Texas Hold´em
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- 19 May 2010
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Sin el ánimo de caer en el misticismo, lo sobrenatural y las creencias personales (que para eso ya está el hilo del opio del pueblo) abro este hilo en el que todos estáis llamados a narrar todos aquellos sucesos sin aparente explicación que alguna vez os han sucedido en la vida.
Como digo, no se trata de entrar a valorar si es algo sobrenatural o no, ni si los fantasmas, los ovnis, los cruces dimensionales o los ángeles/demonios existen. Sencillamente se trata de comentar aquello que, en última instancia, sólo sabéis que visteis, oistes, sentisteis o experimentasteis, sin que en un principio aquello fuera posible. Aunque, por supuesto, también sois libres de intentar dejar vuestra propia explicación o interpretación al respecto, sin descartar que sufráis de esquizofrenia.
Comenzaré yo, como es de rigor. He tenido y he oído de la mano de mis mejores amigos varias experiencias cuanto menos curiosas, pero comentaré dos de las que me sucedieron personalmente, porque fueran las que más me extrañaron o me pusieron los pelos de punta:
- Cuando tenía 16 años, estuve durante un verano trabajando en un puesto de helados en un paseo bastante transitado de una ciudad turística. El puesto estaba abierto por dos lados, por el frente y por el costado izquierdo, con ventanillas rectangulares que abarcaban todo el campo de visión, excepto una columna en la esquina, básicamente para que el techo no se viniera abajo.
Una tarde-noche no había mucha gente paseando y yo estaba apoyado sobre una cámara a la espera de que se acercara algún cliente. A esto que miré para el lado izquierdo y vi aparecer un monje tibetano, andando parsimoniosamente y con la mirada al frente. Me sorprendió porque era una ciudad pequeña y nunca había visto nada igual, pero tampoco me pareció extraño del todo.
El asunto es que el monje continúa andando hasta llegar a la columna con el punto muerto de visión. Espero unos 10 segundos y veo que siguen sin aparecer por ningún lado (sólo podía girar a izquierda o derecha y debía aparecer obligatoriamente en el campo de visión). Así que después de esperar esos segundos, me asomo... y no estaba por ningún lado. Incluso salté por encima de la ventanilla y me asomé mirando en todas las direcciones: no había nada. Me acerqué a preguntar al puesto de al lado ''Oye, has visto al tío ese que acaba de pasar vestido de monje?'' Nadie había visto nada. Se había esfumado, o bien de algún modo nunca estuvo allí :53
- Esta otra fue también a los 16 o 17 años, cuando salía de mi portal a las 7:00 camino al autobús del instituto. Mi portal tiene un giro al salir del ascensor, en el que ya sólo enfilas 4 o 5 escalones hacia abajo y delante queda la puerta de la calle y detrás sólo una pared.
Pues aquella mañana salí del ascensor, bajé las escaleras y cuando iba a abrir la puerta de la calle: ¡bang!
Una pieza de metal lanzada desde atrás me pasó silbando la oreja y se estrelló en el cristal de la puerta. Mi primera reacción obviamente fue girarme en una fracción de segundo y ver que allí no había nadie, además de estar en absoluto silencio. Le eché huevos, subí las escaleras otra vez y miré si había alguien en el ascensor o en las escaleras, pero no había nadie.
Como digo es imposible que la pieza saliera disparada de ningún sitio, porque detrás sólo estaban las escaleras y una pared. La pieza en cuestión no supe identificarla, pero era pesada y parecía algún tipo de rosca. Tampoco me paré a analizarla mucho porque después de ver que allí no había nadie salí del portal cagando hostias
¿Y vosotros, tenéis alguna historia que no podáis explicar?
Como digo, no se trata de entrar a valorar si es algo sobrenatural o no, ni si los fantasmas, los ovnis, los cruces dimensionales o los ángeles/demonios existen. Sencillamente se trata de comentar aquello que, en última instancia, sólo sabéis que visteis, oistes, sentisteis o experimentasteis, sin que en un principio aquello fuera posible. Aunque, por supuesto, también sois libres de intentar dejar vuestra propia explicación o interpretación al respecto, sin descartar que sufráis de esquizofrenia.
Comenzaré yo, como es de rigor. He tenido y he oído de la mano de mis mejores amigos varias experiencias cuanto menos curiosas, pero comentaré dos de las que me sucedieron personalmente, porque fueran las que más me extrañaron o me pusieron los pelos de punta:
- Cuando tenía 16 años, estuve durante un verano trabajando en un puesto de helados en un paseo bastante transitado de una ciudad turística. El puesto estaba abierto por dos lados, por el frente y por el costado izquierdo, con ventanillas rectangulares que abarcaban todo el campo de visión, excepto una columna en la esquina, básicamente para que el techo no se viniera abajo.
Una tarde-noche no había mucha gente paseando y yo estaba apoyado sobre una cámara a la espera de que se acercara algún cliente. A esto que miré para el lado izquierdo y vi aparecer un monje tibetano, andando parsimoniosamente y con la mirada al frente. Me sorprendió porque era una ciudad pequeña y nunca había visto nada igual, pero tampoco me pareció extraño del todo.
El asunto es que el monje continúa andando hasta llegar a la columna con el punto muerto de visión. Espero unos 10 segundos y veo que siguen sin aparecer por ningún lado (sólo podía girar a izquierda o derecha y debía aparecer obligatoriamente en el campo de visión). Así que después de esperar esos segundos, me asomo... y no estaba por ningún lado. Incluso salté por encima de la ventanilla y me asomé mirando en todas las direcciones: no había nada. Me acerqué a preguntar al puesto de al lado ''Oye, has visto al tío ese que acaba de pasar vestido de monje?'' Nadie había visto nada. Se había esfumado, o bien de algún modo nunca estuvo allí :53
- Esta otra fue también a los 16 o 17 años, cuando salía de mi portal a las 7:00 camino al autobús del instituto. Mi portal tiene un giro al salir del ascensor, en el que ya sólo enfilas 4 o 5 escalones hacia abajo y delante queda la puerta de la calle y detrás sólo una pared.
Pues aquella mañana salí del ascensor, bajé las escaleras y cuando iba a abrir la puerta de la calle: ¡bang!
Una pieza de metal lanzada desde atrás me pasó silbando la oreja y se estrelló en el cristal de la puerta. Mi primera reacción obviamente fue girarme en una fracción de segundo y ver que allí no había nadie, además de estar en absoluto silencio. Le eché huevos, subí las escaleras otra vez y miré si había alguien en el ascensor o en las escaleras, pero no había nadie.
Como digo es imposible que la pieza saliera disparada de ningún sitio, porque detrás sólo estaban las escaleras y una pared. La pieza en cuestión no supe identificarla, pero era pesada y parecía algún tipo de rosca. Tampoco me paré a analizarla mucho porque después de ver que allí no había nadie salí del portal cagando hostias
¿Y vosotros, tenéis alguna historia que no podáis explicar?
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