FlorianSotoPeña
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- 16 Ago 2009
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Buenos días a todos, mis hamados conforeros,
Recientemente he vivido una experiencia que es digna de ser contada aquí, en este subforo donde tienen cabida todas las historias de amores frustrados e historias ridículas que destapan nuestras vergüenzas y miserias. En el caso de la historia que voy a contar a continuación el desarrollo y resultado de la misma es sensiblemente diferente, en la medida que yo debía servir de medio para las ambiciones de una tipa de más allá de los Urales, concretamente a unos 6000 kilómetros de distancia de nuestra muy hamada piel de toro.
Bien, pues yo tengo una cuenta en eDarling desde hace como 8-9 años, y de vez en cuando hago uso de los contactos que he ido cosechando por esa página de contactos para citarme con algunas tipas con resultado bastante dispar, unas veces con cierto "éxito" y cosechando alguna lefada y en otras con el resultado contrario, con auténticos adefesios infrahumanos a las que no tocaría ni con una pértiga, auténticas chifladas con problemas mentales graves, una de ellas tomaba prozac.
Allá va:
En esta ocasión un perfil con muy pocos datos me contactó con mucho interés, éste correspondía a una rusa bastante fea, con una quijada considerable, bastante masculina, ojos pequeños, gafas y un pelazo considerable, así como de estilo post-soviético, como apelmazado y cara de síndrome de down. En cuanto a la descripción que agregaba al perfil había muy poca información, y supuestamente vivía en Torrevieja (Alicante), era soltera y no tenía hijos. Me contactó enviándome una sonrisa primero y después me envió un mensaje larguísimo donde me decía que quería conocerme y que estaba muy interesada por mi perfil. Yo estoy acostumbrado a citarme con frecuencia con muchas jambas por redes sociales, y independientemente del físico siempre trato de mantener un mínimo contacto con la tipa en cuestión para sondear como es, sus intereses y si puede aportarme más datos sobre ella. En este caso, la rusa me dio su whatsapp, y yo la agregué como he hecho con otras tantas. La sorpresa vino cuando al agregarla y comenzar a hablar un poco más en profundidad resulta que no vivía en Torrevieja (Alicante), sino en una ciudad llamada Tiumén, en la Siberia occidental, y había estado casada y tenía dos desechos genéticos, algo que no decía en su perfil, donde la información era escasa, y en lo poco que decía mintió. Pese al engaño decidí seguir hablando con esta tipa porque me resultaba muy exótico mantener un contacto con alguien que vivía tan lejos aunque ya me empecé a oler el percal.
Cuando empezamos a hablar estaba claro que ella buscaba conquistarme de alguna manera, y trataba de adherirse a todas las opiniones que yo vertía en nuestras conversaciones, incluso buscaba paralelismos entre su vida y la mía, me habló de su infancia, de su matrimonio y no mucho de sus dos desechos genéticos, las cuales parecían no interesarle demasiado como me enteré poco después. Esta sujeta me escribía "cartas", como ella decía, que eran correos electrónicos donde me hablaba de amor y cuestiones de tipo romántico que yo le inspiraba y que a mi me importaban una soberana hez. Al cabo de 4-5 días, viendo el cariz que estaban tomando las cosas, y que ella se estaba ilusionando en exceso le dije que no quería nada con ella y que si quería una relación de amistad vía whatsapp yo no tenía inconveniente. En principio ella reaccionó como si yo le hubiera traicionado, y me dijo que yo le había hecho sentir cosas que ningún otro hombre (su marido) le había hecho sentir nunca. La cuestión es que yo tuve una escasa implicación en sus expresiones de amor apasionado que reflejaba en sus escritos, y como no me gustaba ni sentía ningún tipo de atracción me mostraba solamente amable, sin más, ante lo que pudiera decirme. Pocos días antes de que rechazase cualquier relación con la tipa ella misma borró su perfil de eDarling, supongo que porque creía que había encontrado lo que buscaba.
Durante el contacto me llamó la atención que hablase tan bien el castellano, que según ella llevaba aprendiendo un mes, pero lo escribía con tildes y aunque tenía algunos errores de sintaxis parecía bastante correcto. Al fijarme más en profundidad me di cuenta de que estaba utilizando un traductor y que no sabía gran cosa de nuestra lengua patria, lo cual cuadraba con el ansía que mostraba la tipa por seducirme y las necesidad de encontrar a un hombre que la sacase de su país solucionándole el tema económico. Ella defendía ser periodista y tener un salario no muy alto, pero sin demasiadas necesidades materiales. Después de que acordásemos tener solo una relación de amistad yo esperaba que su asedio vía whatsapp fuese bastante menor, y que no me molestase demasiado. Aunque los primeros días se calmó un poco volvió a la carga poco después, y después de conversar sobre algunas cosas triviales comenzó a hablar de forma obsesiva y monotemática sobre la idea de trasladarse a España e iniciar una nueva vida en España, que es lo que se proponía desde que se registró en eDarling. Empezó a hablar de los hombres españoles, de como eran, y de si les interesaban las mujeres extranjeras, de las posibilidades laborales en España y otras tantas cosas. Aquí decidí empezar a trolear a la subnormal esta, porque su conversación se volvió bastante desagradable, diciendo bastantes gilipolleces sobre realidades que eran ajenas por completo a España y su situación. La tipa creía que en España los hombres estábamos desesperados por encontrar a extranjeras y que aquí se ataban los perros con longaniza y esto era el paraíso. Llegados a este punto, decidí seguirle un poco el juego y le conté que yo tenía mucho dinero y que tenía varios negocios (en realidad tengo uno) para incrementar su interés en mi persona. Ella pensó que pese a que inicialmente le hubiese dicho que no quería ningún tipo de relación erótico-festiva aún era posible que cambiase de opinión.
Habría muchas cosas que podría contar respecto a las conversaciones, y de las muchas subnormalidades que decía, pero entonces podría llenar páginas y páginas. Al parecer no tenía ningún contacto en España y yo era la única persona con la que contaba aquí cuando hiciera su hipotético viaje, para el cual ya había comprado los billetes pidiendo un préstamo y bajo la falsa idea, que en ningún momento pronuncié, de que la iba a alojar en mi casa, y esto después de varias semanas de conversación, sin conocernos físicamente ni prácticamente de nada. A sus hijos los iba a dejar unos años con su abuela, hasta que ella decidiese traerlos a España para que yo los alimentara. Lo gracioso del asunto es que buscaba que yo me pronunciase sobre el asunto y me escribió el siguiente mensaje:
"Probablemente sepa acerca de la existencia de un sitio como CouchSurfing, donde las personas ofrecen a los extranjeros que viajan a vivir en sus casas de forma gratuita durante sus viajes a diferentes países. Recuerda, te dije que iba a ir a España (probablemente será a principios de julio), encontré hombres españoles en este sitio que están listos para recibir extranjeros. La mayoría de los españoles son hombres. Sinceramente, esta será la primera experiencia para mí y para mí un poco de miedo. ¿Crees que existe el riesgo de que los hombres españoles puedan cometer actos sexuales contra mujeres extranjeras? ¿Qué te parece?"
Mi respuesta fue brutal, y le vine a decir que a los españoles nos gustan las mujeres guapas, y que con las mujeres extranjeras solamente van los hombres mayores que acostumbran a recurrir al sexo de pago o que tenían algo de dinero, y que los hombres jóvenes españoles preferíamos a mujeres españolas porque pese a todas sus imperfecciones nos entendíamos mejor con ellas. De modo que no tenía motivo para preocuparse. A esto añadí que las personas que vienen a hacer turismo a España, y en este caso las mujeres, iban a hoteles o albergues, pero que en ningún caso terminaban en "casas de hombres", que eso parecía más una compraventa de servicios sexuales que otra cosa. Como vi que no respondía le añadí a todo esto que ella buscaba un hombre a toda costa para venir a España y en cualquier condición, como fuese. Me respondió que lamentaba que tuviera esa opinión de mi y que en relación a mi persona buscaba solo un "intercambio cultural amistoso". A todo esto, y volviéndola a descolocar le dije que no pensaba alojarla en mi casa, que en mi hogar entraban mi familia, hamijos y mujeres que fuesen de mi gusto, y que a ella no la conocía de nada, de unas pocas semanas y que si ese era su plan que se fuese olvidando. Después de asimilar mis brutales respuestas el orco siberiano se puso a la defensiva y me dijo que en ningún momento había pretendido que yo le diera alojamiento, cuando incluso había venido buscando una afirmación clara en ese sentido por mi parte e incluso que le buscase algún trabajo de niñera, todo a través de indirectas. Además de esto se lamentó de que ella "no significase nada para mi", a lo cual le dije, dándole la razón en eso, le dije que ya le había rechazado los primeros días, y que no significaba nada para mi porque no la conocía ni era mi familia ni pretendía nada con ella. Finalmente la tipa se quedó abatida y yo decidí cortar por lo sano con un "Hasta nunca. Suerte".
Puede que a algunos os parezca cruel mi comportamiento, pero ya está bien de golfas que quieren apuntarse a la fiesta de venir a España para que los calzonazos, pagafantas e infradotados fálicamente les resuelvan la vida y estas tipas puedan vivir del cuento el resto de su vida. Y en cualquier caso aquellas que lo hagan que estén buenas, que sean atractivas o que tengan un físico decente, y no como en este caso, una cuerpoescombro, un saco de huesos, con cara de síndrome de down, que se cree que los españoles estamos deseando follarnos cualquier despojo que nos venga de cualquier lado. Al final, después de dejarla con su billete a España comprado y sin ningún contacto aquí he sentido una gran satisfacción interior, e incluso les he contado la historia entre risas y chanzas varias a unos hamijos en la terraza de un bar.
¿Qué os parece mi historia de mierda?
Recientemente he vivido una experiencia que es digna de ser contada aquí, en este subforo donde tienen cabida todas las historias de amores frustrados e historias ridículas que destapan nuestras vergüenzas y miserias. En el caso de la historia que voy a contar a continuación el desarrollo y resultado de la misma es sensiblemente diferente, en la medida que yo debía servir de medio para las ambiciones de una tipa de más allá de los Urales, concretamente a unos 6000 kilómetros de distancia de nuestra muy hamada piel de toro.
Bien, pues yo tengo una cuenta en eDarling desde hace como 8-9 años, y de vez en cuando hago uso de los contactos que he ido cosechando por esa página de contactos para citarme con algunas tipas con resultado bastante dispar, unas veces con cierto "éxito" y cosechando alguna lefada y en otras con el resultado contrario, con auténticos adefesios infrahumanos a las que no tocaría ni con una pértiga, auténticas chifladas con problemas mentales graves, una de ellas tomaba prozac.
Allá va:
En esta ocasión un perfil con muy pocos datos me contactó con mucho interés, éste correspondía a una rusa bastante fea, con una quijada considerable, bastante masculina, ojos pequeños, gafas y un pelazo considerable, así como de estilo post-soviético, como apelmazado y cara de síndrome de down. En cuanto a la descripción que agregaba al perfil había muy poca información, y supuestamente vivía en Torrevieja (Alicante), era soltera y no tenía hijos. Me contactó enviándome una sonrisa primero y después me envió un mensaje larguísimo donde me decía que quería conocerme y que estaba muy interesada por mi perfil. Yo estoy acostumbrado a citarme con frecuencia con muchas jambas por redes sociales, y independientemente del físico siempre trato de mantener un mínimo contacto con la tipa en cuestión para sondear como es, sus intereses y si puede aportarme más datos sobre ella. En este caso, la rusa me dio su whatsapp, y yo la agregué como he hecho con otras tantas. La sorpresa vino cuando al agregarla y comenzar a hablar un poco más en profundidad resulta que no vivía en Torrevieja (Alicante), sino en una ciudad llamada Tiumén, en la Siberia occidental, y había estado casada y tenía dos desechos genéticos, algo que no decía en su perfil, donde la información era escasa, y en lo poco que decía mintió. Pese al engaño decidí seguir hablando con esta tipa porque me resultaba muy exótico mantener un contacto con alguien que vivía tan lejos aunque ya me empecé a oler el percal.
Cuando empezamos a hablar estaba claro que ella buscaba conquistarme de alguna manera, y trataba de adherirse a todas las opiniones que yo vertía en nuestras conversaciones, incluso buscaba paralelismos entre su vida y la mía, me habló de su infancia, de su matrimonio y no mucho de sus dos desechos genéticos, las cuales parecían no interesarle demasiado como me enteré poco después. Esta sujeta me escribía "cartas", como ella decía, que eran correos electrónicos donde me hablaba de amor y cuestiones de tipo romántico que yo le inspiraba y que a mi me importaban una soberana hez. Al cabo de 4-5 días, viendo el cariz que estaban tomando las cosas, y que ella se estaba ilusionando en exceso le dije que no quería nada con ella y que si quería una relación de amistad vía whatsapp yo no tenía inconveniente. En principio ella reaccionó como si yo le hubiera traicionado, y me dijo que yo le había hecho sentir cosas que ningún otro hombre (su marido) le había hecho sentir nunca. La cuestión es que yo tuve una escasa implicación en sus expresiones de amor apasionado que reflejaba en sus escritos, y como no me gustaba ni sentía ningún tipo de atracción me mostraba solamente amable, sin más, ante lo que pudiera decirme. Pocos días antes de que rechazase cualquier relación con la tipa ella misma borró su perfil de eDarling, supongo que porque creía que había encontrado lo que buscaba.
Durante el contacto me llamó la atención que hablase tan bien el castellano, que según ella llevaba aprendiendo un mes, pero lo escribía con tildes y aunque tenía algunos errores de sintaxis parecía bastante correcto. Al fijarme más en profundidad me di cuenta de que estaba utilizando un traductor y que no sabía gran cosa de nuestra lengua patria, lo cual cuadraba con el ansía que mostraba la tipa por seducirme y las necesidad de encontrar a un hombre que la sacase de su país solucionándole el tema económico. Ella defendía ser periodista y tener un salario no muy alto, pero sin demasiadas necesidades materiales. Después de que acordásemos tener solo una relación de amistad yo esperaba que su asedio vía whatsapp fuese bastante menor, y que no me molestase demasiado. Aunque los primeros días se calmó un poco volvió a la carga poco después, y después de conversar sobre algunas cosas triviales comenzó a hablar de forma obsesiva y monotemática sobre la idea de trasladarse a España e iniciar una nueva vida en España, que es lo que se proponía desde que se registró en eDarling. Empezó a hablar de los hombres españoles, de como eran, y de si les interesaban las mujeres extranjeras, de las posibilidades laborales en España y otras tantas cosas. Aquí decidí empezar a trolear a la subnormal esta, porque su conversación se volvió bastante desagradable, diciendo bastantes gilipolleces sobre realidades que eran ajenas por completo a España y su situación. La tipa creía que en España los hombres estábamos desesperados por encontrar a extranjeras y que aquí se ataban los perros con longaniza y esto era el paraíso. Llegados a este punto, decidí seguirle un poco el juego y le conté que yo tenía mucho dinero y que tenía varios negocios (en realidad tengo uno) para incrementar su interés en mi persona. Ella pensó que pese a que inicialmente le hubiese dicho que no quería ningún tipo de relación erótico-festiva aún era posible que cambiase de opinión.
Habría muchas cosas que podría contar respecto a las conversaciones, y de las muchas subnormalidades que decía, pero entonces podría llenar páginas y páginas. Al parecer no tenía ningún contacto en España y yo era la única persona con la que contaba aquí cuando hiciera su hipotético viaje, para el cual ya había comprado los billetes pidiendo un préstamo y bajo la falsa idea, que en ningún momento pronuncié, de que la iba a alojar en mi casa, y esto después de varias semanas de conversación, sin conocernos físicamente ni prácticamente de nada. A sus hijos los iba a dejar unos años con su abuela, hasta que ella decidiese traerlos a España para que yo los alimentara. Lo gracioso del asunto es que buscaba que yo me pronunciase sobre el asunto y me escribió el siguiente mensaje:
"Probablemente sepa acerca de la existencia de un sitio como CouchSurfing, donde las personas ofrecen a los extranjeros que viajan a vivir en sus casas de forma gratuita durante sus viajes a diferentes países. Recuerda, te dije que iba a ir a España (probablemente será a principios de julio), encontré hombres españoles en este sitio que están listos para recibir extranjeros. La mayoría de los españoles son hombres. Sinceramente, esta será la primera experiencia para mí y para mí un poco de miedo. ¿Crees que existe el riesgo de que los hombres españoles puedan cometer actos sexuales contra mujeres extranjeras? ¿Qué te parece?"
Mi respuesta fue brutal, y le vine a decir que a los españoles nos gustan las mujeres guapas, y que con las mujeres extranjeras solamente van los hombres mayores que acostumbran a recurrir al sexo de pago o que tenían algo de dinero, y que los hombres jóvenes españoles preferíamos a mujeres españolas porque pese a todas sus imperfecciones nos entendíamos mejor con ellas. De modo que no tenía motivo para preocuparse. A esto añadí que las personas que vienen a hacer turismo a España, y en este caso las mujeres, iban a hoteles o albergues, pero que en ningún caso terminaban en "casas de hombres", que eso parecía más una compraventa de servicios sexuales que otra cosa. Como vi que no respondía le añadí a todo esto que ella buscaba un hombre a toda costa para venir a España y en cualquier condición, como fuese. Me respondió que lamentaba que tuviera esa opinión de mi y que en relación a mi persona buscaba solo un "intercambio cultural amistoso". A todo esto, y volviéndola a descolocar le dije que no pensaba alojarla en mi casa, que en mi hogar entraban mi familia, hamijos y mujeres que fuesen de mi gusto, y que a ella no la conocía de nada, de unas pocas semanas y que si ese era su plan que se fuese olvidando. Después de asimilar mis brutales respuestas el orco siberiano se puso a la defensiva y me dijo que en ningún momento había pretendido que yo le diera alojamiento, cuando incluso había venido buscando una afirmación clara en ese sentido por mi parte e incluso que le buscase algún trabajo de niñera, todo a través de indirectas. Además de esto se lamentó de que ella "no significase nada para mi", a lo cual le dije, dándole la razón en eso, le dije que ya le había rechazado los primeros días, y que no significaba nada para mi porque no la conocía ni era mi familia ni pretendía nada con ella. Finalmente la tipa se quedó abatida y yo decidí cortar por lo sano con un "Hasta nunca. Suerte".
Puede que a algunos os parezca cruel mi comportamiento, pero ya está bien de golfas que quieren apuntarse a la fiesta de venir a España para que los calzonazos, pagafantas e infradotados fálicamente les resuelvan la vida y estas tipas puedan vivir del cuento el resto de su vida. Y en cualquier caso aquellas que lo hagan que estén buenas, que sean atractivas o que tengan un físico decente, y no como en este caso, una cuerpoescombro, un saco de huesos, con cara de síndrome de down, que se cree que los españoles estamos deseando follarnos cualquier despojo que nos venga de cualquier lado. Al final, después de dejarla con su billete a España comprado y sin ningún contacto aquí he sentido una gran satisfacción interior, e incluso les he contado la historia entre risas y chanzas varias a unos hamijos en la terraza de un bar.
¿Qué os parece mi historia de mierda?