Cagar en casas ajenas

Sostuvo Pereira rebuznó:
Menuda panda de mariconas estais hechos. Yo cago donde es preciso, sin demorar la llamada de mi intestino ni un segundo mas.

Ayer cagué en casa ajena en uno de esos vateres del año de la guerra, que no coincide el agua con el agujero del culo verticalmente, cayendo el mojón en zona seca. Además la cagada era de doble ración. Fue un dia grande
Amiguete, como se nota que no has estado en cuba.

En la habana, para ser mas exactos.

Aquello es como un puto museo de los horrores, es decir, uno va a varadero, santiago de cuba y todo bien, los baños limpios y papel y tal...


pero llegas al mostrador para la prensa internacional que es la puta habana y es como si te hubieras metido en el maletero de marty mcfly de pedo y te despertases en 1885(la tercera) solo que no hay bufford tannen, tu nemesis son los 348 gramos de all bran que llevas cual camion cisterna de keroseno, un material al que deberas tratar con cuidado, porque el castrismo ha convertido aquella poblacion en una ginkana del cagar. Habra putas en cada esquina, pero si quieres plantar un tordo, que dios se apiade de tu alma.

Recuerdo con especial cariño el WC de un tugurio hecho de palmeras, el cual tenia por cisterna una caja hecha de madera, a la cual, la fisica de fluidos dejo por los suelos el dia que intentaron rellerarla de agua.

Hasta ahi todo bien, pero amigo, cuando sales de liberar a willy se mete un paisano a ver si has derrapado en la loza y invariablemente, te toca darle a la escobilla hasta que o bien te conviertes en MAXTOR o se te pone el brazo derecho del tio de la jabalina de asterix y las 12 pruebas.

Personalmente, me habria ido a cagar al campo, pero es que alli, sencillamente, no hay.
 
Tengo un colega que estando borracho como un perro, fue al baño de una discoteca y se estaba cagando. El caso es que el báter estaba lleno y no se le ocurre otra cosa que ponerse a cagar en el urinario. (el que está suspendido en la pared) Mientras cagaba, se tapaba la cara con las manos porque la gente entraba al baño y le insultaba. Le llamaban de cerdo para arriba.

Me parto con ello.
 
Una vez me dejé las gafas de sol en el baño de un bar. Cuando al rato volví a por ellas un amigo me hizo pantomimas con las manos para que no me acercara, pero tarde, porque me fumé una mierda de las que ya no se hacen; me salió del alma una arcada y después un hostiaputaquéasco.

Me miraron raro, ya que era un mesón de los del basto colgando y no estaban acostumbrados a tamañas exquisiteces.
 
Como buen invitado casa a la que me invitan casa en la que dejo regalo y perfume, mis anfitriones lo agradecen.

Así como los hoteles/hostales que he estado, lo primero de todo es una buena cagada para que los de la limpieza no toquen nada.

Aunque ahora que recuerdo, una nochevieja en un conocido pub de esta mi ciudad, me entro tal apretón que las ganas de descomer eran enormes, con lo que me metí en el servicio , de esos servicios q solo tienen el wc, no el meadero tipico, y allí deje el regalo, claro, que al tirar de la cadena eso en vez de bajar subió y lo dejo todo hermoso... la gran rision era que del susto salí sin limpiarme el ojal. La cara de la gente al entrar y salir para mi era digno de paja, lo que no fue tan bueno era pedirle a los colegas que si llevaban klínex para limpiar mi agujero y que por diox no entrasen en el servicio. Por suerte conocen mis habilidades y me hicieron caso y nos fuemos de ese pub. Creo q los dueños aun se cagan en mis ancestros.
 
Nadie se cree esa historia. Un forero decente y ajeno al diablo y hacienda no tiene amigos, y mucho menos colegas.
 
Padre Filimbi rebuznó:
Tengo un colega que estando borracho como un perro, fue al baño de una discoteca y se estaba cagando. El caso es que el báter estaba lleno y no se le ocurre otra cosa que ponerse a cagar en el urinario. (el que está suspendido en la pared) Mientras cagaba, se tapaba la cara con las manos porque la gente entraba al baño y le insultaba. Le llamaban de cerdo para arriba.

Me parto con ello.
eso es un capítulo de south park nen
 
Vete a un resturante chino.Caga en la toalla de manos y dóblala con esmero.Quédate a escuchar los mecagúendioses.(No lo he hecho.Soy un coward)
 
el_serdo rebuznó:
la gran rision era que del susto salí sin limpiarme el ojal.

Los alquimistas llevan eones buscando la receta para que los truños no dejen rodal al salir. A mí sólo me ha pasado un par de veces; te limpias y ves que el papel está intacto. Los propios aceitillos de la mierda filosofal crean una película que lubrica perfectamente la botadura. El secreto está en los yogures.
 
El secreto está en las toallitas humedas para llevar, tamaño paquete de clinex. Infecto al mundo con mis excrementos y por el contrario llevo el ojete listo para un buen beso negro
 
Padre Filimbi rebuznó:
Tengo un colega que estando borracho como un perro, fue al baño de una discoteca y se estaba cagando. El caso es que el báter estaba lleno y no se le ocurre otra cosa que ponerse a cagar en el urinario. (el que está suspendido en la pared) Mientras cagaba, se tapaba la cara con las manos porque la gente entraba al baño y le insultaba. Le llamaban de cerdo para arriba.

Me parto con ello.

Esa historia me la contaron en Asturias, en un bar de Arriondas. Pero en vez del urinario, era las placas de pared con cortina de agua. Y el tío no se tapaba la cara, entró uno y le dijo que estaba haciendo, y el cagón en cuclillas y con las manos en cruz para asirse le contestó:

Es que me van a tirar un penalty, no te jode.
 
Es de mal cristiano y peor forero poner en duda las historias de Filimbi.
Os pido, no, OS EXIJO, que nadie vuelva a cuestionarlo.
 
carapito rebuznó:
Nadie se cree esa historia. Un forero decente y ajeno al diablo y hacienda no tiene amigos, y mucho menos colegas.

bueno sustituya hamijos por gente a la que gorroneo habitualmente
 
Joder, cuando he empezado a leer la primera anécdota me parecía estar teniendo un deja vu de esos. Me vi envuelto en una situación similar hace un tiempo, sólo que en ese tipo de conflictos siento un irrefrenable impulso por escoger siempre la opción más descabellada, y el final de mi historia fue bastante más estrambótico:
Todo empezó en una típica noche de farra en un bar. Tras conocer a una chavala que me cayó en gracia, abordé el tedioso pero necesario procedimiento de dar la chapa y comer oreja hasta que ésta se dignó en invitarme a su casa para fornicar. La cosa fue bien, pero el caso es que yo llevaba un par de días sin giñar y, no sé si sería cosa de la relajación post-coital o qué, después del polvo me entraron unas ganas de cagar insoportables, así que me disculpé y me dirigí al baño.
Tras tratar de silenciar los primeros pedos, por aquello de la educación, me di cuenta de que se aproximaba algo realmente grande. Tuve que hacer serios esfuerzos para que el zurullo se dignase siquiera a asomar, y una vez vio la luz, costó sangre, sudor y lágrimas (no literalmente, en realidad sólo costó un poco de sudor) deshacerme del bicharraco por completo. El hijo de puta llegaba al agua y todavía no había terminado de salir. No sé cuantos courics pesaría, pero era digno de campeonato. Finalizada la faena, sentí una serenidad intestinal fabulosa. Recién follao y recién cagao, creo que pocas veces en la vida me he sentido tan bien.
Pero dura poco la alegría en casa del pobre, y la realidad me tenía preparado un duro revés. Al tirar de la cadena, ésta no funcionaba. Comprobé el grifo, y efectivamente, tampoco echaba agua. Fue entonces cuando recordé uno de los momentos de conversación de la noche, en el que la chica se quejaba de que llevaba más de un día sin agua por culpa de un reventón, o de una obra, o no sé qué ostias. Ella, muy apañada, tenía un cubo con agua al lado del lavabo, para paliar la falta de agua corriente, pero la cantidad que en él quedaba resultaba irrisoria si pretendía hacer pasar un zurullo de tan desproporcionadas dimensiones. Lo miré con rabia: una enorme estaca de mierda postrada en vertical en el váter, con medio cuerpo asomando fuera del agua (me recordó un poco a Jesús Gil cuando presentaba el programa ese desde un jacuzzi, rodeado de tías), desafiante. “Traidora” pensé. Dudé en si avisar a la chica del problema, pero me daba mucho palo que viera aquel mojón de titánicas dimensiones. No hubiera tenido reparos en dar la cara si se hubiese tratado de uno de estos choricitos simpaticones, pero aquel zurullo daba miedo. Me negué a reconocerlo como fruto de mi vientre.
Procuré mantener la calma. Si actuaba con astucia, podría salir del entuerto. En principio decidí prescindir de la poca agua disponible, ya que no servía para aquel mierdón y podría ser útil más tarde. Observé detenidamente a mi alrededor y me pregunté qué haría MacGyver en una situación así. Mi cerebro, tan astuto como enajenado, en seguida dio con la solución: con unas tijeras, corté la franja inferior de la cortina de la ducha, y la utilicé para sacar el truño del váter. Lo envolvería y me desharía del cuerpo (esto lo he visto en infinidad de pelis de gangsters, resultaba obvio), pero creí necesario ocuparme antes del asunto del olor. No encontré ninguna colonia a mano, pero sí el desodorante. Hubiese preferido que fuese en spray, pero no había, así que no me quedó más remedio que untar el roll-on por toda la mierda hasta que quedó bien perfumada. Gracias a dios, la solidez de ésta permitió que no dejara restos en la bola del desodorante, el cual apliqué con mucha delicadeza, todo hay que decirlo. Una vez perfumada la bestia, la enrollé por completo y me dispuse a deshacerme por fin de ella. Pensé en dejarla tras el váter o el lavabo, pero quedaba demasiado a descubierto, así que utilicé el pequeño armario que había en un rincón. Era el de las toallas. Hice un hueco, más o menos por la mitad de la pila, y dejé ahí el paquete, bien mullidito y recogido. Aún pude lavarme las manos con el agua del cubo y lanzarla después por el inodoro, con el correspondiente pase de escobilla. Niquelao.
Regresé a la habitación y le expliqué a la chica, que se sorprendió por mi tardanza, que estaba un poco indispuesto, pero que ya estaba bien. Le eché otro polvo y me largué de allí con la cabeza bien alta.
Pero la cosa no acaba aquí, porque a los dos días recibí una llamada suya. Cuando vi su nombre en la pantalla del móvil, me sobresalté y pensé que me iba a caer una buena represalia, pero no. Sólo quería volver a quedar. Me planteé que quizá lo que quería era echarme la bronca en persona, o que incluso vendría a recibirme con mi mierda metida en un tupperware, diciéndome que me la metiera por donde había salido, pero le eché cojones y acudí a la cita. Y divinamente, oigan. Incluso volvimos a zumbar. De hecho, seguimos viéndonos unos cuantos días más. En uno de esos encuentros, cuando mi grado de incertidumbre superaba ya cualquier umbral conocido, decidí averiguar qué coño había pasado con aquel asunto. ¿Seguiría el truño donde yo lo dejé? Poco probable, el olor tendría que haberlo delatado tarde o temprano, y esa chica acudiría al cajón de las toallas con frecuencia, digo yo. Dispuesto a poner fin a mi duda, fui al baño, abrí el puto armario y... nada. La mierda ya no estaba. Aquella buena chica la recogió, lo limpió todo y no dijo ni mu.
Comprendió mis fallos, los asumió, y me aceptó tal como era. Creo que me quería de verdad...
 
Basurófago, es ustec Hamo. Sólo por leer historias como la suya vale la pena entrar en este foro de mierda (nunca mejor dicho).

El peor retrete, por llamarlo de alguna manera, que he visto en mi vida lo vi en un barco chino hace casi 20 años. Llevabamos dos dias en el barco y yo no habia tenido cojones de cagar allí. No había taza, ni siquiera turca, era como una zanja con un agujero lateral que desaguaba la carga directamente al río.

Entro en el vater (por supuesto era comunal, sin puertas ni hostias y el hedor me tiró para atrás. Asi que salgo, veo el vater de las tías, que yo suponía (ingenuo de mi) estaría más limpio que el de los tíos. Con un folleto doblado apalanqué la puerta para que no entrara ninguna sobrina de Confucio. Y solté la nutria sobre una auténtica montaña de compresas viejas. Como sirope de chocolate sobre crema de arándanos, siento no tener una foto.
 
Lo mas raro que me ha pasado es cagar y que la mierda flote...incluso tras dar a la cadena, el truño seguia inerte y flotando...
Empujarlo con la escobilla solo empeoró la situación.
no he vuelto a esa casa.:oops:
 
ottiiiiaaa, me recuerdo con cierto "cariño", la ocasion que, volviendo de vacaciones en las islas afortunadas, la capitana general, ideó, una visita al maravilloso estado de Aranjuez, donde a base de pasear por jardines, y de deglutir las maravillas que esa bella tierra nos ofrecia, sumado a un café la avioneta, :face: hicieron un efecto tipo inmediato en mis intestinos, que sólo pude tratar de apaciguar, entrando en un bonito bar de un simpático lugareño, que estaba ocupado, con lo que le añadimos, los efluvios de una magnífica cocacola fresquita, sale un lugareño, me dispongo a entrar, hago los equilibrios precisos, descargo aquello, como si no hubiera más mundo, todo ello, acompañado de una gloriosa tormenta y cuando salgo, entre mi entrada al zulo y mi salida, habia descargado un autobus del IMSERSO, con lo que tenia a los viejitos y sus prostatas, esperando como agua de mayo, mi salida, el que consiguió la pole, cuando salí, se avalanzó sobre la puerta y pegó una rebotá pa tras al grito de ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡OTTTIIIIIAAAAAAPUUTTTAAAAAAMECAGOENSUSMUERTOSQUE ASCO¡¡¡¡¡¡¡¡¡ . Ante tanto alarde de sinceridad :137, opté por coger las de Villadiego, pero el vejete me retó de lejos diciendo, OYECHAVAL¡¡¡ VE AL MEDICO, PORQUE ESTAS MEDIO MUERTO¡¡¡¡¡¡¡¡ QUE ASCO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Dicho esto, y colorao como bandera del PCE, salí a la calle, entre mis risas nerviosas y las carcajadas estridentes y sonoras de mi mujer al grito ¿Que has liao cabrón? Ese tío, casi que te quería pegar¡¡¡¡¡¡ :137:137:137:137

Pues veras cuando entre¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ :137:137:137:137:137:137:137:137
 

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Basurofago, menudo marron le dejastes a la golfa esa.


Yo soy muy escrupuloso a la hora de soltar truños en casas ajenas, de hecho puedo contar los dedos de una mano, los vateres donde he dejado mi sello en los ultimos 4 años.
 
Entre mis amistades tengo la fama de haber dejado un truño en cada casa.

Eso sí, siempre paso la escobilla.
 
Dejé la traca final para esta historia.

Un día de fiesta, hace unos cuantos años, estando borracho como un puto perro. Mezclé sidra con vodka, lo cual provocó una reacción en mi estómago que iba a hacerme explotar. Era o cagar por ahí o cagarme encima.

Salí de la discoteca porque ahí los baños no tienen puertas ya que los tiran a patadas y a veces las quitan para ver si la gente se droga o no. Voy por la calle corriendo y cuando el truño iba a salir casi, no se me ocurre que ponerme a 20 metros en frente de una parada de autobuses en hora punta - 21.00 - para salir. Donde me puse a cagar era una casa que estaba en frente de la parada. Cagué en la puerta de la casa. Antes aparté el felpudo.

En el momento que estoy truñendo abre la puerta una señora mayor y cuando me ve empieza a insultarme y darme patadas en el culo. Yo no me movía, dejé allí un pastel líquido que olía a caldofran. Con las voces se asomó su hijo de unos 40 y tantos. Empezó a cagarse en mi puta madre y salió.

Me tiró unas servilletas absorbentes y unas bolsas de plástico para que recogiera la mierda. Me limpié el culo, les tiré las servilletas a los pies y me fui por patas. Me estaba viendo toda la parada del autobús, pero yo llevaba una borrachera de las de órdago. Mientras tanto, llamaron a la policía para que fueran para alli.

Un amigo mío me esperaba a 10 metros, escondido y con la cara llena de lágrimas de haber estado llorando de la risa. Cuando me acerco a él me dice "Tu estás muy mal chaval, pero muy mal".

Lo peor de todo esto es que es cierta la historia. Ojalá fuera un trolleo.
 
Joder Filimbi, es usted de culo fino. Haga una prueba. Váyase a la zona más apartada de cualquier baño y métase entre pecho y espalda dos tabletas de chocolate milka relleno de galleta. Tiene para otra historia. Yo estuve a punto de cagarle en el regazo a mi señora madre.
 
Joder Filimbi, es usted de culo fino. Haga una prueba. Váyase a la zona más apartada de cualquier baño y métase entre pecho y espalda dos tabletas de chocolate milka relleno de galleta. Tiene para otra historia. Yo estuve a punto de cagarle en el regazo a mi señora madre.

Esta última fue grave, llamaron a la policía y todo.
 
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