Diario de un Adicto al Cine: Entrevista a James Wallestein 2012 Según ha dicho en el vidrio, la situación lleva mal desde hace dos años. Entrevista de hace 7 meses
Mi esposa es norteamericana, de varias generaciones, de descendencia irlandesa. La conocí en Europa, y aquello fue un flechazo para ambos. El primer día que la conocí por casualidad, de buen rollo, como amigos, nos sentamos a hablar un rato a las tres de la tarde. Empezamos a hablar y hablar y cuando nos dimos cuenta nos contamos la vida el uno al otro, sin mentiras, con todos los errores, fracasos y aciertos, sin maquillaje y con una sinceridad muy difícil de encontrar . Cuando nos dimos cuenta eran las tres de la mañana y nos habíamos pasado hablando 12 horas seguidas que parecieron doce minutos. En ese momento ambos sabíamos que estábamos predestinados el uno para el otro. Un año más tarde nos habíamos casado y vivimos años en Europa, pero ella nunca se terminó de adaptar a la forma de vida de allí. Le encantaba la comida, la antiguedad del continente, lo desenfadado que vive la gente, pero sentía nostalgia por su país y por su familia. Tuvo varias depresiones, sintió a veces el rechazo de la gente por el hecho de ser norteamericana (al final cuando se presentaba a alguien decía que era de Australia o de Escocia) y a eso se sumaba que mucha gente no hablaba inglés, así que todo eso la hacía sentir mal. Yo sabía que no era completamente feliz, pese a estar conmigo. Y un día nos sentamos a hablar para encontrar una solución a su tristeza y soledad. Era mil veces más sencillo adaptarme yo en USA que ella adaptarse a Europa, así que tomamos la decisión de mudarnos a los Estados Unidos, a Dallas, Texas, de donde ella es originaria. Y a día de hoy fue la decisión más sensata y lógica porque ella es mil veces más feliz aquí, y a mí me encanta los Estados Unidos. Es mucho mejor de lo que podía llegar a imaginar, y eso que yo tengo mucha imaginación. Con el tiempo me hice ciudadano norteamericano, tengo la ciudadanía, y me siento orgulloso de ser norteamericano y pertenecer a esa gran nación. Mi vida está aquí, soy muy feliz, y la verdad es que no siento ninguna nostalgia por Europa, y no me planteo volver a vivir allí. Aquello fue una etapa, un capítulo acabado, y ahora estoy viviendo uno completamente nuevo y excitante.
Diciembre de 2012
Mi esposa por ejemplo es muy social, y tiene muchas amigas y conocidos, por tanto suele pasar ratos en casa de sus amigas, de compras, con su madre, etc... En cambio yo no tengo amigos, y soy persona poco social, por lo que en los ratos que mi mujer está fuera, es cuando hago todo lo que hago y he descrito. Cuando socializo es junto a mi esposa, que vamos a cenas, a muchos restaurantes, como cuatro veces a la semana, a reuniones con amigos, etc... Básicamente mis amistades son al completo norteamericanas, las amistades de mi esposa, que me han recibido y aceptado muy bien. Luego en casa siempre estamos mi esposa y yo juntos, compartiendo momentos, y sobre todo viendo mucha televisión y hablando mucho. Lo estupendo en nuestra relación es que hay una gran comunicación, nos contamos siempre nuestras ideas, preocupaciones, inquietudes, etc... Siempre nos reímos mucho juntos. Mi relación con mi esposa se basa en la verdad, en la sinceridad y en la lealtad. Nunca podré agradecer en esta vida el bien que ha hecho mi mujer en mi existencia.
prefiero estar solo e invertir el tiempo en mí, no en los demás, y en mi esposa, que es lo más maravilloso que he conocido en mi vida. Ella sí es una amiga de verdad.
siempre me sentiré un triunfador porque lo más grandioso que pueda conseguir en esta vida ya lo tengo: mi esposa.
Puede sonar absurdo pero que sea hagan realidad todos los sueños de mi esposa. Nada me podría hacer más feliz. Es la mujer más maravillosa del mundo, la admiro, es mucho más inteligente que yo, y la quiero con locura. Todos sus sueños, todo lo que ella quiera que vivamos juntos, es algo tan bonito que solo espero que se haga realidad y así verla siempre a ella con una gran sonrisa.