odos sabemos loq ue significa el ciberpunk, lo hemos visto en multitud de películas y hay incluso libros serios editados que hablan del tema. Pero mirando a nuestro alrededor nos damos cuenta de que no, de que el ciberpunk, al menos el clásico, es una visión extrema y pesimista del futuro, que no se corresponde con el futuro actual ni con el venidero.
En la cultura del ciberpunk, las ciudades están sumidas en una noche eterna, y cuando se ve el día, es un día gris, cubierto de hollín y polución urbana. Las megalópolis ciberpunk son enormes colmenas de podredumbre y caos moral.
Los Ángeles de Blade Runner:
La Neo-Tokyo de AKIRA:
Incluso el Tokyo de Ichi the Killer, neo-ciberpunk de bajo presupuesto:
Sin embargo, a medida que avanza el siglo XXI nos damos cuenta de que esas previsiones no eran reales, ni ajustadas, ni tan siquiera nos intentaban advertir sobre algo concreto. Las urbes en las que vivimos hoy están razonablemente limpias, las tribus urbanas se han convertido en inofensivos movimientos para los que las multinacionales diseñan y lanzan verdaderas campañas publicitarias, y lo más punk que vemos por la calle son pintadas de raperillos subvencionados por el ayuntamiento de turno.
El verdadero espíritu del ciberpunk, la verdadera decadencia de la raza humana, no se encuentra en la estética urbana o en la violencia desmedida. La verdadera esencia del ciberpunk, que es la alienación del ser humano y la carencia de valores y expectativas, se encuentra dentro de INTERNET.
Si señores. Los millones de almas conectadas a los foros, viendo videos del youtube y compartiendo terabytes de información. Nosotros somos la verdadera masa ciberpunk, e INTERNET es nuestra ciudad destruída. Y si no, leed algunos estudios sobre el caos inabarcable en que se ha convertido la red de redes.