Faraón Hijodeputh IV
Frikazo
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Hace unos años, al final de mi veintena, caí en una depresión muy gorda. Aparentemente, lo tenía todo - independencia, amigos para salir, buen curro con buen sueldo, una pareja en la que todo parecía ir bien pero que no avanzaba a ninguna parte...- pero cada día que me levantaba nada más podía pensar que era un día menos para morirme por fin. Porque debajo de todo esto que tan bien parecía ir, lo que tenía era un curro que no me gustaba, una independencia que no me hacía sentir libre, unos amigos que en realidad sólo eran gente para pasar el rato y una pareja en la que estábamos por estar.
Total, que un día me lié la manta a la cabeza y me fui a otro país. Sin trabajo, sin casa, sin saber el idioma y sin tener ni puta idea de lo que estaba haciendo. Ahí inició uno de los años más jodidos que he vivido nunca pero quizás el más importante y satisfactorio a largo plazo.
Hay que ser profundamente subnormal para creer que una enfermedad mental como una depresión se cura con veleidades tan peregrinas como cambiar de aires. Supongo que estamos ante esa clase de personas que creen en el poder del reiki para sanar lumbalgias o que el zumo de limón en ayunas es un tratamiento eficaz contra el cáncer.
Haced el favor de no ser imbéciles y pedid ayuda. Si jamás os veis en esa tesitura acudid a profesionales, no seais lo bastante idiotas como hacer como esta y saltar sin red de apoyo.