El primer día que salí de marcha. Hilo nostálgico LoL

Cuando salga por primera vez de marcha, ya lo contaré en este hilo.
 
Me resulta curiosísimo que la gran mayoría de nosotros no nos acordemos del primer día que salimos de fiesta. O bien empezamos tan poco a poco que la frontera entre tomar algo con los amigos y salir de fiesta se cruzó sin sentir o bien es que ese pretendido día especial o esa pretendida fiesta no son tales. O las dos cosas.


Creo que son un poco las dos. Sin embargo si que recuerdo "a trozos" bien mi primera nochevieja endrogándome a saco. Pero el "salir de marcha" ese concepto tan madrileño de ir a apestosos y lúgubres garitos a ponerse fino a lingotazos, aquí como que no se tiene muy bien ubicado.

Recuerdo también lugar, fecha y tipo de pastilla la primera que me tomé. Mi primer coma etílico. Eso si lo recuerdo bien, pero ese "salir de marcha" es tan ambiguo que no, no tengo ni puta idea de donde ni cuando fue.
 
Siendo un beta, a uno solo le queda el alcohol para darle cierto sentido al salir.
No recuerdo exactamente la primera vez, ya que al veranear en un pueblo tranquilo, me soltaban como a las cabras con 11 años.Recuerdo de esas primeras veces borracheras lol de sangria, cagando y vomitando a la vez, como una fuente fecal, la verguenza de mi madre, el patetismo estilistico de un heavy metal kid intentando vestirse como alguien moderno.Y las decepciones, el no darse cuenta que uno es un beta y haga lo que haga no va a ligar.Pero por otro lado la ilusión por salir esas primeras veces y la sensación impresionante de ver avanzar las horas y batir tu propio record de "acostarse tarde" y batirlo al ver amanecer.La sensación extraña de ver empezar el dia, y tu no haberlo terminado.
 
Castellón, pueblo de mierda, verano 80 y largos, 88 tal vez.

Yo era un puto niño, para mi todo eran los clicks, jugar al futbol y hacer el mongol. En el pueblo de un año para otros los hamijos habían pasado de ser como yo, a ser unos Juanes Tenorio de extra radio y ellas, las que siempre miraba de lejos, más putas que una gallina en celo.

Eran las fiestas, y todo el mundo acicalado, yo venía de la puta capital joder, yo venia de Barcelona, yo era un ser de lulz que estaba cultivado. Me vinieron a buscar los hamijos, y quedaron con un grupo de chavalas, me quería morir. Que si has visto a esa, no veas que tetas, joder le metia la polla por el culo y llena de mierda luego en la boca... y esto a dos metros de las tipas. Me daban hasta cagarrinas del miedo.

En esto que se me hacerca una chica, yo rojo como un tomate, y me dice, le gustas a mi hamija, ah, que bien no?. Los hamijos a darme codazos, venga venga, a por ella, metele morro... yo no sabía donde meterme. Vamos al puto baile: Pasodobles y demás mierda. Y viene la chica a la que le gustaba, me coge de la mano y me saca a bailar... el PUTO HORROR. Yo no había bailado una mierda en mi vida. La cogí de la cintura con miedo, yo movia los hombros como si fuera Jordi Dan encocado cantando el negro no puede, mis pies solo notaban como la pisaba a cada mierda de paso (hijos de puta, yo inventé a chiquito aquella noche), con cara de gilipollas mirando abajo de la vergüenza, que fijo que ella pensó que solo le miraba las tetas, un puto cuadro... Como buen subnormal intento hacerme el gracioso y la cago... para más inri, pasamos por una mesa donde estaban mis padres ,mis tios y algún primo que se descojonaba vivo, mi madre siempre tiene cara de mala leche y todo le parece mal, así que verme hacer el subnormal allí para ella debió ser la mayor de las vergüenzas. Acaba el baile, la suelto y me vuelvo con los colegas sin decirle nada a la chavala: de subnormal para arriba, "joder el de la capital, si parece mongol". Me voy derrotado.

El caso es que la chica me gustaba, joder, si yo le gustaba a ella, ella me tenia que gustar a mi, no estaba el tema como para desaprovechar nada. Con dos cojones, luego empecé a buscarla, y decirle que era el hamor de mi vida... la vi de espaldas, y di media vuelta. Y ya.

Al día siguiente, porque allí las fiestas duran 9 dias, me vinieron a buscar pero mi madre me lo prohibió, "tienes que dormir que mira que cara llevas". Y fin.

Las siguientes fueron tan putapénicas o más.


Mención a parte mi primera borrachera, con 16 años, tal vez 17. El caso es que llegué a casa hecho mierda. Si mi madre, con su cara mala leche me ve asi, o peor aún, mi padre el falangista ve en lo que me he convertido, me cortan los cojones. Así que tal como llego, intento dormirme, pero da igual, mi madre a las 8 de la mañana levanta persianas y empieza a gritar, da igual si es domingo o dia de guardar, a las 8 arriba, a las 14 a comer, a las 20,45 a cenar y a las 11 a dormir. Y a día de hoy sigue siendo así, si voy a su casa a comer y llego a las 14,02, ya esta de mala leche diciendo que se le ha pasado el arroz. Bueno, que me voy, asi que antes de que sean las 8, me levanto con toda la papa, me pongo el chandal Karhu y le digo a mis padres: que me voy al parque a jugar a fucbol. Mi madre: "a las 14 comemos, como no estés no comes".

Yo con unas ganas de potar que me moría. Así que me tuve que largar de ahí para que no me vieran. Al salir de casa me di cuenta de que era más listo que naiden, había esquivado los controles. Así que me voy al parque, y tranquilamente me pongo a vomitar como un bendito en un banco emitiendo sonidos guturales, porque mi estómago estaba vacio y solo salía bilis verde, todo esto, ante la mirada de madres con carritos, viejos jugando a la petanca, y sucnormales haciendo footing (si hijos de puta, antes se llamaba footing, no running). Por supuesto al día siguiente se lo dijeron a mi madre, que me cogió por el pescuezo y me dijo que coño hacía yo a las 8 de la mañana vomitando en el parque. Rápido dije que algo me había sentado mal, entonces ella dijo: "claro, por eso no pudiste comer el arroz y tenías esa cara de enfermo". Claro que si guapi.

Pero si eres una tía, algo no cuadra. :lol:
 
El verano que acabé 1º de BUP, tenía 14 años y me dijo un colega de ir a la pista de verano el sábado a tomarnos unos larioscola. Pues allí que nos fuimos. Y entramos y nos tomamos nuestros larioscola a 150 pesetas ya que nos habíamos colado y no teníamos la consumición de la entrada que costaba 200. Unos putos cracks de las finanzas estábamos hechos, eso si, no podíamos salir a mear. Menos mal que dando vueltas, literalmente, a la pista de baile lo sudábamos y no nos hacía falta ir a mear. No sé la de vueltas que daríamos esa noche, calculo que más de 200, vamos que lo pasamos de puta madre. De chicas y eso nada y de la ropa que llevaba puesta ni puta idea. Solo recuerdo que no me gustaba el larioscola, pero como era lo único que nos podíamos permitir (el siguiente cubata era el dycola y valía 175, así que con 300 no teníamos para dos) no podíamos pedir otra cosa.

Me pasé la semana intentando pillar diez duros para poder pedir el siguiente sábado whisky en vez de ginebra. Los conseguí, pero esta vez no pudimos colarnos por el sitio de la semana anterior pues había vigilancia. Había concierto de unos chavales que iban a grabar un disco, de Plasencia eran y vinieron un par de sábados seguidos porque la hermana del cantante estaba saliendo con uno del pueblo. En el primer concierto no me enteré de una mierda porque era todo ruido y estaba muy oscuro y el whisky me sentó de puta madre y no había más que tíos con pelos largos y ropas negras con camisetas sin mangas. Heavys de esos.

A la semana siguiente volvieron, esta vez llenaron a reventar la pista de verano, se ve que lo hicieron bien y al final consiguieron grabar el disco y todo

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:lol::lol:


Luego estuvieron viniendo muchos findes por el pueblo, pero solo venían a pillar hachís, de conciertos ya nanai de la china.
 
Tengo tres recuerdos de lo que pudo ser mi primera salida. Una navidad, unas fiestas de la cruz y las fiestas de mi pueblo. No recuerdo cual fue el primero

De la navidad recuerdo que entre a una discoteca de mi pueblo. Me cegaban las luces de colores. Recuerdo pantalones de pitillo, calcetines blancos, jerseys y la gente "bailando" breakdance. Ibamos un colega y yo con los ojos abiertos como buhos. Tanto los llevaba abiertos que empezaron a picarme los ojos cosa mala y no sabia por que. Tuve que irme al baño a tirarme agua por que no podía soportar ese escozor. Al salir vi a mi hermana morreandose con uno y se me cortó el cuerpo. Luego ví a mi hermano jugando al comecocos mientras se bebia un quinto. Le dije a mi amigo de bebernos una fanta. Fuimos a la barra y al pedir nos dijeron que fuera de la discoteca, que no teníamos edad para estar allí. Tendría 10 u 11 años.

En las fiestas de la cruz tendría esa edad tambien, año arriba año abajo. Había cuerva gratis con patatas fritas, cacahuetes salados, mejillones y aceitunas rellenas a cargo del ayuntamiento tras la misa. 30 años despues ese menú tan selecto no ha cambiado. Bebí cuerva por primera vez. Aquello estaba dulce y me gusto, y encima con trozo de fruta. No se lo que bebí. Se que sonaban los chicos de fondo y había un fieston de cojones. Lo siguiente que recuerdo es abrir los ojos y verme en los brazos de mi hermano y un primo. Tenia el pecho humedo, un regusto amargo en la boca y me costaba hablar. Al llegar a mi casa mi madre me pegaba voces mientras me desnudaba y mi padre se reía, y a mi me daba igual. Esa tarde noche me meé en la cama varias veces. Al dia siguiente tenía la boca llena de vejigas y los sesos para perdelos Mi madre al ver que me había meado me lió la de dios y me enseño el jersey vomitado.

En la feria de mi pueblo, unos meses despues volví a beber cuerva. Me había gustado aquello. Recuerdo pasearme con mi vaso de plastico lleno de cuerva entre la gente mientras la orquesta tocaba encima del escenario. Lo siguiente que recuerdo fue despertarme desnudo en mi cama. Mi madre me dijo de todo, por que me había recogido mi hermana meado y cagado al lado de una fuente.

Esos son mis primeros recuerdos de salir y beber
 
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Yo la primera vez que salí, o al menos de la que tengo recuerdo, fue con unos amigos a Bocaccio y tendría yo 14 años. Era una de las discotecas más famosas y pijillas de Madrid en aquellos tiempos, decorada como un puticlub (todo terciopelo rojo y demás) y cuya matriz era la barcelonesa del mimso nombre. La gente con la que iba eran todos mayores que yo (repetidores), me colaron en el garito porque conocerían a gente y uno de los que trabajaba allí me dijo el nombre de un RRPP por si alguien me preguntaba (se vería que no daba la edad ni de coña). Recuerdo beber alcohol con limón (no recuerdo si era vodka o ginebra) y volver a casa "temprano" porque a esas edades aún tenía hora. Nada LoLesco, traumático ni triumpher. Como mi foreo, muy meh.
 
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Faltaria mas curro salio antes que cualquiera. Con 10 años tu. Y salio por primera vez 3 veces ademas.

Me cago en tus putos muertos, casper.
 
Tendría yo 14 añitos cuando mis padres, no se aun muy bien como se les ocurrió, nos dejaron a mi mejor amigo de aquella época y a mi un fin de semana solitos en mi casa mientras ellos se iban a una convivencia parroquial con mis hermanos pequeños.
Después de promesas varias, se marcharon y mi amigo y yo dedicamos el día a jugar al Spectrum y a ver el Equipo A.
Llegada la noche, decidimos que ya eramos mayores para salir solos a conocer Madrid in the night, así que nos pillamos un trinaranjus de limón de 2 litros, cogimos el bus y al centro de la ciudad que fuimos.
La noche fue todo susto cuando nos dimos cuenta de que la Puerta del Sol y Gran Vía, un sábado por la noche era pasto de putas y yonkis. Ah, y de viejos como el que nos ofreció chuparnosla por cien pesetas a cada uno.
Llegando a los bajos de Gran Vía donde había unos recreativos, unos gitanos nos intentaron atracar y escapamos de ellos por los pelos.
Cuando regresamos en el ultimo autobús, aun llevábamos la botella de trina a medio vaciar y con un estrés postraumatico que me duró meses.
Al llegar a casa, estaban mis padres con expresión desencajada. Obviamente, habían llamado para ver que tal estábamos y al no obtener respuesta, se habían pensado lo peor. Mi madre me contó después que hicieron el trayecto de vuelta en la mitad de tiempo y que el 131 supermirafiori había alcanzado los 170 en las rectas de la nacional.
Mis padres no se atrevieron a darme una hostia del alivio que sintieron al verme vivo y nos mandaron a la cama a dormir (Soy un bujarra, qué le voy a hacer)
Historia aparte se merece aquel amigo que termino en las drogas y suicidandose.
 
La primera vez que salí de marcha fue en un fin de año cuando tenía 15 o 16 años creo recordar.

Fuimos yo, mi mejor amigo de aquel entonces (un hijo de puta al que hoy en día odio a muerte sea dicho de paso) y un ex-vecino mío 3 años mayor que nosotros dos, también amigo de toda la vida.

No se nos ocurrió otra cosa (o a mi ex-vecino más bien), que empezar la fiesta de fin de año a las 5 de la tarde. Fuimos al pueblo donde se había ido a vivir él con sus padres. Típico pueblo de costa que en aquella época se ponía hasta arriba de gente en verano y demás vacaciones. Pues bien, empezamos a las 5 de la tarde yendo a un bar que había cerca de la zona de pubs y discotecas y donde se ve que era típico empezar a beber antes de ir a la otra zona.

Como mi amigo y yo eramos pobres y aún nos daban la paga no teniamos mucho dinero. Mi ex-vecino en cambio ya había empezado a currar con lo que ya manejaba billetes, con lo que él pagaba la mayoría de cosas. Hay que decir que este hijo puta es la persona que más bebe que he visto en mi vida. Algo increíble, con lo que el tío no paraba de pedir cervezas, chupitos, cubatas y su puta madre.

Mi amigo y yo intentabamos seguirle el ritmo, pero claro, era imposible. Tengan en cuenta que era la primera vez que bebíamos y empezar a muerte y mezclando mil mierdas diferentes, pues se pueden hacer a la idea de como salimos del bar ese 2 horas después. Yo estaba que me quería ir a mi casa a dormir como buen friki que era, pero por no quedar mal, ahí que seguí aguantando.

Después de salir del bar, nos fuimos a una discoteca que abría a esas horas para gente menor hasta las 22 o las 23 y luego ya echaban a los niños y dejaban entrar a los mayores. Allí dentro siguió el ritmo del drinking a tope y yo ya ni sabía lo que llevaba bebido, ni que coño bebía, ni donde estaba ni nada. Ahí estuvimos haciendo el capullo intentando ligar con alguna (ni que decir que fracasamos estrepitosamente) hasta las 22 en que mi ex-vecino tuvo la genial idea de ir a cenar a casa de sus padres, quedarnos allí hasta las uvas y después de eso seguir.

Yo no lo veía muy claro con el cebollazo que llevaba encima y más porque se me estaba empezando a revolver el estómago cosa mala, pero ahí que fuimos intentando disimular la borrachera que llevabamos encima. Más que nada mi amigo y yo, el otro iba fresco después de beber como si fueran a prohibir el alcohol aquel día. Sus padres me conocían de toda la vida vaya, con lo que llegamos allí y su señora madre nos pone la cena, una sopa, que yo solo tenía ganas de potar cosa mala, pero por no hacer el feo ahí que me tomé la sopa, a ver si así se me calmaba un poco el estómago. De segundo había una carne hecha no se como. El caso es que yo soy de los que odio la carne poco hecha, me da bastante asco y esa estaba poco hecha, con lo que al ver eso en el plato, mi estómago empezó a saltar como un canguro. Intentaba comer, pero no podía y cada vez tenía más ganas de vomitar hasta el punto que me levanté echando hostias y fui al baño a soltar toda la mierda que llevaba dentro.

Imagínense la verguenza de salir del baño todo paposo después de potar medio fuera de la taza porque ni me dió casi tiempo a llegar.. Para mayor humillación, la hermana de mi ex-vecino estaba bien buena y me vio en aquel plan pensando seguramente el asco que daba. La madre tuvo que ponerse a limpiar el puto baño a esas horas. Yo diciendo que seguramente me había sentado mal la sopa (ya hay que ser gilipollas vaya). El caso que me tumbaron en el sofá a ver si me moría o podía seguir adelante. El padre diciendome que me llevaba a mi casa y yo ahí emperrao en que no, que en un momento estaba bien después de vaciar todo.

Media hora antes de las uvas, mi ex-vecino quería seguir la fiesta. Yo no estaba para eso, pero como quería parecer enrollao acepté en seguir. Quería ir al pueblo donde vivía yo, que había allí un pub bastante conocido. Le pidió las llaves del coche a su padre, que obviamente no se las dejó, con lo que no teníamos forma de ir ya que ese pueblo estaba a unos 5 kilómetros. Este colgao tenía una moto de 50, Una Suzuki Dr Big creo que se llamaba, con lo que en otra genial idea, se le ocurrió que hicieramos esos 5 kilómetros los 3 montados en la puta moto. Su plan era irnos cuando quedaran 10 minutos para las uvas y así no habría policía en el camino.

Pues ahí que nos montamos los 3 en la puta moto aquella. Lo malo es que para llegar al otro pueblo había una subida jodida y aquella mierda moto no podía con los 3 y menos conmigo que era peso ballena, con lo que a media subida nos caímos. Imagínense en medio de la carretera 3 subnormales tirados en el suelo un puto fin de año. Arrastramos la moto hasta arriba de la subida, luego había una bajada y pudimos llegar más o menos enteros, con lo que nos dirijimos al pub ese. Mi ex-vecino era un saco de ideas geniales, con lo que se le ocurrió que quería comprar unos tripis. Y los compró claro y por si no tuviera suficiente con la mierda que llevaba de todo lo bebido, ahí que me tomé un tripi de los cojones.

Si hasta entonces nunca había bebido, imagínense tomar dronjas. Ahí ya se me fue la perola del todo y me dio una energía que habría podido hacer la maratón de Nueva York sin problema. Tenía que salir de ese pub, me sentía allí como encerrado. Y tanta energía me dio que dije a esos que yo me iba a mi casa, ya que podía ir caminando. Y tal cebollón llevaba encima que al salir de allí no sabía donde cojones estaba mi casa. Se me olvidó, no sé. Ya me ven recorriendome medio puto pueblo a ver si me sonaba alguna calle (hay que decir en mi defensa que hacía poco que vivía allí). Eso eran como las 3 de la madrugada y no encontré mi casa hasta las 5 pasadas recuerdo. Con lo que al menos en ese rato con el fresco se me pasó un poco la borrachera y los efectos de esa mierda de dronja.

Llegué a casa aún así otra vez con el estómago revuelto, con lo que poté como Dios manda. Esta vez dentro de la taza al menos. Mi señora madre se levantó a ver que me pasaba. Me vio la cara de fracasado, pensó en darme en adopción supongo, pero como es una tía cojonuda me preparó una manzanilla mientras yo decía que no había bebido, que era la cena que me había sentado mal (todo eso con el pestazo a alcohol d mi vomitera claro). Y como buena madre, en lugar de cagarse en mis muertos, se calló e hizo como que se lo creía, con lo que me acosté prometiendo que nunca más volvería a beber ni a salir de noche. Prefería ser un friki no nocturno. Obviamente olvidé esa promesa al cabo de un par de fines de semana en que empecé a salir y a desfasar más de la cuenta. Pero eso ya es otra historia.
 
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Faltaria mas curro salio antes que cualquiera. Con 10 años tu. Y salio por primera vez 3 veces ademas.

Me cago en tus putos muertos, casper.

Nos ha jodido. En los pueblos somos primerizos en todo, no ves que tenemos libertad absoluta. Y con esa edad mas o menos me fume mi primer cigarro.

Ya sabemos que a ti con esa edad aun te sonaba tu madre los mocos. Pero otros ya saliamos de casa sin que nos preguntaran donde ibamos.
 
Mi primera vez de marcha fue con 12-13 años. Lo recuerdo bien porque resulta que el padre de uno del colegio (cursaba EGB) era el dueño de un pub en la zona de marcha de Alicante, y se organizó una especie de sesión light para los alumnos de 6 a 8º , cerrada para el resto del público.

Los padres de un amigo nos recogieron y nos dejaron allí, y a la entrada pudimos ver el catálogo de proto-adolescentes con nuestras mejores galas. Yo iba con unas zapatillas reebok, una camiseta converse de baloncesto y unos vaqueros, otros amigos iban con camisas, repeinados, otros más trash, etc. De ellas no me acuerdo, porque la verdad es que nos dedicamos a hacer el mongolo toda la tarde en la pista de baile, a ser rechazados cuando ponían una lenta por las compañeras de clase y a conseguir ganar una botella de cava por ser el grupo que bailó peor la canción de "The final Countdown" . Botella que nos derramamos encima :roll:

Yo ahora veo a la gente de 11-12 años, ellas más putas que las gallinas y con kilómetros de polla ya catados, ellos mucho más altos que yo y con su millenialismo y me hago un facepalm pensando en lo pardillos que éramos nosotros a esas edades :face:
 
Yo ahora veo a la gente de 11-12 años, ellas más putas que las gallinas y con kilómetros de polla ya catados, ellos mucho más altos que yo y con su millenialismo y me hago un facepalm pensando en lo pardillos que éramos nosotros a esas edades :face:

No te equivoques, ahora también habrá pringados como éramos nosotros entonces. Siempre ha habido algunos más espabilados que se han llevado a las chicas de calle antes que el resto, ahora es difícil de verlos porque son las tías las que eligen y las que se cambian las pollas para follar y eso. Al menos eso me dice un sobrino de 18 años, que está harto de follar con diosas de su edad.

Según me dijo juegan a la silla, que es todos los tíos sentado en sillas y con la polla fuera y ellas se suben en las pollas y el que primero se corre (de los tíos, se entiende) pierde. No sé qué es lo que pierde, pero para perder se la tiene que haber metido a dos o tres por lo menos.
 
Cuando empecé a "salir de fiesta" en realidad no salía. Iba a un local que teníamos unos colegas del instituto, con 16 años, a beber. Bueno, yo no bebía, tardé un tiempo en empezar. El plan era siempre el mismo: emborracharse hasta las 12 o 1 de la noche y entonces salir a las plazas donde habían montado algún concierto o discomóvil. Normalmente recogía cuando ellos salían y me iba para mi casa, hasta un día que salí de la parte de dentro del local y me encontré en la habitación de fuera a la que entonces era mi amor platónico enrollándose con un cubano. Y ese día, trasnochado de mí, pensando que era guay beber por despecho, como había visto en alguna pelí o serie, me fui para dentro y cogí una botella de ron que empecé a tragar en vasos de chupito. Menos mal que no había otros vasos y el alcohol me empezó a sentar mal antes de beber hasta el punto de caer. Tras recuperarme un poco volví a la botella, esta vez con fanta y vasos de tubo de por medio, que algún alma caritativa me acercó para que no me diese una pájara. No puedo concretar mucho más. Salimos después de discutir hacia donde iríamos y botellas en mano acabamos en una plaza con música horrible y a todo trapo, incapaz de comunicarme, más por la cogorza que por el sonido fuerte, con el que tenía al lado. En algún momento me empecé a sentir cansado y marché hacia casa sin mayor percance.

Muy soso todo, la verdad. Y así serían mis primeras salidas hasta que descubriese los locales menos rancios de mi ciudad.
 
A mi nunca me ha atraído el ocio nocturno, siempre lo he detestado y en mi época adolescente salí muy poco por voluntad propia y por mi naturaleza contemplativa de aquellos tiempos (me mataba a pajas). Años después, cuando comencé a ir a la Universidad empecé a salir un poco más, pero no demasiado, a todos esos antros nocturnos de mierda que había por la ciudad. Tampoco le encontraba demasiada gracia al asunto, porque solamente había borrachos y putas por todas partes, y en teoría era una oportunidad perfecta para, como mínimo arrimar la cebolleta o incluso metérsela a alguna comebolsas de turno, pero en realidad estos ambientes nunca me han atraído y jamás he ligado en ellos. Siempre he encontrado posibilidades de ayuntamiento carnal en circunstancias más cotidianas, como en el trabajo, en algún evento social o por amistades, e incluso en circunstancias tan atípicas para el folleteo como salir a correr o ir al gimnasio.

Y en cuanto a la primera vez que salí a uno de esos antros de mierda fue con 16-17 años, con dos de mis primos que estaban de visita un verano, y decidimos irnos a la discoteca de verano del pueblo donde las mozas iban ligeritas de ropa y en mi caso empujados por éstos, porque no me apetecía para nada mezclarme con la multitud. Ni que decir tiene que la noche acabó bastante mal para uno de los primos, que terminó haciendo la croqueta por una calle del casco antiguo del pueblo y dando berridos como un gorrino en la matanza al tiempo que las risas y la chanza se congregaba a su alrededor. Yo me mantuve sobrio toda la noche y me dediqué a observar a la fauna del lugar. Desde entonces salí muy poco por esos ambientes, y siempre he procurado beber poco. Una vez intentaron emborracharme mezclándome cerveza y whisky, pero no caí en la trampa.
 
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No se si fue la primera, pero si de las primeras hostias como un templario que me agarré.

Verano de terminar la EGB y pasar al instituto. Eran fiestas de la blanca y la mongolada del barrio pegamos un sabecazo en condiciones para irnos a privar al parque (Botellón para los hijos de la LOGSE). Creo que esa vez incluso pagamos alguno de los litros. Entre los quince o veinte borregos y borregas, éramos de las pocas cuadrillas mixtas, el zorrerio abundaba de la misma manera que lo hacían las sudaderas de SA, el pelo tazón, las cazadoras fly verdes y la idiocia a partes iguales.

Allí estuvimos haciendo risas mientras alguno mayor le daba candela a nutos de placa, que por entonces iban a dosqui los seis gramos. Sobre la una de la noche empezaban los conciertos en las txosnas que iban a ser el destino de la expedición. Para los que no tengan la fortuna de pertenecer a la raza vasca superior, las txosnas son casetas de feria alrededor de un escenario donde punkis patateros maltratan algún instrumento, y donde a cambio de subvencionar balas a la banda, te suministran kalimotxo y bocatas de lomo con pimientos.

El caso es que andábamos allí de poteo con media hostia por los litros del parque, y me fijo que en una de ellas, no me acuerdo si la de Jarrai, la de amnistía, o la de euskal presoak kabo berdera, estaba currando un colega del colegio, el Txoperas. Tío listo, acabo de matasanos, como el buzo de esta santa casa. Como el cabroncete de culebrilla tenia poco, me extraño verle currando para la única causa que había entonces. Me acerque, le pedí un kalimocho y estuve un rato de charleta con él. Le pagué con doscientas pesetas y al darme las vueltas me devolvió seiscientas.

Se me abrió el culo y ví la puta luz.

A partir de entonces, le estuve toda la noche pidiendo a él la miríada de licores que cayeron por mi gaznate. Cada vez las vueltas eran mas escandalosamente abultadas, y cada vez mi melopea mas escandalosamente aguda. Salí de casa con un talego y al día siguiente tenia en los bolsillos once mil pesetas como las vírgenes de Jardiel Poncela.

En un momento dado, paso por la calle de atrás un R19 de la zipayada, al que por andar por donde no debía, le empezaron a llover botellines. Pidieron refuerzos y vino una lechera con sus colegas. Este memo y otros cuarenta mas o menos empezamos a zarandear la fula por los costados, y matizo esto, no fue por motivos políticos, sino fisiológicos. Me lo pedía el cuerpo. Hasta que a un puto iluminado le dio por echar un koko de los que se hacían pegando un petardo gordo a botes de aerosol debajo de la furgoneta, que cuando peto casi nos afeita los tobillos. En ese impasse aprovecharon un par de miuras para asomar los cascos rojos y las franchis rellenas de goma por las puertas de atrás. Hicieron un par de tiros al aire, desbandaron al personal y se dieron el piro hasta la esquina de la calle, donde se quedaron a distancia prudencial el resto de la noche.

Vuelta a la txosna del Txoperas a seguir privando y sisando hasta que me empezó a bajar un black out de la frente hacia los ojos que dio con mi etílico recipiente en el suelo, hasta que eche el hígado y parte del extranjero en los matorrales por cabrón y malo.

No me acuerdo de una puta mierda mas, me llevarían a casa los colegas. Como ya había echado toda la cría, en casa no debí dar el cante y no se enteraron. O al menos eso creo. Al día siguiente quedé con el Txoperas para ver si quería repartir el botín. Me dijo que no, por lo que no quiero ni pensar lo que se metería él al bolsillo, pero como nobleza obliga le invite al cine a ver una peli que ahora mismo no me acuerdo cual era.

Así, y con constancia, es como empecé a ser la persona fallida en la que me he convertido.
 
Joder, las discotecas light... En Albacete estaba "la facultad ", donde se juntaban frikis like me, pelonchos, raperos de la época, gitanos, un down con amigos, un enano, un negro que en aquella época era el único... Era un poco como el foro, el cielo y el infierno estaban en esas dos plantas, una con dance y la otra con música variada.

Derbeber, pantera rosa, que era batido de vainilla con granadina. Un paquete de tabaco comprado entre cuatro.

Los primeros magreos, mi amiga quiere rollo contigo. Inocencia en la que enrollarse con alguien era solo un morreo. Sin móviles, la promesa de siguiente sábado en el mismo lugar era suficiente para soñar toda la semana.

Íbamos un poco piripis de antes, bebiamos calimocho en el labrador con el sr pelotas viejas o en las brujas, donde vender alcohol a crios de quince años era lo normal.

Estoy llorando. Hace veinte años de eso, veinte años después soy el mismo. El mismo que se cayó escaleras abajo rulando en la discoteca mientras la chica que amaba lo miraba hacer el ridículo.
 
Ese momento en el que notas que algo no va bien, equiparable al momento en el que el capitán del Titanic envió CQD en código Morse al percatarse de los daños producidos por el choque.

Sales apresuradamente del local a que te dé un poco el aire y te sientas en una bola de piedra sobre la acera, situada en ese punto con el cometido de que no estacionen vehículos indebidamente.

Apoyas los codos en las rodillas, agachas la cabeza y te sujetas la frente; mientras un torrente de pensamientos más o menos absurdos te atenaza incesantemente a la vez que todo empieza a dar vueltas y una extraña fuerza parece surgir de algún punto desconocido oprimiéndote la cabeza hacia abajo. Es en ese momento cuando una mueca de desesperación recorre tu rostro.

Empiezas a segregar saliva y escupes un par de veces, al mismo tiempo que estableces un ritmo acompasado con los pies para fijarte en algo. Sufres un par de arcadas y a la tercera se abre la veda; empiezas a pensar que sacrificarías cualquier cosa en ese momento (hasta lo más sagrado en tu vida) con tal de poder hacer desaparecer esa sensación tan desagradable. No acabas de dar crédito a que no se te salgan los ojos de las órbitas en cada expulsión de quimo; pero es que incluso eso te daría igual en ese momento con la condición de que esa sensación desapareciera.

Hay cinco grados en el ambiente pero tú estás sudando, en manga corta y descamisado ignorando completamente el frío.

Las sonrisas falsas, la cháchara y las bromas con gente desconocida han desaparecido. Borja, un compañero de clase que no es tu mejor amigo pero no te llevas mal con él te acaricia el cogote; él también va borracho pero menos. Está por ahí Juan Carlos, también de tu clase, pero este es más cabrón y te pregunta si quieres un poco más de whisky mientras se regodea con nuestro héroe caído en desgracia.

Despiertas la compasión de un par de compañeras y te llevan a un banco; allí sigues vomitando mientras una de ellas, futura estudiante de enfermería analiza los tropezones de tu vómito tratando de deducir tu cena. A esa compañera le gustas y te enrollarás con ella a la semana siguiente.
 
A mi nunca me ha atraído el ocio nocturno, siempre lo he detestado y en mi época adolescente salí muy poco por voluntad propia y por mi naturaleza contemplativa de aquellos tiempos (me mataba a pajas). Años después, cuando comencé a ir a la Universidad empecé a salir un poco más, pero no demasiado, a todos esos antros nocturnos de mierda que había por la ciudad. Tampoco le encontraba demasiada gracia al asunto, porque solamente había borrachos y putas por todas partes, y en teoría era una oportunidad perfecta para, como mínimo arrimar la cebolleta o incluso metérsela a alguna comebolsas de turno, pero en realidad estos ambientes nunca me han atraído y jamás he ligado en ellos. Siempre he encontrado posibilidades de ayuntamiento carnal en circunstancias más cotidianas, como en el trabajo, en algún evento social o por amistades, e incluso en circunstancias tan atípicas para el folleteo como salir a correr o ir al gimnasio.

Y en cuanto a la primera vez que salí a uno de esos antros de mierda fue con 16-17 años, con dos de mis primos que estaban de visita un verano, y decidimos irnos a la discoteca de verano del pueblo donde las mozas iban ligeritas de ropa y en mi caso empujados por éstos, porque no me apetecía para nada mezclarme con la multitud. Ni que decir tiene que la noche acabó bastante mal para uno de los primos, que terminó haciendo la croqueta por una calle del casco antiguo del pueblo y dando berridos como un gorrino en la matanza al tiempo que las risas y la chanza se congregaba a su alrededor. Yo me mantuve sobrio toda la noche y me dediqué a observar a la fauna del lugar. Desde entonces salí muy poco por esos ambientes, y siempre he procurado beber poco. Una vez intentaron emborracharme mezclándome cerveza y whisky, pero no caí en la trampa.
Florian "soso" peña.

No salgo.. No bebo.. No follo...garitos de mierda no son para mi...
Salgo a correr voy al trabajo veo el foro y me voy a dormir...
 
A los 15 años tenía mi rutina de fin de semana y me gustaba. Recuerdo quedarme hasta las 2 o 3 de la madrugada del viernes haciendo los deberes mientras escuchaba la rosa de los vientos para tener el fin de semana libre para jugar a la plei, leer, jugar al furgol y ver cine de alucine en la noche del sábado en la 2.
Pues nada, en esto que uno de mis amigos tenía acceso a internec y sustituimos el furgol del viernes por ir a su casa al chat de terra. Este cambio a mí ya no me gustó nada, pero lo peor estaba por venir. En dicho chat entablamos conversación con dos de San Fernando y nos dicen de quedar al día siguiente, sábado, en la discoteca light goima o algo así se llamaba.
Todos emocionadísimos de nuestra primera salida. Yo un poco palote por la idea de entablar contacto con chicas aunque el plan me apetecía una mierda y también dicho contacto me provocaba temor.
En casa digo que esa noche me voy y a mí madre que todo lo referente a hacerse mayor le parecía motivo de chanza, pues esto no iba a ser menos y se burla de mi. Me hace sentir gilipollas, pero bueno pa'lante.
Para mí vestir bien consistió en ponerme unos vaqueros y una camiseta del Real Madrid oficial de hacía cuatro o cinco temporadas que me había comprado a precio de saldo gracias a eso, a que era de cinco temporadas atrás. Era el año 2000 y la camiseta con el nombre de zamorano, con eso lo digo todo.
Mis amigos iban más presentables. Se ve que a todos les habían orientado o ellos mismos tenían una idea más cercana a la realidad de lo que era ropa de salir.
Al llegar a la discoteca light esa se presentan las dos chicas y yo no hablo con ninguna en toda la tarde.
La primera mala noticia fue que en la entrada me piden el carnet de identidad solo a mí. Eran discotecas para mayores de 14 años, se supone, y yo soy el único anormal que aparento menos. Me da por pensar que seguramente sea de los pocos en todo el recinto que todavía no se corre.
En la discoteca mis amigos y yo nos quedamos parados, sin saber qué mierdas hacer y las dos chicas se ponen a bailar. Nos llaman sosos y tal, pero se mantienen a nuestro lado.
Llegado un punto nos dicen de ir a la zona del "uru" que allí hay muchos bares para mayores y hay uno que ellas conocen al camarero y que nos dejaran pasar.
Allí que vamos. Otra vez al entrar todos pasan menos yo y tiene que salir el camarero a decir que me dejen pasar, que soy amigo de esas dos chicas que una de las cuales es hermana de su mejor amigo. Me dejan pasar y el panorama es desolador. Deben de ser las 9 de la noche y en ese bar no hay un puto alma.
Una de las chicas me da 500 pelas y me dice que pida un " cubatilla " de lo que quiera, que nos lo bebemos juntos si quiero. Me acerco a la barra y pido un cubata. Lo pido así, tal cual: " hola, deme un cubata"
El camarero me pregunta que de qué quiero el cubata y yo digo eeeer, pues un cubata. Yo ni sabía qué era un cubata, pensaba que era una bebida en sí misma, no el nombre genérico de la Mezcla alcohol+refresco.
El camarero se parte la polla en mi cara y llama a otro camarero para contárselo. Me alejo de la barra totalmente humillado y pensando lo bien que estaría en casa, como siempre, así que tomo las de villadiego. Le doy las 500 pelas a la chica y digo al grupo que me voy a casa, sin más explicaciones.
Por el camino me puse mi walkman ladrillaco que llevaba y unos malhechores me lo robaron en un callejón, así que podemos concluir que mi primera salida fue un éxito rotundo.
Merece la pena destacar que la chica que me dió las 500 pesetas, meses después se convirtió en mi primer morreo, mis primeras tetas y mis primeros todo salvo fockar. Lo del cubata fue objeto de mofa toda la relación y me dijo que mi comportamiento la había parecido tan disparatado que se había fijado en mi. Gilipolleces de tía, luego pasa lo que pasa, que se van con los raritos y ellas acaban en el fondo del río.

La primera vez que salí en serio, o sea, a mamarme, fue con 17 años instado por mi hermano. No sé ni si me llegué a beber medio mini de calimocho y ya estaba yo gritando como un loco y hablando con todo el mundo. Me convertí en el rey del parque Allende y luego en los bares.
Durante toda esa semana y bastante tiempo después me saludaba gente que yo no conocía y me hablaban de la borrachera que llevaba el otro día pero buah macho, qué bien nos lo pasamos contigo.
 
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Florian "soso" peña.

No salgo.. No bebo.. No follo...garitos de mierda no son para mi...
Salgo a correr voy al trabajo veo el foro y me voy a dormir...

¿Solo eres capaz de divertirte en un antro asqueroso con música de pachanga, comebolsas por doquier y borrachuzos pendencieros haciendo el monguer?

Cuando madures un poco, si lo haces, descubrirás que para follar no es necesario moverse en esos ambientes.

A pastar un poco, que las cunetas están llenas de alfalfa.
 
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