El forero en velatorios y entierros

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Candela
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
En el entierro de mi abuelo nos tocó recibir los pésames durante horas. Tras muchos abrazos y besos de gente en su senectud, apareció una moza pelirroja con unas berzas como cabezas de @Benito. Solo verla entrar en el tanatorio noté una ligera erección.
Era como me encantan, pequeñita, manojerita y con unos melones desproporcionados.
Me dio dos besazos mientras yo me frote cuan bailarín de regueatón. Tan exagerao fue que hasta mi viejo, circunspecto me preguntó si la conocía.
"Es de la cuadrilla del primoh".
Mi viejo miró a su sobrino mientras este asentía con la cabeza.
Cuando acabo el circo, mi primo me dijo que no tenía ni puta idea de quien era la torda.:lol:
 
Oye Tools, sabes que no te ha dejado en muy buen lugar, que la ex novia de tu marido fuera una yonkarra amuñecada por el jaco, y encima que entrara en modo berserker cuando vio al punkarra que le había pasado la mercancía.

Qué clase de novio/marido te echaste?

Los Calis - Heroína - YouTube

Había sido amiga mía de la infanciaaunque, evidentemente, tomamos caminos diferentes. Todas las generaciones tienen su niño muerto, el que se mató con el coche, el que se quedó tonto, el que se suicidó....Ella fue la que se hizo yonkarra y murió, salieron pocos meses y seguíamos siendo amigos, cortó él porque no le iba nada el rollo que llevaba ella. Y fue una lástima de vida la suya, pues era guapa, simpática y encima estaba buena se parecía a (y vestía como) Doro Pesch pero en morena, pero el jaco le pudo.
 
Hace años murió una antigua novia de mi marido, de una sobredosis. En el funeral lo veía a él muy raro y mirando todo el rato hacia atrás, yo miraba y no veía nada raro y él solo decía que ahí estaba el hijoputa.
De repente se levantó y salió escopeteado, yo detrás por si las moscas. Para cuando llegué a fuera me lo veo fuera de sí y agarrando a un punki guarro del cuello, quería tirarlo por la barandilla, era el novio de la yonki, el que le estaba con ella cuando le dio el chungo y la dejó tirada. Yo me limité ver qué pasaba, no me apetecía nada llevarme un sopapo por culpa de un jarnoso, lástima que salió la gente de la misa y entre tres pararon a mi entonces novio, aún recuerdo la cara de susto del rijoso y a las abuelas horrorizadas por la cantidad de herejías que salían de la boca de mi pareja.
Sepa disculpar que me entrometa, cara amiça
Pero el su pive entonces, el Javi el jevi ese, no tuvo razón. Actuó de forma irracional.

Logically no conozco las circunstancias de la occisa ni la del punkoyonk del su novio, pero mi olfato me dice que la única culpable de la muelte la tuvo la finada.
No supo decir no, siguió y siguió. De seguro que nadie la obligó, ni siquiera el warrro de su novio.
Y ya en aquellos tiempos, no era cosa de lo que le dijeran, sino que ella misma, con sus mismos ojos, debió de ver el ocaso y muelte de más de un yonko.

K:lol:rma obrigada.
 
El último velatorio al que fui fue el de un amigo que tenía 37 años. Atleta olímpico en Sidney, la persona mas inteligente que nunca he conocido, informático, ganó su primer millón de euros antes de los 30 años, donaba un pastón a multitud de proyectos de niños en todas partes del mundo, ayudaba a todo el que lo necesitaba. Un melanoma se lo llevo.
En el tanatorio nos juntamos mas de 300 personas para despedirlo. Pusieron musica que a el le gustaba, hablaron compañeros de trabajo, amigos, familiares y su novia. Fue algo muy personal, nada de convenciones sociales ni esas mierdas.
Lloré como una madalena, no me avergüenza decirlo.
En mi vida he sentido una perdida tan grande y una sensación de injusticia con la vida que aun me dura.
Era una persona que hacía falta en el mundo, su ausencia hace que este lodazal sea aun mas inmundo todavía.
Cada vez que lo recuerdo siento una puñalada en mitad del pecho y una rabia irracional hacia la vida.
Perderé a familiares cercanos de los cuales no sentiré ni una milésima parte.

P. D: Sospecho que era forero de esta santa casa, de vez en cuando soltaba un "te voy a cagar en el pecho", "droja en el colacao","amijo" y perlas por el estilo.

Enviado desde Mordor con un Tam Tam
 
El último velatorio al que fui fue el de un amigo que tenía 37 años. Atleta olímpico en Sidney, la persona mas inteligente que nunca he conocido, informático, ganó su primer millón de euros antes de los 30 años, donaba un pastón a multitud de proyectos de niños en todas partes del mundo, ayudaba a todo el que lo necesitaba. Un melanoma se lo llevo.
En el tanatorio nos juntamos mas de 300 personas para despedirlo. Pusieron musica que a el le gustaba, hablaron compañeros de trabajo, amigos, familiares y su novia. Fue algo muy personal, nada de convenciones sociales ni esas mierdas.
Lloré como una madalena, no me avergüenza decirlo.
En mi vida he sentido una perdida tan grande y una sensación de injusticia con la vida que aun me dura.
Era una persona que hacía falta en el mundo, su ausencia hace que este lodazal sea aun mas inmundo todavía.
Cada vez que lo recuerdo siento una puñalada en mitad del pecho y una rabia irracional hacia la vida.
Perderé a familiares cercanos de los cuales no sentiré ni una milésima parte.

P. D: Sospecho que era forero de esta santa casa, de vez en cuando soltaba un "te voy a cagar en el pecho", "droja en el colacao","amijo" y perlas por el estilo.

Enviado desde Mordor con un Tam Tam

llorabas porque no viste ni un duro de ese millon, eh?
 
tumblr_oixbbymoK31w1506po1_500.jpg

Death metal
:vicentin:
 
El último velatorio al que fui fue el de un amigo que tenía 37 años. Atleta olímpico en Sidney, la persona mas inteligente que nunca he conocido, informático, ganó su primer millón de euros antes de los 30 años, donaba un pastón a multitud de proyectos de niños en todas partes del mundo, ayudaba a todo el que lo necesitaba. Un melanoma se lo llevo.
En el tanatorio nos juntamos mas de 300 personas para despedirlo. Pusieron musica que a el le gustaba, hablaron compañeros de trabajo, amigos, familiares y su novia. Fue algo muy personal, nada de convenciones sociales ni esas mierdas.
Lloré como una madalena, no me avergüenza decirlo.
En mi vida he sentido una perdida tan grande y una sensación de injusticia con la vida que aun me dura.
Era una persona que hacía falta en el mundo, su ausencia hace que este lodazal sea aun mas inmundo todavía.
Cada vez que lo recuerdo siento una puñalada en mitad del pecho y una rabia irracional hacia la vida.
Perderé a familiares cercanos de los cuales no sentiré ni una milésima parte.

P. D: Sospecho que era forero de esta santa casa, de vez en cuando soltaba un "te voy a cagar en el pecho", "droja en el colacao","amijo" y perlas por el estilo.

Enviado desde Mordor con un Tam Tam

Y que además tiene entrada en la Wikipedia, por lo que veo:

Andreu Martínez Ferrandis

@pastorfe, discúlpeme la intromisión. Me entró curiosidac. Es todo. Siento lo de su amigo.
 
A mi los entierros de mi abuelo, mi padre y mi abuela me pillaron tan pegados, que en el de mi abuela, ya harto de paripes, me baje al bar a tomarme unas cañas mientras la gente me buscaba para darme el pesame, porque era el unico familiar cercano a ellos que quedaba vivo.

En los tres casos me toco a mi elegir el ataud, los coches para el cortejo funebre y los arreglos florales. Cuando casco mi abuelo, mi padre ya estaba en las ultimas y mi abuela se quedo con el en el hospital.

cuando casco mi padre, mi abuela tuvo una crisis nerviosa y me tuve que comer yo el marron.

cuando casco mi abuela, no quedaba nadie que se ocupara de eso o que le importara lo mas minimo dejarle semejante mierda a un chaval de 17 años.

Ya en los dos ultimos lo decia como un robot, "el pack con dos tres coronas de flores, dos cestas y 4 ramos, el ataud modelo Norrington(el mas barato), incineracion".


Lo que mas me daba por culo, era oir cuchichear a las primas de mi padre "Que mayor se ha hecho el pobre de repente, no ha soltado ni una lagrima".

Que coño mayor, lo que pasa es que me teneis hasta la polla de estar por aqui tocando los huevos como si no tuvierais casa y con 50 palos que teneis, me he tenido que poner yo a elegir estuche para mi padre, que ni he acabado la eso.

Asique en los tanatorios me comporto como me comporto siempre, no digo lo siento ni te acompaño en el sentimiento, ni pesames ni ostias, le pego un abrazo a los allegados, les pregunto como se encuentran y si necesitan algo de lo que me pueda encargar o me lo bajo al bar al que sea a que se tome algo y salga de ese bucle de tristeza y sobriedad impostada que es un puto coñazo y lo que tienes ganas es de que se vayan todos, meterlo bajo tierra de una puta vez e irte a tu puta casa de una vez a cascarte una paja, echarte un cigarro, tomarte una cerveza y dormir como un bebe.
 
Estaría curioso que le hiciera eso a un Spawner, un boxeador pro de más de 100 kilos... Sería usted todo un reto para la cirugía moderna.

¿Te he mencionado alguna vez que yo siempre voy armado y que cambio ruedas de trailer sin apenas hacer esfuerzo?

En dicha tesitura solo hay un resultado posible y es un Spawner muerto y un Darkiano con un suicidio autoinducido o en el peor de los casos en la cárcel.

Pero antes, si hay tiempo, te haría una visita y mientras te sodomizo con mi 357 presionando tu nuca te preguntaria qué quedaría más irreconocible al final del dia, mi cara o tu agujero del culo.

Por no hablar que le saco a Spawner 15 kilos como poco.
 
Última edición por un moderador:
Asique en los tanatorios me comporto como me comporto siempre, no digo lo siento ni te acompaño en el sentimiento, ni pesames ni ostias, le pego un abrazo a los allegados, les pregunto como se encuentran y si necesitan algo de lo que me pueda encargar o me lo bajo al bar al que sea a que se tome algo y salga de ese bucle de tristeza y sobriedad impostada que es un puto coñazo y lo que tienes ganas es de que se vayan todos, meterlo bajo tierra de una puta vez e irte a tu puta casa de una vez a cascarte una paja, echarte un cigarro, tomarte una cerveza y dormir como un bebe.

Si es que hay que ser prácticos. Hay que entender que, respetos a parte, no es constructivo realimentar el dolor y la angustia de quien lleva todo el día ahí aguantando a viejunas fatalistas y demás fauna de tanatorio. Lo suyo es llevarselo a la cafetería, invitarle a una birra y contarle algún anecdotón para levantarle un poco el ánimo, sin perder la compostura que obliga la circustancia, obviusly.
 
Un "venga chicos, ¿a que vienen esas caras tan largas?, animaos un poco que ya mismo es sábado" es lo que procede.
 
Pero antes, si hay tiempo, te haría una visita y mientras te sodomizo con mi 357 presionando tu nuca te preguntaria qué quedaría más irreconocible al final del dia, mi cara o tu agujero del culo.

.

Tienes que explayarte más, que últimamente creas lugar a confusión. Lo sodomizarías con tu 357 y le presionarías la nuca con otra cosa, o lo sodomizarías con el pene presionandole la nuca con tu 357. Es que claro, está uno a media paja y las cosas tienen que quedar claras para hacerse la imagen mental.
 
Benito es un hombre de bien, debe ser un honor ser hamijo suyo, un tipo que debe merecer mucho la pena.

Cuando murió mi padre, sabías quién venía a ayudarte, a sostenerte, gente que daba un abrazo sentido, que su silencio y su mirada te decían tío lo siento pero vengo a ayudarte a ti y quiero vuelvas a ser el mismo en poco tiempo. Y te llevaban a la cafetería, te tomabas un café y te hacían reír a mandíbula batiente unos segundos, porque inmediatamente te asaltaba la espoleta que estabas allí porque tú progenitor estaba allí, la persona que más te quería y apoyaba ya no estaba contigo.

Pero eso es un hamijo, alguien que te quiere, viene a por ti, a sacarte de ese pozo lo antes posible y no andan con lágrimas, discursos grandilocuentes, cuchicheos, incluso reproches que llegas a oír. Y casi siempre de la familia, de la puta familia, en el velatorio ya puse la cruz a unos cuantos por su comportamiento deplorable y fuera de toda lógica.

Últimamente lo que me dejó tocadisimo fue la muerte de un compañero de trabajo. Entramos casi a la par en la compañía, en puestos diametralmente distintos, y ambos en poco tiempo nos hicimos un hueco gracias a la honestidad y buenhacer en nuestro trabajo.Teníamos una relación de cierto grado de amistad.

Debido a la naturaleza de nuestros puestos siempre teníamos encontronazos que se gestionaban desde el respeto mutuo y profesionalidad. Cómo habíamos conseguido la gestión de otra factoría, el fue de jefe de planta, y yo ya le veía si tenían algún problema de calidad serio o con el objeto de una auditoría.

Un día vino a una formación de Lean Manufacturing, y tosía como un perro, tos seca y dura. Llevaba un mes así, había ido al médico, alergia le decían unos, catarro mal curado otros. Esa tos no era la primera vez que la oía. Le cogí por banda y le dije, te vas a urgencias y que te miren esa puta tos a fondo. Llegué tarde, carcinoma de pulmón. El día que vino a verme con su mujer, y me sacó de mi despacho, y me lo dijo con una entereza increíble, no pude articular palabra, no podía creer que viera la misma historia una segunda vez, y que aunque me dijo que era operable y había muchas posibilidades de superarlo, una certeza fría y precisa me recorría avisando que quedaba poco tiempo para un desenlace fatal.

Soy positivista por naturaleza, pero ese instinto, por llamarlo de alguna manera, sobrepasó mi conciencia. Y desgraciadamente no era la primera vez que lo sentía. Es como un cuchillo frío recorría todo mi ser, irracional, pero que te hacía sentir que su final estaba cerca

Le operaron, estaba con sesiones de quimioterapia, y vino a verme a la fábrica un viernes de Enero, para darme un abrazo y decirme que después de unos meses muy duros, todo estaba yendo muy bien. Desgraciadamente yo no me encontraba en fábrica, estaba en el aeropuerto de Casablanca para volver a Madrid, después de estar en una auditoría en nuestra factoría en el país magrebí. Quedamos en que el viernes siguiente que tenía que volver a llevar los papeles de la baja, nos veríamos para darnos un abrazo y celebrar su recuperación

El martes me llamaron a las 7 de la mañana. Una embolia pulmonar lo había matado en pocos minutos de madrugada en su casa. Tiempo después se supo que los tratamientos habían provocado coágulos en la zona. Tampoco encontraron causa lógica a su enfermedad, ya que no fumaba y no tenía hábitos perniciosos que ayudaran a su desarrollo.

Daba igual. Un tío con 39 años, honesto, leal, profesional y en esencia un tío cojonudo, estaba muerto.

Lloré, lloré como una magdalena durante toda la mañana. Toda la fábrica le lloró. Hasta los tíos más fríos y hieráticos se derrumbaron.

Cuando llegué al tanatorio, no pude reprimirme otra vez, las lágrimas recorrían mejillas pese al vano intento de retenerlas.

Sólo pude abrazar a su mujer, y no pude decir nada, solo llorar. Las palabras en ese grado de sentimiento sobran
 
Benito es un hombre de bien, debe ser un honor ser hamijo suyo, un tipo que debe merecer mucho la pena.

Cuando murió mi padre, sabías quién venía a ayudarte, a sostenerte, gente que daba un abrazo sentido, que su silencio y su mirada te decían tío lo siento pero vengo a ayudarte a ti y quiero vuelvas a ser el mismo en poco tiempo. Y te llevaban a la cafetería, te tomabas un café y te hacían reír a mandíbula batiente unos segundos, porque inmediatamente te asaltaba la espoleta que estabas allí porque tú progenitor estaba allí, la persona que más te quería y apoyaba ya no estaba contigo.

Pero eso es un hamijo, alguien que te quiere, viene a por ti, a sacarte de ese pozo lo antes posible y no andan con lágrimas, discursos grandilocuentes, cuchicheos, incluso reproches que llegas a oír. Y casi siempre de la familia, de la puta familia, en el velatorio ya puse la cruz a unos cuantos por su comportamiento deplorable y fuera de toda lógica.

Últimamente lo que me dejó tocadisimo fue la muerte de un compañero de trabajo. Entramos casi a la par en la compañía, en puestos diametralmente distintos, y ambos en poco tiempo nos hicimos un hueco gracias a la honestidad y buenhacer en nuestro trabajo.Teníamos una relación de cierto grado de amistad.

Debido a la naturaleza de nuestros puestos siempre teníamos encontronazos que se gestionaban desde el respeto mutuo y profesionalidad. Cómo habíamos conseguido la gestión de otra factoría, el fue de jefe de planta, y yo ya le veía si tenían algún problema de calidad serio o con el objeto de una auditoría.

Un día vino a una formación de Lean Manufacturing, y tosía como un perro, tos seca y dura. Llevaba un mes así, había ido al médico, alergia le decían unos, catarro mal curado otros. Esa tos no era la primera vez que la oía. Le cogí por banda y le dije, te vas a urgencias y que te miren esa puta tos a fondo. Llegué tarde, carcinoma de pulmón. El día que vino a verme con su mujer, y me sacó de mi despacho, y me lo dijo con una entereza increíble, no pude articular palabra, no podía creer que viera la misma historia una segunda vez, y que aunque me dijo que era operable y había muchas posibilidades de superarlo, una certeza fría y precisa me recorría avisando que quedaba poco tiempo para un desenlace fatal.

Soy positivista por naturaleza, pero ese instinto, por llamarlo de alguna manera, sobrepasó mi conciencia. Y desgraciadamente no era la primera vez que lo sentía. Es como un cuchillo frío recorría todo mi ser, irracional, pero que te hacía sentir que su final estaba cerca

Le operaron, estaba con sesiones de quimioterapia, y vino a verme a la fábrica un viernes de Enero, para darme un abrazo y decirme que después de unos meses muy duros, todo estaba yendo muy bien. Desgraciadamente yo no me encontraba en fábrica, estaba en el aeropuerto de Casablanca para volver a Madrid, después de estar en una auditoría en nuestra factoría en el país magrebí. Quedamos en que el viernes siguiente que tenía que volver a llevar los papeles de la baja, nos veríamos para darnos un abrazo y celebrar su recuperación

El martes me llamaron a las 7 de la mañana. Una embolia pulmonar lo había matado en pocos minutos de madrugada en su casa. Tiempo después se supo que los tratamientos habían provocado coágulos en la zona. Tampoco encontraron causa lógica a su enfermedad, ya que no fumaba y no tenía hábitos perniciosos que ayudaran a su desarrollo.

Daba igual. Un tío con 39 años, honesto, leal, profesional y en esencia un tío cojonudo, estaba muerto.

Lloré, lloré como una magdalena durante toda la mañana. Toda la fábrica le lloró. Hasta los tíos más fríos y hieráticos se derrumbaron.

Cuando llegué al tanatorio, no pude reprimirme otra vez, las lágrimas recorrían mejillas pese al vano intento de retenerlas.

Sólo pude abrazar a su mujer, y no pude decir nada, solo llorar. Las palabras en ese grado de sentimiento sobran

Menudo mariquita.
 
Igual sí lo ha mencionado, pero no suelo leer lo que escribe. Es usted un Curro 2.0, siempre el que más todo, pero con bastante menos gracia que él.

raw

Joer, cómo te pones por una sodomizacion de nada.

Venga, venga, no te pongas asi...


Es verdad que no tengo lol ninguno. Lo raro seria que me quedara algo a estas alturas. Sé perfectamente que el único que se ríe con mis chistes soy yo. Pero pedirme que me preocupe por algo así si que tiene lol. Venga hombre. :lol:


Benito es un hombre de bien, debe ser un honor ser hamijo suyo, un tipo que debe merecer mucho la pena.

Cuando murió mi padre, sabías quién venía a ayudarte, a sostenerte, gente que daba un abrazo sentido, que su silencio y su mirada te decían tío lo siento pero vengo a ayudarte a ti y quiero vuelvas a ser el mismo en poco tiempo. Y te llevaban a la cafetería, te tomabas un café y te hacían reír a mandíbula batiente unos segundos, porque inmediatamente te asaltaba la espoleta que estabas allí porque tú progenitor estaba allí, la persona que más te quería y apoyaba ya no estaba contigo.

Pero eso es un hamijo, alguien que te quiere, viene a por ti, a sacarte de ese pozo lo antes posible y no andan con lágrimas, discursos grandilocuentes, cuchicheos, incluso reproches que llegas a oír. Y casi siempre de la familia, de la puta familia, en el velatorio ya puse la cruz a unos cuantos por su comportamiento deplorable y fuera de toda lógica.

Últimamente lo que me dejó tocadisimo fue la muerte de un compañero de trabajo. Entramos casi a la par en la compañía, en puestos diametralmente distintos, y ambos en poco tiempo nos hicimos un hueco gracias a la honestidad y buenhacer en nuestro trabajo.Teníamos una relación de cierto grado de amistad.

Debido a la naturaleza de nuestros puestos siempre teníamos encontronazos que se gestionaban desde el respeto mutuo y profesionalidad. Cómo habíamos conseguido la gestión de otra factoría, el fue de jefe de planta, y yo ya le veía si tenían algún problema de calidad serio o con el objeto de una auditoría.

Un día vino a una formación de Lean Manufacturing, y tosía como un perro, tos seca y dura. Llevaba un mes así, había ido al médico, alergia le decían unos, catarro mal curado otros. Esa tos no era la primera vez que la oía. Le cogí por banda y le dije, te vas a urgencias y que te miren esa puta tos a fondo. Llegué tarde, carcinoma de pulmón. El día que vino a verme con su mujer, y me sacó de mi despacho, y me lo dijo con una entereza increíble, no pude articular palabra, no podía creer que viera la misma historia una segunda vez, y que aunque me dijo que era operable y había muchas posibilidades de superarlo, una certeza fría y precisa me recorría avisando que quedaba poco tiempo para un desenlace fatal.

Soy positivista por naturaleza, pero ese instinto, por llamarlo de alguna manera, sobrepasó mi conciencia. Y desgraciadamente no era la primera vez que lo sentía. Es como un cuchillo frío recorría todo mi ser, irracional, pero que te hacía sentir que su final estaba cerca

Le operaron, estaba con sesiones de quimioterapia, y vino a verme a la fábrica un viernes de Enero, para darme un abrazo y decirme que después de unos meses muy duros, todo estaba yendo muy bien. Desgraciadamente yo no me encontraba en fábrica, estaba en el aeropuerto de Casablanca para volver a Madrid, después de estar en una auditoría en nuestra factoría en el país magrebí. Quedamos en que el viernes siguiente que tenía que volver a llevar los papeles de la baja, nos veríamos para darnos un abrazo y celebrar su recuperación

El martes me llamaron a las 7 de la mañana. Una embolia pulmonar lo había matado en pocos minutos de madrugada en su casa. Tiempo después se supo que los tratamientos habían provocado coágulos en la zona. Tampoco encontraron causa lógica a su enfermedad, ya que no fumaba y no tenía hábitos perniciosos que ayudaran a su desarrollo.

Daba igual. Un tío con 39 años, honesto, leal, profesional y en esencia un tío cojonudo, estaba muerto.

Lloré, lloré como una magdalena durante toda la mañana. Toda la fábrica le lloró. Hasta los tíos más fríos y hieráticos se derrumbaron.

Cuando llegué al tanatorio, no pude reprimirme otra vez, las lágrimas recorrían mejillas pese al vano intento de retenerlas.

Sólo pude abrazar a su mujer, y no pude decir nada, solo llorar. Las palabras en ese grado de sentimiento sobran

Aunque pareces una persona noble e integra y lo respeto, te aconsejaria que esos pensamientos y reflexiones no los saques mucho a la luz y los mantengas dentro de tu cabeza.

A mi me da igual, pero al resto de los casi 400.000 psicópatas de este pais no. Para ellos tú eres un objetivo y una presa y considerarían un triunfo personal hundirte la vida.

Consejo gratis.

Por otra parte te he dicho que respeto tus pensamientos y emociones, pero en el mundo en que vivimos no me parecen nada prácticos aparte de para obtener likes en Facebook y problemas con compañeros que fingiran ser tus amigos pero que no lo son. Todo lo contrario.

Ni sé porqué te digo esto. No gano nada, al contrario, pero bueno. Ahí queda.
 
Joer, cómo te pones por una sodomizacion de nada.

Venga, venga, no te pongas asi...

Es verdad que no tengo lol ninguno. Lo raro seria que me quedara algo a estas alturas. Sé perfectamente que el único que se ríe con mis chistes soy yo. Pero pedirme que me preocupe por algo así si que tiene lol. Venga hombre. :lol:

No hombre, si me da igual. El personaje se le fue de las manos hace mucho y dejó de intertesarme lo que escribe. Como les pasará a muchos conmigo, no problem.

Por otro lado tampoco le he pedido nada, así que ya ha vuelto a la inventiva como de costumbre.

Ya ciñéndome al tema del hilo, yo voy a pocos saraos de estos. No tengo familia en Madrid, así que me he librado de muchas de estas cosas por la distancia, el trabajo, etc... Por otro lado, la inmensa mayoría de la familia que se ha muerto no me importaba nada, así que mejor que mejor. Salvo alguna cosa esporádica de familiar directo de algún buen amigo, poco más.
 
Última edición:
Benito es un hombre de bien, debe ser un honor ser hamijo suyo, un tipo que debe merecer mucho la pena.

Cuando murió mi padre, sabías quién venía a ayudarte, a sostenerte, gente que daba un abrazo sentido, que su silencio y su mirada te decían tío lo siento pero vengo a ayudarte a ti y quiero vuelvas a ser el mismo en poco tiempo. Y te llevaban a la cafetería, te tomabas un café y te hacían reír a mandíbula batiente unos segundos, porque inmediatamente te asaltaba la espoleta que estabas allí porque tú progenitor estaba allí, la persona que más te quería y apoyaba ya no estaba contigo.

Pero eso es un hamijo, alguien que te quiere, viene a por ti, a sacarte de ese pozo lo antes posible y no andan con lágrimas, discursos grandilocuentes, cuchicheos, incluso reproches que llegas a oír. Y casi siempre de la familia, de la puta familia, en el velatorio ya puse la cruz a unos cuantos por su comportamiento deplorable y fuera de toda lógica.

Últimamente lo que me dejó tocadisimo fue la muerte de un compañero de trabajo. Entramos casi a la par en la compañía, en puestos diametralmente distintos, y ambos en poco tiempo nos hicimos un hueco gracias a la honestidad y buenhacer en nuestro trabajo.Teníamos una relación de cierto grado de amistad.

Debido a la naturaleza de nuestros puestos siempre teníamos encontronazos que se gestionaban desde el respeto mutuo y profesionalidad. Cómo habíamos conseguido la gestión de otra factoría, el fue de jefe de planta, y yo ya le veía si tenían algún problema de calidad serio o con el objeto de una auditoría.

Un día vino a una formación de Lean Manufacturing, y tosía como un perro, tos seca y dura. Llevaba un mes así, había ido al médico, alergia le decían unos, catarro mal curado otros. Esa tos no era la primera vez que la oía. Le cogí por banda y le dije, te vas a urgencias y que te miren esa puta tos a fondo. Llegué tarde, carcinoma de pulmón. El día que vino a verme con su mujer, y me sacó de mi despacho, y me lo dijo con una entereza increíble, no pude articular palabra, no podía creer que viera la misma historia una segunda vez, y que aunque me dijo que era operable y había muchas posibilidades de superarlo, una certeza fría y precisa me recorría avisando que quedaba poco tiempo para un desenlace fatal.

Soy positivista por naturaleza, pero ese instinto, por llamarlo de alguna manera, sobrepasó mi conciencia. Y desgraciadamente no era la primera vez que lo sentía. Es como un cuchillo frío recorría todo mi ser, irracional, pero que te hacía sentir que su final estaba cerca

Le operaron, estaba con sesiones de quimioterapia, y vino a verme a la fábrica un viernes de Enero, para darme un abrazo y decirme que después de unos meses muy duros, todo estaba yendo muy bien. Desgraciadamente yo no me encontraba en fábrica, estaba en el aeropuerto de Casablanca para volver a Madrid, después de estar en una auditoría en nuestra factoría en el país magrebí. Quedamos en que el viernes siguiente que tenía que volver a llevar los papeles de la baja, nos veríamos para darnos un abrazo y celebrar su recuperación

El martes me llamaron a las 7 de la mañana. Una embolia pulmonar lo había matado en pocos minutos de madrugada en su casa. Tiempo después se supo que los tratamientos habían provocado coágulos en la zona. Tampoco encontraron causa lógica a su enfermedad, ya que no fumaba y no tenía hábitos perniciosos que ayudaran a su desarrollo.

Daba igual. Un tío con 39 años, honesto, leal, profesional y en esencia un tío cojonudo, estaba muerto.

Lloré, lloré como una magdalena durante toda la mañana. Toda la fábrica le lloró. Hasta los tíos más fríos y hieráticos se derrumbaron.

Cuando llegué al tanatorio, no pude reprimirme otra vez, las lágrimas recorrían mejillas pese al vano intento de retenerlas.

Sólo pude abrazar a su mujer, y no pude decir nada, solo llorar. Las palabras en ese grado de sentimiento sobran

t92I2MA.gif
 
Última edición:
Arriba Pie