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Clásico
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- 29 May 2009
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pioneer rebuznó:Hoy mismo, escuchando la radio, me he sorprendido escuchando una tertulia donde hablaban de la deriva del lenguaje, en concreto de la lengua española. Pues bien, ha habido un hombre, muy centrado, que decia que la unidad de la lengua se estaba perdiendo, que no solo el lenguaje sms, si no que la dispersion de hablas en distintas partes del globo hacian que el castellano ya no fuera un nexo comun, puesto que un peruano o un chileno podian hoy hacer una serie de frases completas sin que un castellano hablante supiera que significaban esas palabras.
Esto, que es de perogrullo, fue discutido vehementemente por una de las contertulias. Eso no era disgregacion, no habia perdida de unidad de la lengua era por el contrario "riqueza" (manda cojones) y a su vez tambien señalaban que el lenguaje sms no era una degradacion, si no una evolucion del español (tocate las narices)
Lo que no esta en la lengua no puede ser pensado, ya lo decían los clásicos:
Neolengua - Wikipedia, la enciclopedia libre
La neolengua y el mundo real La idea de neolengua como forma de hablar para controlar y definir el pensamiento de la población con intereses políticos ha sido y sigue siendo un tema de actualidad y de interés moral. De hecho, se dice que Orwell tomó como modelo para su neolengua el lenguaje utilizado por la propaganda totalitaria nazi y soviética del momento y tan sólo tuvo que imaginar cuál podría ser la tendencia de este uso político del idioma. Un documento ilustrativo al respecto sería el libro de Victor Klemperer LTI: la Lengua del Tercer Reich.
Muchas personas ven en el lenguaje políticamente correcto un ejemplo claro de neolengua en el mundo real. Por ejemplo, en Brasil hubo bastante polémica cuando el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva propuso una lista de "palabras prohibidas" en política. Por otra parte, Noam Chomsky ha hablado en varias ocasiones de cómo el lenguaje utilizado por el Gobierno de los Estados Unidos conduce a situaciones idénticas a los fines que persigue la neolengua de Orwell, haciendo que en numerosas ocasiones sea imposible exponer puntos de vista opuestos a la política estadounidense.[1]