La primera es que es un acento "pijo", y lo entrecomillo porque no tiene nada que ver con el tono pijo, pero me da esa impresión de gente repipi y mimada. Con ese acento es imposible tomar en serio cualquier cosa que digan, joder, si es la risión.
La segunda es que cuando hablan con ese acento, los hombres me parecen menos hombres, una especie de gays encubiertos.
En fin, lo que me da curiosidad es:
- ¿Al resto de no-catalanes les pasa lo mismo que a mi?.
- ¿A los propios catalanes, les ocurre lo mismo cuando analizan su propio acento?
Es eso, que lo encuentro bastante ridículo.
Pero a lo que vamos, cláramente ese tonito del catalán tan ridículo denota que el que habla esa lengua con ese acento esconde una personalidad débil y caprichosa, o igual es que me lo parece a mi.
Se lo parece, pues no es así en absoluto.
Yo soy catalán, charnego de nacimiento y vocación. Catalanoparlante y castellanoparlante indistintamente, con acento y sin él, dependiendo de la circunstancia, aunque siempre queda un deje cuando hablo castellano imposible de eliminar. Encuentro matices agradables en el catalán cuando es hablado, excepto cuando lo hacen las mujeres pasada la cincuentena. Más aberrante aún es el catalán cantado que, salvo alguna excepción, toda esta caterva de grupitos catalanes que han salido como hongos en los últimos años, promocionados seguramente por una
Administració demasiado generosa con la causa, que no aportan más que basura al mundo de la música, cantan con un acento de auténticos mermados mentales, con una voz nasal que da absoluto ascazo. Parece que sea un concurso entre ellos para ver quién pone el acento más subnormal y gilipollas. Cuatro se salvan en este aspecto, y quizá soy demasiado generoso.
Aún así, suena mejor una discusión en catalán que una en castellano. Suena mucho más armonioso si le llamo
fill de puta, que si le llamo
hijo de puta. Aunque usted sea ambas cosas.
Suena mucho mejor el valenciano, porque es como catalán con acento castellano.
¿Pero qué coño dice? el valenciano es una aberración lingüística, mucho más malsonante que el acento de Murcia o de Cádiz. Es Catalán mal hablado, lo pinten como lo pinten.
El acento argentino es cargante, el dominicano hace parecer mongólico, el almeriense y jienense son caso aparte, pero el catalán... Es difícil encontrar un acento más repelente que cuando escuchas hablar a un señor mayor catalán.
El de las señoras mayores hablando catalán sí que es repelente. Cierran la cavidad resonante bucal hasta el mínimo posible, dejando escapar unos chirridos estridentes que dan ganas de acabar de cerrarles el conducto traqueal con los pulgares, y hacen la cabra cuando dicen:
Vinga, adéééu!
Mención especial al hilarante acento de un catalán cerrado hablando castellano, sobre todo cuando mete gazapos como
no pude ir porque estaba malalto, o
ahora no me viene de gusto hacerlo.