Las últimas dos frases me asombra lo cerca que esta de la realidad.
El en una entrevista por su 35 confirmonque en el 2016 tuvo una oferta del Atlético que dejaba 40(para el celta de aquellas una salvajada)kilos para el celta entre dinero y variables asequibles,pero que dijo....déjate de pollas,aquí se está bien,la gente me quiere,dinero tengo de sobra,a mi lo que me gusta es jugar,no comer banquillo,y básicamente ser una leyenda viva en el equipo donde me nací viví y morire.
A ver, el dijo que quiso retirar a sus padres y la madre le dijo que una polla,que hay que tener humildad,que ella tiene un hijo millonario, pero que ella no es millonaria,y marisqueó hasta que le llegó la hora de jubilarse.es una familia que no se volvió loca con la fama y la pasta del hijo curiosamente aspas es bastante más centrado fuera del terreno que dentro.
Pero si,percibirse muy bien lo que el opina en ese aspecto de ir a un grande o no.
También puede ser miedo al fracaso.
En Liverpool fracasó, y fracasar es un peligro, porque puede llevarte al pozo. Hacerlo bien como él lo hacía antes de Liverpool, fracasar en el Liverpool y tomar la decisión de salir y elegir otro equipo para corregir su fracaso y no caer en el pozo, y lograrlo, tampoco es fácil.
Cabe esa posibilidad, el miedo a volver a fracasar fuera de Vigo, esta vez en el Atlético, y ya teniendo una edad, porque a la larga eso le puede retirar del fútbol.
No podemos ser tan inocentes. Los futbolistas y sus representantes buscan plata. Los hay impulsivos y torpes y los hay fríos y calculadores.
Es decir, tengo 29 años. Si en el Atlético fracaso, a los 31 acabo en el Eibar, a los 32 en el Olimpiakos, y a los 34 estoy en mi casa, y en esos 5 años gano mucho menos que siguiendo en el Celta hasta los 38.
Mariano Díaz por ejemplo, y su representante, piensan: con 26 años, aunque no me quieren en el Real Madrid, son 5 kilos limpios por 4 años que quedan de contrato, 20 millones de euros.
Pero a los 30, cuando salga del Real Madrid jugando cinco minutos cada seis meses y con el cartel de cara dura, no me va a querer ni el Espanyol, y voy a acabar retirado a los 32 después de ganar 1 millón de euros desde los 30 a los 32 en un segunda fila, así que de los 26 a mi jubilación he ganado 21 millones.
Si a los 26 se va al Sevilla, o vuelve al Lyon, o se va al Tottenham, puede reconducir su carrera y a la larga ganar más que esos 21 millones.
Así que tampoco los idealicemos tanto. Se mueven por pasta y a veces se quedan en casa o vuelven a casa porque están rodeados de profesionales que conocen el terreno y les dicen: si vas a aquí o allá o si te quedas aquí o allá es como más dinero vas a ganar.