Cara de Cuero
Novato de mierda
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- 9 Feb 2004
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Cuando uno lee cosas como esta en el Foro CHUPI comprende por qué somos tan diferentes de ellos.
Somos mejores? somos peores? o somos solo distintos?
Cada cual tendra su opinion al respecto. La mia propia es simple y concisa: un TÍO que dedica su tiempo a redactar una CURSILADA ridicula y patetica como esta y tiene los santos cojones de publicarla, que ostias pretende??
Dejar claro lo puto amanerado que es?? que las tias que puedan leerle se les haga el higo pepsicola comprobando lo exacerbado de su sensibilidad y su corazon ardiente??
Gracias a Dios este foro NO ES ASI.
Aqui tenemos claro que un pavo que se exponga a escribir tal tipo de ñoñerias de poeta pajero no es otra cosa que un CAPULLO RIDÍCULO y afeminado mas proximo a la trucha que a un tío de verdad con dos cojones.
Todos aquellos que tanto insisten preguntando en QUE ES SER CHUPI y como poder evitarlo, copio aqui los Mejores Momentos de ese inmundo hilo para que sirva de ejemplo y humillacion publica bien merecida del tal Cristof, que asi se llama el pulemisiles de turno.
Ya que sus amiguitos tronquianos no tienen lo que hay que tener para vomitarle a la cara y hacerle ver lo capullo que es, que al menos pueda ver aqui reflejadas opiniones sinceras sin el mas minimo disfraz de hipocresia que tanto gusta por otros lugares.
¡¡...y ojo al avatar!!
:93 :93 :93 :93 :93
Increibleble
Somos mejores? somos peores? o somos solo distintos?
Cada cual tendra su opinion al respecto. La mia propia es simple y concisa: un TÍO que dedica su tiempo a redactar una CURSILADA ridicula y patetica como esta y tiene los santos cojones de publicarla, que ostias pretende??
Dejar claro lo puto amanerado que es?? que las tias que puedan leerle se les haga el higo pepsicola comprobando lo exacerbado de su sensibilidad y su corazon ardiente??
Gracias a Dios este foro NO ES ASI.
Aqui tenemos claro que un pavo que se exponga a escribir tal tipo de ñoñerias de poeta pajero no es otra cosa que un CAPULLO RIDÍCULO y afeminado mas proximo a la trucha que a un tío de verdad con dos cojones.
Todos aquellos que tanto insisten preguntando en QUE ES SER CHUPI y como poder evitarlo, copio aqui los Mejores Momentos de ese inmundo hilo para que sirva de ejemplo y humillacion publica bien merecida del tal Cristof, que asi se llama el pulemisiles de turno.
Ya que sus amiguitos tronquianos no tienen lo que hay que tener para vomitarle a la cara y hacerle ver lo capullo que es, que al menos pueda ver aqui reflejadas opiniones sinceras sin el mas minimo disfraz de hipocresia que tanto gusta por otros lugares.
El verano del '92 prometía mucho. No sólo por los JJOO de Barna y la Expo de Sevilla, sino porque además en mi vida se iba a cruzar algo de magia.
Beatriz era de León, y veraneaba en un pueblecito de la costa alicantina. La conocí un día de julio por la noche. Después de pasarnos horas hablando, empezamos a quedar día tras día. Pero antes de que nos diéramos cuenta, el tiempo, que pronto se convertiría en mi gran enemigo, hizo de las suyas, y Beatriz tenía que regresar a su tierra.
Así nació mi primer amor, un torbellino de aire fresco, incontrolable, que revolucionó mi inquieta vida y le dio sentido a muchas cosas. Durante meses estuvimos hablando, gastaba por entonces unas 2000 ó 3000 ptas. al día en cabinas telefónicas. Yo tenía 16 años, pero trabajaba en una discoteca del pueblo y me pagaban bien. Ella tenía 17, estudiaba empresariales y me quería con locura. Sus cartas las guardo, igual que ella ha de guardar las mías. Eran éstas las cartas de un niño transparente, que había descubierto el amor en los labios de una niña hermosa, por fuera y por dentro.
Soñábamos con el verano siguiente, pero nunca llegaba. Me acostaba antes y me levantaba después, y los días seguían durando 24 malditas horas. Pero el verano, como todo, acabó llegando, y los padres de Beatriz no se decantaron por tierras levantinas. Así pasé mi primer verano sin ella (todos los anteriores habían desaparecido desde que la conocí). El amor, como tantas cosas de la adolescencia, fue pasando, y con él llegó el olvido. Me trasladé cuatro veces de localidad, conocí a otras mujeres, me embaucaron otros amores, pero ninguna fue Beatriz. Me quedaba su recuerdo latente en la memoria, y el corazón me pedía que no la olvidara. En cierto modo creo que así fue, siempre he tenido un recuerdo fresco de ella, de su voz, sus gestos. Llegué a pensar que mi mejor virtud había sido ella.
Hace 12 años de aquello. Cada año pesó como una losa, pero cada vez menos. No hicimos nada por vernos, es cierto. El tiempo se encarga de borrarte los sueños y convencerte con otros. Pero la semana pasada fui a León. Realmente no era por ella, simplemente me pillaba de paso hacia un viaje fugaz hacia La Coruña. La llamé. Me respondió. Nos vimos.
Beatriz ha conseguido parar el tiempo, y su cabello largo, rubio y rizado se ha hecho perenne. Su sonrisa es la misma que me conquistó, su cuerpo no ha cambiado. Todo lo que ella conserva son cambios en mí, que soy otro, física y mentalmente. No queda casi nada de aquel niño inseguro y miedoso.
Estuvimos toda la noche paseando, nos dieron las ocho de la mañana y yo tuve que partir hacia Gacilicia, sin dormir, pero muy muy feliz. Hablamos de muchísimas cosas. Le confesé todo lo que supuso en mi adolescencia, el golpe de frescura que me regaló. Le dije mil cosas que me había callado. Confesé que fue mi primer amor, dejando atrás ese absurdo rubor que me lo impidió en su día. Ella confesó que yo fui el suyo, comprobando así que el rubor era mutuo. Hablamos de lo largo que fueron los días por aquella época, cuando el verano no llegaba. No encontrábamos motivos para ese distanciamiento, y ahora no hallábamos razón para este encuentro.
Nos besamos. Durante largos periodos de tiempo fuimos sólo uno. Sentí la delicia culpable de mesar sus cabellos y acariciar sus senos. La abracé y di gracias a la vida por esos momentos, consciente de que la felicidad me visitaba de nuevo.
Desde entonces soy un chico a una sonrisa pegado. Con mil cosas en la cabeza, pero tranquilo y satisfecho por poder decir lo que en su día callé. Jamás le había dado tanta importacia al primer amor, nunca me había ocupado tanto tiempo. Y 12 años después, entendí que el tiempo siempre siempre lleva una respuesta como compañera.
Cristof
¡¡...y ojo al avatar!!
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Increibleble