Se da una curiosa paradoja en nuestros tiempos presentes, y es que el acto copulatorio se ha convertido en un ejercicio complejo cuando, en teoría, vivimos en una época histórica totalmente desinhibida y bastante relajada en lo moral, sin prejuicios ni presión por institución religiosa alguna. A mi no me pasa como comenta Cachondo, y es que cuando era más joven me costaba mucho más que al entrar a las jambas éstas fuesen receptivas a mis pretensiones. Muchas veces me vi resignado al oscuro (y placentero) mundo de las pajas y al ostracismo social en lo que se refiere al trato con las féminas. En aquella época, como en la actual, mi perfil físico, era de lo más normal, un tipo alto, fibrado y bastante extrovertido. Sin embargo, no acababa de tener mucha suerte en el asunto, y eso que lo intentaba bastante.
Con los años, y tras calzarme mis buenos orcos infestos, parece que mis expectativas han mejorado bastante, y como tampoco soy excesivamente exigente y me sé mover en ciertos ambientes, pues la cosa ha mejorable notablemente. Y cuando me refiero a que no soy demasiado exigente me refiero a que unas buenas tetas, un buen culo y que huela bien suelen ser tres condiciones esenciales para ensartarlas con mi ariete. Por otro lado huyo siempre que puedo del compromiso, y me limito a pasar un buen rato, y hay mucha cerda separada o nunca casada ansiosa por catar rabo, y si has ido haciendo vida social y relacionándote siempre se presentan esas opciones. Y en cualquier caso, a mal venir las pajas o las putas son una alternativa decente, y no humillante, para cualquier hombre a partir de la treintena.
El problema viene cuando no cultivas relaciones sociales, no sales y no tratas de ninguna manera con féminas más allá de tu madre y hermanas, ahí es cuando viene la condena del nuncafollismo y el pajoteo insano y lesivo, para la psique y para las propias gónadas. El folleteo es algo que se va trabajando y se va haciendo camino, las cosas no vienen solas, es un ensayo-error permanente. Y cuando entras en la fase de decrepitud y ruina física, las putas, como decía antes, también son una tabla de salvación si no has encontrado pareja estable.