IRON MAIDEN – “A Matter Of Life And Death” - 2006
Saludos a los maidenbelievers:
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Volvemos de nuevo!!!!, sin pausa ni descanso y con toda premura (
@Pionono cómeme los huevos) con el decimocuarto disco de los británicos. Un trabajo que supuso un antes y un después tanto en estilo como en sonido.
No es un disco para iniciados, ni en la banda ni en el estilo. No es un trabajo fácil de digerir, no tiene temas con pegada (aunque “The Reincarnation Of Benjamin Breeg” me parece una puta maravilla), ni estribillos comerciales. No es un disco progresivo, pero es un trabajo complejo donde la duración media de los temas es de 7 minutos.
En esta época la banda estaba totalmente asentada tras su resurgir con “Brave New World”: misma formación por tercer disco consecutivo, banda global (con fanáticos en países de mierda como India y derivados) y con un estatus de leyenda absoluta que ya traspasaba el estilo.
La portada del álbum fue creada por un teal Tim Bradstreet, un artista relacionado con el cómic en USA. No está mal, pero se nota demasiado el ordenador y eso de meter esqueletos caminando es un poco gñé.
En la gira de conciertos, en algunas fechas de USA, Japón y en Europa se tocó el álbum entero, para delicia del que suscribe y de algunos pocos, y para desespero del subnormal random que quiere escuchar lo mismo de siempre una y otra vez.
La lírica está muy basada en dos temas centrales sin ser un álbum conceptual: la guerra y la religión. Y si alguno de vosotros, hijos de puta, me preguntara mi opinión sincera sobre el disco, tendría muchos problemas. Es un trabajo que en su momento viví con ilusión, sabiendo que, al cabo de varias escuchas, sería una puta obra de arte. De esos trabajos que no se pueden catar en unas primeras escuchas, que necesitan tiempo y reposo, sacrificio y perseverancia. Con la perspectiva del tiempo, creo que el disco es alucinante, pero es innegable que tiene algunos altibajos importantes, tiene un minutaje excesivo, y entiendo que para algunos no iniciados puede tener algunos momentos de tedio que le hacen bajar enteros. Pero es un disco para escuchar tranquilamente y quizás a pedazos.
La producción de Kevin Shirley tampoco ayuda. El gordo ya estaba asentado tras los controles y la banda se dejaba hacer. Respecto a su trabajo en “Brave New World” y “Dance Of Death” no tengo queja alguna, pero aquí empieza a tocar los cojones. Me falta pegada, me falta alguna vuelta más a algunos temas y más trabajo en algunos riffs. Como ya he explicado alguna vez, no se puede comparar con Martin Birch, el cual tenía cojones para decirles a Harris and cia lo que estaba mal y lo que estaba bien.
Ojo a este dato, la grabación fue realizada con todos los músicos tocando a la vez, cada uno en su puta cabina individual, creando una sensación de directo que se palpa en el resultado final.
Para aquellos que adoramos “X Factor”, este trabajo tiene muchas cosas en común. Hay una cantidad de matices y movidas que hacen compleja su digestión. Evidentemente, siempre saldrán aquellos que dicen como monos que esto es “más de lo mismo”; subnormales. Esto no es más de lo mismo, es un salto al vacío y una vuelta de tuerca de una banda que no quiso estancarse en su propia leyenda. La banda creyó ciegamente en este trabajo, pero se dieron cuenta, o al menos es la sensación que tengo, que era demasiado para el público medio de MAIDEN.
Pero hijos de perra, ya que estamos aquí, vamos a ver que tal están las coplas de este plástico:
Abre
“Different World”. El primer tema de MAIDEN suele ser un tiro, tema corto, directo y al pie. Y aquí no iba a ser menos, aunque quede un poco extraño dentro del mismo. Es un tema de Smith y Harris (Harris es co-autor en todos los temas del disco y uno de los más emblemáticos es obra suya de manera individual: “For The Greater Good Of God”). Directo, pegadizo dentro de los parámetros de IM, lleno de fuerza y pegada. Buena estrofa, pero el puente tiene una magia especial… es difícil escuchar a Bruce cantar de esa forma tan grave. En contraposición, en el estribillo sube a cotas de la puta hostia. Curioso es como tras el estribillo vuelven a empalmar con el puente. Aquí ya vemos como el bajo de Harris atruena en primer plano al mismo nivel que las rítmicas. Armonía doblada, luego triplicada (escuchadlo con cascos) antes del solo, sin más, aquizás a Smith se le puede pedir algo más, pero aquí fue directo y al grano. Temazo.
“These Colours Don’t Run” de Smith/Dickinson/Harris, es la siguiente. Tras el alegato a la vida del anterior tema, entramos en un alegato contra la guerra, donde el soldado se pregunta qué cojones hace ahí. El meditativo inicio, escuchadlo bien, ¿podría haber entrado sin problema en “X Factor”? Nicko brilla de forma magistral, le da a los timbales y a los platos como si fuera fácil. En el estribillo Dickinson vuelve a subir de forma inhumana, aunque no me acabe de encajar, queda un poco pegote con la estrofa… aunque en la segunda vuelta entran teclados ambientales que le dan un aire más épico. Parte instrumental sacada de alguna sobra de “X Factor”, no tengo duda, esa caja, esos teclados y esos delicados punteos lo dejan claro. Me mola mucho el ritmo acompasado de Nicko dando caña con el bombo y Harris con el bajo mientras los hachas atacan con los solos. Repito, uno tiene la sensación de que en cualquier momento va a salir el bueno Blaze Bayley por ahí.
Llegamos a uno de los momentos álgidos del trabajo,
“Brighter Than A Thousand Suns” y sus casi 9 minutos, compuesta de nuevo por Smith/Dickinson/Harris. Su inicio es casi como una nana. Este tema tiene tintes progresivos, en algunas partes de la estrofa Dickinson entra tarde (evidentemente, hecho adrede), y me alucina la forma en que tiene de acabar las palabras al final de cada verso. El riff es pesado, denso, duro… si tuviera un tempo menor hubiera podido firmarlo el mismísimo Iomi. Dickinson está increíble, nuevamente interpreta, no canta. Entran los solos, escuchad el delicado riff de fondo en la primera parte, casi imperceptible, joder, es genial a la par que sencillo. El tema se acelera y Bruce se desgañita. El tema en sí mismo es una suite dividida en tres partes bien diferenciadas que siempre van a desembocar al riff principal que es el que une el tema. Es una puta genialidad. Tiene tantos matices, destellos y cambios que es complejo entenderlo. Intentadlo por lo menos.
“The Pilgrim” podría estar en “Fear Of The Dark”. Compuesta por Gers/Harris. Se nota la mano de Gers. Armonía inicial muy guapa, tema veloz, trepidante, buena estrofa, buen puente, y estribillo algo a medias. Las melodías tienen un aire arabesco bastante evidente. Creo que al tema se le podría dar una vuelta más, a nivel instrumental está muy bien, pero a nivel de melodías vocales flojea bastante. El riff inicial, si soy el productor le digo a Bruce que lo siga con una melodía similar, y lo convierto en un temazo, Shirley hijo de puta. El final con la armonía del inicio es un pegote que no tiene nombre.
“The Longest Day”… Smith/Dickinson/Harris componen otro tema largo de casi 8 minutos. Bajo de Harris en primera línea, riff delicado, y entra Bruce susurrando. Subiendo poco a poco, creando un estado de tensión, de nerviosismo, Nicko ataca con timbales, y entra el estribillo. El inicio es genial. El estribillo nada tiene que ver con la estrofa, tiene un aire más “alegre” y optimista (partiendo de la base de que el tema habla del día D y de los sentimientos que tenían los soldados antes de desembarcar). Escuchad a Nicko en el estribillo, creo que este trabajo es donde mejor brilla, y pienso sinceramente que su labor como baterista nunca ha sido ponderada de forma justa. Es una puta máquina. La parte instrumental es muy potente, muy épica, Nicko y sus redobles de caja le dan entrada a un riff muy DREAM THEATER. Primer solo cristalino de Smith, armonía épica marca de la casa a lo “The Clansman”, y segundo solo de Murray de tintes clásicos para volver al estribillo. Este es uno de esos temas que cuando lo escuchas por primera vez piensas qué mierda es, y al cabo de los años te deja con el culo torcido.
“Out Of The Shadows” de Dickinson y Harris. Tema que podría… (si, no puedo evitar colocar cada canción en algún disco del pasado) haber entrado en algún trabajo en solitario de Bruce (“Accident Of Birth” por ejemplo). El tema es una balada semi-acústica. En su carrera en solitario, con algunos discos (los últimos tres), absolutamente imprescindibles, Bruce desnuda más su voz, cantando de forma más natural, sin forzar en subidas y bajadas, y eso se puede apreciar en este copla. Es un tema sin muchas pretensiones, donde destaca el solo bastante bluesero de Smith.
Llegamos a la obra cumbre del trabajo:
“The Reincarnation Of Benjamin Breed”. Comentar que este tema, se sacó como single un mes antes de la salida del disco, y alrededor de Benjamin Breed se creó una leyenda, sobre si era una persona real que desapareció hace años, o si era inventado. El caso es que se abrieron muchas web intentando dar con el paradero de Benjamin Breed y aclarar un poco su desaparición y dónde fue a parar. ¿Fue algo creado por la discográfica, por la banda o por los fans? El caso es que, en la portada del single, Eddie está excavando una tumba donde en su epitafio pone “Aquí yace un hombre de quien poco se sabe”. Nunca se sabrá. El caso es que este tema de Murray y Harris es una puta amez, y no puedo entender como se ha dejado de interpretar en directo en todas sus giras (solo se mantiene, de este álbum, “For The Greater Good Of God” en algunas giras puntuales). Inicio bello de arpegios y bajo y una delicada melodía de Bruce para dar entrada a la vida de este misterioso hombre. Riff antológico, Bruce épico, un medio tiempo sostenido con pinzas, con esa tensión que solo ellos son capaces de crear. Hijos de mil perras, que puta amez. El estribillo discurre de forma natural, es un empalme polla coño de toda la vida. Segunda vuelta, y Bruce dota de más épica y rabia su interpretación, pero es que la parte instrumental es un despolle. Riff machacón, un Heavy Metal de toda la vida, armonía doblada marca de la casa y sucesivos solos entre los tres guitarras. En este caso, más, es más. En este tema hay mucha clase, mucha elegancia y mucho saber estar. Son los Maiden. A callar todos. Esto es un clásico moderno.
Otro momento cumbre,
“For The Greater Good Of God”, el típico tema de Harris de más de 9 minutos que desde “Powerslave” y su “Rime Of The Ancient Mariner” mete en todos los discos. Bueno, qué decir, es otro temarral que vale la pena disgregar con meticulosidad y escuchar con devoción y pleitesía. Como viene siendo habitual el tema va creciendo desde un delicado riff acompañado con un bajo acústico y la melodía dramática y llena de tristeza de Bruce… nuevamente interpreta en lugar de cantar. La estrofa sigue con toda la banda y acelerando el tempo. Smith va dibujando melodías, y entra el puente, ultra épico, emocionante, con un Bruce pletórico; vuelta a la estrofa y al puente, y colapso total en el estribillo. Recuerdo que la primera vez que lo escuché ya se quedó a vivir en mi cabeza. En la parte instrumental tienen mucha prevalencia los teclados que se acompasan con el riff, armonía veloz y sobre ella cabalga solo de Gers, caótico y visceral. Nuevo riff, nuevo solo con algo de wah wah a cargo de Smith; cambio de tesitura y el solo desbocado de Murray, armonía y locura instrumental desembocando todos en la típica melodía doblada de guitarras coreable y con corrida en la cara de tu puta madre. No se puede sacar más jugo joder. Eso yes, la entrada del puente tras la parte instrumental me parece muy brusca, Sherley me cago en tus muertos. 9 minutos que se pasan volando, por algo será.
“Lord Of Light” de Smith/Dickinson/Harris (estos tres firman 4 de los 10 temas del album). El tema empieza con un Bruce casi sollozando, al igual que el riff de guitarra, suena apagado, susurrante. Golpe de caja y la melodía se convierte en un grito desesperado de Bruce. No es nuevo esta forma de empezar, es más, la usan demasiado, pero siempre es efectiva. Brutal la armonía tras la primera estrofa, que tras su segunda repetición da paso al estribillo con un Bruce más grave en un cambio abrupto y radical… en ese sentido, esta parte del tema me deja un poco a medias. Es una buena estrofa, y no es mal estribillo, pero algo pasa ahí, como si no encajaran, como Ferris con la Adriana Ugarte. La base sobre la que se sustentan los solos (que durante el trabajo ha sido memorable en los demás temas), aquí está un poco a medias. Los solos son algo abstractos y hay piezas que no acaban de encajar del todo hasta el final cuando Murray y Nicko le meten velocidad al tema, ahí es cuando el contraste y la extrañez anterior ha valido la pena.
El disco se cierra con los más de 9 minutos de
“The Legacy”, de Gers y Harris. Su inicio es una nana muy del rollo GENESIS (a Harris siempre le han gustado mucho estos además de JETHRO TULL). Al tema le cuesta arrancar, divaga un poco al inicio hasta que el tema empieza de verdad (pasan más de 3 minutos). Y bueno, el tema no alcanza el nivel exigible de IM. La voz de Bruce en la primera estrofa tiene un eco extraño, supongo que para dar énfasis a lo que relata (una movida extraña de gente que desaparece y luego aparece a tomar por culo por ahí). El estribillo a nivel vocal es una locura de Bruce, una subida cómoda de la puta leche… pero el tema en sí nunca acaba de arrancar del todo, es como si faltara algo. Incluso la parte instrumental a pesar de los solos (ni un pero), se ve un poco deslavazada y en ocasiones fuera de sitio. Como si un batiburrillo de ideas sobrantes se hubiera unido todas para cerrar el trabajo.
Como singles, salieron en 10” transparente y en cd “The Reincarnation Of Benjamin Breeg”, y “Different World”, en multiples ediciones en cd-single y en 7” picture. Ambos eran los temas más accesibles y evidentes como singles.
Tras el disco y la gira, salió un recopilatorio que recogía lo mejor desde el año 1980 al 1980 (su época clásica), y el directo y película “Flight 666”, con su correspondiente DVD, Blu-Ray por primera vez, doble CD, y doble vinilo picture, el cual fue estrenado en cines y bueno, está bien, me sobraba música y me faltaba más reportaje en el documental. Interesante. Es en esa época cuando Bruce cogió los mandos del avión y llevaba al grupo, equipo y banda de un país a otro. Fue allí cuando IRON MAIDEN fue un grupo global, e incluso ellos mismos se dieron cuenta de la repercusión que tenían en países donde hasta hace poco, su música estaba prohibida.
Hagamos balance. Es un buen disco, me gusta saborearlo de forma tranquila cada cierto tiempo, pero no es para escucharlo de un tirón, ni para ponerlo en una fiesta. No en vano, la gira posterior del álbum, tuvo “solo” 60 conciertos desde octubre de 2006 a junio de 2007, muchos menos de lo que nos tenían acostumbrados. Algo que me pasa con este disco y no me pasa con ningún otro, es que si lo escucho del tirón me agota, pero si lo escucho tema a tema, me parece un disco increíble… no sé si lo entendéis o si lo habéis experimentado.
Tras este trabajo, la banda se hizo más global y mundialmente conocida. Internet, la globalización, el foro… you know. La máquina estaba imparable. La devoción y pleitesía hacía la banda por todo el mundo estaba llegando a su máxima expresión. Su éxito en los 80 era una broma comparada con lo que se estaba gestando. Esto podía dar lugar a pensar que la banda podía sacar cualquier cosa y vivir de rentas: nada más lejos de la realidad. “A Matter Of Life And Death” es un reflejo de lo que la banda era y quería en ese momento de su historia. Y quién soy yo, y quién eres tú, para ponerlo en duda.