[RETARDS] Bares, que lugares: tascas, tabernas, y bares de viejos

cuellopavo

RangoFrikazo
Registro
23 Abr 2006
Mensajes
14.632
Reacciones
8.036
Me he puesto nostálgico pensando que lo del puto coronavirus va a ser la puntilla de las tascas de toda la vida, y abro hilo en su memoria, para que cada cual recuerde anécdotas que le han acontecido en esos antros de mala muerte.

Las tabernas de las aldeas de por aquí eran un poco de todo, bar y tienda de ultramarinos, con la cocina de la casa comunicando. Servían hombres con monos manchados de pintura, nada de la mierda de postureo del mandil negro o blanco nuclear que se estila ahora. Se respiraba vida pura, nada de paripé.

Solían ser matrimonios, las mujeres atendían en la tienda, los hombres el bar. Un clásico que aún me emociona. Cuando deje de trabajar y me jubile igual monto algo así para rescatar los valores que están a punto de morir.

Además las tabernas de aldea eran templos del saber, y eso que sus clientes a lo mejor ni sabían poner su nombre en un papel. Puede que no hablasen de teorías cuánticas, pero hablaban de cuando podar, de cuando plantar, de un montón de cosas de las que eran sabios.

Foro > taberna > universidad. Los mayores gilipollas que me eché a la cara todos tenían carreras.

Pasemos a las mierda-anécdotas. Mi primera cerveza me la tomé en la taberna de Paspejo (Paz Pego), cerrada ya. Fiestas de Oleiros. Tocaban Arosa Express en el campo de fútbol, una maravilla, cada cuatro canciones tocaban aquello de.… con Arosa Expréss, el jolgorio estáaaaaá 🎼.

Ya en Santiago, en “A taberna do ensanche” íbamos mucho a ver el Madrid de Mourinho mis amigos y yo; y había un par de hermanos cincuentones que venían mucho por allí, muy madridistas, estaba guay ver el fútbol con ellos, uno era manco. Bueno, tenía una mano inútil más bien, una deformación congénita. El camarero y el hermano se metían mucho con el manco, le tocaban los cojones de la hostia, unas faltadas del carallo.

Pues una vez, en una semis de Champions, con nervios a flor de piel, un estudiante que se dejaba caer por ahí hizo una broma con el "manco". El hermano bimanual soltó un suspiro/gruñido, echó un trago fuerte y rápido, se levantó y le soltó un bofetón al universitario. Un bofetón de cojones, el chaval no era pequeño pero aquella hostia tenía algo de rotundo, algo del Madrid de Mou, algo de Pepe, de Coentrao y de Khedira. Un bofetón que dejó el bar en silencio. Y ese chaval que estudiaba mates o física o algo así, ese día aprendió para todo el cuatrimestre. Ese día entendió que al manco no lo insulta quien quiere, sino quien puede. En cálculo integral no te plantean esos problemas.

A Taberna do Ensanche, un buen garito para ver el fútbol y comer unas tapas. Los camareros, cojonudos. Buff, un fiestas uno de esos camarero... Next level. Su tabique debe de estar peor que los que sostienen Fabrik. Eso sí, de los bares más acogedores que hubo en Santiago. Ese tío cuidaba de los que le pegábamos duro al alpiste como a sus hijos. Tapas infinitas. Cerró hace unos años. Una lástima, había madridismo allí.

Luego también íbamos a uno que llamaban el Omaha. Tenían una camarera guapísima. El dueño era un poco fantasma y nos contaba que se la follaba, lo cual era bastante dudoso. Odalys se llamaba la chica, preciosa (bueno, con ese nombre igual sí la follaba, previo o post pago) Y siempre atenta a renovarnos las birras cada pérdida de balón de Diarrá, le dábamos mucho trabajo pero siempre fuimos muy respetuosos con las camareras. Como debe de ser: catatónicos pero "por favor", "gracias" y propina siempre.

En fin, que se pronuncie el siguiente -si es que alguien logró pasar del título de este puto tocho-


Dejo vídeo para aliviar el olor a pollaviejismo

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.
 
Última edición:
Pues tascas españolas de ese estilo hoy en día sobreviven como bares de fortuna los clásicos bares Paco o Pepe, esos que están llenos de mierda y donde mejor saben las tapas.

Llevaba retirado del foro mucho tiempo, más que nada por pereza de escribir y vuelvo escribiendo esta pequeña historia personal. De lo que puedo hablar de un bar de este estilo que había en Buenos Aires, donde por entonces habían muchos de estos de barrio. Donde iban los viejos a tomarse la ginebra y jugar al truco. A saber si hoy en día siguen existiendo. Cuando era adolescente solía ir con mis amigos a uno casi todos los viernes por la noche. No sé qué tenía ese sitio, magia quizás, pero nos encantaba ir a tomarnos mil litronas cada viernes. He de aclarar que antiguamente en Argentina no había nada de cerveza de grifo, ni tampoco botellines. Ibas a un bar a tomar una birra y te daban directamente una litrona.

Recuerdo perfectamente la primera vez que fuimos. Estabamos dando vueltas por el barrio, sin nada qué hacer un viernes por la noche y ahí lo encontramos. En una esquina, con un toldo metálico del año del carajo, bastante cascado, con su nombre escrito: "El Dandy". Pues ahí que entramos, no sé porqué porque como he dicho antes era el típico bar de viejunos. Con las botellas llenas de polvo con brevajes típicos de viejos, o al menos así pensaba en aquél tiempo: Cinzano, Cynar, Espinillar, Licor Mariposa, Legui, Ginebra Bols, whiskys argentinos que saben a kerosén, Fernet, etc y también alguna que otra cosa por si a alguno le entraba el hambre. Lo típico de este tipo de bares eran sandwiches de milanesa rancia a saber de qué animal, empanada en aserrín en lugar de pan rallado, junto con lechuga y tomate. Pura delicia luego de varias birras.

Nos sentamos en una mesa y pedimos la birra. En una mesa más alejada habían unos viejos jugando al truco. Los que atendían eran dos un par de años más que nosotros: Néstor y Mariano. Supongo que al vernos de casi la misma edad, pues hicimos migas instantáneamente. Joder, que han pasado casi 25 años y de vez en cuando hablo con uno de ellos en Facebook. Néstor y Mariano eran primos. Hijos de los dueños. Dos hermanos asturianos que serían bastante cabrones por meter a trabajar por las noches, Viernes y Sábados incluídos, a dos pibes de veintipoco años que tendrían que estar de marcha intentando horadar a alguna argentina que se dejase. Cosa un poco díficil ya que como he dicho en una ocasión las argentinas son una versión más lorealista y hardcore de las españolas.

Estamos haciendo nuestra segunda birra y de puta casualidad aparece un colega del instituto, un par de años menor que yo, pero que vivía cerca de casa y nuestra afición mutua a los cómics nos había reunido. De casualidad pasa por la calle, lo saludo y entra al bar. A los cinco minutos entra un policía. De las épocas en las cuales había policía de barrio, que tenía que ir a pie dando vueltas e incluso a alguno que otro mandaban a pringar por la noche. Pues el poli entra, nos ve a todos menores y viene a la mesa y encara a mi coleguita que tendría 15 años o así. Le pide el DNI y el otro responde que no lo lleva encima. El poli pone cara de cabrón y le dice: "Tendrás que acompañarme a la seccional, gordito. En los calabozos tenemos un negro hace 15 días y le va a gustar mucho tu compañía"

Mi amigo medio se pone a llorar y el policía hijoputa empieza a reírse y le dice que es una broma. Acto seguido se quita la chaqueta, la gorra y se va a la mesa de los viejos a jugar al truco. Mientras nos guiña un ojo y se pone un dedo en la boca pidiendo que no digamos nada. Nosotros flipamos y nos cagamos de la risa, pero más nos cagamos de la risa cuando a los 10 minutos o así pasa un patrullero y el policía se esconde debajo de la mesa para que no vieran sus compañeros que se estaba escaqueando en un bar y jugando a las cartas por pasta. Y así el bar infecto ese se convirtió en nuestro bar de Moe particular. Estuvimos yendo por años, religiosamente, todos los viernes a la noche. Ilustro con la única foto que tengo del bar junto con los dos que atendían.

Sin título.jpg


Luego terminé viniendo a España y al año y medio volví de visita y lamentablemente el bar había cerrado. En su lugar me encontré con una casa de venta de empanadas, cuya dueña era una ex-putilla de la televisión que se había retirado.

La dueña
0016853957


b_953833527_yanina_zilly.jpg


yanina_zilly_2.jpg
 
Última edición:
Ay. Supongo que un bar de esos donde acudían los menores, se servían jarras de cerveza y calimocho y se jugaba al duro, hay en todas las ciudades de España. Aquí había tres, cuando uno se hacía más popular, el otro decrecía o estaba cerrado una temporada por las denuncias, y así.
En todos ellos, el dueño era alguien de edad incalculable, viejo desde luego y en edad de haberse jubilado ya, antipático y desabrido, que limpiaba las mesas con una balleta con más vino y mierda que otra cosa.

El Pelotasviejas, se llamaba el dueño.
 
Ay. Supongo que un bar de esos donde acudían los menores, se servían jarras de cerveza y calimocho y se jugaba al duro, hay en todas las ciudades de España. Aquí había tres, cuando uno se hacía más popular, el otro decrecía o estaba cerrado una temporada por las denuncias, y así.
En todos ellos, el dueño era alguien de edad incalculable, viejo desde luego y en edad de haberse jubilado ya, antipático y desabrido, que limpiaba las mesas con una balleta con más vino y mierda que otra cosa.

El Pelotasviejas, se llamaba el dueño.
En el norte yo creo que al duro se juega poco. Aquí el rey es el quinito.
 
Mi bar de viejos de confianza de cuando me mudé y viví a Madrid. Lo que me suele decir de mi mujer, que suelo tener una actitud de barrio y de conocer a todo el mundo y razón no le falta. A unos pocos metros de mi piso me resultaba muy comodo y en seguida hice migas. Acabé descubriendo unas buenas historias de como había sido esa zona de Madrid, la Plaza Cascorro y como era la vida con los gitanos primero en los 90, los niggas despues, trifulcas entre ellos, cuando llegaron los chinos y se hicieron con toda la zona etc. Además iban con camisa blanca y pajarita o corbata, no recuerdo ya.

Si vais al rastro queda a dos pasos.


IMG_8841-1170x878.jpg
IMG_8824.jpg
IMG_8827.jpg
 
Mi bar de viejos de confianza de cuando me mudé y viví a Madrid. Lo que me suele decir de mi mujer, que suelo tener una actitud de barrio y de conocer a todo el mundo y razón no le falta. A unos pocos metros de mi piso me resultaba muy comodo y en seguida hice migas. Acabé descubriendo unas buenas historias de como había sido esa zona de Madrid, la Plaza Cascorro y como era la vida con los gitanos primero en los 90, los niggas despues, trifulcas entre ellos, cuando llegaron los chinos y se hicieron con toda la zona etc. Además iban con camisa blanca y pajarita o corbata, no recuerdo ya.

Si vais al rastro queda a dos pasos.


Ver el archivos adjunto 100328
Ver el archivos adjunto 100327
Ver el archivos adjunto 100326
Joder, bien cerca te quedaba el Santurce. Una leyenda madrileña.
 
Última edición:
Mi bar en Madrid es éste:

55B24DD0-B724-40AF-9947-5DF33CE310D9.jpeg


Destaca por ser el último reducto de autenticidad del barrio. Se encuentra entre un neo-bar para pijos y un restaurante fusión mexicano-japonés.
 
En el norte yo creo que al duro se juega poco. Aquí el rey es el quinito.

Yo bebí, vomité y defequé hectolitros de calimocho jugando al duro. Aquí en Gijón todo dios jugaba. Había varios tugurios que eran tal cual dice el señor del quint.. @Candela. De entre todos los míticos bares dedicados a trasegar litros de calimocho como enfermos mentales destaco La Cueva, a cuyo gerente, Vicente, le mando un afectuoso saludo esté donde esté.
 
Yo bebí, vomité y defequé hectolitros de calimocho jugando al duro. Aquí en Gijón todo dios jugaba. Había varios tugurios que eran tal cual dice el señor del quint.. @Candela. De entre todos los míticos bares dedicados a trasegar litros de calimocho como enfermos mentales destaco La Cueva, a cuyo gerente, Vicente, le mando un afectuoso saludo esté donde esté.
En Cantabria el duro desde luego era muy muy residual. Aquí quinito o señor del tres. Yo era más de quinito la verdad.
 
1640259365624.png



:8:. Tan casposo como parece, sigue en la misma línea después de tantos años. Jubilados desde la apertura a la cena, juventú divino tesoro beodos después.
 
Y en qué consisten esos juegos, k-bwron-ness.
 
En mi caso era el Autógrafo en la zona de Mérito, aunque bien podía ser la bodega Mérito también. Zona que da al Mestalla y al lado del cole al que iba por aquellos tiempos. Salíamos de clase el viernes con la mochila y en el Autógrafo nos pedíamos un litro de vodka con limón cada uno y la fuente entera de bravas que ya nos tenía preparada el dueño. Cuando acabábamos, dejábamos las mochilas en casa de uno y nos íbamos a las discotecas de la zona, preferiblemente Woody. El Autógrafo sigue abierto y no es especialmente casposo.
1640260494743.png

No creo que los dueños sean los mismos ya, pero en aquellos tiempos siempre éramos los mismos a la misma hora en el mismo sitio. Me tiré 4 o cinco años emborrachándome rápido allí.

Con la edad adulta he sido asiduo de dos bares, donde en ambos me llaman por mi nombre, @miliu, y donde llegué a conocer a una variedad de personajes pintorescos y auténticos profesionales de la vida de bar.

1640260781529.png

Lar Botánico, en la siguiente foto un joven César enseñando sus tortillas, que aunque en la foto no lo parece son realmente buenas, muy superiores al famoso y cercano Alhambra donde iba la gente en procesión a ser maltratados por su dueña.
1640260877326.png


El otro era el Piscolabis, muy cerca de Abastos
1640260940182.png

Ya no existe. Ahora se llama algo así como Happy's.
 

Archivos adjuntos

  • 1640260517339.png
    1640260517339.png
    786,4 KB · Visitas: 57
@miliu u te llamaban por tu nombre, @miliu?

De joven trabajé años en barras de bar y mucha gente venia simplemente por eso, conoces a la gente, sabes de sus vidas, vienen y te cuentan sus movidas y les tratas como a un amigo etc, vamos que no es un negocio en el que haces una transacción y ya, estos bares crecen como parte cotidiana de cada uno.
 
Última edición:
Y en qué consisten esos juegos, k-bwron-ness.

En el caso del duro, al menos la versión que yo conocí, eran cuatro vasos formando un cuadrado, lanzabas un duro y si metias en uno seguias tirando y mandabas beber tantos vasos (medios vasos en realidad) como vasos metieras seguidos. Si metias en medio mandabas los cuatro. También había la variante de que con cada medio ponias una norma, como por ejemplo prohibido beber con la derecha o decir números en español,cosas así, y quien incumpliera se bebía uno. Al final se acumulaban las normas y los litros y aquello era inmanejable pero se pasaba bien.
 
En las tascas se juega a las cartas, baraja española con más mierda que la radio de un pintor. Miles de juegos, el mejor: la brisca. Litros de cermesa mediante. En el palomo, la mejor tasca de mursia.
 
Y en qué consisten esos juegos, k-bwron-ness.
El quinito es un mentiroso de dados. Tienes que superar siempre lo que te manden, lo que pasa es que el valor de las tiradas lleva un orden bastante maquiavélico, y muchas tienen reglas específicas. Hay que estar bastante despierto para no cagarla, pero jugar entre muchos amigos que conozcan bien el juego puede resultar en alianzas para emborrachar a uno y da unos ratos cojonudos.
 
El mentiroso, otro juego de cartas que se juega con dos, tres o cuatro barajas. Con o sin comodines. El dueño del bareto juega también, es la banca y paga con chatos de vino. El túnel, bar para café -abría a las 6am- y birras de media tarde. No he vuelto a ver en mi puta vida unas mesas más pegajosas que las del túnel. Como añadido lol también tenía puesto para golosinas. Todas del 87, duras como piedras.
 
Atrás
Arriba Pie