LA HISTORIA OLVIDADA (catalanes, no hablamos de vosotros, pero podeis opinar tambien)

Benito rebuznó:
Esto lo manifiestan muy bien en varias peliculas, en la que mejor lo hacen es "En tierra hostil".

En resumen, hay gente que le gusta vaguear, otra que le gusta estudiar y conocer, a otros les gusta ingeniar soluciones para la vida diaria... y hay gente que lo que le gusta es la guerra y punto.
Eran otros tiempos y la gente a menudo tenía poca cosa que perder, aparte del pellejo, también esa gente creía en sus ideas hasta el punto de estar dispuestos a luchar y morir por ellas. Así que puestos a morir preferían llevarse por delante a todos lo que pudieran, españolísima costumbre desde tiempos inmemoriales.
Loscojones rebuznó:
Lo de la gente que cuando acabó la guerra civil española cruzó los pirineos para seguir guerreando en la segunda guerra mundial me parece que es de tener los huevos gordos como dos cabezas de enano.Un fulano de esos que comenzará la guerra en el 36 y que después liberara París se tiraría la friolera de casi una década guerreando talibán style.

Respect.
Huevos muchos, valor casi hasta el disparate y sentido común a veces también muy poco. Pero no hacía falta irse allende los Pirineos. Un tío-abuelo mio, al que le pillo la guerra haciendo su segundo año de mili en África, se paseo por frentes muy chungos de la guerra Civil, el y otro mas del pueblo eran los únicos supervivientes de su compañía al entrar en Barcelona. El hombre siguió movilizado hasta por el 45. Se licenció como sargento y cuando volvió al pueblo no lo conocía ni su madre.

Otro del pueblo estuvo en el bando republicano, se alistó en la división azul para lavar el expediente. De camino a Rusia casi lo ejecutan los alemanes por liarse con una de allí. Intentó desertar para pasarse a los rusos pero al final se tuvo que volver y dejó a una rusa con bombo por allí. Total, que al volver pasó a Francia y acabó en la legión extranjera, de allí hizo toda la campaña hasta la liberación de Paris y estuvo alistado con los franceses varios años mas hasta casi el 50.

Uno de ellos que vino de visita una vez contaba que durante años se le hacía raro no matar a alguien cada día, tal cual :face:.
 
Leido. ¡Macanudo hilo!. El Paleto manteniendo el nivel. Sigan, sigan
 
Españoles en la guerra de Vietnam. En 1965 Estados Unidos presionó a Franco para que enviara urgentemente al Mekong a un grupo de médicos militares
EDUARDO MARTÍN DE POZUELO - 09/08/2005 - La Vanguardia​
EL DICTADOR ESCRIBIÓ a Johnson para decirle que simpatizaba con su guerra pero que la tenía perdida política y militarmente

En agosto de 1965 Franco envió una carta al presidente Johnson en la que le manifestaba sus simpatías por la guerra de Estados Unidos en Vietnam. Pero el dictador español también le anunciaba la derrota americana: "Política y militarmente su guerra la tienen perdida debido a que el comunismo social agrada al pueblo vietnamita ya que ofrece más posibilidades que su sistema liberal occidental" sentenció el Caudillo. La carta de Franco finalizaba con unas sorprendentes frases de admiración hacia el líder comunista Ho Chi Minh. Paradójicamente, la pesimista opinión de Franco no fue óbice para que autorizara satisfacer la petición norteamericana de que un contingente de médicos militares españoles acudieran echar una mano en aquella guerra perdida.

El 16 diciembre de 1965 el Secretario de Estado, Dean Rusk, se preparaba para apremiar a Franco. Las Fuerzas Armadas de EE. UU. necesitaban con urgencia total que médicos españoles acudieran a la provincia de Go Cong, en pleno delta del Mekong, donde - calculaban- cubrirían las necesidades sanitarias de 60.000 personas, según se desprende del informe personal y confidencial que le entregaron a Rusk en la fecha indicada. Rusk insistió y finalmente un contingente de médicos y sanitarios militares españoles fueron reclutados para una misión que no se descubriría hasta mucho tiempo después, dando paso a la intensa historia humanitaria de los españoles en Vietnam que La Vanguardia reveló el 11 de enero de 1998.

La respuesta a la urgente petición americana de ayuda se inscribió oficialmente en el marco de los acuerdos entre España y Estados Unidos a través de la Oficina de Asistencia Militar del Mundo Libre (FWMAO, en inglés) y el servicio quedó bautizado como Misión Sanitaria Española de Ayuda al Vietnam del Sur. En total participaron tres equipos. El primero partió en 1966 y regresó a finales del 67. Luego fueron relevados por otro, y éste por un tercero. En total, participaron 30 militares, y la presencia española en Vietnam se prolongó durante dos años, puesto que el segundo y el tercer destacamento sólo permanecieron en el país asiático seis meses. A todos ellos los reclutaron aquí y allá, en secreto. Tanto es así que varios estaban destinados en el desierto del Sáhara y unas horas después se vieron caminando en plena vegetación vietnamita acompañados del continuo tableteo de los helicópteros y del olor a napalm.

Como habían solicitado los mandos militares norteamericanos, el destino de los médicos españoles fue la localidad de Go Cong, en pleno delta del Mekong, a 45 kilómetros al sur de Saigón y a apenas a siete kilómetros de las playas del mar de la China. El local asignado fue un pequeño, deteriorado e insuficiente hospital de 150 camas aproximadamente, en estado semirruinoso y pintado de color amarillo.

Al llegar a Vietnam, los españoles se cuidaron de distinguirse de los estadounidenses. El uniforme que llevaban se lo proporcionaron los norteamericanos, pero enseguida cosieron en ellos las insignias españolas. En el patio del hospital o, tengo ladillas como centollosndeaba la bandera española y procuraban dirigirse a los pacientes en francés y no en inglés. Querían diferenciarse del aparato de guerra y lo con-siguieron. Los vietnamitas les bautizaron tai-ba-nha, que significa precisamente los españoles.Las relaciones con la población civil fueron tan buenas que los habitantes de Go Cong nombraron a uno de los puentes que cruzaban los brazos del delta del Mekong can tai-ba-nha, que significa puente de España.

La misión se alojaba en un edificio colonial francés, en buen estado. Tenían tres asistentas vietnamitas, a las que instruyeron en cocina hispana, hasta conseguir paellas que provocaron la afluencia de oficiales norteamericanos al comedor español. Al principio, la materia prima para la cocina era suministrada por la intendencia del Ejército de EE. UU., para luego la comprarla en los mercados de la ciudad.

Pero, no hay que llevarse a engaño. Go Cong no era un lugar cómodo. Estaba cerca de la ruta Ho-Chi-Minh, por donde cruzaban los vietcongs y el delta del Mekong era uno de los lugares donde se combatía más ferozmente. Por la noche los caminos estaban cortados. Al caer la noche, el Vietcong minaba la carretera y por la mañana los americanos la limpiaban para poder transitar por ella. Cuando los españoles viajaban a visitar enfermos, lo hacían en jeep y a toda velocidad, "por si disparaban desde entre los arrozales" en palabras del coronel Faúndez, uno de los médicos que vivió la experiencia. Así, los escasos 45 kilómetros que separaban Go Cong de Saigón no podían recorrerse por la carretera que unía directamente ambas ciudades: el Vietcong lo impedía. Hasta llegó a instalar una aduana donde los guerrilleros cobraban impuestos a los viajeros o revisaban la carga de los campesinos.

El "pequeño, deteriorado e insuficiente hospital" como se describe en un informe oficial del Ejército español el dispensario de Go Cong, eran una de las pocas esperanzas en la zona contra el paludismo, el tétanos, la metralla y el napalm. Pero los medios eran muy escasos. Había 150 camas y la media de ingresados era de 400. Lo más frecuente era que varios pacientes compartieran cama y que debajo se acomodaran los acompañantes. Los medicamentos y el plasma eran escasos, pese a la extendida idea cinematográfica de que la logística de EE. UU. era capaz de llevar helado de postre a los combatientes en primera línea. El relato de un oficial de EE. UU. revela cómo se paliaban las carencias los españoles: "Parece increíble, pero vi cómo el doctor español insertó un tubo de transfusión en su propia vena, mientras seguía operando a una mujer vietnamita que padecía un tumor".

El comportamiento humanitario de los militares españoles fue reconocido por el enemigo de EE. UU. Ocurrió durante la fiesta del Tet. La residencia española fue atacada por el Vietcong con fuego de mortero, ametralladoras y fusil. Al día siguiente se produjo otro ataque de mortero. Un trozo de metralla hirió a uno de los oficiales españoles y mató a ocho vietnamitas que hacían de guardia en el centro. En el informe sobre el incidente consta que tras estos hechos, soldados del Vietcong detuvieron los vehículos en los que se viajaban por la región los médicos de la misión española y les pidieron perdón por los daños, porque la guerra no iba contra ellos. Había razones para la disculpa: el 70 por ciento de la población atendida en la misión española eran vietcongs.

La jornada de trabajo española en Vietnam abarcaba de las ocho de la mañana a las seis de la tarde. Las horas muertas las empleaban en jugar al dominó o al ajedrez o en escribir cartas. De lo que sucedía en España no tenían más noticias que las suministradas por la familia por correo y las noticias de algún periódico que llegaba con quince días de retraso. Para rebajar la tensión bélica, consiguieron acudir por turnos fines de semana a Saigón o incluso viajar a Japón.

Pero esta aparente tranquilidad no podía hacer olvidar que se estaba en medio de un conflicto cruel. "Era muy frecuente empezar a oír ráfagas de ametralladora o bombas a las cuatro o cinco de la mañana. Después preguntabas dónde había sido y ya no veías nada. La guerra seguía".
 
Loscojones rebuznó:
Lo de la gente que cuando acabó la guerra civil española cruzó los pirineos para seguir guerreando en la segunda guerra mundial me parece que es de tener los huevos gordos como dos cabezas de enano.Un fulano de esos que comenzará la guerra en el 36 y que después liberara París se tiraría la friolera de casi una década guerreando talibán style.

Respect.

Benito rebuznó:
Esto lo manifiestan muy bien en varias peliculas, en la que mejor lo hacen es "En tierra hostil".

En resumen, hay gente que le gusta vaguear, otra que le gusta estudiar y conocer, a otros les gusta ingeniar soluciones para la vida diaria... y hay gente que lo que le gusta es la guerra y punto.

Un ejemplo de esa gente.


Un combatiente en Vietnam con la Legión, Antonio Ruiz Albisu (6-2-1929, Rentería) (Con ocho años completa el periplo Rentería-Bilbao-Santander-Francia-Barcelona, empujado por el avance de los nacionales. A los quince años, justo después del desembarco de Normandía, cruza a Francia por su cuenta y riesgo, ingresando en una partida de maquis landeses, para pasar al Batallón Gernika en las Navidades de 1944. Al ser menor de edad no fue inscrito oficialmente hasta junio de 1945. Tras la desmovilización regresa a Rentería, pero el ambiente le desagrada tanto que decide volver a Francia. Detenido por los gendarmes en 1947 por pase ilegal de fronteras, se ve forzado a alistarse en la Legión Francesa. Combate en Indochina, alcanzando el grado de oficial. Profesor en la Escuela de Comandos Paracaidistas de la República Dominicana, vuelve a su pueblo natal).

Aquí cuenta las razones por las que ingresó en la Legión:

"...Apenas dos o tres semanas después nos licenciaron. Nuestra ilusión era conseguir que los Aliados derrocasen a Franco. Cuando nos desarmaron perdimos la ilusión, porque cuando a un hombre de combate le quitan las armas, le quitan también una parte de sí mismo. Fueron días tristes. Recogí la prima de desmovilización, 5000 francos, y el tabaco de un mes, que serían unos quince paquetes. Animado por algunos compañeros, esa noche, con 16 años, descubrí lo que era una casa de putas. A la mañana siguiente sólo me quedaban 500 francos y una ropa no demasiado limpia.

Yo no tenía edad suficiente para trabajar en las Landas cortando madera, así que decidí volver a Rentería. Tuve mala suerte y me detuvo la Guardia Civil cerca de Endarlaza. Pasé por la Comisaría de Irún, donde me molieron a palos, y al final me dejaron libre con la obligación de presentarme todas las semanas en el cuartelillo de Rentería. Cuando aquello terminó (era el año 1947) me junté con un amigo, Jesús Arregui, y en el “txintxorro” de Lameki, la empresa de Pasajes en la que yo trabajaba, hicimos como que salíamos a pescar y enfilamos hacia la costa vascofrancesa.

En Francia desgraciadamente dimos con el gendarme equivocado y todo acabó enredándose. Sólo se nos plantearon dos opciones: volver a España o alistarnos en la Legión Extranjera. A mí, lo que me pudiera ocurrir en Indochina me importaba entonces un bledo. Era una posibilidad, pero de regresar a España sabía lo que iba a pasar con toda certeza: acusación de rebelión, paso clandestino de fronteras, robo de embarcación… Me esperaba con total seguridad la cárcel y después cuatro años de servicio militar obligatorio. Mi amigo Arregui, como era cojo, tuvo que volverse, pero yo me alisté en la Legión Extranjera por un período de diez años".
 
curro jimenez rebuznó:
Cataluña podía mostrarse orgullosa de sus hijos, de sus Voluntarios Catalanes y de aquél intrépido General que siempre decía que el soldado que dormía una noche en su campamento, no le abandonaba nunca. Él, que siempre durmió en campamentos de intrigas, aprendió a saber el valor de la libertad y ya nunca la abandonó. Porque el soldado que duerme una noche junto a los horrores de la guerra nunca abandona la libertad. Eso le llevó a decir en sede parlamentaria: “No olvidéis la sangre derramada por vuestras disputas políticas”. Hoy sus palabras se pueden leer en Madrid escritas sobre bronce en el mismo lugar donde fue asesinado. Parecen un aviso pero son una gran herencia.

Un patriota que como catalán, hombre de Estado y de bien, amaba una España unida y fuerte bajo una única Bandera , la misma bajo la que lucharon sus “Voluntarios Catalanes” en la batalla de Castillejos, la bandera de España.


Lo único que me chirría de esos artículos tan interesantes que fusilas del blog del general Dávila es esa moralina final, tan sobrante, tan artificial y sobrera, porque en realidad a todo eso se reduce, a un puto panfleto para recordar a los ineptos que inmerecidamente ostentan el privilegio de llevar el gentilicio de españoles: "mirad, ahí tenéis a uno de los vuestros pero de verdad, a un Catalán de bien. De él podríais aprender". Igualito que en el título de este mismo hilo. Me jode demasiado que haya quien se arrogue con el derecho a decirle a un hombre por qué debe morir, una de las pocas decisiones que se pueden tomar libremente en la vida.

En realidad no descubro nada nuevo, ni siquiera en un foro repleto de subnormales que se hacen pajas con las posibles aplicaciones de horas de vicio en el Call Of Duty en un escenario de combate real y que conocen más armas de las que conoceremos tú o yo (bueno que yo, más que tú nadien) y su efectividad en campaña a partir de la valoración de los videojuegos, si digo que en realidad las banderas son una puta mierda. A la guerra sólo se va cuando a uno lo llevan a rastras o le pagan muy bien. Para el inexplicable misterio del fenómeno de los enrolados permanentes en más de 3 ejércitos distintos se aplica la misma norma: para un tirado criminal sin oficio ni beneficio, que en su vida no ha hecho más que ir de trinchera en trinchera, cualquier paga es una buena paga. En toda esta puta mierda de artículos escritos por un viejo de mierda en la reserva que ya chochea, con mucho tiempo libre para escribir sobre una realidad que él siempre ha interpretado desde coches oficiales y palacetes enmoquetados, siempre echo en falta la verdad más elemental: las últimas palabras de un tío que se desangra en combate no suelen ir dedicadas al Rey, ni a la Patria, ni a la bandera. Ni a la familia. Ni el pensamiento más importante, ni el más fundamental. Lo único que sale a relucir es el miedo: "no quiero morir". Banal, sencillo, inmediato. Rostros que expresan tormento, repugnancia y el horror de morir demasiado temprano en un mundo de mierda.

Siempre que te veo postear sobre estos temas curro, me recuerdas la historia del general Álvarez de Castro. El hijo de puta que daba nombre a un cuartel que tengo la desgracia de conocer demasiado bien. La primera vez que leí la novela de Galdós sobre el sitio de Girona me impresionó, me pareció como este hilo multiplicado por mil, un gran resumen del valor guerrero de los españoles. Y Álvarez de Castro un héroe fabuloso, un Español con mayúsculas. Unas semanas después de volver de operaciones me picó la curiosidad, y volví a leerla. ¿Y sabes qué? Me pareció una puta mierda. Más que una novela de hazañas bélicas me pareció una parodia, una cosa cursi, truculenta y pretenciosa ambientada en una ciudad de cartón piedra donde sólo vive gente de cartón piedra. Y en cuanto a Álvarez de Castro, un personaje asqueroso, un psicópata capaz de sacrificar la vida de miles de personas para satisfacer su vanidad patriótica y no entregar a los franceses una ciudad vencida de antemano. Supongo que será cierto eso de que un libro es como un espejo y que no es uno el que lee los libros, sino los libros los que lo leen a uno.

Me parece una idiotez incluso para un subnormal como yo cuotearte a ti, que algunos autobuses llenos de niñas reventadas tienes que haber visto, para hablarte sobre lo que pienso de las banderas.
 
Benito rebuznó:
Esa entrada de la wikipedia, pese al amplio vocabulario anglosajon, refleja una gramatica tan pesima que solo podria haber sido perpetrada por un español, concretamente un polaco, porque solo un polaco de mierda(que no un catalan), meteria el termino "catalonia" en un texto de ese palo.

Lo deben haber arrglado porque ya no sale ...
 
Black Adder rebuznó:
Lo único que me chirría de esos artículos tan interesantes que fusilas del blog del general Dávila es esa moralina final, tan sobrante, tan artificial y sobrera, porque en realidad a todo eso se reduce, a un puto panfleto para recordar a los ineptos que inmerecidamente ostentan el privilegio de llevar el gentilicio de españoles: "mirad, ahí tenéis a uno de los vuestros pero de verdad, a un Catalán de bien. De él podríais aprender". Igualito que en el título de este mismo hilo. Me jode demasiado que haya quien se arrogue con el derecho a decirle a un hombre por qué debe morir, una de las pocas decisiones que se pueden tomar libremente en la vida.

En realidad no descubro nada nuevo, ni siquiera en un foro repleto de subnormales que se hacen pajas con las posibles aplicaciones de horas de vicio en el Call Of Duty en un escenario de combate real y que conocen más armas de las que conoceremos tú o yo (bueno que yo, más que tú nadien) y su efectividad en campaña a partir de la valoración de los videojuegos, si digo que en realidad las banderas son una puta mierda. A la guerra sólo se va cuando a uno lo llevan a rastras o le pagan muy bien. Para el inexplicable misterio del fenómeno de los enrolados permanentes en más de 3 ejércitos distintos se aplica la misma norma: para un tirado criminal sin oficio ni beneficio, que en su vida no ha hecho más que ir de trinchera en trinchera, cualquier paga es una buena paga. En toda esta puta mierda de artículos escritos por un viejo de mierda en la reserva que ya chochea, con mucho tiempo libre para escribir sobre una realidad que él siempre ha interpretado desde coches oficiales y palacetes enmoquetados, siempre echo en falta la verdad más elemental: las últimas palabras de un tío que se desangra en combate no suelen ir dedicadas al Rey, ni a la Patria, ni a la bandera. Ni a la familia. Ni el pensamiento más importante, ni el más fundamental. Lo único que sale a relucir es el miedo: "no quiero morir". Banal, sencillo, inmediato. Rostros que expresan tormento, repugnancia y el horror de morir demasiado temprano en un mundo de mierda.

Siempre que te veo postear sobre estos temas curro, me recuerdas la historia del general Álvarez de Castro. El hijo de puta que daba nombre a un cuartel que tengo la desgracia de conocer demasiado bien. La primera vez que leí la novela de Galdós sobre el sitio de Girona me impresionó, me pareció como este hilo multiplicado por mil, un gran resumen del valor guerrero de los españoles. Y Álvarez de Castro un héroe fabuloso, un Español con mayúsculas. Unas semanas después de volver de operaciones me picó la curiosidad, y volví a leerla. ¿Y sabes qué? Me pareció una puta mierda. Más que una novela de hazañas bélicas me pareció una parodia, una cosa cursi, truculenta y pretenciosa ambientada en una ciudad de cartón piedra donde sólo vive gente de cartón piedra. Y en cuanto a Álvarez de Castro, un personaje asqueroso, un psicópata capaz de sacrificar la vida de miles de personas para satisfacer su vanidad patriótica y no entregar a los franceses una ciudad vencida de antemano. Supongo que será cierto eso de que un libro es como un espejo y que no es uno el que lee los libros, sino los libros los que lo leen a uno.

Me parece una idiotez incluso para un subnormal como yo cuotearte a ti, que algunos autobuses llenos de niñas reventadas tienes que haber visto, para hablarte sobre lo que pienso de las banderas.

Cojones que parrafada. Estababas con la regla o que??:lol:

Te doy la razon practicamente en todo y añado, las guerras siempre vienen bien, se hace limpieza y aqui ya hace tiempo que hace falta una.

Las soflamas patrioticas del ultimo siglo y medio chirrian un poco, todo sea dicho. Sobre todo cuando el ejercito español se iba arrastrando por lo que quedaba del imperio, por la ineptitud de los politicos y oficialidad. El summum de ello fue el desastre de Annuan. De poco sirven las bravuconadas de Millan Astray cuando antes habian muerto 13.000 soldados.
 
Hoy uno de estos heroes anonimos a los que el enemigo reconocio su valor. Y como buen español, murio comio un gilipollas.

Nació Martín Álvarez en Montemolín (Badajoz) en 1766. Era hijo único del matrimonio de Pedro Álvarez y Benita Galán. El señor Pedro Álvarez carretero por herencia iba de ordinario de Montemolín a Olivenza y Badajoz. Su mujer, Benita Galán, era hija de un antiguo soldado que en muchas batallas había derramado su sangre defendiendo la causa de Felipe V.


En las largas noches de invierno, sentados a la lumbre, la madre de Martín, durante las largas ausencias de su marido, contaba al niño hechos ocurridos a su padre, que llegó hasta el grado de Sargento en las tropas de Felipe V, habiendo de retirarse del Ejército al perder un brazo en la toma de Badajoz, ocupada por los ingleses, portugueses y austríacos.


Desde los 16 años Martín acompañaba a su padre en algunos viajes a Olivenza y Badajoz. En uno de estos tuvieron un encuentro con la banda que dirigía el capitán Bruno.


Muy temprano salieron Martín y su padre, al que los conocidos llamaban “tío Pedro” en uno de los viajes y hallándose el padre dormido sobre el carro mientras Martín cantaba montado en una de las mulas que tiraban del carro al internarse el camino por entre un pinar, un hombre a caballo le salió al paso diciendo –la bolsa o la vida-. Salta Martín de la mula y coge dos piedras mientras el de a caballo le apuntaba con una pistola y le dice: - Procura hacer buena puntería pues como falles el tiro eres hombre muerto -. En esto se despierta el padre a la vez que por el pinar llega el Sr. Bruno con dos hombres más a caballo y conociendo que se trataba del tío Pedro, le dice al primer bandolero: - Guarda la pistola Zurdo, que ahora no es menester -. Y acercándose al tío Pedro le dice: - ¡saque la bota tío Pedro!. ¿Qué novedades hay por el pueblo?. Perdona el susto pero es que el Zurdo es nuevo en la partida -. Y mirando a Martín le dice: -¿Y a todo esto que pensaba hacer el jovencito para defenderse? -. A lo que Martín contesta: - Lo que hiciera cualquier hombre honrado a quien intentan quitarle lo único que tiene, defenderme y si es preciso hasta perder la vida -. A lo que contesta el capitán Bruno: - ¡Bravo!, Tío Pedro. Qué lastima que su hijo en vez de carretero no se dedicar a la milicia, le pronostico que había de ser un buen soldado -. Y contesta el tío Pedro: - Eso es lo que hace falta Sr. Bruno, que a los cuentos que su madre le tiene metidos en la cabezale venga usted diciendo eso -. Marcharon los bandoleros sin molestarles y continuó el viaje sin dejar de pensar Martín en la conveniencia de hacerse soldado.


Muerto el padre siguió Martín con el oficio de carretero, comenzó a enamorarse de María, hija del mesonero Antonio Gil, del mesón nuevo de Montemolín y de Nicolasa Benklar, hija de un alemán, la cual no estaba de acuerdo con los amores de Martín y en cambio quería casar a su hija con Jaime, hijo del molinero,y más rico que Martín.


A la vuelta de uno de los viajes se encuentra Martín con la doble triste noticia del fallecimiento de su madre y del casamiento casi forzado de María con Jaime. Entonces decide hacerse soldado.


Va a Sevilla donde muestra sus deseos de alistarse en un regimiento de caballería, pero topa con los de la Armada. ¿Qué hacían alistadores de la Armada en Sevilla?. Por aquel entonces los batallones de Infantería de Marina tenían en Sevilla, Granada y otras capitales destacadas partidas de hombres que eran bien pagados, tenían buena presencia y lucían sus lustrosos uniformes para intentar captar voluntarios para la Armada; en Sevilla había un pequeño destacamento de reclutación compuesto por un Capitán, un sargento, dos cabos y doce granaderos escogidos, uno de los cuales era Lucas García, granadero de marina, el cual vestía con arrogancia una buena casaca azul turquí, con solapa encarnada vuelta hacia fuera, calzón azul, charreteras encarnadas, gorra de pelo con manga grana terminada en borla amarilla, cuyo uniforme lucía adoptando un aire marcial que impresionaba.


Quedó encantado Martín con su nuevo amigo Lucas García, pero este viendo la preferencia de Martín por servir en caballería, para no decepcionar e impresionar al aspirante, llamaba a su Regimiento "Los Dragones del Viento" y a sus barcos, caballos con nombres de Santos.


Así pasó a ser soldado de la Tercera Compañía del Noveno Batallón de la Infantería de Marina, un 26 de abril de 1790, dando su talla cinco pies y siete pulgadas.


De Sevilla marchó a Cádiz. Tras la instrucción y una temporada de vigilancia en los Asenales, el 16 de septiembre de 1792 embarca como soldado en el navío “Gallardo”, de 74 cañones, pasando de Cádiz a Cartagena.


El año 1793 España e Inglaterra estaban aliadas en guerra con Francia donde Robespierre y sus secuaces artífices de la Revolución Francesa habían dado muerte a Luis XVI, con quién los soberanos de España e Inglaterra tenían tratados de amistad. El Teniente General de la Marina D. Francisco de Borja fue encargado de mandar la Escuadra que debía salir de Cartagena. Desde allí se dirigió a Barcelona como centro de operaciones para el bloqueo de las costas de Francia. En un mensaje del Almirante inglés Hood que bloqueaba Marsella y Tolón pedía seis buques españoles para que le auxiliasen y uno de los enviados fue el "Gallardo" donde servía Martín Álvarez. Cuando llegó este refuerzo ya los españoles e ingleses habían tomado Tolóny puesto por gobernador de aquella plaza al heroico militar D. Federico Gravina. Entusiasmó de tal modo esta victoria de los españoles que D. Francisco de Borja decidió desalojar a los franceses de las islas de San Pedro y San Antíoco al Sur de Cerdeña tomadas por los franceses. Allí se encaminó el “Gallardo” y conseguido esto se volvió de nuevo a Cartagena.


El año 1794 figura Martín Álvarez en la lista de la tropa nombrada para transbordar al “San Carlos” en un viaje a las Antillas para convoyar a los buques y transportes que conducían gentes y pertrechos para la defensa de las Antillas.


granadero_martinalv.jpg

  • > Granadero de Infantería de Marina de la Real Armada española de fines del XVIII. Los granaderos eran soldados de infantería de marina escogidos y que luchaban siempre en primera línea, abriendo camino con sus granadas a los fusileros.

En 1796 figura en la guarnición del navío “Santa Ana”, de 112 cañones. Pasa después a la guarnición del “Príncipe de Asturias”, también de tres puentes y 112 cañones, y el 1 de febrero de 1797 pasó al “San Nicolás de Bari”, de 74 cañones, al mando del Capitán de Navío D. Tomás Geraldino, que se hizo a la mar con la Escuadra que desde Cartagena hizo rumbo a Málaga y al Atlántico donde debía recibir un gran convoy.


Cuenta el General Bermúdez de Castro en su publicación de “Combate naval del Cabo de San Vicente y el granadero Martín Álvarez” que encontrándose en Gibraltar a donde había ido con motivo de la Exposición de la Marina del año 1885, vio entre los cañones tomados por los ingleses en Aboukir, Trafalgar y San Vicente, uno que era una verdadera joya, de bronce, con un precioso cascabel con dos delfines en sus asas, y esculpido el escudo de España con el “Carolus III”. Un oficial inglés que le acompañaba le dijo: “Del San Nicolás, en la batalla del Cabo de San Vicente”.


Vio asimismo en la casamata donde se encontraba el cañón una plancha de hierro donde figuraba escrito un texto en Inglés que traducido por el oficial al Castellano decía: “14 de febrero de 1797.-Batalla Naval del Cabo de San Vicente. ¡Hip Capitán! ¡Hip San Nicolás! ¡Hip Martín Álvarez!".
Dice el General Bermúdez de Castro que en su ignorancia creyó que el San Nicolás sería el Santo del día, y el Martín Álvarez algún español que se había distinguido como capitán al servicio de Inglaterra.
Ante la expresión dubitativa del general Bermúdez de Castro, entonces con el grado de Teniente de Marina, el oficial que le acompañaba, prometió mandarle una crónica de la batalla con quién tenía relación aquel cañón. El oficial se llamaba Sir John Butler.


En esta época de fines del siglo XVIII, año 1797, España tenía concertada una alianza ofensiva y defensiva con el Directorio francés por el tratado de San Ildefonso.


La crónica del oficial inglés relataba la batalla, y al llegar a la parte que nos interesa decía:

  • “../..Pero en el barco español “San Nicolás de Bari” queda algo por conquistar. Sobre la toldilla arbola la bandera española que flota al viento cual si todavía el barco no se hubiese rendido. Un oficial inglés que lo observa va a ella para arriar la bandera. Antes de llegar un soldado español, de centinela en aquel lugar, sin apartarse de su puesto, le da el alto, el oficial no le hace caso y se acerca, el sable del centinela lo atraviesa con tal fuerza que lo queda clavado en la madera de un mamparo. Un nuevo oficial y soldados se acercan y el centinela no logrando desasir su sable de donde se hallaba pinchado, coge el fusil a modo de maza y con él da muerte a otro oficial y hiere a dos soldados. Da después un salto desde la toldilla para caer sobre el alcázar de popa donde lo acribillan a tiros los ingleses. Nelson que ha presenciado la escena se aproxima al cadáver silencioso.

    Urge desembarazar los barcos de muertos y ruina y se comienza a dar sepultura a los muertos. Todos tienen el mismo trato. Una bala atada a los pies. Un responso del capellán y por una tabla deslizanse hundiéndose en el mar. Al llegar al turno al centinela español, Nelson ordena que se le envuelva en la bandera que había defendido con tanto ardor.

A Nelson se debe que el nombre de este granadero Martín Álvarez no quedase en el anonimato y figure en la casamata que se encuentra en Gibraltar, un cañón de su barco.


Los ingleses comprueban que el centinela Martín Álvarez no estaba muerto, sino mal herido. Lo curan, lo llevan a Lagos, en el Algarve al sur de Portugal y le dan pasaporte para volver a España, aunque desde otras fuentes se indica que escapó de dicho internamiento.


Desde Lagos, dice Arnao viajó a Montemolín y luego a Sevilla y posteriormente a Cádiz para testificar en la causa instruida para la averiguación de la conducta del comandante y los oficiales del “San Nicolás de Bari” lo mismo que de los demás buques en el desastre del Cabo de San Vicente.
Su Majestad el Rey confió el papel de Fiscal de la causa al Mayor General de la Armada D. Manuel Nuñez Gaona.


En el interrogatorio de Martín Álvarez se dijo lo siguiente:



  • El General Núñez: - ¿Se encontraba en el navío “San Nicolás de Bari” con ocasión de rendirse este barco a los ingleses?-.

    Martín: - Yo no he estado nunca en el “San Nicolás de Bari” en ocasión de rendirse a los ingleses.

    El Fiscal: - ¿No te encontrabas en el “San Nicolás de Bari” el 14 de febrero?-.

    Martín:-Sí señor, tengo ladillas como centollos-.

    El Fiscal: , tengo ladillas como centollos-¿Y no fuiste después a poder de los ingleses?-.

    Martín:- Si señor-.

    El Fiscal: - Entonces, ¿por qué niegas haber estado en el “San Nicolás de Bari” con ocasión de redirse a los ingleses?.

    Martín: - Porque el “San Nicolás de Bari” no se rindió, sino que fue abordado y tomado a sangre y fuego-.

    El Fiscal: - ¿Y a qué llamáis entonces rendirse?-.

    Martín: - Yo creo, que no habiendo ningún español cuando se arrió su bandera, mal pudieron haber capitulado.

    El Fiscal: -¿Pues donde estaba la tripulación?-.

    Martín: - Toda se hallaba muerta o malherida-.
Tras la investigación sumaria que se instruyó por el combate el Fiscal se expresa:



  • "No puedo pasar en silencio la gallardía del granadero de Marina Martín Álvarez, perteneciente a la tercera compañía del noveno batallón, pues hallándose en la toldilla del navío San Nicolás cuando fue abordado, atravesó con tal impetu al primer Oficial inglés que entró por aquel sitio que al salirle la punta del sable por la espalda la clavó tan fuertemente contra el mamparo de un camarote, que no pudiendo librarla con prontitud, y por desasir su sable, que no quería abandonar, dió tiempo a que cayera sobre el el grueso de enemigos con espada en mano y a que lo hirieran en la cabeza, en cuya situación se arrojó al alcazar librándose, con un veloz salto, de sus perseguidores".

Por los méritos recogidos en la batalla, se le quiso como premio ascender a cabo, impidiéndolo su analfabetismo, aprendió a leer y escribir en pocos meses y fue nombrado cabo el 17 de febrero de 1798 y en agosto de ese mismo año cabo primero, al poco embarca en el navío "Purísima Concepción" de 112 cañones de la escuadra de Mazarredo y parte hacia Brest (Francia), al unirse en Cádiz con la escuadra española y la francesa de Bruix.


El 12 de noviembre llegó una urca destinada a la correspondencia, y una de las cartas era un escrito oficial que se refería a Martín, entoncés se izó una bandera encarnada como señal infalible de algo extraordinario, e inmediatamente fue comunicada la orden para que toda la guarnición y tripulación del navío formase sobre cubierta, se adelantó el comandante del "Concepción" y mandó salir de la formación al Cabo Primero de granaderos Martín Álvarez, se leyó un Decreto Real por el cual se le concedía cuatro escudos mensuales como pensión vitalicia. A su vez ostentó en el brazo izquierdo el escudo de premio que llevaban los indivíduos de la clase de tropa por acciones distinguidas de guerra.



  • "El Rey nuestro señor, ha visto con satisfacción el denodado arrojo y valentía con que se portó a bordo del navío San Nicolás de Bari, el granadero de la 3ª Compañía del 9º Btallón de Marina MArtín Álvarez, cuando el 14 de febrero de 1797 fue dicho buque abordado por tres navíos ingleses;pues habiendo Alvarez iimpedido por algún tiempo la entrada a un trozo de abordaje, supo también defender la bandera que el Brigadier D. Tomás Geraldino le había confiado antes de su muerte, y con su valor hizo de modo que aquella se mantuviese arbolada aun después de todo el grueso de los enemigos tenían coronado su navío. Teniendo también S.M. en consideración de la honrada conducta que en el servicio observa Martín, se ha servido concederle 4 escudos mensuales por vía de pensión vitalicia, en premio de su bizarro comportamiento; y es su real voluntad que se les haga saber esta benébola y soberana disposición, al frente de toda la tripulación y guarnición del navío donde se halle embarcado".

Estando la escuadra del General Mazarredo en Brest (Francia) en cumplimiento de los planes de Napoleón, una mañana en que Martín Álvarez estaba de guardia en el navío “Concepción”, sufrió una accidental caída, dándose un fuerte golpe en el pecho por lo que hubieron de desembarcarlo e ingresarlo en el Hospital de Brest, donde falleció el 23 de febrero de 1801.


Como recuerdo a este héroe, la Armada, en una Real Orden de 12 de diciembre de 1848, dispuso que permanentemente un buque llevase el nombre de este glorioso marino.


En 1936 se inauguró un paseo en Montemolín, su pueblo natal, con una estatua del heroico marino a cuyo acto asistieron el Gobernador Civil, el Obispo de la Diócesis, el Almirante Bastarrechey una compañía de Guardias Marinas de San Fernando, con banda , que desfiló por la población.


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  • > Monumento a Martín Álvarez en el pueblo donde nació, Montemolín (Badajoz), 1766.
  • Basado en:


  • Novela histórica “Martín Álvarez” de D. José de Arnao y Bernal, Comandante de Infantería de Marina. Editado por la Biblioteca de Camarote de la Revista General de Marina.

    Publicación “Batalla Naval del Cabo de San Vicente y el granadero Martín Álvarez” del General Bermúdez de Castro.

    Trabajos realizados por D. Horacio Mota Arévalo, ilustre médico de Montemolín.

    Las notas de los primeros años de vida de Martín Álvarez son exactos, y los debemos a la curiosidad del entendido abogado D. Ramón Viu, quien procuró informarse de estos antecedentes, cuando, en 1848, dispuso S.M. se eternizase en la Armada la memoria de este granadero.
Real Orden de 12 de diciembre de 1848.

R. O.de 12 de diciembre de 1848. Resolviendo que haya perpetuamente en la Armada un buque que se denomine “Martín Álvarez”.


  • Excmo. Sr.la Reina Nuestra Señora, de conformidad con el parecer emitido por V.E en su comunicación 1354 de fecha 5 del corriente mes, referente a la propuesta del Mayor General, se ha dignado resolver que en lo sucesivo haya perpetuamente en la Armada un buque del porte de 10 cañones para abajo que se denomine Martín Álvarez, para constante memoria del granadero de Marina del mismo nombre perteneciente a la 3ª Compañía del 9º Batallón, que hallándose embarcado en el navío San Nicolás se distinguió por su bizarría sobre la toldilla del mismo el 14 de febrero de 1797, al rechazar el abordaje de un buque inglés de igual clase, el Capitán, donde arbolaba su insignia el Comodoro Nelson; siendo en consecuencia la Real voluntad que desde luego lleve el referido nombre la goleta Dolorcitas.

  • Quiere al mimo tiempo S.M. que esta soberana resolución se lea al frente de banderas a los batallones de Marina, como premio debido al mérito que contrajo aquel valiente soldado cuya memoria debe ser eterna en los anales del Cuerpo al que perteneció.
  • De Real Orden le digo a V.E. a los fines consiguientes y en contestación.
  • Dios Guarde a V.E. muchos años.

  • Madrid 12 de Diciembre de 1848. El Marqués de Molins.
  • Sr. Subdirector General de la Armada.

Buques de la Armada española que han llevado el nombre de "Martín Álvarez"


  • La goleta “Dolorcitas”, de 7 cañones, fue llamada “Martín Álvarez” (1849-1850), naufragó en la costa de Burdeos (Francia).
    Falucho Guardacostas de 1ª clase “Martín Álvarez”.
  • Cañonero de hélice de 207 toneladas “Martín Álvarez”. (1871-1876). Construido en La Habana. Disponía de un cañón y máquina de 30 CVn. Utilizado por el Servicio en Cuba. Pereció en el Río Canto.
  • Cañonero de hélice de 173 toneladas “Martín Álvarez”. (1878-1882). Prestó servicio en Filipinas.
  • Buque de desembarco (L-12) “Martín Álvarez”. (1971-1995). Construido en los Astilleros de Cristy Corporation de EE.UU. El 15 de junio de 1954 con el nombre de “Wexford Contry” (LST-1168). Fue entregado a la Armada Española por los Estados Unidos, el 29 de Octubre de 1971 en la base naval de San Diego (California).

    Y el cuadro que se presentara el 27 de este mes, dia de la infanteria de marina. La batalla se celebro un 14 de febrero.

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Ya teneis para paja este finde
 
https://www.gehm.es/biblio/alonso_de_contreras_vida.pdf

Discurso de mi vida. Vida del capitan Alonso de Contreras.

Extracto del libro.

Sirviendo el capitán Alonso de Contreras en los alrededores de Casale de Capua, Italia, descubrió la manera mediante la cual los nobles se libraban de albergar a las tropas españolas en sus casas, según las leyes de la época un hombre de la iglesia no estaba obligado a dar cobijo a los soldados, aprovechándose de esta situación las familias pudientes daban los primeros votos a uno de sus hijos y luego le entregaban todo el patrimonio, así evitaban tener en sus casas a los militares.

Esto no le hizo demasiada gracia al capitán Contreras, asi que cada vez que entraba en una de esas casas preguntaba donde dormía el religioso y a su respuesta decía “ahí nadie toque” pero en el resto de habitaciones metía a 3 o 4 soldados de su compañía.



Pronto los ricos se quejaron al arzobispo de estas acciones por parte del capitán Contreras, que no dudo en excomulgar al español, la respuesta de este reza en sus memorias:



“Yo le respondí que mirase lo que hacía, que yo no entendía el capítulo Quisquis, ni era pariente del diablo, y que para algo me había dado Dios diez dedos en las dos manos y ciento cincuenta españoles”



Respuesta que fue mas que suficiente para que el arzobispo no volviese a interponerse en su camino.
 
Leido. Coxonudo; que no decaiga Paleto, que este mes tengo mucho bus, jeje
 
Hoy, una de expresiones.

[h=1]Te pongo mirando pa’ Cuenca”[/h] La expresión se remonta al reinado de Juana la Loca y Felipe el Hermoso en la Castilla de finales del siglo XV. Como es sabido, Felipe I era un gran mujeriego, algo que su mujer, obviamente, no podía soportar. En aquella época la corte contaba con una gran presencia de conquenses, como queda demostrado con el mismo capellán de la reina, Diego Ramírez de Villaescusa (de Haro). Algunas de las amantes del rey eran de pueblos limítrofes a los de Don Diego, por lo que Felipe I ideó una excusa perfecta para no levantar las sospechas de su mujer. Sabedor del poco amor de su esposa por la ciencia, el rey organizó un pequeño observador astronómico en una alta torre, donde con ayuda de los nuevos instrumentos de navegación era capaz de individuar la dirección de las principales ciudades del reino. Así, cada vez que quería escabullirse con alguna moza no tenía más que decirle a la reina: “Subo con la dama al observatorio, que la voy a poner mirando para Cuenca”. Los guardias del rey, que obviamente sabían a que subía el monarca al observatorio, comenzaron a utilizar la frase por los burdeles de Castilla, por lo que la expresión tuvo una rápida difusión.
 
¡ Honor y gloria a los 700 españoles y a su valiente participación en la defensa de Viena!

Desde 1529 a 1683 Viena iba a ser el principal escenario del enfrentamiento entre dos culturas el Islam contra el Cristianismo; el Imperio Otomano contra el Sacro Imperio Romano del Emperador Carlos V. Viena en 1529 sufrió el primer asedio de las tropas otomanas comandadas por el sultán Solimán I El Magnífico. Luego vendrían 2 intentos más.


Solimán había proclamado la Yihad (la Guerra Santa), pretendía conquistar Viena la frontera de Occidente y más tarde Europa. Reclutó un inmenso ejército en Estambul y después de recorrer 2.000 kilómetros en cuatro meses se plantó delante de las murallas de Viena .


"En el templo estaba el turco/ el turco en el templo estaba;/ Haziendo la zalá está,/ y a Mahoma suplicaba,/ que le quiera dar victoria/ contra Carlos, rey de España;/ Que si esta vez le venciera/ la cristiandad es ganada."



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El Sultán disponía de una importante fuerza de choque , unos 120.000 soldados bien armados y mejor motivados . Entre otros contaba con una unidad muy fanatizada y temida: los jenízaros. Tropa de élite del ejército imperial otomano . La aproximación de los musulmanes a la capital austríaca , se prolongó durante 4 meses y no fue fácil. Se encontraron con dura climatología y a finales de septiembre estaban clavados frente a las murallas de Viena dispuestos a tomarla al asalto. El obstáculo principal: sus fuertes y robustas murallas.


Viena contaba con pocos defensores, unos 20.000 infantes , entre ellos 700 arcabuceros españoles que habían llegado a Viena cinco años antes como escolta del Archiduque Fernando, el hermano del emperador. Carlos V había mandado a Viena 17.000 lansquenetes que iba a ser la fuerza principal de resistencia de la ciudad frente a los turcos.


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Al frente de las fuerzas imperiales estaba Nicolás Graf Salm, un experto soldado que a sus 70 años iba a defender las fronteras de Occidente del envite musulmán. Nicolás había participado en la batalla de de Pavía en 1525. Esta victoria total frente a las tropas francesas, supuso además la toma como prisionero al rey de Francia Francisco I; que se pasó un añito prisionero en Madrid en la Torre de los Lujanes, en la actual Plaza de la Villa.



Volvamos al primer sitio de Viena. Después de un mes de asedio a la ciudad y al no haber podido romper el cerco Solimán I decidió retirarse y tomar el camino de vuelta a Constantinopla. De momento la frontera oriental del Sacro Imperio Romano seguía resistiendo a las ansias imperiales de los musulmanes.


Los musulmanes lo intentaros dos veces más. 1532 y 1683 . En 1532 Solimán I lo volvió a intentar. En esta ocasión, las tropas comandadas por Fernando incluso impidieron que se acercaran a las murallas de la ciudad. El último intento se produjo en 1683 , durante el reinado del emperador Leopoldo I.




[h=1]Los 700 Españoles que defendieron Viena de los Turcos[/h] Los turcos habían llegado a las murallas de Viena y asediaron la ciudad durante varias semanas. Entre los pocos soldados que quedaron para defenderla había un grupo de 700 arcabuceros españoles que habían sido reclutados, cinco años antes, para escolta del Archiduque Fernando, el hermano del Emperador Carlos V. Estos españoles muchos de ellos eran oriundos de Medina del Campo, donde se alistaron en el banderín de enganche para defender los derechos imperiales de Fernando sobre la ciudad de Viena.


El desacato de Viena al Sacro Imperio Romano
Siete años antes, en junio de 1522 llegó el infante archiduque Fernando, hermano del Emperador
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Carlos I, a las puertas de Viena para tomar posesión y gobierno de la ciudad. Sin embargo cuando quiso pasar, se encontró con el alto de la guardia le impidió su entrada a la ciudad. Fernando , prudentemente se retiró a Wiener Neustadt, a unos 40 km al sur de Viena donde instaló su Corte. Esta ciudad había sido residencia de su abuelo Maximiliano y es donde sus restos yacían en un sepulcro debajo del camarín de la iglesia de la Academia.


Poco después del desacato de Viena, se plantó a 2.000 Km de distancia, en la Plaza Mayor de Medina del Campo, el banderín de enganche para reclutar a la escolta de Fernando, destinada a imponer la autoridad del archiduque sobre la ciudad insubordinada.
En aquel momento, la alternativa que tenían los jóvenes de Medina del Campo para escapar de la miserable situación era buscar fortuna y aventura en las Indias o defender las fronteras del Imperio Español del ataque de los herejes o del Turco. No hay que olvidar que no todos cabían en las escasa carabelas de salían de los puertos castellanos y andaluces hacia las nuevas tierras.


Medina del Campo estaba hundida en una profunda crisis económica. El futuro de los jóvenes no era más que miseria y hambre. La Ciudad Castellana había sido arrasada por un Incendio como castigo de su apoyo a los Comuneros frente a las tropas Imperiales de Carlos V. Sus edificios circundantes de la Plaza Mayor estaban en ruinas; la que había sido importante centro de comercio de Castilla ahora estaba en quiebra por su obstinada resistencia al Emperador. El general Fonseca una vez derrotado completamente el ejército Comunero en Villalar, no dudó en ordenar quemar aquel riquísimo emporio del comercio castellano y ahorcar a los principales funcionarios municipales.


De Medina del Campo a Viena


El viaje a Viena no tenía nada que envidiar al de ultramar. Los 700 arcabuceros se pusieron en marcha en dirección a Viena. Atravesaron Europa por caminos de peregrinos y mercaderes; los territorios eran hostiles hacia los españoles. Superando montanas y ríos caudalosos sin atención médica. Se alojaron en aposentos inseguros y se alimentaron con escasos recursos.


Cuando por primera vez las tropas castellanas entraron en Viena, se encontraron con un ambiente hostil; el idioma y las costumbres les resultaban extrañas. La población, mayoritariamente protestante, recelaba de los soldados españoles, extranjeros, fanáticos católicos y decididos a defender su santa religión hasta la muerte. Este era el estilo de los tercios españoles del siglo XVI. Las crónicas no relatan ni riñas ni disputas, pero conociendo los tercios y el efecto del alcohol el ambiente réinate de disputa por las vienesas debió ser bastante tenso.


En los archivos de Viena aparecen algunos de los nombres de los defensores de la ciudad: “Hispani capitanei Ludouicus de Aualos Magister, campi Ioannes de Salinas, Melchior de Villaro el circiter septingentos Hispanos pedites “


Una vez la “hysspanisch khnecht” llegó a Viena, el archiduque Carlos "citó" al Cabildo de Viena a Wiener Neustadt, a 40 km de Viena donde situó la Corte después del desacato de la ciudad. El tribunal convocado por Carlos condenó a muerte al Alcaldes y a los siete concejales que terminaron en la horca, en la misma Plaza Mayor de Wiener Neustadt el 11 de agosto de 1522.

[h=1]Ficha de la Batalla del Sitio de Viena[/h]
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[h=1]Antecedentes Históricos de la Batalla del Sitio de Viena[/h] La conquista de Viena siempre fue un objetivo estratégico del Imperio Otomano. Con el control de Viena ya podrían dominar las rutas comerciales del Danubio desde al Mar Negro hasta Europa Occidental.
A finales de 1529 el ejército turco del sultán Solimán ( en turco , Süleyman) I El Magnífico amenazaba Occidente. Solimán conocido como el legislador fue el sultán más destacado de la historia otomana. Gracias a 13 campañas bélicas, incorporó al imperio las costas de Arabia, Irak y el Magreb.
El Emperador se vio humillado por las tropas de Solimán. Después de haber tomado Belgrado, penetraron en el corazón de Europa, conquistando Hungría en la batalla de Mohàcs de 1526 donde murió el rey Luis II, cuñado de Carlos V .


En 1527, Carlos V reunió cortes en Valladolid para intentar lograr recursos económicos que permitieran luchar contra el turco. Pero no logró conmover ni a las órdenes militares ni a la nobleza . En España no se percibía al ejército turco en Centroeuropa como un peligro real.
Pero 2 años más tarde, en 1529, el poder turco se materializó con un ejército compuesto de 150.000 hombres, 300 piezas de artillería y 20.000 camellos que asediaron Viena, defendida por austriacos, húngaros, españoles y alemanes.


Otro hecho clave para entender la realidad era que el peligro turco se veía como el gran aliado de los protestantes contra los imperiales. En esta época la mayoría de los vieneses profesaban las doctrinas heréticas y en todas partes se podían escuchar a los predicadores evangélicos. El grupo de los anabaptistas era muy numeroso, en 1524 su líder espiritual, Kaspar Tauber, fue condenado a la hoguera y en 1528 fueron quemados 22 más de esta secta.


La amenaza musulmana a la capital de Austria conmocionó a las cortes europeas. Carlos V firmo en junio de 1529 un tratado de paz en Barcelona con el Papa Clemente VII y en agosto con Francisco I de Francia.


Recordemos que el Saco ( saqueo) de Roma esta fresco todavía, ocurrió el 6 de mayo de 1527 por las tropas imperiales españolas de Carlos V. Durante este lamentable suceso, las fuerza de Carlos V tomaron prisionero al Papa Clemente VII que liberaron previo pago de un rescate de 400.000 ducados a cambio de su vida. Posiblemente esta acto hostil de sus tropas le costó la excomunión al Emperador.


Erasmo y Lutero llegaron incluso a advertir de los peligros de la suerte de los cristianos y solicitar la defensa de Viena por parte del Emperador Católico.


[h=1]Comienza la Batalla del Sitio de Viena[/h] Al acercarse las huestes enemigas otomanas a los muros de Viena en septiembre de 1529, la
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mayoría de los vieneses ya habían abandonado la ciudad huyendo aterrorizados de los ejércitos musulmanes. Las crónicas cuentan que de 4.000 vieneses preparados para el combate sólo 400 vecinos armados quedaron en la ciudad dispuestos a defenderla.

Como refuerzo urgente llegaron 17.000 soldados lansquenetes enviados por la Dieta de Reich. Otra importante fuerza quedó paralizada de miedo en Krems, a 42 km, cuando les llegaron noticias de que los turcos tenían cercada Viena. Parecía que la suerte estaba echada, iba a ser el final del último bastión del Cristianismo.


Viena contaba con escasas fuerzas para



defenderse, las tropas imperiales estaban a las órdenes de
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Nicolás de Salma que a sus 70 años iba a



















enfrentarse al mayor reto de su vida militar. Se pusieron manos a la obra y levantaron bastiones y rampas para reforzar las murallas que iban a ser la base de la defensa de la ciudad.

Los 700 arcabuceros españoles –hysspanisch khnecht- , que habían llegado a Viena seis años antes llamados por Fernando de Habsburgo para sofocar la rebelión de sus nuevos súbditos, iban a verse obligados por las circunstancias a defender la Cristiandad del ímpetu imperial de Solimán.







Tras los primeros contactos con los turcos, los soldados españoles fueron situados en el lado Sur de las murallas al mando de Luis de Ávalos En las crónicas directas del asedio , destacaron las acciones de Jorge de Manrique, Diego de Serava y Jayme García Guzmán .



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21 de septiembre, los akıncı, la división de caballería ligera del ejército otomano, había llegado a las afueras de Viena. Esta fuerzas de choque otomana , precedían siempre al grueso del ejército imperial. Para extender el pánico entre la población civil, saquearon las aldeas cercanas a Viena, asesinando y violando a sus habitantes. Los akinci, era una de las primeras divisiones en hacer frente al enemigo y eran conocidos por su valor en la batalla y crueldad con la población civil enemiga. Además de asesinos y ladrones, los akinci eran expertos jinetes que lograban hacer puntería con sus arcos sobre los visores del casco de las armaduras de sus enemigos.


El 24 de septiembre ya había llegado el grueso del ejército imperial otomano a las cercanías de Viena. Rodeada por 120.000 turcos, Viena estaba aislada.


El ofrecimiento de Solimán a los habitantes de Viena era convertirse en musulmanes y nada les sucederá. Podrían salvar sus vidas y haciendas si mostraban su sometimiento al sultán otomano. Pero si ofrecieran resistencia, la ciudad de Viena sería reducida a cenizas y sus habitantes, mujeres, niños y viejos serían masacrados.


Solimán pretendía que la ciudad se rindiera sin ofrecer resistencia. Pero rendirse no era una opción para las tropas imperiales. Los defensores juraron quedarse en la ciudad para defenderla hasta la muerte y morir unos junto a otros por la fe cristiana.


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El 28 de septiembre los turcos intentaron desembarcar en la vega del Danubio, la crónica relata que este ataque fue rechazado por un grupo de defensores españoles. La victoria del grupo español impidió a los turcos establecerse junto al Danubio cerca de Viena.


Los turcos pretendían destruir los muros de la ciudad haciendo explotar potentes minas de explosivos en túneles perforados desde el exterior de la ciudad hasta situar la cámara de explosión debajo de los cimientos de la muralla. Este fue el mismo sistema que emplearon, durante la GC española, las fuerzas del Frente Popular para intentar derrumbar las paredes del Alcázar de Toledo.


Pero la climatología iba a ser un gran aliado de los defensores de Viena. El frio y las lluvias se adelantaron. No paró de llover durante tres días, las zanjas turcas se llenaron de agua y barro y en consecuencia los explosivos quedaron empapados e inservible para su cometido. La lluvia estaba librando a Viena del ataque final.


El 13 de octubre. Se acercaba el invierno antes de lo esperado y el tiempo del asedio se terminaba para el ejército turco.


Una crónica turca de la batalla , escrita por Ibrahim Pecevi , describe la salida del cerco de un grupo de españoles al mando del comandante Jayme García Guzmán, con objeto de destruir las minas que los turcos tenían colocadas para abrir una brecha en el muro. Inicialmente la acción militar fracasó y Jayme García Guzmán falleció víctima de una herida; pero sus hombres contraatacaron e infligieron a los turcos graves pérdidas.


El 14 de octubre: La madrugada del 14 era muy fría y la humedad penetraba hasta los huesos. Había dejado de llover y por fin los turcos consiguieron explotar una de las minas. Consecuencia de la explosión fue una brecha de unos 30 metros cerca de la entrada principal. Los turcos fueron contundentemente rechazados por los defensores en su intento de asalto a la fortaleza por la brecha.


el ataque final Tres enormes columnas de Jenízaros se aproximaron a la muralla e intentaron sin éxito asaltar la ciudad a través de las brechas causadas en el muro. Afortunadamente, los lansquenetes alemanes y los arcabuceros españoles les cerraron el paso y neutralizaron el intento de asalto de los jenízaros. La carnicería duró dos horas. Por la tarde los oficiales turcos decidieron finalizar la operación de asalto y los jenízaros se retiraron al campamento turco.


El 15 de octubre el Ejército turco empezó a abandonar sus posiciones. Los Jenízaros sufrieron un terrible castigo alcanzando las bajas entre 15.000 y 20.000 bajas . Como consecuencia de las lluvias y el terrible frio de aquel invierno, las fuerzas otomanas lo perdieron casi todo durante su viaje de retorno a Estambul. Esta victoria consagro a Viena como bastión cristiano de Europa.


Una vez retirada las tropas turcas, los imperiales acantonados en Krems se pusieron en marcha y entraron en Viena.


Un grupo de españoles se unieron a las tropas que persiguieron a los turcos en Hungría. En las crónicas se menciona la participación de Juan de Manrique
Süleimán se Retiró a Constantinopla y Nicolás de Salm murió con 71 años en 1530 consecuencia de las heridas recibidas durante la batallas del cerco de Viena. Se encuentra enterrado en la iglesia Votiva (Batisterio de Votivkirche ) de Viena.


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[h=1]El asedio de Köszeg ( Güns) : llega el Emperador Carlos V[/h]
Tres años más tarde , en 1532, los musulmanes volvieron a intentarlo . Desde la frontera de Hungría un ejército de 20.000 jenízaros cercó, desde el 6 de agosto, la ciudad de Köszeg ( en alemán , Güns) situada a 100 km al sur de Viena .


En Ratisbona los representantes protestantes allí reunidos, llamaron a la "solidaridad" de los cristianos contra los musulmanes. El Emperador organizó un ejército y nombro como comandante al marqués de Vasto que dispuso avanzar rápidamente para enfrentarse a los otomanos. En Linz se reunieron 90.000 infantes y 30.000 caballos; una gran ejército para los recursos de la época.


A mediados de agosto el ejército, encabezado por el emperador y la flor y nata de la aristocracia española, se puso en marcha rumbo a Viena. El ejército imperial acampó a las afueras de Viena a la espera de la llegada de las fuerzas enemigas.


El 13 de agosto de 1532, los turcos inician el asalto a los muros de la fortaleza de Köszeg ( Güns). Los turcos llegaron a estar dentro de la fortaleza e incluso izaron la bandera de la media luna en lo alto de las murallas. Durante los 25 días que duró el cerco , los defensores nunca se rindieron y finalmente los asaltantes fueron rechazados.


La realidad es que las tropas del Emperador nunca llegaron a socorrer a los defensores de Güns y las tropas musulmanas se retiraron sin llegar a enfrentarse a las fuerzas capitaneadas por Carlos V. "el turco se había retirado por miedo a tropezar con el gran Ejército Imperial", le decía en una carta el Emperador a su esposa. Las crónicas de Güns que narran lo acontecido durante aquellos dramáticos días, nunca aluden a la presencia de las tropas imperiales.


El Cabildo de Viena tuvo que pagar la soldada que se les debía a los soldados de la fuerza aliada cristiana; parece ser que al Emperador se le había olvidado liberar el dinero para ejecutar la nómina.



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Que estas líneas sirvan como homenaje a aquellos valientes defensores españoles de la cristiandad, silenciados por la historia de su propia patria y del Emperador Carlos V, quien aparece como único salvador de Viena. El caso de los arcabuceros españoles de Viena es una prueba más de que los poderosos deciden lo que se debe narrar y lo que se debe callas ( recordemos el caso de la batalla de Cartagena de Indias Enlace, ocultada por los historiadores ingleses a la Historia Mundial)
 
La artillera que la Historia olvidó | Cultura | EL PAÍS

En el archivo de la casa ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda, una carta sin firma lleva más de 200 años pidiendo que se le reconozca un lugar en la historia a la protagonista de una de las mayores gestas militares encabezadas por una mujer durante la Guerra de la Independencia.

Manuela de Luna, nacida en Fuentes de Andalucía (Sevilla), participó en las batallas de Bailén y Tudela y encabezó una resistencia heroica durante el primer sitio francés de Zaragoza. Manuela, que acompañaba a su marido artillero, fue nombrada capitana por su valentía e, incluso, solicitó seguir sirviendo en un cañón “porque Dios le ha concedido la gracia de no errar el tiro”, según reza la carta.

Su paso por la Historia se ha desvaído, aunque por fortuna el relato de sus hazañas se conserva gracias a la misiva que alguien envió desde Écija el 13 de mayo de 1809 al decimoctavo duque de Medina Sidonia, Francisco Álvarez de Toledo, para que intercediera en el reconocimiento de los honores a la combatiente. En la cuartilla, aparecida en los legajos de la correspondencia de Tomasa de Palafox, esposa del duque, se lee que Manuela, “llamada Sánchez por su marido”, lo ayudaba “a cargar el cañón, y cuando ya no podía jugar a la artillería, recién parida, con el muchacho a la izquierda, y el fusil en la derecha, se batió con los franceses en las calles de Tudela”. La epístola detalla sus heridas: “Se sacó un sablazo en las espaldas y un balazo en la rodilla. Y fue hecha prisionera”.



Lilianne Dhalman, presidenta de la Fundación Casa Medina Sidonia, muestra el documento que se encuentra en su archivo, imprescindible para la historia española. Habla con deleite del relato que revive la carta. “Isabel —su esposa y penúltima duquesa de Medina Sidonia— la encontró y la colgó en la web de la fundación en 2006 para ver si despertaba algo de interés entre los investigadores, ya que el episodio tiene todos los ingredientes”, explica. Dhalman reivindica a la capitana y cree que merece un reconocimiento histórico: “Aragón encumbró a Agustina Saragossa, también esposa de artillero, tras detener con tres cañonazos el avance de los franceses en la puerta del Portillo de Zaragoza. Manuela Sancho y Manuela Malasaña son también recordadas por su arrojo ante los franceses. Andalucía tiene a una heroína que hizo lo que éstas y mucho más, y que merece ser mejor honrada”. La viuda de la duquesa de Medina Sidonia pone este episodio como ejemplo de la cantidad de sorpresas que podrían encontrar los expertos en el archivo ducal, que se inicia en el siglo XII y que ella considera “muy olvidado”.



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Carta sobre Manuela de Luna. / román ríos







Casi tan ignorado como las heroicidades de Manuela. Tras escapar de los franceses, marchó con su esposo junto a la artillería hacia la capital maña, asediada por el ejército napoleónico. “En las últimas refriegas de Zaragoza, al asomarse el marido por una tronera con la mecha encendida, le levantaron la tapa de los sesos, que ella guardó liados en un pañuelo en el pecho; puso a su hijo sobre el cadáver del padre y pegó fuego al cañón, después de haber atacado un cartucho de mecha sobre la bala”, cuenta la epístola.


En ese momento, según el documento, De Luna era la única superviviente de toda su compañía de artilleros y elevó la lucha por la libertad a la altura de los héroes o los desesperados: “Tomó el fusil y estuvo haciendo fuego 12 horas, haciendo 24 que no comía. Con la gracia de no errar el tiro y dar siempre donde apunta. Hasta que una bala de fusil le dio en el cuello al lado derecho y la derribó en tierra”.


Manuela de Luna sobrevivió, fue apresada y logró escapar. Sus gestas no pasaron desapercibidas por el mando militar de la época y “el premio a tan gloriosas acciones fue hacerla capitana, asignándole 32 reales diarios y ponerle dos escudos en el brazo izquierdo con un castillo y un león y un mote que dice: Por la defensa de Zaragoza, el primero, y el segundo, Premio del Valor”. Obtener un rango militar suponía su alistamiento en época bélica y le permitía comer del rancho del batallón. Esto, y lograr una paga, significaba la diferencia entre la indigencia y la supervivencia desahogada en una época de guerra y hambruna. Y aún con éstas condiciones, Manuela, viuda a sus 22 años, dio un nuevo paso al frente y solicitó a la Junta de Zaragoza irse de nuevo a la batalla.


“Hubo muchas mujeres silenciadas en esa época”, indica el catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla La Mancha, Juan Sisinio Pérez Garzón. “Ha habido mujeres opacadas en todas las guerras, muchas con rango de heroína, pero hasta esas batallas no se les empieza a valorar porque son los liberales los que por primera vez subrayan la soberanía del pueblo como anclaje de toda sociedad y de todo poder”.


Marieta Cantos, de la Universidad de Cádiz, es la única investigadora que ha conocido la carta. Hasta que leyó la misiva en noviembre nunca había oído hablar de la gesta de esta andaluza. Explica que en la Guerra de la Independencia “muchas mujeres ocuparon el lugar de sus maridos o familiares caídos y tomaron el fusil para enfrentarse al enemigo. Sin embargo, para Cantos, es especialmente llamativo “el extenso recorrido que hizo Manuela de Luna, por Bailén, Tudela y Zaragoza”, así como “la admiración” que despierta en el remitente de la epístola.


Manuela de Luna no aparece en los libros de texto ni en monumentos. En Fuentes de Andalucía, su localidad natal, se la menciona en la web municipal con una reseña que no pasa de una línea y, según Marieta Cantos, “un azulejo la recuerda”. Si se le hubieran reconocido sus méritos tras su muerte, como a Juan Martín El Empecinado o a Agustina de Aragón, bien podría haber sido protagonista de uno de los Episodios nacionales de Galdós, pasando directamente a la inmortalidad reservada a los héroes.
 
¡ Coxonudo Paleto! Me das la vida en el bus. Qué no decaiga
 
[h=3]El ataque vikingo a Sevilla[/h]
No es que el sevilla vaya a jugar contre el gotteborg



A finales de agosto del 844 una flota de ochenta naves fue avistada en las costas de al Andalus. Se trataba de los Nordumâni, los temibles vikingos. Dos meses más tarde, Sevilla ardía en su fuego, sus habitantes eran pasados a cuchillo, violados y convertidos en esclavos.

La pregunta que todos se hicieron. ¿Quiénes eran los vikingos?

Estos temibles guerreros que llegaron por mar, eran un grupo étnico originario de Escandinavia. A su denominación más conocida se unían también las de varegos, rus o normandos. No obstante, la palabra vikingos proviene del vocablo «Wik» -posteriormente cambiado a Vik-, que significa «hombres del norte» u «hombres del mar». Sus ataques y aparición en la escena política europea, ya que hasta entonces no se tenía conocimiento de ellos, dieron inicio en el año 793 con el saqueo del monasterio de Lindisfarne. A partir de ese periodo sus incursiones fueron frecuentes y llegaron a ocupar amplias zonas en Inglaterra, Irlanda y Francia, donde el rey galo entregó el feudo de Normandía a un caudillo vikingo a fin de que mantuviese alejados de sus costas a otros grupos de la misma etnia. Ejercieron una gran influencia en la historio europea y en torno al año 1000 intentaron asentarse también en Norteamérica.

Distintos investigadores dan por extinguida la era vikinga con la caída del último reducto hostil que representaba el rey Horald III el despiadado, muerto el año 1066 en la batalla del puente de Stamford cuando intentaba hacerse con el control del territorio ocupado hoy por la actual Inglaterra.



A finales del año 229 de la hégira (agosto del 844), en las costas occidentales de al Andalus cincuenta y cuatro velas blancas fueron avistadas en el mar enfrente de la ciudad musulmana de Lisboa. Se trataba de los al-Urdumâniyyun, o Nordumâni. Los normandos, piratas vikingos de los que los andalusíes conocían historias, a través de los cristianos norteños y de los comerciantes, aparecían por primera vez ante sus ojos. Habían escuchado relatos que hablaban de ataques despiadados, muertes brutales, y un rastro de sangre a su paso, pero hasta entonces para todos ellos se trataba de cuentos que circulaban de boca en boca. Sin embargo, ahora la realidad se abría paso en Lisboa, donde una de sus escuadras se desplegaba en el puerto dispuesta al combate.

Los cronistas árabes que recogen el más terrible ataque normando contra al Andalus mencionan que el número de sus barcos rondaba los ochenta, de los que cincuenta y cuatro eran de grandes dimensiones y los otros restantes más ligeros. Conocedor de su mala fama, el gobernador de Lisboa, Ibn Hazm, luchó con ellos bravamente, rechazándole después de varios días de encarnizados choques. Apenas las velas desaparecieron en el horizonte, en dirección al sur, Ibn Hazm escribió una carta al emir de Córdoba ‘Abd al, tengo ladillas como centollosRahmân, en la que le informaba de estos sucesos y le advertía de la próxima aparición de las bestias del norte, si eran ciertas sus noticias y se disponían a golpear el sur.

En efecto, pasadas catorce noches del mes de Muharram del año 230 de la hégira (finales de septiembre de 844), los vikingos ya se habían apoderado de Qabpil, la Isla Menor, en Cádiz, y remontaban el Guadalquivir dispuestos a saquear y destruir Sevilla y aun la mismísima capital de al Andalus si sus fuerzas se lo permitían. Cuatro naves se separaron de la flota principal, para inspeccionar el territorio hasta la localidad de Coria del Río, donde desembarcaron y dieron muerte a todos sus habitantes a fin de impedir que tuvieran tiempo de advertir a los suyos. El camino hacia su fortuna estaba libre.

Apenas transcurridas tres jornadas desde su desembarco, los normandos decidieron remontar por fin el Guadalquivir hacia Sevilla, conocedores de las riquezas que era fama se albergaban en esta ciudad. Para entonces sus habitantes se disponían a la defensa solos, sin un caudillo militar claro que guiase su ejército, pues el gobernador de la ciudad les había abandonado a su suerte, huyendo a Carmona. Los musulmanes se encontraban, por tanto, a merced del peor de los enemigos.

Advertidos de esta deserción y de la escasa preparación militar de quienes se habían quedado a resistir su ataque, los hombres del norte marcharon con sus naves hasta los arrabales de la ciudad. Desde ellas, aprovechando su ventaja, dispararon sucesivas tandas de flechas contra los sevillanos, hasta romper su cohesión y provocarles el mayor desconcierto y miedo. Conseguido su propósito, abandonaron las embarcaciones para luchar cuerpo a cuerpo con ellos, seguros de su victoria.

La matanza y el saqueo duraron unos siete días. Una semana en la que los más fuertes huyeron, escapando cada uno por su lado, y los más débiles cayeron en las garras de los vikingos. Mujeres, niños y ancianos desvalidos fueron pasados a cuchillo y violados. A algunos de ellos se les perdonó la vida, aunque su destino era también estremecedor: la esclavitud. Sin respetar siquiera lo más sagrado, cargados con el botín y los prisioneros, regresaron a sus naves para volver al seguro campamento de Qabpîl.

No contentos, volvieron a Sevilla en una segunda ocasión, esperando aumentar el número de cautivos entre los desafortunados que regresaran a sus hogares al considerar que los ataques habían cesado. No encontraron más población que un puñado de viejos, que se habían reunido en una mezquita para rezar por los suyos y hacerse fuertes. De nada sirvieron sus oraciones: los normandos tomaron a la fuerza el lugar santo y su sangre bendijo la tierra de aquel lugar que, a partir de entonces, pasó a llamarse “la Mezquita de los Mártires”. Durante casi dos meses camparon totalmente a su antojo, desolando y sembrando el pánico entre los andalusíes. Hasta que, en noviembre, el emir ‘Abd al, tengo ladillas como centollosRahmán consiguió movilizar un ejército lo suficientemente fuerte para plantarles cara. Parte de esta tropa, al mando de Ibn Rustum y otros generales, pronto alcanzó la comarca del Aljarafe sevillano, donde en un fustigamiento conjunto de caballería e infantería, consiguieron desconcertar plenamente a sus enemigos. Coordinaba los esfuerzos musulmanes Nasr, favorito del príncipe omeya, quien dispuso una emboscada para terminar de una vez por todas con aquella amenaza.

Mientras algunos de los soldados provocaban con sus escaramuzas a los vikingos en los alrededores de la ciudad, el grueso del ejército andalusí esperaba a que aquellos valientes atrajeran a los normandos a un lugar llamado Tablada, al sur de Sevilla, donde hasta hace poco hubo un aeropuerto militar. Confiados en su notable superioridad numérica y como guerreros, los hombres del norte mordieron el anzuelo y descendieron con sus naves el río Guadalquivir en persecución de aquellos que habían osado provocarles. Al llegar a la aldea de Tejada desembarcaron y el cielo se abatió sobre ellos.

Allí les aguardaba emboscado Ibn Rustum, con el grueso de sus soldados. Apenas los normandos superaron su posición y le ofrecieron la espalda, les salió al encuentro mientras los perseguidos musulmanes detenían su huida para encararse con sus perseguidores. Atrapados entre dos fuegos, los vikingos no pudieron sino luchar por sus propias vidas contra hombres que buscaban venganza por la sangre de los suyos.

Aquella atroz derrota les supuso la mayor de las humillaciones que hasta entonces habían recibido. Sobre el campo de batalla quedaron más de mil cadáveres de normandos, y cerca de cuatrocientos fueron capturados para escarnio de todos. Mientras los supervivientes escapaban profundamente aterrorizados hacia sus naves, abandonando más de treinta embarcaciones en la huida, Ibn Rustum ordenó la decapitación ejemplar de los prisioneros supervivientes a la vista de sus camaradas. El fuego acabó sobre el Guadalquivir con las naves vacías mientras algunas de las cabezas cortadas eran enviadas al emir ‘Abd al-Rahmân y otras, clavadas en picas o en palmeras, permitieron saber a los sevillanos que su sufrimiento había llegado a su fin, que los asesinos de sus seres más queridos ahora les miraban desde las cuencas de sus ojos vacíos.

Ibn Rustum fue premiado, Nasr, favorito del príncipe, encumbrado a lo más alto. Se compusieron poemas en loor de aquella victoria sin igual.

El recuerdo de aquel oscuro episodio no terminó aquí. Las murallas de Sevilla fueron reforzadas y fortificadas, se repararon los daños causados por los normandos en las mezquitas, los baños y las casas. El puñado de hombres del norte que consiguió salvar la vida y escapó por tierra hasta Carmona y Morón, fue arrinconado por Ibn Rustum, que les forzó a rendirse y consiguió su conversión al Islam. Asentados en el valle del Guadalquivir, es fama que se especializaron en la cría de ganado y en la producción de leche y sus derivados y que sus quesos se convirtieron en más que famosos en aquellos tiempos. Años después, en el 859, Sevilla volvió a sufrir un nuevo ataque, que terminó con el incendio de la mezquita de Ibn ‘Addabâs (actual iglesia de San Salvador). La respuesta del emir de al Andalus fue dura y contundente: durante esos mismos años había ordenado la construcción de una flota de guerra capaz de frenar aquella amenaza y no dudaría en enfrentarla con los mejores marinos del Islam a quien se atreviera a atacar Sevilla. Cuentan las crónicas que juró arrasar sus bases y sus tierras del norte si osaban volver a derramar la sangre de un solo andalusí. Aquella advertencia parece que sí caló en el ánimo de los vikingos, pues durante largos años no se documentaron más strandhógg, como llamaban en su lengua a estas campañas de saqueo.

Mientras, al Andalus se poblaba de atalayas y fortalezas en la costa para vigilar el mar y los hijos de aquellos hombres del norte pasaban a engrosar las filas de los servidores de los Omeyas como soldados de élite destinados a proteger al príncipe. Tales medidas consiguieron su fruto, ya que los musulmanes hispanos lograron rechazar los ataques de los vikingos durante el siglo X.

Y al mismo tiempo que los grandes cronistas recogían estos éxitos de las armas musulmanas de Hispania, del valor de los sevillanos, el recuerdo de la derrota quedó en el fondo histórico de la nórdica saga de Ragnar y en el silencio de las restantes fuentes normandas.
 
Muy curioso. De esas batallas debió venir el dicho: "¡VIKINGOS NO!", jejeje
 
Mira que lo vikingos se tuvieron que follar todo lo que andará, pero que poco a quedado del ADN nórdico por Sevilla y alrededores

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Pues claro que queda poco, sería absurdo pretender lo contrario, tan absurdo como creer que los sevillanos de entonces eran remotamente parecidos a los actuales e incluirlos en este magnífico repositorio de hazañas bélicas de españoles de todos los tiempos, pues bien sabemos que España fue, es y será inmortal. No en vano es la nación más antigua del orbe, con sus 3000 añazos a sus espaldas; ya Viriato luchaba por mantener las costumbres españolas ancestrales frente al invasor romano, igual que Astérix, muy a pesar de que étnicamente la mayoría de franceses sean latinos, su idioma no sea céltico sino romance, y sus tradiciones sean las heredadas de la calendas romana.

El romanticismo nacionalista tan amablemente plasmado por Goscinny en sus álbumes, lamentablemente, es tomado en serio por muchísima gente que cree que hace 1500 años los sevillanos decían Ozú y tal.
 
Black Adder rebuznó:
Pues claro que queda poco, sería absurdo pretender lo contrario, tan absurdo como creer que los sevillanos de entonces eran remotamente parecidos a los actuales e incluirlos en este magnífico repositorio de hazañas bélicas de españoles de todos los tiempos, pues bien sabemos que España fue, es y será inmortal. No en vano es la nación más antigua del orbe, con sus 3000 añazos a sus espaldas; ya Viriato luchaba por mantener las costumbres españolas ancestrales frente al invasor romano, igual que Astérix, muy a pesar de que étnicamente la mayoría de franceses sean latinos, su idioma no sea céltico sino romance, y sus tradiciones sean las heredadas de la calendas romana.

El romanticismo nacionalista tan amablemente plasmado por Goscinny en sus álbumes, lamentablemente, es tomado en serio por muchísima gente que cree que hace 1500 años los sevillanos decían Ozú y tal.
Ejem.... ya existia un Hispanismo cultural en las glosas de san isidoro de sevilla, pero es evidente que ese hispanismo no era la actual españolidad.



Pero tambien es verdad que la cataluña de los 1000 años jamas existio, que en 1714 no peleaban por la generalidad (perdon por la diputacion general de cataluña) sino por su españa foral. Que pompeu y fabra no se invento un dialecto, que lo mas catalan son los castellers y las sardanas .... y jamas haber oido hablar del "españolito"..... o el expolio, directo de trias fargas a la misa de 12

Todas esas verdades reveladas ... en las tablas de la verdad "catalanas"


Que los nacionalismos solo son corrupción oligarquica y solo sirven para deshunir pueblos, no sea que los españolitos no se odien y rueden cabezas..... que los de arriba comparten mesa, no nos olvidemos
 
Arriba mío, uno de esos subnormales a los que antes ponía de ejemplo.

Venga, curro, ha salido ya el rollo del sitio de Baler o qué? Te sugiero un pequeño guión con los siguientes párrafos:

1) Descripción de la legítima españolidad de las Filipinas, relación del escaso folklore hispánico que todavía se conserva en la isla
2) Detalle de lo muy inferiores que eran las fuerzas españolas frente a los insurrectos secesionistas
3) Descripción pormenorizada de la numantina resistencia ofrecida durante meses y del asombro que causó en los rebeldes, que aceptaron la rendición con Honor. (Y hablando de Numancia, cáscate otro post sobre el tema, anda. El guión puede ser el mismo que en el tema del Alcázar, que a su vez, es el mismo que el de de Guzmán el Bueno)
4) Moralina final especificando lo nutrido de las distintas procedencias de los combatientes españoles, con especial referencia a los catalanes y los vascos.

Si te falla el blog del general Dávila, siempre puedes recurrir a NuevOrden o a catolicidad.com
 
Curro, siga, siga, que este reconchaputo mes tengo mucho bus y mucha Renfe.
Estas historias, con ese toque de desempolvado, ese modo de seleccionar tan sutilmente, tiene mucho LOL, si señor.

Karma y km. (corriendo, en bus, en Renfe, jdrrr que més)
 
La Guerra de Ifni o Ifni-Sáhara a veces llamada la guerra olvidada, tal vez la ultima guerra colonial en la cual luchó España, en aquel momento Ifni era la provincia número 51 del Estado español. La guerra comenzo con una serie de incursiones armadas en el Sáhara español por parte de fuerzas marroquíes de Liberación y nomadas saharauis que comenzaron en octubre de 1957 . Por orden de Franco, la opinión pública nunca fue informada de las dimensiones del conflicto, que se extendió al Sáhara y provocó más de 200 muertos, 574 heridos y 80 desaparecidos entre los soldados españoles que protegían las colonias y un número indeterminado de bajas entre los partisanos marroquíes del Ejército de Liberación junto con las bandas armadas saharauis.







Mapa del territorio de Ifni, 1957.



Mapa del Sáhara Español
Marruecos habia logrado la independecia de Francia y ahora queria controlar el territorio de Ifni y Villa Bens/Tarfaya, que estaban bajo administración española como parte de sus posesiones en el Sáhara Occidental, al norte de África, entre octubre de 1957 y abril de 1958, esto culminó con el abortado asedio de la ciudad de Sidi Ifni por las fuerzas marroquíes. Diez años después el gobierno de España de Francisco Franco, en el acuerdo del 12 de octubre de 1968 otorgaría la retrocesión de Ifni a Marruecos.La bandera española fue arriada en Sidi Ifni el 30 de junio de 1969.La guerra se llevó a cabo principalmente por elementos del Ejército marroquí de liberación, que ya no estando atados en luchas contra Francia, utilizaron una parte importante de sus recursos y hombres en armas para la captura de las ultimas
posesiones españolas en África.







Comienzo de la guerra.
Tras obtener en 1956 la independencia, Marruecos empezó a expresar su interés por descolonizar las posesiones españolas, fundadas en los proclamados vínculos históricos y geográficos de dichos territorios con Marruecos. El sultán marroquí, Mohammed V, alentó los esfuerzos para reclamar las posesiones españolas y personalmente financió a los conspiradores antiespañoles en Ifni.Manifestaciones violentas contra el dominio extranjero se produjeros en Ifni el 10 de abril de 1957, seguidas de disturbios y asesinatos de leales a España.En Mayo son asesinados un sargento y un Alférez indígenas de Tiradores. El 12 de Junio es asesinado de un tiro a bocajarro en pleno centro mientras tomaba un té en una terraza de Ifni el Capitán de Tiradores Mohamed Ben Lahsen, figura mítica, oficial del máximo prestigio y héroe de guerra. Este suceso preocupa mucho al Gobierno General, que solicita refuerzos, pero no se le envía nada de momento. Francisco Franco vío estas acciones como una traición de Marruecos, lo cual le afectaron mucho, pues tenia una amistad con el sultán Mohamed V , ya que había realizado casi toda su carrera militar en África y la Guardia Mora era como su familia.En respuesta, Franco envió dos banderas (batallones) de la Legión, fuerza de choque de élite de España, a El Aaiún en junio de ese año.Mientras tanto, las tropas marroquíes se agruparon en las inmediaciones de Ifni.






Foto: Desfile de Tropas regulares de la Legión en Sidi Ifni.


Foto: Desfile de tropas nomadas o indigenas frente al gobernador Español de Sidi Ifni.


Foto: Un Junker J-52 sobrevuela la ciudad de Ifni en 1957.



Foto: Mercado de la ciudad de Sidi Ifni en 1957.


Foto: Faro de Ifni


El 23 de octubre, dos pueblos en los alrededores de Sidi Ifni, Goulimine y Bou Izarguen, fueron ocupados por 1.500 soldados marroquíes (muyahidín). El cerco de Ifni había comenzado. Dos banderas más de la Legión llegaron a las posesiones españolas antes del comienzo de las hostilidades (la Sexta Bandera llega a Ifni, en tanto que la Segunda se unió a la Cuarta y la Decimotercera en el Sahara español).También se desplazaron a Ifni una bandera paracaidista y un regimiento de infantería. Más tarde se les unirían los refuerzos de los regimientos Soria nº 9, Batallón Expedicionario “Pavía 19 y el regimiento de infantería Cádiz 41.




Foto: Sidi Ifni, 31 de diciembre de 1957.- Las tropas españolas suben a los camiones Ford-K en el campo de aviación de Ifni. Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Sidi Ifni, 31 de diciembre de 1957.- Columna de soldados pertenecientes al batallón expedicionario del Regimiento de Infantería “Soria 9″ se dirigen hacia Sidi Ifni. Guerra de Ifn 1957-1958.


Fuerzas Marroquíes atacan Ifni.

El 21 de noviembre, los servicios de inteligencia españoles en Ifni se dieron cuenta de que los ataques de marroquíes operando desde de Goulimine eran inminentes. El 23 de noviembre, las líneas de comunicaciones españolas con los puestos avanzados en la frontera fueron cortadas, al tiempo que una fuerza de unos 2.000 marroquíes asaltaba las guarniciones del territorio de Ifni, así como el aeródromo y el arsenal de Sidi Ifni.Aunque la incursión marroquí contra Sidi Ifni fue fácilmente rechazada, los puestos avanzados cercados fueron abandonados o perdidos ante el ataque enemigo, en tanto que Tiliuin, Telata y Tagragra permanecieron bajo estrecho asedio.










Ejército de Liberación Marroquí


Foto: Lideres del movimiento de Liberación, Ejército de Liberación Marroquí entre ellos Allal al-Fasi
(Centro) fundador del Partido nacionalista marroquí Istiqlal.


En 1956, las unidades del Ejército, que comenzó a mover su personal desde el norte de Marruecos , comenzaron a infiltrarse en Ifni y otros enclaves españoles , así como el Sahara Español (hoy el Sahara Occidental ), para reclamar como parte de Marruecos. Inicialmente, recibieron un importante apoyo por parte del gobierno marroquí. En el Sahara español, el Ejército de Liberación Marroquí fue agrupando hombres de las tribus saharauis a lo largo del camino, y provocó una rebelión a gran escala. Tambien fue conocida como B.A.L (Bandas Armadas de Liberación), grupos integrados por elementos que no se habían integrado en las Fuerzas Armadas Reales (F.A.R), lucharon junto a saharauis con el objetivo de dar fin a la presencia española en el territorio. Diferentes facciones saharauis, fundamentalmente erguibat e izarguien, se alinearon con las posiciones marroquíes, logrando no solo importantes avances sino también el repliegue del ejército español en puntos
próximos a la costa del Sahara.








El Yeicht Taharir o Ejército de Liberación, se formó por el verano del 55 en base a distintas partidas guerrilleras que habían actuado en el Marruecos Francés desde 1953.Hostigados por los Franceses, que no habían dudado en usar contra ellos la máxima contundencia, buscaron refugio en el Protectorado Español o en el sur del Atlas. Desde finales del 55, no había día que no surgieran problemas. El Ejercito de Liberación organizaba sus unidades en batallones, denominados Rahas, a base de 6 compañías llamadas Ferkas.En el sur de Marruecos y cercanos a los territorios españoles, habían asentado 3 Rahas.La primera, con Plana Mayor en Goulimin, cubría los puestos de la frontera del Draa con el AOI, la segunda para controlar las fronteras de Ifni, y la tercera para operar contra las fuerzas francesas de Mauritania. Entre los 3 Rahas o batallones eran en estos primeros momentos unos 2.000 hombres, con armamento de variada procedencia, fusiles Mauser españoles y Lebel franceses, naranjeros españoles y Thompson americanos, alguna que otra ametralladora pesada , ametralladoras ligeras francesas, morteros, y granadas de mano Breda y P0 1 y P0 2 españolas. Durante este periodo, el Ejército de Liberación fue tolerado por las autoridades españolas, según ellos, los territorios españoles nada tenían que temer, todos sus esfuerzos bélicos se dirigían contra los Franceses y si se introducían en el Sahara era con ese fin, atacar los puestos Galos. En Enero del 57, una partida de unos 150 integrantes atacaron un puesto francés en Mauritania, relativamente cerca de la frontera española, los franceses les causaron fuertes bajas y los supervivientes se refugiaron en territorio español.




Foto: Soldados españoles capturan a algunos miembros del ejército de Liberación.
El 25 de Febrero de 1957, se entrevistan en Port Etienne, el General Bourgond, Comandante Militar del África Occidental Francesa y un Jefe del EM del Gobierno General del AOI.Los Franceses son autorizados a emplear su aviación en territorio español y a perseguir 50 km dentro del Sahara a las fuerzas del Ejército de Liberación. Mientras tanto, en Ifni también se deteriora la situación, los cortes del tendido telefónico son cosa de todos los días, así como los controles de carreteras por parte de miembros de las partidas del Ejército de Liberación, incluso dentro de territorio español.Comienzan los actos de sabotaje y terrorismo, especialmente contra mandos indígenas leales a España. . De: Ejército de Liberación Marroquí y Ifni-Sahara.


Foto: Rey de marruecos Mohamed V


A principios de 1958, el rey de Marruecos reorganizó el Ejército de Liberación de unidades que combaten en el Sahara español como el “Ejército de Liberación del Sahara”, también conocido como el Ejército de Liberación del Sur (Armée de Libération du Sud), a veces abreviado como ALS. El ALS tenían líderes de prestigio como Abderrahmane Youssoufi, Mohamed Basri y Bensaid Aït Idder.La revuelta en el Sahara español fue aplastada en 1958 por una ofensiva francesa y española conjunta, conocida como Operación Ecouvillon u Operación Ecouvillon-Teide. Tras su retirada, los guerrilleros fueron obstaculizados por el Ejército marroquí regular, lo que permitió a las fuerzas españolas y francesas neutralizarlos. El rey de Marruecos firmó un acuerdo con españa, donde España devolvió el provincia de Tarfaya (hasta ese acuerdo, que forma parte del Sahara Español) a Marruecos. Una parte del Ejército de Liberación fue absorbida por las fuerzas armadas marroquíes.
Combate en Tiliuin
En Tiliuin, 60 tiradores pertenecientes al Cuerpo de Tiradores de Ifni, un cuerpo mixto de soldados españoles e indígenas defendían el puesto, así como a su población civil, ante el ataque de cientos de marroquíes.



Fuerte de Tiliuin.

Foto: Un grupo de paracaidistas españoles se preparan para abordar los viejos Junkers Ju-52, Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Paracaidistas se lanzan sobre ifni


El 29 de noviembre, un intento de rescate fue autorizado por las autoridades españolas en lo que se conoce como “Operación Pañuelo”, ante el veto de los Estados Unidos (aliado de Marruecos) para que España no pudiera utilizar ningún avión o arma comprada a Estados Unidos, al mismo tiempo los Estados Unidos le vendía armas a Marruecos, entonces España tuvo que recurrir a cinco viejos Heinkel He-111 para bombardear las posiciones marroquíes, mientras que desde el mismo número de Junkers Ju-52 saltaban en paracaídas 75 paracaidistas de la séptima compañía de la segunda bandera (15 de cada avión) al mando del capitán Sánchez Duque, sobre el puesto avanzado de Tiliuin, en tanto que un sexto lanzaba armas y suministros.



Foto: Bombardero Heinkel He-111 fabricado bajo licencia en españa con el nombre CASA 2.111 de Construcciones Aeronáuticas S.A. se diferenciaba del alemán en los motores.



Estas fuerzas también quedaron cercadas en el poblado.El 3 de diciembre, miembros de la Sexta Bandera de la Legión llegaron al puesto, rompiendo el cerco y reconquistando el aeródromo. Todo el personal civil y militar fue entonces evacuado por vía terrestre a Sidi Ifni, a donde llegaron el 6 de diciembre. Tras destruir las fortificaciones, Tiliuín fue abandonado definitivamente.





“Operación pañuelo” el primer salto de guerra de la brigada paracaidista española.
Desde las primeras horas del 23 de noviembre, el fuerte de Tiluin padece las constantes acometidas de las partidas rebeldes, que se parapetaban en la cercana frontera del Marruecos francés, zona que la aviación española respetaba. La misión es reforzar la guarnición del fuerte a la espera de la llegada de la Agrupación Táctica terrestre. A las cinco de la madrugada del 29 de noviembre, unos ansiosos setenta y cinco hombres son despertados al mando del capitán Sánchez Duque se les ordena que se equipen para el combate.



Foto: La 7ª Compañia de la II Bandera desfilando a la carrera. Encabeza la marcha el Capitán Juan Sánchez Duque.


El padre Cabrera les invita a confesarse, «porque el final es incierto». Poco después, nerviosos, llegan a los aviones Junkers que les trasladarán a su destino. Cinco Heinkels 111, bombarderos a los que familiarmente llamábamos «Pepes», para apoyarnos en el salto», relata Alfredo Prieto Villota, unos de los hombres que esperaban hacinados dentro de los viejos aviones. Comenzaba la «Operación pañuelo», después de que el mando tomara la decisión de realizar el asalto a las diez de la noche del 28 de noviembre.

Foto: Aviones Junker en el Aérodromo de Sidi Ifni, mientras las tropas paracaídistas esperan ser transportadas. Guerra de Ifni 1957-1958.



Foto: Paracaidistas se dirigen para abordar los Junkers Ju-52, que luego los lanzaria sobre Tiliuin.Guerra de Ifni 1957-1958.



Foto: Paracaidistas a bordo del Ju-52 que se dirige hacia Tiliuin. Guerra de Ifni 1957-1958.




Foto: paracaidistas españoles sobre Tiliuín.Guerra de Ifni 1957-1958.





Hacia las diez de la mañana, los cinco Junkers, con quince hombres cada uno, se dirigen al fuerte de Tiluin, asediado por las mismas fuerzas que seguían azotando a la sección del Tte Ortiz de Zárate. De hecho, camino del fuerte sobrevuelan la zona donde sus compañeros resisten estoicamente a la espera de ayuda, pero pasan de largo. Su misión era otra.Cerca ya de su objetivo, los Junkers van llegando por turnos. En el primero de ellos, escoltado por dos Heinkels que van «limpiando el terreno» de posibles enemigos con ráfagas de ametralladora. A doscientos metros del suelo, la altura mínima posible, son lanzados los quince hombres que componían la patrulla. El paracaídas se abre a una altura equivalente a dos pisos, apurando hasta el límite para evitar el posible fuego enemigo. Han caído más lejos de lo previsto. Aunque todos caen fuera del fuerte, como estaba planeado, la primera patrulla se va demasiado lejos.

Alrededores del puesto y Tiliuin a la derecha, donde se ve el bombardeo para preparar el salto de Tiliuin.( Prieto Villota).Guerra de Ifni 1957-1958.


Los paracaidistas corrían por el pedregoso terreno entre las balas de ametralladora del enemigo, bajo el estruendo de los aviones que les habían lanzado y con el único objetivo de alcanzar el fuerte vivos. Milagrosamente, ninguno fue alcanzado.El primer salto de guerra de la Brigada Paracaidista había concluido con éxito. Las dos secciones de la séptima compañía, una escuadra de morteros del 81, un practicante y un sanitario ya estaban en Tiluin.Pero allí no acababa su cometido. La «Operación pañuelo» tenía como misión reforzar el destacamento de Tiluin, sesenta hombres agotados, para que no cayera en manos del enemigo. El soldado Prieto recuerda que «aquello era agotador. Durante el día prácticamente no se veía al enemigo pero, en cuanto caía la noche, los morteros del 108 de los marroquíes no paraban, y cada vez caían las granadas más cerca».

Foto: Tropas paracaidistas en Ifni, Guerra de Ifni 1957-1958.


No había comida ni agua, pero cada cierto tiempo aviones españoles lanzaban paquetes sobre la fortificación. El problema era que tenían que ser lanzados desde una altura suficiente para que el enemigo no pudiese alcanzar los aviones, y siendo el fuerte pequeño, sólo el veinte por ciento de los envíos caían dentro del recinto donde resistían los hombres del capitán Sánchez Duque. «El fuerte estaba lleno de munición esparcida por el suelo recuerda Prieto porque como la lanzaban en cajas desde los aviones, al chocar contra el suelo las cajas, se rompían y teníamos que recoger la munición de cualquier parte».

Foto: El puesto de Tiliuin bombardeado durante el asedio. Guerra de Ifni 1957-1958.


El fuerte de Tiluin resiste durante los días siguientes bajo el incesante fuego de morteros y fusilería. El tres de diciembre, a las diez de la noche, se escucha el cornetín de la VI bandera de la Legión.Una vez acabado el asedio, los 135 hombres que resistían dentro del fuerte ponen rumbo a Sidi Ifni junto a los legionarios, no sin antes proceder a la voladura del lugar que se había convertido en su infierno personal en los últimos cuatro días. El largo regreso a casa tampoco es un paseo. Sin medios de transporte y con constantes ataques del Ejército de Liberación, los hombres de Tiluin se encuentran en su camino con sus compañeros de la séptima compañía, que el día 2 de diciembre habían sido liberados del cerco que les tenía pendiendo de un hilo desde hacía días. De: Primera acción real de la Brigada Paracaidista



La defensa de Telata.
Telata tenía un puesto de policía muy apto para dicha función, pero no estaba preparado para un ataque. Aun así sus defensores estuvieron muy por encima de sus capacidades, con gran mérito a pesar de los constantes ataques, llegando los marroquíes hasta los mismos muros del fuerte sin poder conquistarlo.
Foto: Puesto de la Policía en Telata. Guerra de Ifni 1957-1958.


Al mando del puesto de policía se encontraba en aquellas fechas el Teniente Emilio Cuevas Puente (después Coronel), y distante a poco más de un kilómetro el destacamento de Tiradores, bajo el mando del capitán Niceto Llorente Sanz, con algo más de un centenar de soldados del grupo de Tiradores.

Foto: Grupo de Tiradores de Ifni en posición de combate, mientras disparan un mortero. Guerra de Ifni 1957-1985.


Quizá la situación más grave era el caso del Zoco de Telata de Sbuía, en el Sur. Era un nudo de comunicaciones importante situado en una gran hondonada, rodeado de montañas, no muy altas, pero sí muy quebradas. Había en él una importante guarnición, constituida por la Plana Mayor de la 3ª Compañía del Grupo de Policía de Ifni y la 12ª Compañía de Fusiles del III Tabor, más una Sección de ametralladoras de Tiradores de Ifni y un destacamento de transmisiones. Con un conjunto de no menos de 130 hombres, entre los que casi un 40 por ciento eran indígenas.De: El Asedio a Telata y Tiliuín

Foto: Unidad del Tabor, Grupo de Tiradores de Ifni



Foto: Grupo de Tiradores de Ifni en la Montaña. Guerra de Ifni 1957-1958.





A las 06.30 de la madrugada del 23 de noviembre de 1957, varios grupos del Ejército de Liberación Marroquí atacan el puesto de Telata, con intenso fuego de fusilería, ametralladoras y morteros. Tras repeler el primer ataque, el operador de radio informa que la defensa ha sido perfectamente organizada, produciéndose las siguientes bajas: en el grupo de Tiradores un muerto, cinco soldados y un sargento heridos, un policía musulmán muerto, un brigada herido grave (Luis Gutiérrez Nalda) y tres policías heridos.El puesto de Telata queda asediado y sus defensores deben hacer frente a continuas incursiones con un armamento obsoleto y escaso.En medio de los continuos ataques, entre los defensores destacan los casos de héroes como el soldado del Rgto. de Redes Permanentes y Servicios Especiales de Transmisiones, Joaquín Fandos Martínez, natural de Burriana (Castellón).


Foto: Fuerte de Telata.






Foto: Grupo de Tiradores disparado desde la azotea del fuerte de Telata, Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Tiradores de Ifni en combate disparan contra el enemigo desde un túmulo de rocas., Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Joaquín Fandos Martínez héroe de la guerra de Ifni.


Joaquín Fandos es asignado al destacamento de Tiradores, cuando dejaba su puesto de operador de radio, relevaba a alguno de sus compañeros más agotados o levemente heridos de las posiciones defensivas, sin apenas descansar durante los nueve días siguientes al 23 de noviembre.El 1 de diciembre de 1957, se produce uno de los últimos y más duros ataques de los marroquíes. Entre las bajas de los defensores, Joaquín Fandos cae gravemente herido por el impacto de una granada de mortero, muriendo al día siguiente.

Foto: Telata de Sbuia


Expedición de auxilio a Telata
Entretanto los incidentes y escaramuzas con las “ bandas incontroladas “ se irían sucediendo y darían lugar a la alerta de la II Bandera, en la madrugada del 23 de noviembre. Ante la desesperada situación del puesto de Z´Telata se determina reforzarla con una sección de la 7ª Cia al mando del teniente Don Antonio Ortiz de Zárate y Movellán.Tras abandonar Sidi Ifni a bordo de viejos camiones, avanzó muy lentamente por la pista que unía Sidi Ifni y Tiliuin (los camiones no podían ir por el campo, dado lo abrupto del terreno ifneño), puesto que los irregulares marroquíes habían interpuesto piedras en el camino. A esta orden contestaría con la frase ya famosa el Tte. Ortiz de Zarate antes de partir para cumplir la misión: “ Entraremos en Z´Telata, o en el cielo”. La sección motorizada es cercada por el enemigo y comienza un feroz combate el día 24 para la toma de una cota a tres kilómetros de Z´Telata, debido a la imposibilidad de continuar hacia el puesto, cae en la toma el Cabo 1º D. José Civera Comeche y el CLP de 1ª D. Ramón Aguirre Ejidua y el CLP D. Manuel Rodríguez Matamoros.

Foto: El teniente Ortiz de Zárate.“ Entraremos en Z´Telata, o en el cielo”.


El día 26 la sección del Tte. Ortiz de Zarate recibe fuego intenso de armas automáticas, unos cien enemigos intentan el asalto a la posición, siendo rechazados y causándoles unas 40 bajas. Durante el asalto son muertos el Tte. Ortiz de Zárate y el CLP D. Vicente Vila Pla, haciéndose cargo de la sección el Sargento D. Juan Moncada Pujol, que supo mantener la posición hasta el 2 de diciembre que es cuando finalmente llegan los refuerzos, una columna de infantería que había salido de Sidi Ifni, compuesta por la 21ª compañía del IV Tabor de Tiradores de Ifni al mando del capitán Rafael López Andión rompe el cerco sobre los paracaidistas y entra a continuación en Telata.El puesto es destruido para no dejar refugio a los marroquíes. Los supervivientes de Telata y del batallón paracaidista estaban de vuelta en Sidi Ifni el 5 de diciembre. Habían sufrido 5 muertos y 14 heridos. Al Tte. Ortiz de Zarate y al Sargento Moncada les fue concedida la Medalla Militar Individual, el resto de la Sección la Medalla Militar Colectiva.



Foto: Supervivientes de la Sección del fallecido Teniente Ortiz de Zárate junto a sus rescatadores una vez llegados a Sidi Ifni. Guerra de Infi 1957-1958.


De: Campaña de Sidi Ifni
Operación Netol
La Operación Netol (29NOV-05DIC de 1957) tenía como objeto la liberación de los puestos de Zoco el Arba del Mesti,Telata, Tiliuin y la sección del cercado Tte Ortiz de Zarate.Para la operación se organizó una fuerza compuesta por diversas unidades: la I Bandera Paracaidista, la VI Bandera de la Legión, el IV Tabor de Regulares, 2 compañías del Regimiento Soria 9, una sección de zapadores del Regimiento n. 6 y destacamentos de automovilismo, sanidad, transmisiones y apoyo aéreo. Esta columna partió el 01 de diciembre de 1957 desde Sidi Ifni hacia Biugta donde recibe intenso fuego.

Foto: Paracaidistas durante la Operación netol, combates para liberar EL MESTI. Entre ellos el paracaidista José Luis González.Guerra de Ifni 1957-1958.


Tras horas de combate hubo que tomar el poblado al asalto. En esta acción recibió su bautismo de sangre y fuego la I Bandera Paracaidista “Roger de Flor”.Ocupada Biugta, la I Bandera Paracaidista prosigue al avance y ocupa las alturas que dominan el Zoco del Arba del Mesti. La posición es liberada el 1 de diciembre. Tras ello, continúa el avance para limpiar varias lomas y cotas donde se había fortificado el enemigo.



Mapa que muestra los movimientos durante la Operación Netol y Gento.


Mientras esto ocurre, 7 de diciembre una sección del Soria 9 es emboscada cuando salio en protección de las tropas de Ingenieros encargadas de la reparación de la pista que conduce a Tenin, en la proximidades de Tafrut Beni Aix. La primera sección de la 1ª compañía del Batallón Expedicionario de Infantería Soria núm. 9 estaba comandada por el Alférez Rojas Navarrete, oficial de Milicias Universitarias (universitarios que relizaban su servicio militar como oficiales o suboficiales en las FAS, luego se denominó IMEC). Al llegar a la altura de las vanguardias de la Legión, se adelantó en misión de cobertura, en cuyo momento el enemigo desencadenó un fuerte ataque con gran fuego de fusilería y morteros, la lucha es encarnizada, y se llega al cuerpo a cuerpo. En esta acción Alférez Rojas Navarrete muestra gran espíritu y valentía, a pesar de estar mortalmente herido por una granada de mortero, continuó alentando a su propia tropa hasta el momento de su muerte.El Alferez Rojas Navarrete y dos de sus hombres mueren y 12 son heridos. Para socorrerlos acude una compañía de la Legión, que sufre 3 muertos y 3 de sus oficiales son heridos. Al Alferez D Francisco Rojas Navarrete se le concedió la Medalla Militar Individual.

Foto: Alferez Francisco Rojas Navarrete héroe de la Guerra de Ifni.
La cruenta “Operación Gento”

El Gobierno General de la Provincia de Ifni emitió el 4 de diciembre de 1957 la orden de operaciones « P.4», Operación «Gento», cuyo objetivo principal era el de liberar los puestos de Tiugsa y Tenín cercados por el enemigo, y aniquilar a éste.

Foto: Tropas paracaidistas en Bulalam.Guerra de Infi 1957-1958.


Una agrupación táctica, al mando del teniente coronel de la Agrupación Paracaidista don Ignacio Crespo del Castillo, y que estará compuesta por las siguientes unidades: la 1ª Bandera Paracaidista, excepto su 7a Cía.; el II Tabor del Grupo de Tiradores de Ifni n° 1; una compañía de fusiles del Batallón Expedicionario del Regimiento de Infantería Soria n° 9; una sección de morteros de 81 mm. del batallón anterior; 3 radios de 15w., de ellas dos de la Agrupación Paracaidista; y los elementos sanitarios propios de las unidades citadas.Dia 5 de Diciembre de 1957. a las 7,30 horas, se inició la marcha, pues había dejado de llover. El flanco izquierdo queda a cargo de la II Bandera Paracaidista, mientras que el derecho lo cubre el Tabor de Tiradores que manda el comandante Chica Bernal. En cabeza marchaba la 6ª Cía. del capitán Manuel García de Polavieja y Novo, encargada de descubrir posibles emboscadas.Las secciones de cabeza, que al principio avanzaban en abanico para cubrir más terreno, tendieron a agruparse a medida que se progresaba.






Foto: Soldados utilizan mulos para transportar municiones y viveres por los pedregosos caminos de ifni, Guerra de Ifni 1957-1958.


El teniente Frías, de la 10 ª Cia, pasa revista con sumo cuidado a la sujeción de toda la impedimenta a los mulos. Que morteros y ametralladoras estuviesen bien sujetos. Los juramentos y los improperios de los paracaidistas se dejaban oir bien sonoros, por la terquedad de los animales a dejarse “ manipular”.Avanzan normalmente hasta la altura del espolón al oeste de Alat Ida Usugun donde, a las 10 horas 10 minutos, la vanguardia recibe fuego de fusil, subfusil y fusil ametrallador, siendo fijada sobre terreno la 6ª Cía. que en breves momentos sufre varias bajas con un oficial muerto y otro herido grave.El teniente Máximo de Miguel fue herido de gravedad: recibió cuatro impactos un rebote le produjo un gran destrozo en la pierna que le impedía el movimiento, también resultaron heridos otros tres hombres. Murieron los paracaidistas Luis Varela Penides y Francisco Mena Rodríguez.En las proximidades de la Cota 348 se concentraron la Plana Mayor de la Cía. y la 1ª sección.Al recibir nutrido fuego cae muerto el segundo jefe de la Cía., teniente don Antonio Polanco Mejorada. El teniente Polanco, a quien una bala había atravesado limpiamente su casco de acero, murió en brazos de su sargento Pedro Pérez Martín y su pérdida supuso un mazazo para la tropa, que veía como desaparecía uno de sus tenientes más queridos.



Foto: Miembros de la Primera Bandera paracaidista transportan un compañero herido durante los combates.Guerra de Ifni 1957-1958.



Se reanuda la marcha hacia Tiugsa y Tenin



El día 7 de diciembre de 1957, la Agrupación Crespo, reunida al completo, se desdobla para alcanzar sus objetivos. La primera bandera, junto con el Tabor de Tiradores y una sección de morteros de Infantería, se dirigió a liberar TIUGSA (Fuerte Tagragra) el cual sería liberado el 7 de diciembre. Mientras la II Bandera, la mini sección del «Soria» y la mitad de la sección de destrucciones, o zapadores, de la otra Bandera, parte en dirección a TENIN. A medida que la columna se acerca a Tenín se va distinguiendo con claridad como numerosos grupos de enemigos se concentran en las proximidades del fuerte. Conforme se va reduciendo la distancia los atacantes concentran sus disparos sobre los españoles. Las detonaciones iniciales,van siendo sustituidas por ráfagas de metralleta y por algún que otro morterazo. Finalmente consiguieron enlazar con el fuerte, correspondiendo tal privilegio a la 8ª Cía. y a la Plana Mayor de la Bandera, con el comandante al frente.

Foto: Poblado y Fuerte de Tiugsá-Tagragra


El resto de los paracaidistas, formando una especie de anillo protector en torno a Tenín que disuadiera a los rebeldes de cualquier veleidad ofensiva.El jefe de la Bandera estaba decidido a marchar de Tenín para llegar a Sidi Ifni. Era muy consciente de que no podía contar con el factor sorpresa pues, la necesidad de destruir por completo el puesto descubriría sus intenciones, tanto la puesta a punto de las demoliciones como la organización del convoy, con su pesada carga de muertos y heridos, más un pequeño número de mujeres y niños, llevó mucho más tiempo de lo establecido, por lo que no se pudo iniciar la retirada de Tenín hasta pasadas las 10,30 horas del 8 de diciembre. Fueron muy pocos los que dirigieron su mirada atrás cuando el rugir de las explosiones y el crepitar de los incendios anunció el fin de Tenín de Amelu. Se inicia la marcha hacia Ifni, situando en cabeza la Compañía de Infantería, a continuación y siguiendo el eje de la carretera la primera bandera a que establece el servicio de flanqueo en el costado izquierdo. Siguiéndoles la II Bandera que lleva el cometido de proteger el flanco derecho. La retaguardia queda a cargo del Tabor de Tiradores de Ifni, al que se le agrega la sección de morteros de infantería, ), finalmente llegan a SIDI IFNI, el día 9 de Diciembre.
De: OPERACION GENTO

Nota: Culminan las Operaciones para liberar posiciones sitiadas, son abandonadas, como casi todo el territorio. En esta etapa de la guerra el Ifni bajo el poder de España queda reducido a la propia capital y un perimetro defensivo. A estas alturas España carecia de tropas y medios para un contrataque, ademas la situación del Sahara obligaba a dividir los recursos que se disponian.








La batalla de Edchera
En enero de 1958, Marruecos redobló su dedicación a la campaña contra España, reorganizando todas las unidades militares en territorio español, como el Ejército de Liberación Saharaui. Mientras tanto, la Novena Bandera de la Legión es enviada al Sahara español a reforzar las tropas allí estacionadas.El 12 de enero, una columna del Ejército de Liberación Sahariano atacó la guarnición española en El Aaiún.



Foto: Fuerte de Edchera.



Foto: Año 1958, los legionarios de la XIII bandera en una de sus interminables y exhaustivas marchan atraves del pedregoso desierto.Guerra de Ifni 1957-1958.



Combate en Edchera ; óleo de Delfin Ignacio Salas (1973)


Los Saharianos fueron derrotados y forzados a retirarse por las fuerzas españolas, esta columna Saharaui centró sus esfuerzos en el sudeste de la colonia. La oportunidad se presentó al día siguiente en Edchera, donde dos compañías de la XIII Bandera de la Legión estaban llevando a cabo una misión de reconocimiento, la 2ª y la 3ª, mientras que la 1ª estaba en reserva y la 5ª de apoyo. Estaban a unos 2 kilómetros de Edchera cuando fueron emboscados por el enemigo.Deslizándose sin ser vistos por entre las dunas junto a las columnas españolas, los marroquíes abrieron fuego. Emboscados, los legionarios lucharon para mantener la cohesión, repeliendo los ataques con fuego de mortero, armas ligeras y un cañón. Mientras que la 2ª y la 3ª compañías hacían lo que podían para fijar al enemigo, llego la 1ª para tratar de envolverlo. La 2ª Compañía avanzo algo más para que el enemigo no consiguiera replegarse, y en esta acción murió su Capitán, Jauregui, y los legionarios que con él iban. Para proteger el flanco de la 2ª, se mandó a la 1ª.


Foto: PLaza de armas de Edchera.

 
El Brigada Fadrique mandaba la 3ª Sección de la 1ª Compañía de la XIII Bandera de la Legión, que sería la que llevó el peso de la acción, llegando al cuerpo a cuerpo para impedir la penetración del enemigo y teniendo que establecerse en defensiva al tener menos hombres y estar en terreno desfavorable frente al enemigo y ser imposible al avance, aunque permitiendo así el repliegue a zona segura del resto de la Bandera. Se encuentra así el Brigada Fadrique con 31 hombres frente a los 500 del enemigo. Sus hombres iban cayendo y decidió ir retirándolos poco a poco, quedándose finalmente el solo con el cabo ametrallador Juan Maderal Oleaga hasta que ambos murieron a balazos. La sección había perdido 20 de los 31 hombres, incluídos el jefe de sección y los tres jedes de pelotón, pero había acabado con más de 200 enemigos.



Foto: Brigada Francisco Fadrique Castromonte (Derecha) y el Cabo Juan Maderal Oleaga héroes de la guerra del Ifni.


Foto: En la fotografía se pueden ver las tumbas que acogieron los restos de los que lucharon aquel 13 de enero de 1958 en el Sahara español. Legionarios rindiendo honores en el cementerio del Aaiun, Sahara Español. Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Legionarios de la 2ª Compañía caidos en la batalla de Edchera: Capitán Jáuregui,Teniente Martín Gamborino, Cabo primero Hevia, Cabos Garcia Lopez y Parra, legionarios 1ª Telle y Angosto, Legionarios Martinalbo, López, Sánchez Martín, Mortero y Gutiérrez Sierra.



Erkunt segundo salto paracaidista en la guerra
Enmarcado en la operación “Pegaso” se desarrolló el segundo salto de guerra de las Fuerzas Paracaidistas del Ejército de Tierra en las inmediaciones de la localidad de Erkunt, el 19 de febrero de 1958.Los planes del mando pretendían, con una serie de lanzamientos paracaidistas al norte del territorio (Agrupación “C”), asegurar la libre disposición de la carretera costera que unía el territorio de norte a sur. Una vez logrado este objetivo las unidades debían replegarse a Sidi-Ifni.Además de los lanzamientos paracaidistas se dispuso una agrupación (Agrupación “M”) por tierra compuesta por la II Bandera Paracaidista y la VI de La Legión que avanzarían por las cumbres dominantes de la vía de comunicación costera.El avance de esta columna estuvo obstaculizado por el fuego enemigo obligando a tomar al asalto algunas de las cotas que dominaban el itinerario causando los intensos enfrentamientos un número de bajas considerable entre las fuerzas de La Legión y los paracaidistas.






Mapa de Ifni, muestra la ubicación de Erkunt.
Foto: Aviones Junkers Ju 52 sobre Ifni.


Ante la resistencia de las bandas de liberación el mando, con la certeza de que la única posibilidad de sorprender al enemigo era envolver su retaguardia, ordenó el embarque de las fuerzas de la 1ª Compañía al mando del Cap. Pedrosa junto a una sección de ametralladoras de la 5ª Cía. Al mando del Tte. Antón Ordóñez.El salto se realizó en la D/Z de Erkunt, la más cercana a Sidi-Ifni de las previstas en la operación. Al llegar a la zona de lanzamiento saltó el Cap. Pedrosa como primero de la patrulla seguido por el resto de su compañía, siendo un éxito el salto sin que hubiera que lamentar ningún incidente, alcanzando los objetivos previstos y causando la retirada total del enemigo. De: Saltos de Guerra



El asedio de Sidi Ifni
Los primeros ataques marroquíes habían sido más o menos exitosos. En el espacio de dos semanas, los marroquíes y sus aliados tribales bereberes habían conseguido controlar la mayor parte de Ifni, aislando las unidades españolas tierra adentro de la capital, Sidi Ifni. Ataques simultáneos habían sido lanzados por todo el Sahara español (territorio situado a 200 km al sur de Ifni), capturando guarniciones y emboscando convoyes y patrullas.Consecuentemente, las unidades marroquíes, reabastecidas y reforzadas en gran medida, se esforzaron en rodear y asediar Sidi Ifni, esperando incitar un levantamiento popular. Sin embargo, los marroquíes subestimaron la fortaleza de las defensas españolas de la ciudad.



Foto: Barcas españolas abastecen a la población civil de Sidi Ifni. Guerra de Ifni 1957-1958.

Abastecida desde el mar por tres buques de la armada española y protegida por una línea de posiciones defensivas, establecidas a lo largo de un perímetro de 27 kilómetros y a 8-10 km del centro de la ciudad, que para el 9 de diciembre albergaba unos 7.500 defensores, Sidi Ifni resultó inexpugnable. aquí posiciones defensivas El asedio, que duró hasta junio de 1958, transcurrió sin grandes incidentes y relativamente sin derramamiento de sangre, ya que las fuerzas españolas y marroquíes concentraron sus recursos en los escenarios del Sáhara español.


Infanteria de Marina Española
En todas las Operaciones terrestres cercanas a la costa,los buques de la Armada apoyaron con sus bocas de fuego a las fuerzas de tierra.En el Sahara el punto neuralgico de la costa era la cabeza de Playa del Aaiun, defendida desde Enero del 58 por fuerzas de la IM.En la noche del 9 de febrero ,los Infantes de Marina rechazaron un ataque sobre el destacamento y al dia siguiente junto con fuerzas de Caballeria Mecanizada participaron en la persecusion de los rebeldes.

Foto: Barcaza española K-2, Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Barcaza K-1 en las costas de Sidi Ifni miestras son descargados los suministros y pertrechos. Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: Villa Bens, La barcaza K-2 descarga material para las tropas españolas en las proximidades de Cabo Juby. Guerra de Ifni 1957-1958.



Foto: Desembarco de tropas españolas en las costas de Ifni, Guerra de Ifni 1957-1958


El principal esfuerzo fue sin duda alguna el logistico. Solo para el Sahara eran necesarios el transporte cada 15 dias de 500.000 litros de carburante,300 toneladas de agua,otras 300 de municion, 200 de viveres y otras 100 de material diverso. El problema mas que en el transporte estaba en su desembarco, penosisimo y a mano.Falta de medios,la Armada recurrio a la Marina Mercante y a los Franceses.Los buques, Isla de Tenerife,Plus Ultra, Domine y Virgen de Africa, se dedicaron al transporte de tropas y material.Los franceses prestaron por unos meses dos buques Anfibios, el LST Odette y el LSD Foudre.

Foto: Unidad de mar española en Ifni.Guerra de Ifni 1957-1958.


Segunda parte de la contienda, la entrada de Francia- Reconquista del Sáhara español
En febrero de 1958, se inicia la Reconquista del Sáhara español, mediante la acción de tropas franco-españolas que lanzaron una importante ofensiva que desmanteló con éxito al Ejército de Liberación Sahariano. Por primera vez, el poder aéreo masivamente superior de los europeos fue aplicado, ya que Francia y España desplegaron una escuadra de 130 aviones (60 españoles y 70 franceses). Sobre el terreno se desplegaron 9.000 soldados españoles y 5.000 franceses. El teniente general López Valencia, capitán general de Canarias, comandaba las fuerzas españolas.

Foto: Desembarco de ví, tengo ladillas como centollosveres y municiones en la playa del Aaiún.(Sahara Español) Guerra de Ifni-Sáhara 1957-1958.


Foto: Desembarco de material en Cabo Juby (Sáhara Español)


Foto: Desembarco de los tanques M24 Chaffees en el Sahara, pertenecientes al ejército español, estos tanques Chaffees no eran los recibidos directamente por EE.UU. (material estaba sometido a veto), España utilizo los que habian comprado a Francia.En Tafudart el intenso fuego de los carros de combate hizo retroceder a los marroquíes, unas cuantas unidades que tenían M24 acabarían como piezas fijas de artillería para la defensa del aeropuerto de El Aaiún. Guerra de Ifni-Sáhara 1957-1958.




Foto: La XIII Bandera acampa el las cercanias de El Aaiún (Sáhara Español) Guerra de Ifni-sáhara 1957-1958.


Foto: Convoy español durante la campaña en ifni.



Foto: Un tanque M24 Chaffee de las fuerzas españolas avanza hacia el frente de combate en el Sahara, Guerra de Ifni 1957-1958.




Foto: Columna del ejército de tierra español en camino detrás de los tanques M-24, Guerra de Ifni-Sáhara 1957-1958.



Foto: Una columna española durante la marcha en el Sáhara, Oct-1958, Guerra de Ifni-sáhara 1957-1958.



Foto: Un tanque M-24 de los Grupos de Caballerí, tengo ladillas como centollosa destacados en Ifni-Sáhara en 1958, Guerra de Ifni -Sáhara 1957-1958.




Foto: Miembros del Ejército de liberación marroquí y bandas armadas capturados por las fuerzas españolas. Guerra de Infi-sáhara 1957-1958.


Foto: Prisioneros saharauis entregan sus armas luego del ataque Franco-Español.Guerra de Ifni-Sáhara 1957-1958.


Los primeros reductos en caer fueron las fortalezas montañosas marroquíes entre Tan-Tan y Saguia el Hamra. Bombardeadas desde el aire y con fuego de proyectiles desde tierra (de fuerzas españoles venidas de El Aaiún y Villa Bens y francesas de Fort Trinquet), el Ejército de Liberación sufrió 150 muertos y abandonó sus escondites montañosos y gran cantidad de material.El 10 de febrero, las banderas Cuarta, Novena y Decimotercera de la Legión, organizadas en una columna motorizada, expulsaron a los marroquíes de Edchera y ocuparon a continuación Tafurdat y Smara.


El ejército español, avanzando desde El Aaiún y Villa Cisneros (“operación Teide”), junto a tropas francesas que operaban desde Fort Gouraud (“operación Écouvillon”), atacaron contundentemente a los marroquíes el 21 de febrero, destruyendo las concentraciones del Ejército de Liberación Sahariano entre Bir Nazaran y Ausert. A esas alturas la victoria Franco-Española era un hecho.



Foto: Acto protocolario de la Retrocesión de Ifni a Marruecos, el 30 de junio de 1.969


Acuerdo de Angra de Cintra, fin de la guerra de Ifni


El 1 de abril se firman los acuerdos de Angra de Cintra entre los gobiernos español y marroquí. Por este acuerdo se entregaba a Marruecos Cabo Juby, entre el río Draa y el paralelo 27º 40′, excluyéndose Sidi Ifni y el resto del Sáhara español. Pero España mantuvo la posesión de Ifni hasta 1969. El control español sobre el Sahara Occidental duró hasta 1975 cuando se firman secretamente los Acuerdos de Madrid, donde España, Marruecos y Mauritania emitieron en Madrid una declaración de principios sobre el Sáhara Occidental, con arreglo al cual las facultades y responsabilidades de España, como Potencia administradora del Territorio, se transfirieron a una administración temporal tripartita, sin que la paralela declaración de independencia hecha por los nacionalistas saharauís (Frente Polisario) y la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática se tradujeran en la creación de una nueva nación. Fue el inicio de un conflicto que dura hasta día de hoy.Políticamente, los acuerdos de Madrid fueron un paso importante de la dinastía Marroquí de alauí en la consecución de su proyecto de Gran Marruecos. La importancia del apoyo prestado por Estados Unidos hacia Marruecos ha sido considerado por algunos analistas como definitivo.
Algunas armas utilizadas en la guerra de Ifni 1957-1958.






Armamento españól:


El armas que utilizó España en el conflicto fueron el fusil ametrallador ZB-26 y ZB-30 fabricadas en la F.A. de Oviedo de calibre 7,92×57 emparentadas con la célebre Bren británica, y denominada coloquialmente como “Pepito”. Así mismo, los legionarios en Ifni-Sáhara disponían de las pesadas ametralladoras Alfa 44 Mod. 1944 (también fabricadas en la F.A.O.) de idéntico calibre; en cuanto a armamento personal, mosquetones Mauser, más modernos, concretamente los Coruña Mod. 1943 también de 7,92×57 inspirados en el “Mauser” checo VZ 24, imitados a partir de los que se capturaron al Ejército Popular durante la Guerra Civil (y dotados de machete-bayoneta mod. 1941), estos últimos fabricados en la F.A. de La Coruña, así como los Subfusiles Star Z-45 de 9mm, inspirados en los MP-38 y similares alemanes, pistolas Super Star de 9mm largo y las granadas de mano P.O. modelos I (de baquelita) y II (de metal). Otro fusil más moderno fue el Cetme Mod. A2 de cal. 7,62.




Los ‘Tiradores de Ifni’ al inicio de la guerra en 1957, aún contaban con fusiles de 7 mm, frente al resto del ejército, que disponía de armamento de 7,92 mm. Los tiradores contaban tambien con los viejos mosquetones Mauser 1916, ametralladoras Hotchkiss modelo 1914 y subfusiles Schmeisser MP-28 (o copias).Tambien utilizaron granadas italianas de la época de la guerra civil (Breda y similares), armamento excedente del conflicto del 36/39. Luego se decidió pasar al calibre 7,92 mm para su uso por las restantes unidades desplegadas en el África Occidental Española (y que también fueron suministradas a los ‘Tiradores de Ifni’): metralletas Coruña-ERMA/Vollmer de 9 mm Largo. De:

La campaña del Sáhara


Las fuerzas españolas contaban con los morteros Valero de 81mm y morteros Valeros de 50mm, en cuanto a la Artillería de campaña, el mismo día de los sucesos de Edchera (13 enero 195:cool: se trasladó el Grupo de Obuses 105/26 del Regimiento de Artillería nº19 de Carabanchel, que contaba con dos Baterías, llegando al Aaiún a finales de enero. Los obuses del 105/26 eran por entonces un material de primera categorí, tengo ladillas como centollosa, capaz de ejecutar con eficacia misiones de fuego de cierta importancia, tanto por su alcance, del orden de los 10 km, como por su precisión y su buen estado de servicio. Las citadas Baterías apoyaron durante esta contienda, una a la II Bandera y otra a la IX Bandera, cuando aún pertenecía al 3er Tercio, hasta lograr la pacificación de la zona. De nuevo artilleros y legionarios lucharon juntos, unos apoyando con sus fuegos, otros ocupando el terreno.






Luego con la participación de la Artillería a lomo del Regimiento nº 93 de La Laguna. Parte de su material procedía, al parecer, de las Baterías expedicionarias destacadas al desierto. Con fecha 16 de diciembre de 1958 llegó a la cabeza de playa del Aaiún la citada Batería que contaba con 4 obuses de montaña Schneider 105/11, modelo 1919 (fabricado en Trubia y Sevilla bajo licencia). Su ubicación fue en el primer acuartelamiento que tuvo el 3er Tercio en el Aaiun, Rayer Mansur. De: 1 Batería Transportada De: Artillería en el Sahara.





Foto: desenso de un tanque M-24 Chaffee para su utilización en la guerra de Ifni-Sáhara.
El Ejército español por causa del veto impuesto por los Estados Unidos tuvo que comprar a Francia; vehículos como el CCL M-24 AAC M-6 y 20. Los COB Carriers al ser considerados no ofensivos. El Ejército del Aire también tenia que usar material rebasado como los ; HE-111, ME.HA 109 Buchon y los JU (JU-52).
Fuerzas Españolas
Subfusiles


Subfusil Star Z-45, calibre 9mm Largo

El subfusil Star Z-45 fue desarrollado en España por la famosa empresa de fabricación de armas Bonifacio Echeverría SA hacia el final de la segunda guerra mundial. Se puede considerar como una versión mejorada y refinada del famoso subfusil MP40 alemán. El Star Z-45 ametralladora resultó ser un arma robusta y fiable, y sirvió con éxito con el ejército y la policía española durante varias décadas después de la 2 ª Guerra Mundial. También se exportada a algunos lugares de Sudamerica y América Central y los países asiáticos. La Star Z-45 se basa en la acción retroceso de masas simple, disparando desde cerrojo abierto. Z-45 también cuenta con medidas de seguridad similares al MP40. El subfusil Star Z-45 puede disparar tiros individuales o completamente automáticos, mediante la selección que e hace a través de la presión sobre el gatillo (tiro corto produce solos tiros, tiro largo fuego automático completo). El arma está equipada con empuñadura de madera y guardamanos y culata plegable inferior metálico (todos modelada después la MP40). El tubo del cañón tiene incluido un ranurado, con freno de boca- compensador en la parte delantera. El punto de mira flip-up es de perfil en forma de L, con una configuración de 50 y 100 metros. El Z-45, que fue el subfusil reglamentario del Ejército español por muchos años, hasta que fue sustituido por el Z-62.





Foto: Paracaidista Español en su posición armado con un subfusil Star Z-45, Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: El paracaidista José luis González camuflado en los matorrales desde donde apunta con un subfusil Star Z-45, posiciones en Bulalam, Guerra de Ifni 1957-1958.


Foto: paracaidista armado con un subfusil Z-45, Guerra de Ifni 1957-1958.



Foto: Pista de Sidi Ifni un paracaidista sostiene un subfusil Z-45, Guerra de Ifni 1957-1958.


Características principales subfusil Z-45
Longitud arma: 600 mm
Longitud cañón: 210 mm
Peso: 3.500 g3
Calibre: 9x23mm Largo
Cargadores: 10/30 cartuchos.
Cadencia de tiro teórica: 450 disparos/minutos
Subfusil MP28/II Schmeisser, calibre 9×19 Parabellum.




 
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