Yo grabé varios cuasiprofesionalmente en diferentes ocasiones (cámara de calidad, con trípode, sonido, cambiando de puntos de vista, etc.) con mi ex-señora para uso común, compartido y con su consentimiento, aunque es verdad que eran exclusivamente para mi uso y disfrute. Cuando nos separamos me los quedé todos y todavía los conservo, si bien es cierto que nunca más los he vuelto a ver. Le pedía que se vistiera de guarrilla, con lencería fina, tacones y tal, hacía sus paseítos, se desnudaba lentamente o la desnudaba yo parcialmente, cambiaba de nuevo de atuendo, y finalmente lo hacíamos, con montaje y todo.
Sólo accedió a ver uno conmigo en una ocasión y dijo lo que ya es habitual y se puede esperar en una mujer: "no me gustan este tipo de vídeos; nunca entenderé el porno". Lo hacía exclusivamente por mí y porque le daba morbo ser grabada, pero no porque luego disfrutara pensando en verlos.
Ni que decir tiene que jamás se preocupó pensando que pudiera divulgarlos o ponerlos en la internec. En las pocas veces que hemos hablado desde entonces, jamás me ha preguntado qué hice con ellos.