¿Qué entiendes por relevancia? Sería importante aclararlo.
Sí, con dos o tres horas semanales de religión, en un instituto público cualquiera, difícilmente vas a lavar la cabeza de los chavales y vas a conseguir tener a la mitad de ellos en misa todos los domingos. Para muchos no es más que una asignatura de mierda que quitarse de encima. Vale, no es comparable a hace cuarenta años.
Por otra parte, aunque no sea como antes, no deja de ser una herramienta muy poderosa, las aulas, para influir en personas que están en plena formación, física e intelectual. E insisto una vez más: lo público es público y lo privado es privado, marcar la línea que separa esos ámbitos y respetarla escrupulosamente me parece importante. Si el cura del barrio se acerca a los chavales en el parque con la cuca fuera a hacer proselitismo y a invitarlos a conocer la Iglesia católica por mí perfecto, está en su derecho de expresar y difundir sus creencias pero no, repito, dentro de la escuela pública.
Respecto a lo de que es una optativa, es cierto, pero hasta no hace tanto en muchos centros públicos aunque por ley debían dar a elegir se daba por hecho que los niños, todos, cursaban religión. Yo fui el único de entre varios cientos que no la dio en mi colegio y, aunque no pusieron pegas a mis padres, tuvieron que ir a la dirección a resolver papeleo porque al hacer la matrícula ni siquiera aparecía la optativa. Y dicha optativa es que ni existía, así que improvisaron y estuve ayudando al profesor de Literatura a catalogar los libros de la biblioteca.
A día de hoy, con la LOMCE en vigor, la nota de religión sí que computa, lo cual hace la situación aún más sangrante. Pero aunque no lo hiciera, aunque no computara, da igual, no es solo una cuestión de influencia sino de principios, de que en la educación pública no debería haber espacio para una cuestión privada como es la fe, sea mucha o poca la relevancia que tenga entre el alumnado. También podrías decirme a mí, que soy republicano, que quitando a Felipe y poniendo a un jefe de estado electo va a cambiar entre poco y nada mi vida y la de la inmensa mayoría de los españoles, y tendría que darte la razón, pero por una cuestión de igualdad me parece incompatible la existencia de cargos hereditarios con una democracia plena. Lo mismo te podría decir de que el varón tenga preferencia sobre la mujer en la sucesión real.