Siempre he sido un tipo sobrio, clásico, chapado a la antigua. Un tipo sepia incluso. Sin embargo me siento a gusto, me favorecen las camisas, mi culo rellena los pantalones de pinzas como pocos y presumo de no llevar pulsera o colgante alguno que ponga en duda mi varonil presencia.
Todo eso al menos hasta que llega el verano, cuando, siempre con una moderación, me desmeleno. Camisetas de colores llenan mis días, incluso con serigrafías y mensajes que rozan la estética homosexual, conservando un mínimo de decencia. Evito por ejemplo el color rosa, tan de moda ahora entre los jóvenes. Ante todo busco comodidad, no seguir moda alguna. Por ejemplo, detesto el pelito de moda de los días presentes, esa melena lustrosa que muchos lucen en su nuca aún teniendo el resto de la cabellera repasada al 2. Hoy de hecho me corté el pelo y estoy considerablemete bueno. No me gustan tampoco las chanclas de dedo, que destruyen la poco noble zona entre los deos y convierten una larga caminata en una Pasión de Mel. Para estar guapa no hay que sufrir tanto, pienso yo.
Sin embargo existe algo, que si bien implica estar a la última, yo uso cada día sin esa pretensión, alejándome de esa corriente metromaricona, simplemente por su enorme comodidad. Sí queridos, hablo de las esparteñas.
Si bien hace unos años usarlas implicaba bien venir de la huerta bien tener más de 60 años y venir del ambulatorio de buena mañana, a día de hoy, al menos en mi comunidad y aledaños, implica ser molón.
Por norma han de llevarse en chancleta, es decir, pisando la tela del talón (se valorará como mas molón todavía el rebosar mugre por esa zona), de tal manera, que los emprerarios, avispados ellos, este año las han lanzado al mercado destalonadas, obteniendo un sonado fracaso, puesto que como comentaba, el detalle gocho de llevarlas guarras y repisoteadas en su parte trasera añade un punto cool.
Lo habitual, si eres un auténtico chico o chica Pull&Bear es que las tengas de mil colores, conjuntándolas de este modo con la clásica y no menos de moda camiseta de United Colors of Benneton. Yo sin embargo, como ya dije, las uso por pura comodidad (como su nombre indica su suela es de un esparto muy confortable y ergonómico) y por su ventilación, detalle importante éste, que implica poder descalzarte en milisegundos y con ello tocarte placenteramente los pieses reposando en la terraza de un bar.
La moda avanza inexorablemente y ahora, si eres el más maricón de la pandilla puedes llevar una de cada color y adornalas con chapas del Che o de Cálico Electronico. La cosa es molar amigos.
Entre 3 y 6 euros valen, por cierto.
P.D: A poco que uno lea el post se da cuenta que el hilo con el que pretendía coser un relato desde el principio se ha perdido en algún momento de tal manera que el único sentido que ahora puedo encontarle a la disertación es el de escribir la palabra "esparteña", que creo que jamás había hecho.
Esparteña, sí, suena bien.
Posiblemente a lo largo del hilo haya también insertado algún mensaje que no venía a cuento, pero que necesitaba comunicaros.
Todo eso al menos hasta que llega el verano, cuando, siempre con una moderación, me desmeleno. Camisetas de colores llenan mis días, incluso con serigrafías y mensajes que rozan la estética homosexual, conservando un mínimo de decencia. Evito por ejemplo el color rosa, tan de moda ahora entre los jóvenes. Ante todo busco comodidad, no seguir moda alguna. Por ejemplo, detesto el pelito de moda de los días presentes, esa melena lustrosa que muchos lucen en su nuca aún teniendo el resto de la cabellera repasada al 2. Hoy de hecho me corté el pelo y estoy considerablemete bueno. No me gustan tampoco las chanclas de dedo, que destruyen la poco noble zona entre los deos y convierten una larga caminata en una Pasión de Mel. Para estar guapa no hay que sufrir tanto, pienso yo.
Sin embargo existe algo, que si bien implica estar a la última, yo uso cada día sin esa pretensión, alejándome de esa corriente metromaricona, simplemente por su enorme comodidad. Sí queridos, hablo de las esparteñas.

Si bien hace unos años usarlas implicaba bien venir de la huerta bien tener más de 60 años y venir del ambulatorio de buena mañana, a día de hoy, al menos en mi comunidad y aledaños, implica ser molón.
Por norma han de llevarse en chancleta, es decir, pisando la tela del talón (se valorará como mas molón todavía el rebosar mugre por esa zona), de tal manera, que los emprerarios, avispados ellos, este año las han lanzado al mercado destalonadas, obteniendo un sonado fracaso, puesto que como comentaba, el detalle gocho de llevarlas guarras y repisoteadas en su parte trasera añade un punto cool.
Lo habitual, si eres un auténtico chico o chica Pull&Bear es que las tengas de mil colores, conjuntándolas de este modo con la clásica y no menos de moda camiseta de United Colors of Benneton. Yo sin embargo, como ya dije, las uso por pura comodidad (como su nombre indica su suela es de un esparto muy confortable y ergonómico) y por su ventilación, detalle importante éste, que implica poder descalzarte en milisegundos y con ello tocarte placenteramente los pieses reposando en la terraza de un bar.
La moda avanza inexorablemente y ahora, si eres el más maricón de la pandilla puedes llevar una de cada color y adornalas con chapas del Che o de Cálico Electronico. La cosa es molar amigos.
Entre 3 y 6 euros valen, por cierto.
P.D: A poco que uno lea el post se da cuenta que el hilo con el que pretendía coser un relato desde el principio se ha perdido en algún momento de tal manera que el único sentido que ahora puedo encontarle a la disertación es el de escribir la palabra "esparteña", que creo que jamás había hecho.
Esparteña, sí, suena bien.

Posiblemente a lo largo del hilo haya también insertado algún mensaje que no venía a cuento, pero que necesitaba comunicaros.