A mí me gustan las yonkis que veo por la carretera andando sin rumbo, son unos adefesios tísicos y con la cara chupada. Con mucha roña y el sida, pero pienso: ¿si ahora mismo para y cojo a este despojo humano y le obligo a que me la chupe qué va a pasar? Nada, solo es una puta de mierda.
Esta idea me ronda la cabeza y me dan ganas de follarme por la fuerza a una de estas guarras que las tiene que oler el chocho a hepatitis, pero el morbo es el morbo.
Y luego otra cosa que tampoco me importaría es que una mujer en la flor de la vida, los 13 años o quizás ya los 14, de esas que son perfectas, me orinase encima. Porque me imagino que de sus virginales orificios saldrá un líquido calentito y espumoso por la fuerza del chorro, ya sabéis que a igual volumen pero menor sección aumenta la velocidad, principio básico de hidrodinámica. Pues ese chorro de color oro me gustaría que rociase mi rostro, y empaparme con el calor de sus entrañas, y sentirla al natural, en todo su esplendor, sin mascaras culturales ni nada. Sentir la virginidad de una ninfa en mi cuerpo a través de su orina. Eso me encantaría.
¿Sabéis dónde se alquilan vírgenes por horas para estos menesteres? Gracias.