Incluso los que se adaptan más o menos bien, aprenden el idioma, y consiguen una mujer de allí... Suelen acabar tristes por estar lejos de su familia natal, y perderse verlos crecer, perderse alguna boda, no estar en su día a día.
Se suelen encerrar en su mundo con la familia de su pareja extranjera y medio-aislados de la sociedad adoptada.
Y eso a los que más o menos les fué bien, encontraron pareja y algún arraigo y amor a su nueva tierra...pero el caso de los inadaptados totales y los típicos británicos anormales que se aprovechan de su pensión en España, en Torrevieja, en Tailandia y o donde sea... Esos sí que acaban mal mal mal de la choza.
Sus hijos serán algo raro, una mezcla de culturas y no van a encajar del todo a no ser que tengan mucha fortaleza mental, que no todo el mundo la tiene. Ni se le puede exigir, hay gente que nace más frágil.
Le pasa mucho a hijos de inmigrantes legales, me lo confesó una hija de vietnamitas nacida en los US and A, que se siente confundida consigo misma. "Un bicho raro", ni vietnamita, ni americana. No puede ni comunicarse con sus abuelos porque no habla vietnamita, solo inglés, con acento americano perfecto. Pero para los americanos, ella no lo es del todo.
Pasa lo mismo con turcos nacidos en Alemania, viven en su mundo y en Turquía nadie los entiende ni los quiere, porque no tuvieron el mismo tipo de infancia y vida.
Es así, los hijos de parejas mixtas suelen vivir ese tipo de problemas, yo también conozco algún caso en el que siempre afloran complejos por no tener una identidad clara y definida. Es que el saber de dónde vengo, el sentido de pertenencia del que vengo hablando, es muy importante para cualquier persona, independientemente de su origen.
Ahora que mencionas casos particulares, de la vietnamita en USA o los turcos en Alemania, también tenemos a los "franceses" de segunda y hasta tercera generación en Francia, que pese al modelo universalista e integrador tan característico de la educación francesa, no ha conseguido integrar a millones de moronegros, que pese a no saber nada de los países de origen de sus padres y abuelos, ser francoparlantes y haber nacido y crecido en Francia, no se consideran franceses. Por ahí circulaba un vídeo en el que se les preguntaba abiertamente en una clase de un instituto francés y decían, y era una postura unánime, que los franceses eran los blancos, lo reconocían abiertamente.
Personalmente conozco a un jambo católico, pero muy católico, que se casó con una japonesa, y tiene 4 hijos, todos con el fenotipo asiático, no pasan por españoles ni de broma. Pues sí, todos muy bien educados, hablando varios idiomas y demás, y pese a que se relacionan con los autóctonos, no se ven como los españoles de sangre pese a que su padre es español. Me lo dice él mismo además, que tiran más hacia una cultura cosmopolita con sus matices orientales, por la madre japonesa, que hacia lo español.
Esto ocurre cuando se trata de razas y culturas muy diferentes, y es normal, porque no somos iguales por más que anden con la misma matraca la progresía liberal, y cuando confluyen en un mismo espacio diferentes culturas siempre hay conflicto. Las sociedades más conflictivas son además las menos homogéneas, y eso es algo que no admite discusión.