John_Ashley
Forero del todo a cien
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- 25 Sep 2014
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Estaba yo anoche en la discoteca, a mi bola, bailando con dos amigos más. Serían cosa de las 05.00, cuando dos zorrillas a las que no conocía de nada se dirigen hacia mí. Me dicen que quieren hablar conmigo, que les acompañe a una zona más retirada porque quieren hacerme una pregunta. Le digo que no, que me la hagan allí mismo. Me dicen, sin muchos rodeos, que quieren hacer un trío conmigo. Escondo mi sorpresa tras una despreocupada contestación: "¿pero ya os habeis puesto de acuerdo?". Me tiran del brazo, me dejo llevar. Quiero ver hasta donde llegan.
Me conducen hacia el lavabo de chicas, animándome con un "mira, ven aquí". No hay mucha gente en el lavabo, menos mal. Me llevan a una de las cabinas donde se encuentras los inodoros. Cierran la puerta detrás de mí. SE PRESENTAN , me dan sus nombres y me dicen de donde son. Comienzo una sutil calentura de bragas, que imagino que ellas interpretarían como aceptación del trato. Comienzan a desnudarse y a desabrocharme la camisa. Parecen dos lobas en celo. Llegados a este punto, ya he podido comprobar que son tan valientes como zorras. Bueno no, son zorras -a secas-.
Era el momento cumbre, el punto álgido, el instante clave, para soltar una carcajada y darles las calabazas que dos buenas zorras se merecen. "Bueno va, vamos a bailar cada uno por su lado, y dejemos esto así que no me parece ni el momento ni mucho menos el lugar" (un puto water, más inmaculado, eso sí, que cualquiera del de los chicos). El rostro les cambió de expresión. No insistieron porque me habían visto en todo momento bastante reacio, o eso interpreto, pero la verdad que así me había comportado, a pesar de dejarme llevar para ver hasta dónde eran capaces de llegar por sí solas. Salieron del baño, ellas por delante, yo por detrás, sin mediar palabra, y se perdieron por la discoteca. Yo volví con mis amigos.
Como lo peto ehh
Me conducen hacia el lavabo de chicas, animándome con un "mira, ven aquí". No hay mucha gente en el lavabo, menos mal. Me llevan a una de las cabinas donde se encuentras los inodoros. Cierran la puerta detrás de mí. SE PRESENTAN , me dan sus nombres y me dicen de donde son. Comienzo una sutil calentura de bragas, que imagino que ellas interpretarían como aceptación del trato. Comienzan a desnudarse y a desabrocharme la camisa. Parecen dos lobas en celo. Llegados a este punto, ya he podido comprobar que son tan valientes como zorras. Bueno no, son zorras -a secas-.
Era el momento cumbre, el punto álgido, el instante clave, para soltar una carcajada y darles las calabazas que dos buenas zorras se merecen. "Bueno va, vamos a bailar cada uno por su lado, y dejemos esto así que no me parece ni el momento ni mucho menos el lugar" (un puto water, más inmaculado, eso sí, que cualquiera del de los chicos). El rostro les cambió de expresión. No insistieron porque me habían visto en todo momento bastante reacio, o eso interpreto, pero la verdad que así me había comportado, a pesar de dejarme llevar para ver hasta dónde eran capaces de llegar por sí solas. Salieron del baño, ellas por delante, yo por detrás, sin mediar palabra, y se perdieron por la discoteca. Yo volví con mis amigos.
Como lo peto ehh