REALIZÓ TRES ENTRADAS ESCALOFRIANTES Y ERIKSSON LO SUSTITUYÓ
Wayne Rooney se volvió loco en el Bernabéu
J. G. Matallanas. Madrid
Nada dejó sobre el césped del Bernabéu Wayne Rooney más que un reguero de entradas escalofriantes y que bien hubieran podido acabar con alguno de los nuestros en la enfermería. Y es que el buen juego de los españoles sacó de quicio a una Inglaterra que nunca estuvo a la altura.
España desquició a Inglaterra. Los jugadores ingleses se emplearon
rayando la violencia en bastantes lances del partido. Wayne Rooney realizó tres entradas escalofriantes -a Joaquín, Casillas y Marchena- que provocaron la indignación de los aficionados españoles que acabaron casi llenando el Santiago Bernabéu tras la apertura de puertas en el minuto 20. Sven Goran Eriksson decidió sustituir al delantero del Manchester United en el minuto 41 de la primera parte para evitar su expulsión porque el chavalito no parecía tener ninguna intención de contener su energía desbocada.
Pero Rooney no fue el único desquiciado por el gran juego de toque que desplegó ayer España. Antes de la explosión violenta del ex del Everton, Gary Neville le había dejado un recado en el tobillo a Reyes recordando el Manchester United-Arsenal de hace unas semanas. Los ingleses se vieron superados por el toque de los españoles y eso pudo provocar su extraño estado de nervios que casi contagia al capitán David Beckham. Nicky Butt corría desesperado detrás de Xavi, que manejaba el partido a su antojo, Ashley Cole no era capaz de reducir a Joaquín y pagó su desesperación con una entrada durísima sobre Michel Salgado.
En medio de la tángana, Cole, que junto a Rooney y Neville vieron tarjeta amarilla y el árbitro griego Kasnaferis se contuvo para no expulsarles por tratarse de un amistoso, intentó provocar a Luis Aragonés en la banda, pero el técnico español no entró al trapo.
La desesperación de los ingleses creció aún más con los ‘olés’ que el
bullicioso público español dispensó los rondos que montaron los españoles y que alguno duró hasta dos minutos y uno de esos ‘olés’ interminables terminó con otra entrada feísima de Neville a Joaquín. En el minuto 60, los aficionados españoles realizaron la ola, llegando a dar cuatro vueltas seguidas sin parar.
ahahahahahahahahahahah.
Ho ho hooligang. Violentos porque SI.
Buen juego de España dice, me cago en san ros si eran unas putas muñecas de porcelana estaban todo el rato en el cesped. Una lastima que les sustituyeron hubiera sido las risas con este tio en el campo.