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Capitán Hediondo rebuznó:p.d. Si no fuera porque me da verdadero asco tocar a los demás, la profesión de dentista me parece una bendición del cielo. Hurgar en la boca de la gente con instrumentos punzantes, tornos, etc, sabiendo que en el 100% de los casos, o va a sufrir en la consulta, o en el post-consulta me parece una idea deliciosa.
Tankian sabrá de esto más que yo, pero quería comentarte algo que puede hacerte replantear tu futuro profesional.
Mi dentista de toda la vida (estómatologo, según el) decidio años ha ampliar su gabinete y ni corto ni perezoso montó una clínica dental con diversos consultorios adyacentes y contrató una pleyade de dentistas panchitos (con su correspondiente Diploma en papel de pergamino, eso sí).
Ahora se dedica a pasar de habitación en habitación supervisando lo que hacen sus médicopanchitos, enfundado en unos deliciosos guantes de silicona verde pistacho, dando indicaciones, largando reprimendas tanto a pacientes como a sus higienistas, sin tocar ni uno solo de sus clientes.
Un trabajo tal que así, al cual tu seguramente conseguirías realizar aportaciones Mengelianas, te iría que ni pintado.
Think about it.