Uno idéntico a ese tuve yo durante varios años y lo customicé hasta límites ridiculérrimos:
Le cambié el asiento trasero por el de un Citroën 8.
Le cambié la capota por una de bastidor, ya que las enrollables, además de incómodas, se soltaban a más de cien y ondeaban al viento como la capa de Superman.
Le puse unos amortiguadores de gas Monroe.
Le puse unas luces como las de El Coche Fantástico delante.
Instalé una emisora de CB y le instalé un altavoz dentro del motor con el que asustaba a las viejas en los pasos de cebra.
Le pegué una manta por la parte interna del capó, con lo que logré reducir la rumorosidad del motor en un 95%.
Le puse un amplificador de potencia de 100W + 100W y un par de baffles de casa.
Le sellé los platinos y le elevé el tubo de admisión, con lo que podía vadear ríos de cierto caudal y mirar a los Patrols de tú a tú en las riadas.
Por no hablar de lo bien que iba la ergonómica forma del capó para follar.
Una vez se jodió el embrague y lo cambié yo solo, sin conocimientos específicos de mecánica. Apunté en una hoja cada cable y cada tornillo que quitaba, y luego seguí la lista en orden inverso. Huelga decir que el motor lo separé a pulso y lo puse en el suelo mientras cambiaba el embrague, y luego volví a colocarlo del mismo modo. Una reparación perfecta.
Acabé echándole gasolina de 98 octanos (el 2CV iba con gasolina normal). Como consecuencia de ello, una vez que subía los puertos de Beceite, el motor dijo basta. De los dos cilindros, uno simplemente dejó de funcionar. Di media vuelta, y con un solo pistón, mi fiel
Mortimer -que así se llamaba- fue capaz de traerme de vuelta a casa. Ochenta kilómetros de pof... pof... pof... a cuarenta kilómetros por hora. Luego, como me había venido arriba tras el éxito del embrague, conseguí un motor de segunda mano y se lo cambié de forma exitosa.
Estoy seguro de que, de todos los coches que se han posteado y se postearán, ninguno llegará a ser tan divertido como un Citroën 2CV.
Bien merecido el chascarrillo popular de "
Tienes menos detalles que el salpicadero de un Panda", que ni sitio para el autorradio tiene