el viejo dela montaña
Muerto por dentro
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El Dr mascarondeproa tiene una obsesión enfermiza, lo interesante sería saber de donde viene ese odio, a parte de que es imbécil y que aunque por mucho que lea y viaje es impermeable al aprendizaje. Es por eso que en las universidades deberían de incentivar y premiar otras cualidades que no solo sean la memoria, y que descerebraos como este no pasen la criba.
Pues decía el Dr misoginía, algo así como que los españoles habían sido unos tiránicos sanguinarios en Filipinas, mientras que se felicitaba de la llegada de los yankis, vamos donde va a parar.
En esta simpática imagen, un grupo de Filipinos haciendo cola para votar, urnas cortesía del Tio Sam
Una imagen de la prensa mostrando como se bajó la edad de los votantes hasta los 10 años, con 10 años ya podías votar
Matad a los mayores de diez años
Otra muestra de lo que hicieron los ángeles de la libertad.
Este evento se denominó «Genocidio filipino» y, si bien es cierto que la represión estadounidense fue feroz y prolongada varios años más hasta 1907 (y hay quien dice hasta 1913), incluyendo la masiva resistencia armada frente a la invasión militar por parte del segundo presidente y general de la República Filipina de 1898 Macario Sacay, ejecutado durante la misma (el general Jacob H. Smith llegó incluso a ordenar, en uno de los episodios que llegó a conocerse, «no tomar prisioneros y matar a todos los mayores de diez años»), resulta difícil calcular ahora una cifra exacta. La justificación de este genocidio fue el imperialismo que consideraba legítimo cualquier abuso sobre una raza inferior que había que colonizar y encubriendo lisa y llanamente la explotación; Rudyard Kipling escribió en 1899 defendiendo el imperialismo estadounidense en Filipinas su poema («The White Man's Burden»)
La quema de aldeas, las torturas y las violaciones por parte de los soldados estadounidenses también fueron abundantes. En 1908, el sacerdote católico Manuel Arellano Remondo estimó que había habido un poco más de un millón de hombres, mujeres y niños civiles filipinos muertos por la guerra
Macario Sacay (Alias Farruquito) asumió la presidencia filipina tras la captura y arresto domiciliar del presidente Aguinaldo, pero el 17 de julio de 1906 fue engañado por el gobernador estadounidense con una falsa oferta de amnistía y la promesa de un puesto en la proyectada Asamblea Nacional (en un marco republicano democrático). Sacay y sus guerrilleros fueron ahorcados por orden del gobernador el 13 de septiembre de 1907
Curro, viene luego a corroborar lo que he puesto.
Pues decía el Dr misoginía, algo así como que los españoles habían sido unos tiránicos sanguinarios en Filipinas, mientras que se felicitaba de la llegada de los yankis, vamos donde va a parar.
En esta simpática imagen, un grupo de Filipinos haciendo cola para votar, urnas cortesía del Tio Sam

Una imagen de la prensa mostrando como se bajó la edad de los votantes hasta los 10 años, con 10 años ya podías votar

Otra muestra de lo que hicieron los ángeles de la libertad.
Este evento se denominó «Genocidio filipino» y, si bien es cierto que la represión estadounidense fue feroz y prolongada varios años más hasta 1907 (y hay quien dice hasta 1913), incluyendo la masiva resistencia armada frente a la invasión militar por parte del segundo presidente y general de la República Filipina de 1898 Macario Sacay, ejecutado durante la misma (el general Jacob H. Smith llegó incluso a ordenar, en uno de los episodios que llegó a conocerse, «no tomar prisioneros y matar a todos los mayores de diez años»), resulta difícil calcular ahora una cifra exacta. La justificación de este genocidio fue el imperialismo que consideraba legítimo cualquier abuso sobre una raza inferior que había que colonizar y encubriendo lisa y llanamente la explotación; Rudyard Kipling escribió en 1899 defendiendo el imperialismo estadounidense en Filipinas su poema («The White Man's Burden»)
La quema de aldeas, las torturas y las violaciones por parte de los soldados estadounidenses también fueron abundantes. En 1908, el sacerdote católico Manuel Arellano Remondo estimó que había habido un poco más de un millón de hombres, mujeres y niños civiles filipinos muertos por la guerra
Macario Sacay (Alias Farruquito) asumió la presidencia filipina tras la captura y arresto domiciliar del presidente Aguinaldo, pero el 17 de julio de 1906 fue engañado por el gobernador estadounidense con una falsa oferta de amnistía y la promesa de un puesto en la proyectada Asamblea Nacional (en un marco republicano democrático). Sacay y sus guerrilleros fueron ahorcados por orden del gobernador el 13 de septiembre de 1907

Curro, viene luego a corroborar lo que he puesto.
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