Gina Gross
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- 4 Mar 2006
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Mirmidón_69 rebuznó:[16/05 15:42] dani: Al menos estoy satisfecho con una cosa
[16/05 15:42] dani: La cosa no fue bien por lo que soy y no por lo que te pensabas que era
[16/05 15:43] Tania: Y dale con que no fue bien!
[16/05 15:43] Tania: Pero que esperabas?!
[16/05 15:43] Tania: Jajaja
[16/05 15:44] dani: Esperaba comportarme como un tío de 26 y no como uno de 16
[16/05 15:45] Tania: Y crees de verdad que a mi me importó? Se como eres de verdad y es con lo que me quedo, ni con tus nervios ni con tu timidez, me quedo contigo
[16/05 15:45] Tania: Ea, que bonito me ha quedado joder
[16/05 15:45] Tania: Jajajaja
[16/05 15:46] dani: Te agradezco esas bellísimas palabras jaja
[16/05 15:48] dani: Pero estoy convencido de que de haber demostrado confianza y seguridad como en el whatsapp tú impresión hubiese sido bien distinta
[16/05 15:48] Tania: Que no pienses taaaaanto
Pero qué¿??¿
Esto me recuerda a la peli de 300, cuando viene uno medio deformado y le pide a leónidas luchar con ellos y leónidas le manda pa casa.
Pues esto es igual, aquí mirmidón llama a los persas a las 7 de la mañana
- Oye, que cómo estuve ayer? Perdonad si no estuve bien y no os maté del todo, igual hubierais preferido la agresividad y el arrojo del que hacía gala por whatsapp.
Y los persas
- Que no pasa ná jajajaaa, no pienses tantooo!!
Qué calamidad, qué absurdo todo.
La concatenación de errores ha sido tal, que dudo que se pueda hacer algo. Las mujeres no buscan hombres tímidos y callados, los hombres callados no nos hacen del todo felices, digamos que no nos hacen sentir rebosantes de alegría, llenas de vida. Los hombres callados y todo ese aura cargada que traen consigo nos retrotraen a la quietud de un velatorio, a la frugalidad de los días y nos dejan constancia de la cercanía de la muerte.
Leyendo esos párrafos tuyos, me he deprimido profundamente.
No son dignos de un hombre en plena juventud, pletórico de sueños y gestas, sino de alguien más bien despidiéndose de la vida aquejado de la fiebre de las montañas rocosas o de una postrera y terrible tuberculosis, temeroso de todo, inseguro y asustado.
Solo un cambio de actitud radical podría salvarte.