Muy sencillo. Estas operaciones preparadas por el Régimen suelen ser muy aparatosas mediáticamente, pero de ahí a que se les pueda probar algo a los detenidos va un trecho. Lo más probable es que hayan cogido a unos cuantos que tenían fichados por sus actividades políticas y les hayan intentado endilgar el muerto, con el fin de satisfacer la presión mediática y política (recordemos que el día anterior a las detenciones había habido una condena del Parlamento: qué casualidad). El juicio ya será otro cantar. Por otra parte, la acusación no puede ser de mucha sustancia, pues en puridad sólo hay unas pintadas y unas amenazas por carta que seguramente ni estaban en condiciones de llevar a cabo. Si yo amenazo a mi vecino con hacerle tal cosa, pero no tengo la intención real ni los medios de llevarla a cabo, es posible que no sea ni siquiera punible. No lo afirmo con seguridad, puesto que no conozco la ley, pero no me extrañaría que fuese así (como, por otra parte, es de lógica).