El nunca abierto, pero innecesario, hilo de las suegras insoportables.

Alekos002

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20 Jul 2011
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Hola hamijos, la temporada estival suele ser, incluso para el forero medio, desgraciadamente propicia para pasar unos días con la familia, o lo que es peor, con la familia política.
Este año no me ha quedado más remedio que pasar unos días con los suegros. El es soportable, aunque mi relación es cordial sin más. Pero la que no aguanto desde el principio, de hecho, apenas tenemos trato ya, es a mí suegra. Es la típica Charo amargada, quejica y gritona, que es justo el tipo de persona que odio. Encima es una metomentodo, que se pasa el día criticando a los demás , sin razón, y dando por culo. Encima tacaña, aunque en esto le gana su marido. Es semianalfabeta y no tiene ni puta idea de nada, pero eso no es impedimento para que suelte chorradas y gilipolleces tremebundas non stop. Yo directamente no le hago ni puto caso, bueno ni yo ni cualquiera que haya tratado un poco con ella. La tengo tanta tirria y trato tan poco que jamás me refiero a ella como suegra, sino como la madre de mi novia :lol:. Esta es capaz de amargarte hasta el día que te toca el Euromillón. Pues eso, a veces no queda otra y coincides, pero vamos, prefiero pasar unos días con una familia de gitanos rumanos, pseudoraza que detesto.

Y vosotros , también tenéis que lidiar temporalmente con suegras, cuñadas etc que os hacen la vida mejor?? Vomitar aquí.
 
Yo estoy encantado con la mía. Vive a más de tres mil kilómetros de mí y no tenemos ningún idioma en común en el que entendernos. La he visto dos veces en cinco años. Otra ventaja de echarse una novia extranjera.

La anterior, en cambio, si bien era también extranjera, hube de verla numerosas ocasiones, generalmente en su casa. Siempre me miró mal, si bien mantenía una buena fachada. Eso sí, cuando la relación con su hija se terminó ahí que empezó a mandarme sms diciéndome cosas, la muy miserable.
 
Yo tuve una suegra que creo que nunca me soportó, al principio de empezar con su hija nos la encontrabamos alguna vez y ni me saludaba ni me miraba. Después no fui notando mucha mejoría hasta que nos unió una gran afición a mi ex, a sus padres y a mi: el alcohol. Pues bien, cuando se tomaba unos cuántos cubatas, ya parecía que le caía bien y que le agradaba mi presencia. Fue una maravillosa y etílica relación paterno-política. Ahora están muertos.
 
Tampoco he tenido problemas de suegras. Y una la llevé un año entero a diálisis, con lo fastidioso que es eso.

Otra me ofreció una botella de cazalla y no dejé ni el vidrio, tampoco dijo mucho, pero me empezó a hablar de que antiguamente en la trilla se bebía mucho. No me acuerdo de lo demás porque me quedé dormido.
 
Esta es capaz de amargarte

Si la hubieras tomado a broma desde un principio a lo mejor hasta te divertías y todo. Si dices que es medio imbécil tampoco se dará cuenta. Síguele el rollo en lugar de amargarte la vida y tu mierda de sangre se quemará menos.
 
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Yo, aunque no os lo creáis he tenido suerte con las suegras. Desde la primera, con 17, que me hacía bocatas de chorizo, queso y tomate en cuanto llegaba a su casa, riquísimos, hasta la última que fumaba «cigarrillos mágicos» la tía, ésa era jipy total. También que yo he procurado siempre el mínimo contacto sin que se note.
Nunca me ha tocado ninguna mala.
 
Yo, salvo el caso que concreté, mi primera suegra en un amor que siempre se meaba de risa conmigo (supongo que ya después de dejarlo con su hija y enterarse de muchas cosas no tanto) y mi suegra anterior me cuida mejor que mi madre casi jaja.
 
Ah sí, me estoy acordando de una, la Chuchú, ya el nombre era para curtirle el lomo. Una voz de pija malababa... A esa nunca la vi en persona, el gilipollas de su hijo y yo ni llegamos a echar un kiki, un día llamé al domicilio familiar y la chuchú me colgó.
Ahora, chuchú, malparida, estarás contenta, seguro que tu hijo tiene el orificio anal bien satisfecho.
 
No hay peor suegra que mi madre. Se ha dedicado a espantar/amedrentar sistemáticamente a todas mis parejas. Es lo puto peorcísimo del planeta. Gracias a Dios eso ocurrió hasta la aparición de Moderadora. Pero claro, Moderadora... es hija de marqués y condesa, lo cual abre las puertas incluso de mi madre.

Y respecto a mi suegra... pues una señora todo lo jipi y feliz que le permite su muy acomodada vida. Me quiere a pesar de ser plebeyo y me invita a vino. Lo único que no le gusta de mí es que soy más de blanco que de tinto.
 
No hay peor suegra que mi madre. Se ha dedicado a espantar/amedrentar sistemáticamente a todas mis parejas. Es lo puto peorcísimo del planeta.
Mi madre tiene muy mala leche también. Recuerdo cómo me preguntaba por un novio nini que tenía yo, con su sonrisa gélida: «Qué tal Pepito, ¿sigue esperando el Santo Advenimiento?»
 
La anterior, en cambio, si bien era también extranjera, hube de verla numerosas ocasiones, generalmente en su casa. Siempre me miró mal, si bien mantenía una buena fachada. Eso sí, cuando la relación con su hija se terminó ahí que empezó a mandarme sms diciéndome cosas, la muy miserable.
Por favor, cuéntanos algún mensaje de la malvada mother in law...


Moderador, tu madre entonces no es tan hijaputa como la mía para con yernos/nueras.
Si va de frente va de frente. La mía escarba y escarba y araña el corazón, pero muy poco a poco, muy sibilina, y cuando quieres darte cuenta ya no hay más.
 
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Ah sí, me estoy acordando de una, la Chuchú, ya el nombre era para curtirle el lomo. Una voz de pija malababa... A esa nunca la vi en persona, el gilipollas de su hijo y yo ni llegamos a echar un kiki, un día llamé al domicilio familiar y la chuchú me colgó.
Ahora, chuchú, malparida, estarás contenta, seguro que tu hijo tiene el orificio anal bien satisfecho.

Coño, o sea, el tipo salió maricón...
 
Yo solo he tenido unos suegros buenos, los padres de la sevillana. El padre una buenísima persona, le iba la marcha al tipo. En cuanto me veía asomar el cabezón por su casa me llevaba de bares y me contaba como se follaba a otras cuando las niñas eran pequeñas y él todavía joven. Cuando lo dejamos la sevillana y yo él me llamaba y me decía que daba igual eso, minucias lo de el corte de relación con su hija, que él quería que bajase igualmente.
La madre una santa de las de ver, oír y callar. Menudas tetas tenía, por cierto.

Los de mi primera novia eran absolutamente dantescos. Tenían una relación rarísima entre ellos. Un día en su casa estaba la abuela, los padres y el hermano. Bueno pues el padre se puso a chupar el dedo gordo del pie a mi ex, pero no dando lametonee, no, chupándoselo con lascivia, metiéndoselo en la boca. Bueno pues el hermano, tres años mayor que yo, se puso a chupar la oreja de la madre y todos reían y reían y yo me preguntaba en qué puta familia de locos me estaba metiendo y miraba con temor los movimientos de la abuela por si se me acercaba a chuparme los tobillos o qué sé yo.
El padre era un armario empotrado. De mi tamaño, más o menos, pero el doble de volumen. De mi tamaño actual quiero decir, por squel entonces me sacaba la cabeza. A mi personalmente me daba miedo.
Él sabía que yo era pobre y un día, riendo, empezó a regalarme cosas. Toma, esto te hará falta, me decía, y empezó bien porque me daba cosas en plan cintas de vídeo, un radiocasete, pero ya vi que todo iba en tono de burla cuando empezó a darme toallas, papel higiénico y acabó dándome cartones. Yo miraba al suelo avergonzado. Al final de su acto caritativo estaba yo rodeado de basura.

A los padres de la primera que me focké no los conocía pero la zorra esa me decía que la madre estaba loca y que al padre apenas lo veía, que trabajaba en Israel o algo así.

Los actuales pues eso, al padre ele tolero un par de días al año pero la madre me asquea hasta el tono de su voz. Es pesadísima, gritona, no tiene control sobre sí misma, no calla, no deja vivir a nadie de su alrededor.

Lo mejor, la verdad, es buscarse una novia con los padres muertos o que sepas que hay antecedentes de cáncer en la familia.
 
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Lo mejor, la verdad, es buscarse una novia con los padres muertos
Léase esta frase con la voz de Eugenio.

Hay algunas frases en tus posts que son para grabar en piedra. Están ahí, entre otras muchas que cuentan normalmente una historia buenísima, pero que sacadas de eso relucen con una propiedad especial, que funcionan fuera de ese discurso.

Me quito el sombrero.
 
Yo solo he tenido unos suegros buenos, los padres de la sevillana. El padre una buenísima persona, le iba la marcha al tipo. En cuanto me veía asomar el cabezón por su casa me llevaba de bares y me contaba como se follaba a otras cuando las niñas eran pequeñas y él todavía joven. Cuando lo dejamos la sevillana y yo él me llamaba y me decía que daba igual eso, minucias lo de el corte de relación con su hija, que él quería que bajase igualmente.
La madre una santa de las de ver, oír y callar. Menudas tetas tenía, por cierto.

Los de mi primera novia eran absolutamente dantescos. Tenían una relación rarísima entre ellos. Un día en su casa estaba la abuela, los padres y el hermano. Bueno pues el padre se puso a chupar el dedo gordo del pie a mi ex, pero no dando lametonee, no, chupándoselo con lascivia, metiéndoselo en la boca. Bueno pues el hermano, tres años mayor que yo, se puso a chupar la oreja de la madre y todos reían y reían y yo me preguntaba en qué puta familia de locos me estaba metiendo y miraba con temor los movimientos de la abuela por si se me acercaba a chuparme los tobillos o qué sé yo.
El padre era un armario empotrado. De mi tamaño, más o menos, pero el doble de volumen. De mi tamaño actual quiero decir, por squel entonces me sacaba la cabeza. A mi personalmente me daba miedo.
Él sabía que yo era pobre y un día, riendo, empezó a regalarme cosas. Toma, esto te hará falta, me decía, y empezó bien porque me daba cosas en plan cintas de vídeo, un radiocasete, pero ya vi que todo iba en tono de burla cuando empezó a darme toallas, papel higiénico y acabó dándome cartones. Yo miraba al suelo avergonzado. Al final de su acto caritativo estaba yo rodeado de basura.

A los padres de la primera que me focké no los conocía pero la zorra esa me decía que la madre estaba loca y que al padre apenas lo veía, que trabajaba en Israel o algo así.

Los actuales pues eso, al padre ele tolero un par de días al año pero la madre me asquea hasta el tono de su voz. Es pesadísima, gritona, no tiene control sobre sí misma, no calla, no deja vivir a nadie de su alrededor.

Lo mejor, la verdad, es buscarse una novia con los padres muertos o que sepas que hay antecedentes de cáncer en la familia.

Por lo menos no te sacó un yogurt viendo que probablemente pasabas hambre, como en aquella loleante historia de Torbe
 
Yo no tengo quejas con mis suegros: él era un sevillano borracho que me miraba mal desde que empecé a salir con su hija, y palmó relativamente pronto dejando una buena herencia a mi señora. Mi suegra es la típica sevillana analfabeta, simple y noble, que trabajó desde los 10 años y que, una vez jubilada, se viene a casa algunos días a ayudar a su hija (aunque acaba haciendo todo ella) porque se aburre soberanamente en su casa. Siempre me ha tratado bien, en contraposición con su marido, y me considera algo así como su hijo.

Ese hilo acaba entroncando con este:


La que es una perra del infierno es mi cuñada, pero porque mi hermano es un puto calzonazos y ella una arpía.
 
Por lo menos no te sacó un yogurt viendo que probablemente pasabas hambre, como en aquella loleante historia de Torbe
Hambre no he pasado nunca.
El tipo simplemente me consideraba un mierda para su hija y quiso hacérmelo ver.
Me hizo más perrerías, normalmente en forma de indirectas o bromas difusas.
Valiente hijo de puta, pues su hija años después tuvo de novio a un negro y tuvo un hijo de esos engendrados en los servicios de la sala canciller, estará contento con lo puta que salió la nena
 
Hambre no he pasado nunca.
El tipo simplemente me consideraba un mierda para su hija y quiso hacérmelo ver.
Me hizo más perrerías, normalmente en forma de indirectas o bromas difusas.
Valiente hijo de puta, pues su hija años después tuvo de novio a un negro y tuvo un hijo de esos engendrados en los servicios de la sala canciller, estará contento con lo puta que salió la nena

Lo de intentar humillar a los yernos/nueras va en la sangre de las suegras locas
 
Yo no tengo quejas con mis suegros: él era un sevillano borracho que me miraba mal desde que empecé a salir con su hija, y palmó relativamente pronto dejando una buena herencia a mi señora. Mi suegra es la típica sevillana analfabeta, simple y noble, que trabajó desde los 10 años y que, una vez jubilada, se viene a casa algunos días a ayudar a su hija (aunque acaba haciendo todo ella) porque se aburre soberanamente en su casa. Siempre me ha tratado bien, en contraposición con su marido, y me considera algo así como su hijo.

Ese hilo acaba entroncando con este:


La que es una perra del infierno es mi cuñada, pero porque mi hermano es un puto calzonazos y ella una arpía.

Pero te has tocado pensando en tu cuñada? Le has olido las bragas??
 
Aunque no llegué a profundizar lo suficiente con ninguna para ser presentado en familia, hubo suegras potenciales que supieron de mi mientras horadaba los orificios de sus vástagos, y pudieron transmitirme a través de ellas su antipatía y veneno, plenamente justificados considerando que un individuo feo, asocial y hosco estaba taladrándose a la niña de sus ojos sin la menor intención de llevarla al altar. Alguna incluso llegó a arrancarle a su hija una cuasideclaración jurada de mantenimiento de virginidad, que tentado estuve de grabar en un pergamino y remitírselo impregnado en la sangre del desfloramiento para que le pusiese un marco adornando la pared.

Por el foro de burbuja no ha mucho que pululaba un tal Zukhov, señorito imbécil y pagado de sí mismo pero certero en su diagnóstico del valor de las mujeres españolas. Estaba casado con una rusa, según él dechado de virtudes. Poco después publicó un decálogo de vida lonchafinista, en el que recomendaba afeitarse en la oficina para ahorrar electricidad y agua, conducir al rebufo de los camiones para no gastar combustible y casi hacer un puchero de carne de rata para no dejar los cuartos en el Mercadona. Las piezas encajaron cuando comentó que gran parte de sus ganancias iban destinadas a pagar un tratamiento oncológico a su suegra, sita en uno de esos barrios en los que los personajes de Dostoiewski iban a descargar la minga cuando la crisis existencial les derribaba el ánimo. Así que ya saben: cuando se habla de suegras a distancia que no dan la lata, suele tratarse de un tema de prostitucion encubierta.
 
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