- El responso está leído; además, el gañán (término que emplea usualmente un venzuelano) lo tiene poco ensayado; o es o se hace el analfabeto.
- Ahora estoy en el peor destino que he tenido en mi vida: un puto Registro Civil. Prefiero a tres argentinos antes que a un cuarto de venezolano o colombiano; con eso lo digo todo. Los primeros al menos le entretienen a uno con sus numerosos
proshectos (pero, ay, no vienen); los segundos ponen mala cara y se quejan cuando se les dice que hay que enviar lo-que-sea al Registro Civil Central, que tarda,
de media, de seis a ocho meses (aquello ha de ser un infierno). Con panchitos (peruanos, ecuatorianos y bolivianos) y hondureños no hay problema: suelen ser educados, respetuosos.
Para que lo sepan mis compatriotas: uno va al Excmo. Ayuntamiento de Torrejón de la Calzada, solicita una certificación de empadronamiento, y tiene que soltar, digamos, de dos a cinco euros en concepto de tasas (prestación de una tarea administrativa). ¿Que uno se quiere matricular en una universidad pública?: A soltar precios públicos. El Registro Civil es totalmente gratuito, las certificaciones literales se expiden al instante y, lo más importante, sin tener que pagar mordidas. Vete a tu puto país, hideputa.
Coño, que vienen españolas (sí, todo mujeres) a pedir una certificación literal de nacimiento simplemente para saber a qué puta hora la parió la zorra de su madre; será que ha encargado una carta astral. Repito: absolutamente gratis. Todo.
[Tema serio: ustedes sepan disculpar mis reiteradas referencias a las madres de los foreros, con especial reverencia a la de
@Art Vandelay ].