Evidentemente hay muchos planes alternativos relativos al ocio nocturno que se escapan del "beber, zorrear, lumpen tronista, rayitas, beber, dar pena, resaca de dos días". El problema es que, depende de donde vivas, puede ser complicado de encontrar un plan alternativo, o directamente no existir en decenas de km. a la redonda. A mí ahora me apetece más ir a tomar algo tranquilo, con música en directo, o incluso quedarme de tertulia en algún jardín o algún chiringuito apartado que no ir al centro de la discoteca de moda a dar botes con el chunda chunda o mover el culo a ritmo de reguetón.
Mi batallita del abuelo cebolleta venía a decir que, después de unos años desconectado del ocio nocturno más habitual por mis lares, el salir y ver que todo sigue absolutamente igual fue revelador a la par que triste. No por nosotros, que evidentemente buscábamos salir como cuando teníamos 20 años por una noche, sino por la gente que lo hace como plan principal.
Por otra parte, con las redes sociales, los móviles y el paro juvenil, el ocio nocturno de los más jóvenes se ha reconvertido en hacer botellón y poner música mientras están todos sentados mirando sus móviles y ligando por los smartphones. Al menos en mi zona, los locales de ocio nocturno están más enfocados a eternos adolescentes pasados los 30 que no a la juventud actual. La pirámide poblacional también ayuda, eso yes...