Los reproches de ETA
De acuerdo con la información que tiene ECD, en el contacto mantenido este viernes los ‘delegados’ de ETA expresaron los ‘motivos’ por los cuales se disponen a perpetrar otro atentado, que tiene como finalidad acogotar al Gobierno y ponerle en situación de debilidad con vistas a más concesiones.
En síntesis, las reivindicaciones de los terroristas se resumen así:
-- A estas alturas, el Gobierno tendría que haber puesto ya en libertad a una treintena de presos etarras. El Ejecutivo ha recibido ya una relación de quiénes se verían afectados por esa medida de gracia.
-- La banda terrorista plantea recibir, de fondos estatales, una cantidad de dinero que le permita atender sus necesidades inmediatas para con los comandos y presos, dado que han visto mermados sus ingresos. Se cifra en los 15 millones de euros.
-- Los etarras creen que la cuestión de Navarra (es decir, el proceso de integración de esa comunidad dentro del País Vasco) va demasiado despacio.
-- Echan en cara al Gobierno de Zapatero que, aunque han logrado presentarse a las elecciones con las siglas de ANV, no han podido concurrir en todos los lugares donde querían.
Conde Pumpido no controla
Otro aspecto que molesta mucho a los etarras, y que echan en cara durante las conversaciones secretas que se están celebrando, es que el Gobierno no da garantías suficientes de que tenga controlado el mundo judicial.
A pesar de gestos llamativos como la libertad de De Juana Chaos, y la legalización parcial de las listas de ANV, en la banda se exige al Ejecutivo que mantenga a raya a los jueces. Por ejemplo, señalan al magistrado Grande Marlaska (que este fin de semana ha abierto una nueva causa a Otegi, por enaltecimiento del terrorismo) como uno de los que está muy activo en contra de ETA y sus entornos.
Los interlocutores con el Gobierno se quejan de que, en concreto, el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, no domine completamente a jueces y fiscales, singularmente en la Audiencia Nacional, pero no solo allí.