El amigo ILG (temo haberlo ofendido, lleva 4 post en este hilo sin llamarme amargado) se olvida de incorporar una variable a la ecuacion: el peligro, el miedo, la ansiedad tambien pueden ser diversion. Uno se divierte porque tambien tiene miedo, no a pesar de el. Si en algun momento dejase de notar esa bola estomacal antes de tirarme al agua, mirando un mar embravecido, una noche negra como el azabache o una aleta triangular probablemente cambiaria de aficion. Recuerdo mis vacaciones anteriores a la fiebre submarina, con sus mojitos playeros, sus museos y sus mulatas mamadoras y me parecen el colmo de la insulsez. Ahora viajo para no tener un minuto libre, montando y desmontando equipo, descargando fotos, cargando baterias, acoplando lentes y, si: a veces estresandome en alguna situacion. Forma parte de la atraccion. Como dijo no se que famosillo despues de saltar en paracaIdas, las mejores cosas de la vida estan al cruzar al otro lado de la cortina del miedo. Y para ello el riesgo tiene que ser real, aunque controlado. No vale un snorkel, como no sirve un simulador de vuelo para saber lo que se siente pilotando un caza.