ElHombreQueViolaLulz
Franco Napiatto
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- 16 Dic 2003
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Esta mañana estaba en mi casa por motivos que no vienen al caso. Sobre las 12 horas han llamado a mi puerta. Normalmente no abro, pero como hoy estoy -inexplicablemente- eufórico y feliz, decido abrir.
Enfrente una señora de mediana edad haciendo de comercial intentando vender no sé que puta mierda de oferta de una compañía telefónica. Como podéis suponer me he reído en su cara ipso facto, y le hecho comprender que a esas edades y teniendo que trabajar casa por casa su vida era un fracaso y estaba tardando en suicidarse. Cuando ha comprendido el mensaje y procedía a marcharse me ha preguntado si podía utilizar mi baño. Como he comentado antes estaba eufórico y feliz, así que por una vez en la vida, accedí a la petición de una hembra.
Fue una acción rápida, fugaz. Casi entrar y salir. Resueltas sus necesidades más asquerosas se dirigió hacia la puerta y nos despedimos con un simple «adiós». Una vez cerrada la puerta la curiosidad me picó. Entré en el baño a intentar imaginar qué pudo pasar en él unos instantes antes. El olor a hembra -un poco a perra vieja eso sí- mezclado con la orina y heces me produjo una excitación tan grande que no pude evitar masturbarme como un mono... dos veces... Ha sido una gran mañana.
Hoy es un día diferente, hoy soy feliz.
Enfrente una señora de mediana edad haciendo de comercial intentando vender no sé que puta mierda de oferta de una compañía telefónica. Como podéis suponer me he reído en su cara ipso facto, y le hecho comprender que a esas edades y teniendo que trabajar casa por casa su vida era un fracaso y estaba tardando en suicidarse. Cuando ha comprendido el mensaje y procedía a marcharse me ha preguntado si podía utilizar mi baño. Como he comentado antes estaba eufórico y feliz, así que por una vez en la vida, accedí a la petición de una hembra.
Fue una acción rápida, fugaz. Casi entrar y salir. Resueltas sus necesidades más asquerosas se dirigió hacia la puerta y nos despedimos con un simple «adiós». Una vez cerrada la puerta la curiosidad me picó. Entré en el baño a intentar imaginar qué pudo pasar en él unos instantes antes. El olor a hembra -un poco a perra vieja eso sí- mezclado con la orina y heces me produjo una excitación tan grande que no pude evitar masturbarme como un mono... dos veces... Ha sido una gran mañana.
Hoy es un día diferente, hoy soy feliz.