Ya lo están. O lo estarán. Se llama igualdad. Igualdad no es caballerosidad, si hay que abrir una puerta, se abre. Si hay que dejarle la chaqueta en un dia de frio, se le deja (como vais tan escotadas:1). Ahora, eso de pagar todo por defecto y a la primera de cambio, pues no. En los tiempos de Maria Castaña cuando la mujer no estaba incorporada al mercado laboral, vale. Pero todo cambia, cambia a mejor. Unas cosas y otras. Lo que, insisto, no hay que perder, es la caballerosidad. Me parece a mi, claro. Corregirme si yerro.
Yerra usted.
Hoy se llama al antaño caballero
pagafantas. Pero no hay que confundir. El pagafantas es el pringao, el buenazo que hace sin ton ni son cosas buenas, de gratis en primera instancia pero intentando cobrar malamente. El pagafantas es ese cretino que está de acuerdo con las mujeres ciegamente, aunque estas le hayan clavado un rabo en el ojete y le hayan chuleado. Un imbécil que piensa que el mundo es el bosquecillo de bambi y que las mujeres son como campanilla pero un poco más grande. Y que los hombres en general son unos cabrones que van a lo que van, momento en el cual sonríe compasivamente entendiendo lo que sufren esas pobrecillas florecillas inválidas a las que atiende un martes a las 4 de la mañana porque se ha roto una uña y el cabrón que se la está follando no la ha mandado un mensaje con un beso y piensa que su relación se tambalea. Terrible.
Hoy por hoy, la caballerosidad no tiene razón de ser. Porque se llenan la boca a base de reclamar Igualdad, pero sólo la que les interesa. Se niegan a aceptar la otra cara de la moneda, y con ello lo que estan consiguiendo es que los hombres se vuelvan cada vez más indiferentes. Por la educación que recibí y mis principios, antes encontraba no sólo normal sino incluso exigible cuidar el protocolo para con las mujeres, ya fuera dejándolas pasar antes que uno, cediendo asientos, prestando apuntes por la cara, escuchándolas sin mirarles las tetas. Pero ahora ya no, por la simple razón que no estoy dispuesto a hacer nada que no hicieran ellas por mí. Una tía me dice de quedar y me espeta que la estoy mareando con mi reticencia a abandonar actividades más importantes? Pues a tomar por culo, que quede con su puta madre. Una chica se ve en riesgo de suspender porque ha empezado a estudiar hoy para el examen que tiene el lunes que viene? Mala suerte, que le ayude a estudiar su tía. La chica con la que vas se ofende porque os habéis topado con cuatro canis de mierda y los has toreado en vez de partirte la cara con ellos? Pues le das una torta a ella, a ver si le gusta. Cuando dejas de pensar que tienen tetas se ve todo con una claridad meridiana.
Si se da usted cuenta hay que reconocer que antes, el ser caballero nos hacía contener nuestra lengua ante la perra de turno por no ofender a las demás que sí eran mujeres de verdad. Además a eso se le llama educación. Hoy en día es al contrario. Se creen diosas, como Nahiara, toreando a los "tristes" y vendiendo a precio de oro el chochito. Y ahí tiene razón esa zorra, socialmente se sigue aguantando el porqueyolovalgo, que soy la reina mora, la princesa y tú debes servirme. La culpa de todo es, como siempre los pagafantas que les siguen el juego. Hay que castrarlos a todos antes de que esparzan su semilla.
Respecto al tema del hilo en sí, no le encuentro ningún sentido ni base real sobre la que generalizar. Lo único que sé y conozco es que en el ligue todo se decide en las primeras comparsas, entrando por los ojos, ya sea a base de físico, buena apariencia o capital en el bolsillo. Todo lo demás es el tedio de marear la perdiz para ver si suena la flauta, y eso se puede alargar meses, mucho más tiempo que el estrictamente necesario. Si no lo recuerdo mal, ya había otro hilo parecido en el que se debatía exactamente lo mismo.