[h=1]Boris Spassky: “Estoy en medio de una guerra”[/h] El décimo Campeón Mundial Boris Spassky siempre ha sido uno de los hombres más elocuentes del mundo del ajedrez, y, aunque a sus 79 años le cuesta mucho alejarse de su apartamento de Moscú, poco parece haber cambiado. En una nueva entrevista discute su mordaz divorcio, los retratos de Bobby Fischer y de él en la película
Pawn Sacrifice, lo que realmente sucedió durante el match de 1972 (¿era uno de sus asistentes un espía?), sus encuentros con Viktor Korchnoi y mucho más.
Boris Spassky el año pasado en una presentación en Berlín de Pawn Sacrifice, una película sobre su match contra Bobby Fischer
[h=3]Su estado actual[/h]
¿Cómo se siente?
Boris Spassky: Dos derrames cerebrales en diez años. El primero sucedió en San Francisco, donde estaba dando una conferencia sobre ajedrez. La operación salió bien y me pude mover como un caballo de nuevo. El segundo llegó en Moscú. Por ahora estoy aguantando, ¡vivo! Pero mis brazo y pierna izquierdos no se comportan del todo bien. Están en huelga. Pero mi cabeza funciona.
¿Alguna vez sale de casa?
Viajo en ocasiones. El pasado otoño fui a la premier de la película Pawn Sacrifice en Berlín. Y en Moscú recientemente celebré el centenario del nacimiento de Paul Keres, una gran figura del ajedrez. Me lanzo a tierras lejanas. En la Avenida Khoroshevskoe
(una calle de Moscú) han construido una nueva biblioteca científica y técnica. Por lo tanto, tengo que maniobrar en todo el tablero... Además, ¡estoy en plena guerra!
¿Qué tipo de guerra?
Me estoy divorciando de mi esposa francesa y me están dejando sin nada. ¡Estoy perdiendo todas mis propiedades!
¿Todas, realmente?
Sí. Tal vez consiga salvar el archivo de documentos de ajedrez. Mi esposa es terca. Mi hijo francés también. Nadie dice "no". La fórmula dicta "vengan y tomen lo que quieran". Pero con mi estado de salud, esta es una maniobra compleja. Ya me he hecho a la idea de que algunas pérdidas son inevitables. Una cuestión de técnica. Pero por otro lado, no se está perdiendo ninguna vida. En 2012 tuve que huir de Francia, y tuve que dejar todo ahí. ¡Al menos estoy vivo!
[h=3]Pawn Sacrifice y el Match del Siglo[/h]
Mencionó que había volado para ver la premier de Pawn Sacrifice.
No fui en avión. Llegué a Berlín en tren. Es mejor para mi salud, pero el film resultó ser débil.
¿Qué no le gustó?
Mi memoria retiene todo, sigo vivo. Mientras que ahí estaban jugando, actuando. ¡Parecían suplentes!
Se expresa de una manera impresionante.
Todo era tan artificial…
El actor que lo interpretó, ¿hizo algo bien?
¡No noté nada!
¿Y Fischer?
También malo. Ese hombre sabe lo que hace, ¡pero Fischer era diferente! Su altura, sus gestos, su comportamiento... No hay intriga en la película, y falta lo más importante: cómo acepté continuar con el match. Podría, después de todo, haber terminado con todo ¡y salir victorioso!
¿Hizo lo correcto al quedarse?
En retrospectiva me parece que lo hice en vano. Debí haber dejado a Fischer obtener lo que quería. ¡Había comenzado a conceder el match! Imagina que somos boxeadores. Si uno de ellos dice: "Eso es todo, me rindo", ¡lo aceptas! Pero yo me rehusé.
¿Él sabía que lo estaba concediendo?
¡Y más! No se presentó a la segunda partida. El árbitro arrancó los relojes, y dictaminó la derrota de Fischer. Antes del match, nunca me había ganado ni una partida.
Usted se presentó para la tercera partida, y vino su primera derrota.
Sí, eso le dio muchísima confianza a Fischer. Se dio cuenta que podía luchar.
¿Los oficiales soviéticos insistieron en que se vaya?
¡Sí, me lo ordenaron! El presidente del Comité de Deportes, Sergey Pavlov, habló conmigo por media hora en el teléfono. Me indicó qué hacer: "Escriba una protesta y venga a casa..." ¡Pero insistí en jugar! Un tonto, claro. Después de todo, el match iba más allá de los intereses personales.
Parece que tenía confianza en que vencería a Fischer.
Sentía lástima por él. ¡Podía ver que se estaba enloqueciendo! Tenía una buena relación con Bobby. Korchnoi es el que necesita odiar a su oponente para jugar normalmente. Yo no soy así para nada. Frente a mí estaba un niño que estaba perdiendo la cabeza. ¿Qué tipo de odio podría existir?
Pero el deportista debió haber despertado dentro mío, alguien para quien la victoria es más importante que todo. No utilicé ningún truco, a diferencia de Fischer, quien dio todo tipo de declaraciones extrañas. Criticó a los organizadores islandeses, al presidente de la FIDE Max Euwe, a los soviéticos. Si los pájaros dejaban de cantar en la Bahía de Reikiavik, ¿a quién había que culpar? ¡A Spassky! Luego me di cuenta que toda la provocación fue deliberada.
¿Fue así?
Detrás de Fischer había un ideólogo llamado Lombardy. Su idea era mantenerme en constante estrés psicológico. Ya durante el match, había sentido que alguien estaba poniendo mucha presión sobre Bobby. En ese momento creía que era Cramer, el loco que andaba con Fischer, creando problemas…
¿Está hablando del coronel, el que lideraba la Federación Estadounidense de Ajedrez?
No, el coronel era Edmondson, mientras que Cramer era un hombre de negocios. ¡Uno muy hablador!
No mencioné otro punto: antes de la tercera partida hubo una escena entre el Árbitro Principal Lothar Schmid y Fischer. Bobby gritó "¡Hey, silencio!" ¡¿Quién dice eso?!
¿Eso qué tenía que ver con usted?
Simplemente necesitaba pararme y decir: "Bobby, es suficiente por hoy. ¡Jugaremos otro día!" Me había juntado con Euwe antes, y me dijo: "Boris, puedes dejar el match en cualquier momento. Entiendo esa decisión. Bobby se ha comportado terriblemente. Un retador nunca se ha dado estos aires en el pasado..." ¡Que el presidente de la FIDE hable así de abiertamente es destacable!
¿Tenía una mala opinión de Fischer?
En 1975 Euwe pudo vengarse: le quitó el título y se lo dio a Karpov sin match de por medio, pero eso ya es otra historia.
¿Te encontraste con Lombardy luego?
Hace tres años en Dresde, en un torneo para gran maestros de más de 75 años. Lombardy estaba ahí. Me dijeron lo que él había dicho sobre el match con Fischer: "Queríamos desestabilizar a Spassky a toda costa. Seguro no tenía idea de lo que sucedía..." Al mismo tiempo tenían miedo, sobre todo de que me canse y cancele todo.
Estaban al borde del abismo.
Me parece que sabían lo que pasaba en mi equipo.
¿Cómo?
El libro sobre el match de Robert Byrne e Iivo Nei | foto:
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Uno de mis asistentes era Iivo Nei de Estonia. Resultó que era un espía americano. Conspiraba con Robert Byrne, quien manejaba la sección de ajedrez del New York Times y luego se convertiría en el co-autor de un libro sobre el match. Nei estaba al tanto de todas sus ideas, y los americanos esperaban recibir información suya. Si hubiera decidido irme, el equipo de Fischer se hubiera enterado inmediatamente. [h=3]El destino trágico de Fischer[/h]Fischer era un entramado de paradojas. Un solitario, que se lanzó a desafiar al orden mundial. Gente inocente murió el 11 de septiembre, pero él apoyó a los terroristas, creándose problemas para sí mismo. Para los islandeses seguía siendo un héroe. No tenían miedo de los Estados Unidos. Amenazaron diciendo que si Fischer, un ciudadano de su país, era arrestado, toda Islandia iría a prisión con él. Un hombre con un destino trágico. Eso lo supe cuando lo vi por primera vez.
¿Dónde?
En Moscú. Tenía 15 años. Un niño desgarbado que llegó con su hermana Jana. En el club de la calle Gogol, jugaba blitz con Petrosian, Bronstein, Vasiukov y Lutikov. Me senté frente a él con un tablero en medio un par de años luego, en el torneo de Mar del Plata.
El joven Fischer se enfrenta al futuro Campeón Mundial Tigran Petrosian en Moscú
¿Su última conversación con Fischer?
Discutimos qué jugada es más fuerte: ¿e2-e4 o d2-d4? Concluimos que la segunda, dado que el peón está defendido por la dama. Bobby me telefoneó. Nunca lo molesté por teléfono, pues sabía que comenzaría de nuevo con su charla sobre el ajedrez "Fischer". Yo no aprobaba la idea - hay muchas variantes -, pero él la defendía.
¿Todavía se sueña con Fischer?
Sí, me pasa. A él lo arruinaron los problemas renales. Necesitaba ser operado dos veces consecutivas, pero las rechazó. No confiaba en los doctores y creía que lo cortarían sobre la mesa. También trató de disuadirme.
¿Cuándo pasó eso?
En 1977 en Reikiavik. Estaba jugando los cuartos de final del Candidatos contra Vlastimil Hort. Al final del match me sentía tan mal que perdí la consciencia cerca del hotel. En el hospital me dijeron que tenía apendicitis. Fischer encontró la forma de llamarme. Me susurró al teléfono: "¡De ninguna manera aceptes una operación!" - "Bobby, no temo nada. No hay razón para sospechar nada. Es una clínica respetable, el doctor habla ruso..."
¿Asistió al funeral de Fischer?
No pude llegar porque mi esposa francesa objetó mi ida. Luego, cuando fui a Reikiavik, dejé flores en su tumba. Fischer dio instrucciones por adelantado: dónde sería enterrado, que música se escucharía y quién lo trasladaría en su viaje final. Había tres jugadores en su lista: Andor Lilienthal, Lajos Portisch y yo.
¿Dónde se llevó a cabo?
Cerca de un camino con una placa conmemorativa: "Aquí se reunió el Alþingi, el primer Parlamento Islandés". Por cierto, ese es el primero del mundo, antes de que el pueblo Rus' se vuelva cristiano. La canción que eligió fue
Green Green Grass of Home de Tom Jones. La canté cuando estábamos caminando por Budapest. Fischer la reconoció. No tenía idea que supiera la letra de tantas canciones populares.Korchnoi y Karpov
En el libro de Zagainov leí: 1968, Kiev, el match contra Korchnoi. Una cita suya: "Comprendí el primer día que ganaría, pues Korchnoi llegó con su esposa y yo con dos rubias. Yo estaba eligiendo, escandalizando, y eso me ayudaba. Es necesario tener un estímulo externo".
Había rubias. Tal vez no dos, sino más. Pero en cuanto a decidir durante el match quién me inspiraría la victoria... no. En ese momento me di cuenta inmediatamente que vencería a Korchnoi. ¿Quieres saber por qué?
¿Por qué?
Me junté con unos amigos, tomé un carro y manejamos hasta Yeisk, en el mar de Azov. Ahí le di un vistazo a las últimas partidas de Korchnoi, ¡todas con muchas jugadas!
¿Qué significa eso?
¿No lo puedes ver? En vez de ganar una partida en 40 jugadas, ¡usaba 140! ¡La calidad de cada jugada era baja! Al descubrir eso, me calmé. Dejé de prepararme. Fui a pescar al mar y me fui. Gané el match con bastante facilidad. No hubo ningún truco, pero luego, en Belgrado, ¡Korchnoi me acusó de haberlo "hipnotizado"!
¿Cómo respondió a eso?
En algún momento comencé a odiarlo. Por primera vez Korchnoi se enfrentaba a un oponente que emanaba odio. Usualmente todo eso vendría de su lado.
¿Cómo logró molestarse tanto?
Es muy simple: ¡Korchnoi comenzó a interferir con mi juego! Cuando mi reloj estaba cerca de quedar sin tiempo, hacía caras. Lo más desagradable fue cuando decidió rasguñar la mesa con sus uñas. Algunas personas no pueden soportar ese sonido. Cuando él decidía ofrecer las tablas, Korchnoi llamaba al árbitro y las ofrecía con él como intermediario, a pesar de que yo esté sentado frente a él. Piensen lo que quieran...
Su comportamiento realmente molestó a Tigran Petrosian.
Cuentan que él y Petrosian se pateaban debajo de la mesa todo el tiempo. Vasiukov también contó que Korchnoi lo pateaba. Después del match le pregunté a Tigran qué había pasado con Korchnoi. Me respondió: "¿Korchnoi? ¡Kindergarten! Pero Karpov, ¡wow!" Anatoly todavía no era Campeón del Mundo.
Botvinnik no apreció a Karpov en principio. Tú, ¿cuándo notaste el calibre de su talento?
¡Era totalmente evidente! Simplemente no lo puedes comparar con Korchnoi. Sobre todo, hay una diferencia colosal en términos de talento ajedrecístico.
¿El hecho de que Korchnoi no gane el Campeonato del Mundo fue meritorio?
100 por ciento. Nunca tuvo nada de individualidad.
En sus memorias Korchnoi escribió sobre usted: "Comenzamos el match como amigos y terminamos como enemigos".
Así fue en Belgrado. Desde entonces no hemos tenido ningún contacto.
[h=3]La memoria y las memorias[/h]
¿Quién le dio el apodo del "Pushkin del ajedrez"?
Los yugoslavos, por mis partidas hermosas. Admiro el elemento del arte en el ajedrez, que para mí es algo sublime. ¿Recuerdas a
Eugene Onegin? “Hasta que Lensky, demasiado absorto para ver | Con su propio peón toma su propia torre…”
¿Es cierto que conoce a “Onegin” de memoria?
Onegin y mucha más poesía de Pushkin. No lo aprendo especialmente. Es suficiente leerlo una vez para que se quede en mi memoria. Como Paul Morphy, que conocía todo el corpus de la ley de Louisiana. Sus parientes abrían una página cualquiera y él respondía sin dudar. Sus parientes estaban asombrados: "¿Para qué necesitas el ajedrez? Podrías unirte al circo..."
¿Es de esos grandes maestros que recuerdan todas sus partidas?
No, pero si doy una simultánea en 35 tableros, puedo reproducir cualquier partida de la primera a la última jugada. Ocasionalmente la gente trata de engañarme. Te acercas y de repente te dicen: "¡Mate!" "Espera un segundo. Ahora te mostraré toda la partida." Inmediatamente se puede ver cuándo hicieron trampa.
¿Ha jugado contra amateurs en trenes o aviones?
En una ocasión. Cuando ya era gran maestro estaba volviendo a Leningrado desde Moscú. Hay una muchacha sentada en el vagón. Apenas nos sentamos cuando un hombre entra apurado. Él pregunta "¿Jugamos una partida de ajedrez?" "Tal vez, pero no tienes muchas posibilidades de ganar". "Ya veremos". Colocamos las piezas, ¡y comience a desmenuzarlo! En trocitos pequeños.
¿Su éxito impresionó a la muchacha?
Para nada. Mientras que el hombre perdió la cabeza. Cuando llegamos a Leningrado, me siguió mucho tiempo en la estación, gritando: "¡Tiene un increíble talento para el ajedrez!" Yo repliqué: "No es la primera persona en mencionarlo..."
¿Existe el ajedrez ahora en su vida?
Juego un poco.
¿Con la computadora?
No, es más interesante con un tablero. Coloco las piezas y recuerdo mis propias partidas. Tengo un set magnético de bolsillo. Es conveniente porque las piezas no se caen. También he comenzado un proyecto analítico. Estoy escribiendo sobre mi carrera. Espero lograr terminarlo.