponía enmarronarme en modo alguno.
- Nada - le digo - para eso estamos.
- No no no, ojalá todo el mundo fuera tan amable como vos, la semana pasada sha vine y me atendiste vos con un trato exquisito, ¿te acordás?
Yo lo recordaba vagamente, primero porque no habían pasado hasta la fecha muchas argentinas por allí (sí amigos, argentina, pero que yo sepa @Tunak Tunak Tun no me la ha mandado) y segundo porque se ve que es una de esas argentinas que van de europeas porque tienen un apellido alemán, italiano u holandés.
- No de veras, de veras, sos super amaaaable. ¿Te gustan las facturas?
- Pagarlas no - le contesto. Ella se ríe, su risa es como su acento, musical pero a los 3 minutos ya te empalaga. Ya he dicho que es argentina.
- Noooo me refiero a unos pasteles argentinos, mirá, acá cerca hay una pastelería argentina que los hacen muy ricos, voy a traer mañana y así los probás. Bueno, los probáis todos.
Mi compañera que ya había colgado el teléfono apunta que le gustan mucho, no he dicho que está casada con un argentino.
- Siiii - sigue la argenta - son riquísimas, y acá al lado las hacen deliciosas. Os voy a traer mañana.
Yo no me creo nada y dejo el tema correr, hasta que ayer mismo apareció por la puerta con una bandeja de pasteles. Había doce. yo en ese momento estaba atendiendo una llamada mientras repartían y guardaban para otros compis con los que tomamos café, la argentina espera a que cuelgue y me hace otra consulta, era más o menos lo mismo que me preguntó el jueves pero con otras palabras, la resuelvo.
- Aaaah pará pará si me lo contaste asherrrr, qué amable de verdad perdoná.
-No te preocupes, estas cosas... Es normal, como Astérix en las doce pruebas.
Vuelve a reirse y dice que le encanta Astérix.
- No no, mirá - saca un boli y coge mi taco de post-its - si hay alguna novedad me shamas. Bueno, para una novedad o para lo que quieras.
- Claro - respondo.
- Bien, muchas gracias a los dos. - Se vuelve y me mira - y me llamás ¿ok? Ciaooo
Se va con su taconeo. Yo vuelvo a ver si hago algo productivo que son las 10 de la mañana y he hecho más bien poco.
- Gregory - me dice mi compañera - Vaya fin de semana te espera ¿no?
- ¿Qué dices? No no, No te flipes. Esta lo que quiere es que la tenga informada del asunto que ella quiere.
- Eso y que la llames - insiste ella - ¿has visto cómo venía vestida ayer y cómo venía hoy?
Hago memoria, el jueves venía con traje de chaqueta y un pantalón de pinza, conjunto muy oscuro y sobrio pero elegante. El viernes apareció con vaquero embutido y correa y una blusa color crema. También una chaquetilla (ayer llovía) que se quitaría al entrar al edificio.
- Gregory, que te ha puesto las tetas en la cara, hijo mío. - Se refiere a cuando puso la bandeja de dulces en la mesa enseñando canalillo, tenía algún botón desabrochado.
- No me fijé (es cierto). De todos modos tú precisamente deberías saber que esta gente es muy zalamera, sobre todo cuando quiere algo.
- Yo lo que sé - me responde ella - es qué hacen los argentinos cuando intentan ligar contigo. Y lo que hace una mujer. Ya te digo que si lo sé.
Yo no digo nada. Ella sigue.
- Pues hijo, llámala. Es muy guapa.
A esto tampoco digo nada.
Y eso, que pueden tirarme la caña (que igual no, a saber) y me da igual. Que veo pitikis por la calle y me dan igual, que me enseñan una foto y no me fijo, que todo me da igual.
Y ya está, qué hilo de mierda.
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