HIJOPUTISMO de baja intensidad.

Cimmerio rebuznó:
Señora,me hace sentir incómodo.
Pues ármate de paciencia, que banearla no la van a banear. Pero sí te sugiero que la ignores, o el quoteo puede durar años.
 
CardenaldelaPolla rebuznó:
Parece que lo vas captando.
Suelo actuar en los aparcamientos subterráneos y en los de los centros comerciales. He dejado mi firma en muchos de ellos (bueno, en sus coches allí estacionados) pero hay dos en particular en los que educo mucho, más que nada porque son los que más visito: uno es el de la plaza de los Mostenses y el otro es el del corte ingles de Princesa. Rara vez ejerzo a plena luz del día.

Ah, y no hago distinción de marcas aunque reconozco que me gusta cuando el coche está nuevo y reluciente.

Excelencia, ¿será el sello, no?

nefasto rebuznó:
Llevo toda la vida echando el caldo de las pajas en un tupperware de 2 kgs que después meto en el congelador. Una vez que está lleno, espero a que se descongele y le vuelco toda la quesada en la puerta a mi vecina. Una vez se resbaló al pisarla y se partió la cadera. Tiene 80 años.

Jij.

Por lo menos estará buena, ¿verdad?
 
Yo me dedico a leer foros y cuando alguien da suficientes datos cuando habla de otra persona, localizo a la referida y le paso el enlace para que vea lo que se dice públicamente de ella. Lo mejor es el barullo que se arma luego con todos acusándose mutuamente de ser el chivato.
 
John McClane rebuznó:
Es que las putas gitanas solo se meten en la piscina para mear. Es como el que se mete en el mar hasta la cintura, echa un meo y vuelve a la silla.

Cualquier persona que mea en una percina está, como mucho, al nivel de un gitano, además de que luego se tragaran sus propias excrecencias, que son los que las tienen mas cerca, justicia divina para los subhumanos.
 
Si me dieran un euro por cada gargajo que se echa diariamente en los cafeses de todo el mundo, en seis meses saldría en los primeros puestos de la revista Forbes.

Más de un año estuvo cierto directivo de cierta multinacional tragándose uno todos los días. El mío o el de mi compañera de trabajo, según quien trajera los cafés ese día. Lo que nunca le confesé a mi compañera es que los suyos me los hubiera tragado directamente de su boca. Ummmmm...qué tobillos y qué tetas tenía la muy zorra.

Sí, yo era uno de los que llevaba los cafeses. Así de tristec.
 
No lei todo, mas muy buen jilo, Senior, si.
Eso de echar lejía en la enredadera del vecino; lo de vacilar a la gente indicandoles al revés, etc

l◄arma y sigan
 
Cuando iba a la universidac vivía en un edificio de 5 o 6 alturas y 6 pisos por cada planta. Resulta que un día abro el buzón y veo una carta, pero no era para mí sino para una compañera de mi clase de la uni, que no diré su nombre porque lo que hice a continuación fue un delito. Me llevé la carta a mi casa y me puse a preguntarme cómo demonios había acabado una carta en mi buzón de una compañera de clase. La tipa me caía mal porque era muy antipática e iba de sabelotodo y peloteando a las profesoras. Abrí la carta y resultó ser una tarjeta de crédito que le había concedido su banco.

Al final resultó que la tipa vivía en mi mismo edificio y yo ni me había enterado, se ve que el cartero se confundió de buzón.

Me guardé esa tarjeta de crédito como si fuera una reliquia, yo que sé, como Indiana Jones que consigue la cabeza dorada esa de la gruta secreta y se la guarda para sí. No saqué dinero ni nada, simplemente me la quedé y cuando terminé la uni y deje de vivir ahí tiré todo a la basura.

Otra vez cuando volvía de tender la ropa vi unas bragas tiradas en las escaleras, pues las cogí y decidí ridiculizar a la portadora de esas bragas. Las pequé con celo en una de las paredes del ascensor con este cartel:



El cartel y las bragas no duraron mucho tiempo ahí, pero sentí adrenalina pura mientras hacía todo esto.
 
Lo suyo sería filmarl la recolección de las bragas y luego meter una copia en cada buzón, el de ella incluído.
 
Fave_de_fucka rebuznó:
Cuando iba a la universidac vivía en un edificio de 5 o 6 alturas y 6 pisos por cada planta. Resulta que un día abro el buzón y veo una carta, pero no era para mí sino para una compañera de mi clase de la uni, que no diré su nombre porque lo que hice a continuación fue un delito. Me llevé la carta a mi casa y me puse a preguntarme cómo demonios había acabado una carta en mi buzón de una compañera de clase. La tipa me caía mal porque era muy antipática e iba de sabelotodo y peloteando a las profesoras. Abrí la carta y resultó ser una tarjeta de crédito que le había concedido su banco

Al final resultó que la tipa vivía en mi mismo edificio y yo ni me había enterado, se ve que el cartero se confundió de buzón.

Me guardé esa tarjeta de crédito como si fuera una reliquia, yo que sé, como Indiana Jones que consigue la cabeza dorada esa de la gruta secreta y se la guarda para sí. No saqué dinero ni nada, simplemente me la quedé y cuando terminé la uni y deje de vivir ahí tiré todo a la basura.

Otra vez cuando volvía de tender la ropa vi unas bragas tiradas en las escaleras, pues las cogí y decidí ridiculizar a la portadora de esas bragas. Las pequé con celo en una de las paredes del ascensor con este cartel:



El cartel y las bragas no duraron mucho tiempo ahí, pero sentí adrenalina pura mientras hacía todo esto.


normal, lo pegaste con dos tiras de celo de los chinos, carpanta.

Edito.

Al señor enfadado: Ahora le he quitado un punto y aparte, mejor asi?
 
Hablando de piscinas, aparte de mear, cuando lo necesito, sumerjo la cabeza en el agua y expelo el aire por la nariz de forma explosiva, con lo que sale una buena "mocarrea" que se queda flotando por dentro del agua. Antes de que llegue a la superficie, ya me he marchado del lugar en cuestión.

Otra putada que hacía y ya no puedo hacer: Granada, ciudad turística llena de turistas españoles y extranjeros todo el año. ¿A quién no le han pedido alguna vez hacer una foto a una pareja o grupo de personas? Cuando me lo pedían los turistas, y a sabiendas que nunca más los iba a volver a ver, les hacía la foto sin que se les viera la cabeza, o solo de los pies, o enfocando al cielo. Era, claro, la edad de las cámaras analógicas, cuando hacías la foto y había que esperar a que se acabase el carrete para revelarlas. Hoy, eso es ya imposible de hacer.
 
Refugiado rebuznó:
Otra putada que hacía y ya no puedo hacer: Granada, ciudad turística llena de turistas españoles y extranjeros todo el año. ¿A quién no le han pedido alguna vez hacer una foto a una pareja o grupo de personas? Cuando me lo pedían los turistas, y a sabiendas que nunca más los iba a volver a ver, les hacía la foto sin que se les viera la cabeza, o solo de los pies, o enfocando al cielo. Era, claro, la edad de las cámaras analógicas, cuando hacías la foto y había que esperar a que se acabase el carrete para revelarlas. Hoy, eso es ya imposible de hacer.

Algo parecido hacía yo cuando vivía en El Escorial. Teníamos que atravesar toda la fachada principal del edificio por la mañana y a mediodía, para ir y volver de clase. Por las mañanas casi nunca, pero a mediodía siempre había grupos haciendo fotos a la fachada y nosotros les decíamos a los chinos/japoneses con signos "haced, haced la foto, que nosotros no vamos a pasar". Lógicamente lo que hacíamos era pasar, pero todos en grupo y saltando para joder la mayor parte de la foto, más salaos que éramos.
 
Perrino Chico rebuznó:
Algo parecido hacía yo cuando vivía en El Escorial. Teníamos que atravesar toda la fachada principal del edificio por la mañana y a mediodía, para ir y volver de clase. Por las mañanas casi nunca, pero a mediodía siempre había grupos haciendo fotos a la fachada y nosotros les decíamos a los chinos/japoneses con signos "haced, haced la foto, que nosotros no vamos a pasar". Lógicamente lo que hacíamos era pasar, pero todos en grupo y saltando para joder la mayor parte de la foto, más salaos que éramos.

Me imagino a Kokillo pasando por allí, señalando al Monasterio y diciendo de modo nostálgico "cuando yo era joven todo esto era campo...".
 
Tiboroski rebuznó:
Me imagino a Kokillo pasando por allí, señalando al Monasterio y diciendo de modo nostálgico "cuando yo era joven todo esto era campo...".

Suyos eran los terrenos donde está ubicada la silla de Felipe II, desde donde veían él y el monarca las obras. Ya era viejo Kokillo entonces.
 
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