Ya nada me sorprende, pues yo estaba ahí, en el alba del mundo, cuando nacieron todos los mitos, dioses y leyendas.
Y vi y prodújose un gran clamor en los cielos, y he aquí que vi al Prometeo de las coles robándole el fuego a los dioses. Pero , en lugar de dárselo a los hombres, pensó que era mejor dárselo a su madre y a su casa y prendioles
fuego a ambos.