Por cierto se me había pasado cómo estaba el Cuernabéu el otro día, a rebosar, ¿ Cuántos había linterna ? 22, 22, 22, 22.
En la presentación del gitano payaso 85000, y en el primer partido con un balón y contrarios, aunque fueran bereberes desnutridos, se vieron más calvas que las de Robben.
Es lo que tiene las presentaciones, un acto gratuito, pueblerino, donde te vas a encontrar la peor morralla, porque cuando ha habido que pagar ya no hay galácticos que valga.
El Flo se le han debido caer los anillos al suelo, el primer partido en casa, y no llegan a 30000, se creía que comprar el jamón al precio más caro, iba a atraer a la marabunta para dejarse los cuartos en un contexto de crisis. De esto se ha olvidado el gafas, que la gente de bien guarda, ahorra, y mira por el euro, aunque no sea catalán, y que el fútbol es un gasto accesorio que son de los primeros en caer cuando no carbura la cosa. Por cierto la demanda de altas en Digital+ no ha subido ni un ápice.
El Flo se va a pegar un hostión por listo. En un intento de renegociación con un spónsor, léase Adidas, le han puesto los puntos sobre las ies, el Cuernabéu el otro día a casi un tercio de su capacidad le ha dejado claro que la cosa no está para tirar el dinero cuando es tuyo, y que los chinos, el mercado oriental no es ninguna panácea, cuando encuentre el artículo de una revista económica que leí el otro día os lo cuelgo. Lo de la ventas de las camisetas me parece una tomadura de pelo, cuando el domingo por Madrid, cerca del Cuernabéu no era muy raro ver a forofos mandrilistas con elásticas de la marca Kelme y Sanchís serigrafiado. Te compras una camiseta y te dura una vida.
Antes que alguien se me tire al cuello, reconocer que si extrapolamos esto mismo al Barça, presentaciones multitudinarias, traspasos galácticos y demás verbena, es el mismo perro con distinto cóllar.