Hablemos del bocio nocturno

Lo que sí que he notado es que aquí en el norte de Italia, que se cena a las 19/20 y se recogen pronto, la gente está mejor. La cantidad de cascados que hay en España no es ni medio normal, pero aquí o en Alemania los viejetes que han llevado una "mala vida" se conservan bien. Claro que esa gente a las 23 llegan a casa mamados o puestos de lo que sea, se exprimen un zumito de naranja y a dormir, nada que ver con los excesos españoles. Tranquilidad y buenos alimentos.
Es que en Italia no hay una décima parte de la fiesta que hay en España. Y eso que en el norte beben más; yo viví en Roma y la primera vez que vi gente borracha fue en unos carnavales en Venecia tras medio año viajando por el país en las zonas centro sur. Eso si, un domingo a la mañana estaba todo petado mientras España amanecía vacía y llena de vomitos; esto último está cambiando por lo que veo cada vez que vuelvo y la gente se está convirtiendo en más diurna.

Tras una primera juventud consistente en pasar el sábado esperando a que llegase la noche y el domingo hecho un trapo, con veintipocos empecé a divertirme y a beber de día, un plan que no está mal ya que suelen quedar fuerzas para el día siguiente.

Lo anterior sin llegar a los extremos que vi en Edimburgo, gente que iba ya bien servida de alcohol entrando a un club de striptease a las cuatro de la tarde; misma hora de salida de mi trabajo.
 
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Evidentemente hay muchos planes alternativos relativos al ocio nocturno que se escapan del "beber, zorrear, lumpen tronista, rayitas, beber, dar pena, resaca de dos días". El problema es que, depende de donde vivas, puede ser complicado de encontrar un plan alternativo, o directamente no existir en decenas de km. a la redonda. A mí ahora me apetece más ir a tomar algo tranquilo, con música en directo, o incluso quedarme de tertulia en algún jardín o algún chiringuito apartado que no ir al centro de la discoteca de moda a dar botes con el chunda chunda o mover el culo a ritmo de reguetón.

Mi batallita del abuelo cebolleta venía a decir que, después de unos años desconectado del ocio nocturno más habitual por mis lares, el salir y ver que todo sigue absolutamente igual fue revelador a la par que triste. No por nosotros, que evidentemente buscábamos salir como cuando teníamos 20 años por una noche, sino por la gente que lo hace como plan principal.

Por otra parte, con las redes sociales, los móviles y el paro juvenil, el ocio nocturno de los más jóvenes se ha reconvertido en hacer botellón y poner música mientras están todos sentados mirando sus móviles y ligando por los smartphones. Al menos en mi zona, los locales de ocio nocturno están más enfocados a eternos adolescentes pasados los 30 que no a la juventud actual. La pirámide poblacional también ayuda, eso yes...
 
En mi caso, como es obvio, el ocio nocturno es prescindible. No es que sea más de tardeo, es que hace mucho que dejé de salir (en general). Pero no se trata de mí, se trata de los Otros, a cuyas filas algunos pertenecéis.

El mundo de la noche es el engaño más grande. Bebidas con tres dedos de licor al precio de una botella entera, y eso en el improbable caso de que no sea garrafón, un producto que es venenoso. En discotecas "selectas" yo mismo he pagado 10€ por una copa, hace la pila de años. Ignoro a cuánto las cobran ahora. Otra cosa curiosa son los individuos que controlan el acceso y se encarcan de la seguridad del local, gran parte de ellos delincuentes.

Hay mucho motivos para rechazar este tipo de ocio, os voy a dejar comentarlos a vosotros. Ahora es un tema de candente actualidad por su prohibición, como todos habréis visto en las noticias.

En fin, qué os parece todo eso?

P.D.: Lamento la pobreza del hilo, pero creo que el tema es interesante.
Yo hace años ya que no salgo de fiesta hasta el amanecer, pero sí que me gusta alguna que otra vez salir a cenar y luego tomarme una cerveza o wiski sentado en algún bar; como mucho hasta las 1 y pico o 2 y luego para casa. Más de esa hora ya me aburro y empiezo a bostezar cada dos por tres; la falta de costumbre de trasnochar.
Para quien se quede con más ganas de juerga será una gran putada el hecho de que a las 1 se lo chapen todo y tenga que irse para casa; a mí particularmente me parece bien porque coincide con la hora a la que suelo recogerme. Lo más que yo he pagado por una copa han sido 7 u 8 euros dependiendo del sitio y casi siempre es garrafón. La restricción de horarios, unido a la calidad del alcohol y el hecho de tener que salir con la careta puesta hasta para mear, tampoco me parece un aliciente para salir a la calle asiduamente; aunque hay gente que les da exactamente igual y salen con tal de no estar encerrados en casa.
 
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Evidentemente hay muchos planes alternativos relativos al ocio nocturno que se escapan del "beber, zorrear, lumpen tronista, rayitas, beber, dar pena, resaca de dos días". El problema es que, depende de donde vivas, puede ser complicado de encontrar un plan alternativo, o directamente no existir en decenas de km. a la redonda. A mí ahora me apetece más ir a tomar algo tranquilo, con música en directo, o incluso quedarme de tertulia en algún jardín o algún chiringuito apartado que no ir al centro de la discoteca de moda a dar botes con el chunda chunda o mover el culo a ritmo de reguetón.

Mi batallita del abuelo cebolleta venía a decir que, después de unos años desconectado del ocio nocturno más habitual por mis lares, el salir y ver que todo sigue absolutamente igual fue revelador a la par que triste. No por nosotros, que evidentemente buscábamos salir como cuando teníamos 20 años por una noche, sino por la gente que lo hace como plan principal.

Por otra parte, con las redes sociales, los móviles y el paro juvenil, el ocio nocturno de los más jóvenes se ha reconvertido en hacer botellón y poner música mientras están todos sentados mirando sus móviles y ligando por los smartphones. Al menos en mi zona, los locales de ocio nocturno están más enfocados a eternos adolescentes pasados los 30 que no a la juventud actual. La pirámide poblacional también ayuda, eso yes...

Muchos son los que en su juventud han tenido que probar salir de fiesta en garitos sin que eso les atraiga, básicamente porque es donde están las tias y dónde las tias se encuentran receptivas.

Porque a las tias les encantan esas situaciones, especialmente en su juventud.

Mienten las que dicen "prefiero estar en casa que salir de fiesta", "no me gustan las discotecas me gusta jugar a los videojuegos", y todas esas polladas.

Les encanta un lugar en dónde son el centro de atención por mucho que digan.

Algún tío sí que sinceramente no le va el rollo de la discoteca, pero a ellas por muy nerds que quieran ser, en su juventud, les encanta salir de fiesta y sentir buitres tras suyo.
 
Veo muchas experiencias insatisfactorias en la noche ¿Seguro que no olvidasteis activar el modo sexo antes de salir de casa?
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Yo ya tuve mi ración de fiesta entre los 15 y los 25,
Yo no sé qué clase de fiesta tendrías tú a los quince años, la verdad. No sé yo si un chaval de esa edad está por ahí en discotecas, pubs y after hours. A lo mejor a ti te dejaban pasar con quince años a un after cañero.


Veo muchas experiencias insatisfactorias en la noche ¿Seguro que no olvidasteis activar el modo sexo antes de salir de casa?
La cosa es esta. La cosa está en dónde pones el éxito de una noche, a qué llamas una noche de ocio nocturno satisfactoria.

Si el éxito depende de ligar, la gran mayoría de las noches serán un fracaso, una mierda, un gasto de dinero, un gasto de tiempo y de esfuerzos sin duda mejor aprovechados en otro lado. En cualquier otro lado, además. Es una de las formas más rápidas de ir hacia la frustración y dejarse el dinero.

Si una buena noche de ocio y diversión implica ponerse hasta el culo de todo lo ponible, acabar mamao sin acordarse de nada y demás, es bastante más fácil considerar que la noche ha sido un éxito, pero desde luego el problema que tiene esa persona no es conseguir sus objetivos, sino los objetivos en sí.

Luego hay otra mucha gente que no tiene ni un objetivo ni otro. Que ya ligan de otra forma, en otros entornos y que no tienen interés en mamarse ni en drogarse. A estas personas el ocio nocturno les resultará, como es natural, una mierda repugnante. Pero no porque lo sea, sino porque simplemente es algo que no va con ellos. Es como si a mí me gusta el rock y los deportes de contacto y me voy al ballet porque la sociedad o mis grupo de amigos dice que lo que toca los sábados es ir al ballet. Pues cada vez que vaya me va a parecer una mierda el show, me va a parecer un gasto de dinero y me va a parecer un postureo de mierda. La pregunta es "¿Qué cojones haces yendo?".

Aquí se ven los tres tipos y varias combinaciones de ellos. Los que repudian el ocio nocturno porque han ligado menos que un jorobado en una piscina y por el camino se han dejado la pasta y han acumulado frustración. Los que se han metido en unos ambientes de alcohol y drogas que no iban con ellos. Los que se han metido en unos ambientes que, con o sin alcohol, con o sin ligue, tampoco iban con ellos. Los que se han visto arrastrados por presiones sociales o por grupos de amigos de mierda a ir a estos sitios. ¿No os dais cuenta de que vuestro desdén por el ocio nocturno no es porque este sea mejor o peor sino porque vosotros no habéis encajado en él y no habéis sabido salir de él hasta que una tía no os ha sacado o lo ha hecho la edad?
 
Siempre he tenido sentimientos encontrados con el ocio nocturno que no he sabido discernir hasta la madurez. Me he dado cuenta del tiempo perdido, de las obligaciones sociales a las que estaba expuesto sin saberlo.

A ciertas edades quedarse en casa haciendo simplemente lo que a uno le gusta es visto casi como una ofensa. Y una vez que entras en la dinámica te dejas llevar por el ritmo que marcan las bebidas psico-activas. Al final, el único y triste objetivo, era meterla en calienta, sentir el cuerpo de una cerda o por lo menos interactuar. Sí, ese era el objetivo, la excusa, pero en el fondo de nuestra mierdosa alma, solo aspirábamos a encontrar el amor.

Recuerdo que cuando tenía novia era casi como una liberación, no tenía necesidad de salir a hacer el puto imbécil. No tenía que ir a antros de mierda con la música a todo trapo y ponerme ciego a cervezas. Podía ser yo, y entonces en cuando empezaban los problemas. Parece ser que a ellas si les gusta bailar y divertirse en antros de mierda. Siempre he pensado que si a un tío le gusta bailar, hay que desconfiar de él. Bailar no deja de ser algo primitivo para llamar la atención de las hembras, pero siempre le he encontrado algo homosexual al hecho de mover el cuerpo al ritmo de una música de mierda.

La madurez, la estabilidad y la personalidad dejan a un lado esas obligaciones personales. Ahora mismo si salgo es para ir a cenar, a un concierto, al cine... Y a vosotros, jóvenes, hijos de puta de mierda, salir y ponerse hasta el culo de forma periódica no es una obligación.
 
En líneas generales, diría que el hozio nocturno existe porque existen las tías.
Lo decía mi abuelo, QEPD, "la noche, para los lobos". Y es que no hay necesidad, salvo que se sea lobo o mochuelo que salen a comer porque sus presas ven menos (no porque a ellos les pueda apetecer), en salir por la noche, salvo en el disparatado caso en que creamos que aumentan nuestras posibilidades de meter el cilindrín en jembra, estando esta más limitada de vista.

De noche no vemos una mierda, no es nuestro sitio. Se caza y se recolecta de día, y se come y se folla tranquilamente en la cueva por la noche a la luz de las hogueras y al calor de los pellejos de oso.

"La noche" existe por ellas, porque ha sido uno de los triunfos del feminismo, la transgresión de la norma, salir por la noche, al peligro, a lo oscuro, a lo prohibido. Hace un par de generaciones nada más, poco habitual era que la nena saliera sola a cualquier hora. Y, de salir a determinadas horas, acompañada. Y las horas acompañada, "hasta que los gatos se volvieran pardos". Esa era la hora de vuelta.

En las últimas, era el triunfo de ellas. Solas y borrachas no quieren llegar a casa, quieren cerrar los garitos y vivir aventuras en su Mundo de Oz particular, donde viven tranquilas y protegidas por la sociedad.

Por lo tanto, ¿dónde habremos ido nosotros? pues donde fueran ellas porque, no nos engañemos, el objetivo único es meterle la cuestión a la chavala que nos gustase, o a la que se pusiera a tiro.

Dudo bastante que, de no haber cotorras por las terrazas y los bares riéndose como mezzosopranos atragantándose, estaríamos los tipos de cualquier edad en casa durmiendo, echando un mus, o emborrachándonos con los hamijos.
 
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Lo poco que salgo es a sitios decentes a tomar una ginebra de importación cara y música tenue, una charla agradable tras una comida o cena cuando mi casa queda lejos, si no, invito yo mismo de mi mueble-bar.
Salir a beber mierda y aguantar música insoportable es algo que veo demasiado lejos.
 
Si no fuera por la presión social el ocio nocturno nunca hubiera sido tan masivo, aunque eso es aplicable a muchas cosas. Yo cuando salía me gustaba salir miércoles o jueves, donde la gente que estaba era por voluntad, no porque tocaba.

Otro factor es el precio, con mil duros te mamabas hasta las orejas, con 30 euros ni sales de casa
 
He leido de forma salteada y en oblicuo el hilo y por estadística el 90% de lo que habéis dicho son gilipolleces.

La noche es pura magia, in the day nothing matters. Y los garitos, estaban, por los menos en mi época, para intentar poner una pica en el coñotuprima.

Tiene su parte de frustración, de engaño, de lucimiento lorealista, de resacas mañaneras, olor a meados y vómitos, bueno si en verdad teneos razón es una puta mierda, donde solo ganan las atencionjuor.
Pero hay que separar al que tiene el grupito con hembras, al que esta integrado, al paliquero basura que habla con las hembras como una mas, del que no sabe que coño decir y sale con un par de asociales más y la música y el alcohol consigue crear un nebulosa en la que disimular su incapacidad social.

Ahora decirle a los viceversos y sucedaneos, tras unos mese en el andamio que ya no pueden lucir su barbita, sus slimfits y sus peinados clonados en la discodancr. Nah que se jodan hahahahahaha.

A ver es mi punto de vista, a mi todo esto ni me va ni me viene yo hago mis fiesta en un yate en el que tengo un cartel que pone "prohibido subir a bordo con ropa", eso y mi bandera pirata es lo mas hahahahaha, nos metemos unas rayitas en el mar que es como mejor entran, díselo tomate
 
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En ese momento tuve una revelación: fue como mirarme a un espejo donde me mostraba mi yo si hubiera seguido saliendo y estuviera soltero (o divorciado); ese pseudotronista podía haber sido yo.

¿Te quedaste más tranquilo al recordar que no seguiste saliendo y que te casaste con una penca insoportable que te ha sumido en la mierda de rutina familiar?


Los que renegáis de salir por ahí de fiesta, es que no os hacian ni caso las chatis. Cuando eres un puto ALFA (yo no lo soy) salir a ligar cerdas es muy divertido.
La noche perfecta era esa que salías con los colenjas der girnazio, te pillabas un buen siegoh, te pegabas unos wenos dansins, reventabas la cabesa del jefe del grupo rival y acababas petándole el recto a una warra en los servicios. Después volvías a casa con los colegas, ya amaneciendo, a comerte una hamburguesa grasienta mientras comentabas la jugada de como le olía el culo a la cerda que te habías cepillado o como sangraba el subnormal al que le metiste un meco.
Llegado a casa, sobabas hasta las tres y media que te levantaba mamá para comer tus macarrones preferidos.
 
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Tal como se ha puesto el tema viogen, ese es otro plus para pasar de la puta noche como de la mierda, a dos copas que lleve una chavala, como diga que le has tocado una teta, te aplican la doctrina La Manada.... mejor irse de putas, y quedarse en casa jugar al World of Tanks.

Solas y borrachas van a ir y volver a su casa, solas solas... de cojones solas. ¿Para que hace falta ir a un garito si con una app tipo Tinder fockas morsidas sentando en tu casa sin tener que estar aguantandolas hasta las 5 la mañana?
 
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Otra tradición que se ha perdido tras la aplicación de la ley anti-tabaco es la de llegar a casa oliendo como si hubiese saltado dentro de un volcán.

Lo primero que hacía al llegar a casa era echar la ropa a la lavadora e incluso ducharme si no iba con mucho sueño.
 
Destroy McCLure en sus años mozos.

¿Y eso porqué?

Yo a @Troy McClure, me lo imagino como a un colega regordete que tuvimos (tuvimos porque la diñó de un chungo raro, cardiomegalía, quicir, el corazón más grande que la puta gentuza promedio). Era carismáticamente gilipollas, pero como moscardas, girábamos a por un poco de su gracia y estar. Terminabamos el hocioc nocturcno, yendo al poligono la estrella en un Clio a trollear putas. Lo hacía con gracia, era quien conducía. Luego volvíamos y a chupitos de Jack'D, recorríamos bares que casi cerraban para acabar escuchando el Devil Came To Me de Dover. Pero éramos manada (de gilipollas, intrínsecamente).

Luego todos a su puta casa. A sufrir la vida.
 
Otra tradición que se ha perdido tras la aplicación de la ley anti-tabaco es la de llegar a casa oliendo como si hubiese saltado dentro de un volcán.

Lo primero que hacía al llegar a casa era echar la ropa a la lavadora e incluso ducharme si no iba con mucho sueño.

Llegar con la mamada y meter la cabeza bajo la ducha para quitar la gomina y el olorazo a humo cuando no directamente acostarme ciego como Massiel y levantarme con una resaca hecatómbica apestando a cenicero de bingo. Me has avivado viejos y fermosos recuerdos.
 
Los sudamericanos son muy de salir, además es que van a seguir haciéndolo caiga quien caiga, me recuerdan a mí cuando tenía 16, que el viernes y el sábado eran sagrados y quedábamos las amigas para maquillarnos y salíamos más contentas... Pues esta gente igual pero con 40 años.
Yo la última vez que salí más allá de las 3 de la mañana fue en marzo, justo antes de la encerrona. Me llevaron a un karaoke en el que se podía fumar y me encantó, y eso que los karaokes me dan tristeza, pues éste no, era guay. Había un perro pomerania por ahí merodeando, varios viejos super arreglados, dos grupos de chicas de unos 25, un tío bueno de camarero, dos señoras de mediana edad vestidas de moteras... Cada uno de su padre y de su madre. Y la planta de abajo con música bakala con cuatro gatos bailando a su aire como si no hubiera un mañana. Hay sitios por ahí que molan mucho, que te hacen sentir como en otro mundo, pero depende del ánimo de uno y de sus compañeros de jarana. Yo con mi hermana cuando salíamos regularmente no me he aburrido nunca, por ejemplo, con ella sola no, pero si venían un par de amigas suyas la noche se tornaba aciaga sí o sí hasta que se iban a su casa las tías, que ya cambiaba todo, y son buenas chicas, pero tienen algo que convierte cualquier velada en un coñazo si estaban más de 2h, con más de dos horas con ellas aunque se fueran ya no remontabas.
 
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Los sudamericanos son muy de salir, además es que van a seguir haciéndolo caiga quien caiga, me recuerdan a mí cuando tenía 16, que el viernes y el sábado eran sagrados y quedábamos las amigas para maquillarnos y salíamos más contentas... Pues esta gente igual pero con 40 años.
Yo la última vez que salí más allá de las 3 de la mañana fue en marzo, justo antes de la encerrona. Me llevaron a un karaoke en el que se podía fumar y me encantó, y eso que los karaokes me dan tristeza, pues éste no, era guay. Había un perro pomerania por ahí merodeando, varios viejos super arreglados, dos grupos de chicas de unos 25, un tío bueno de camarero, dos señoras de mediana edad vestidas de moteras... Cada uno de su padre y de su madre. Y la planta de abajo con música bakala con cuatro gatos bailando a su aire como si no hubiera un mañana. Hay sitios por ahí que molan mucho, que te hacen sentir como en otro mundo, pero depende del ánimo de uno y de sus compañeros de jarana. Yo con mi hermana cuando salíamos regularmente no me he aburrido nunca, por ejemplo, con ella sola no, pero si venían un par de amigas suyas la noche se tornaba aciaga sí o sí hasta que se iban a su casa las tías, que ya cambiaba todo, y son buenas chicas, pero tienen algo que convierten cualquier velada un coñazo si estaban más de 2h, con más de dos horas con ellas aunque se fueran ya no remontabas.

Los sudamericanos apestan. En mi bloque tuvimos a un par, ambos colombianos, alquiler 915€. Musica a tope, jaleos,... los vecinos (los finlandeses y marbellies, estábamos hasta los cojones). Los echamos, vinieron finlandeses con siete hijos. Y la paz volvió.

Se pudo volver a escuchar a Pachelbel. Sin tener que cagarme en mi puta sombra, esa que no se va si no saco a asomar la escopeta.
 
¿Y eso porqué?

Yo a @Troy McClure, me lo imagino como a un colega regordete que tuvimos (tuvimos porque la diñó de un chungo raro, cardiomegalía, quicir, el corazón más grande que la puta gentuza promedio). Era carismáticamente gilipollas, pero como moscardas, girábamos a por un poco de su gracia y estar. Terminabamos el hocioc nocturcno, yendo al poligono la estrella en un Clio a trollear putas. Lo hacía con gracia, era quien conducía. Luego volvíamos y a chupitos de Jack'D, recorríamos bares que casi cerraban para acabar escuchando el Devil Came To Me de Dover. Pero éramos manada (de gilipollas, intrínsecamente).

Luego todos a su puta casa. A sufrir la vida.

Regordete no, gilipollas sí y cierrabares también.

En los pueblos esto se lleva en la sangre, joder. Cuando tienes 16 años y marchan los que son un poco más mayores a las fiestas del pueblo de al lado o a la capital, tú te montas en el coche y ya volverás cuando te quieran traer. Ocio nocturno, dice. Y diurno también, que a veces te devolvían para el vermú.

Y sí, salir sin beber nunca he sabido. Siempre con todo, como esos de León.

Luego en la universidac descubres lo que es salir todos los putos días, todas las putas semanas, todo el puto curso. Y trabajando los fines de semana y alguna tarde. Menuda comparación de estado físico.

Luego unos años siguiendo por inercia hasta que acabas dándote cuenta de que ese baile de rebaños, ese meneo de subnormales, ese desfilar de posers es una auténtica bazofia. Además, que te haces viejo.

Mejor beber en plan locomotora de vapor. Poco a poco, pero imparable.
 
Me llevaron a un karaoke en el que se podía fumar y me encantó, y eso que los karaokes me dan tristeza, pues éste no, era guay.

Durante un hezsegundo leí bukakke y claro, con lo del perro pomerania y los viejos y toda la peña la historia quedaba más divertida.
 
Muchos son los que en su juventud han tenido que probar salir de fiesta en garitos sin que eso les atraiga, básicamente porque es donde están las tias y dónde las tias se encuentran receptivas.

Porque a las tias les encantan esas situaciones, especialmente en su juventud.
Exacto. Yo incluso estuve a punto de ligar con unas niñatas jamonas allá por los años 90. Pero creo que el tío que me acompañaba era un petardo o un inútil y no contribuía a que todo terminase correctamente...
 
Luego en la universidac descubres lo que es salir todos los putos días, todas las putas semanas, todo el puto curso. Y trabajando los fines de semana y alguna tarde entre semana. Menuda comparación de estado físico.

En mi periplo universitario salí, pero para poner copas. Un poco más tarde, para dirigir el bareto de algunos, cuan juden cuida lo suyo. Fue bien, dirigí seis bares de copas con tres móviles Motorolas, seis años, ya acabada la carrera.

Gané diners, vino la crisis de Lehman Brothers y saqué mis alas de murciélago subnormal y emigre a otros lares.
 
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