La infancia lolérrima de Torquemada

En mi colegio se estilaba el chandal con camisa. Poca broma, que no eran pocos.
También había un ratio de Rebook Pump / Alumno desproporcionado de alto.
 
Ayer mismo salí yo a atrabajar con una camisa debajo de una chaqueta de chándal.
 
Tu pijo interior luchando por salir de la jaula en la que tu subconsciente le mantiene preso.
Haz caso a las señales.

O que no tenías más ropa limpia.
 
Supongo que la actitud de nuestros padres con los zapatos viene de la consideración de lujo que éstos tenían en sus tiempos. Yo, borned in 77, he pasado por andar un mes con zapatos de distinto número a mis siete años, mamá el zapato izquierdo me duele, hijo es normal los zapatos hay que hacerlos, mamá me sigue doliendo, dale tiempo hijo, mamá no lo soporto, no seas débil hijo, mamaaaaa, y al mes de dar por culo recuerdo a mi vieja midiendo los putos zapatos por la suela y la cara de mongola que puso.

Eso, o heredar las zapatillas de jugar a furbol de mi viejo o las mismas botas de su mili cuando me las pudieron calzar sin que tomaran su propio camino al andar. No tuve ni j jaibers ni después nikes ni pollas. Es más, cuando adolecí de adolescencia y lloré por unos levis, mi madre consintió y me compró unos falsos, con lo que el escarnio se amplificó con subwofer incluido. Inauguré el grunge antes de tiempo debido a que me estiraba los jerseys tirando de ellos hasta las rodillas con objeto de que no se me viera la etiqueta de anís del mono que tenían mis primeros Levis.

Duquelas infantiles que me han hecho conformista y práctico en el vestir.
 
Chándal marca adavitan de mercadillo en lugar de Adidas, con cuatro o cinco señales de cobertura en vez de tres. Se río de la marca una chica, doce años. Si no tienes para Adidas, cómpralo sin marca, pero no esa cutrez, me dijo.

Me acaba de venir esa punzada. Me gustaba. La chica, no el chándal.
 
Lo único que tuve de marca de pequeño fueron unas Joma Alfonso que por supuesto me duraron varias temporadas futbolísticas pese a la disparatada disputa que decidieron tener mis pies contra la resistencia de las botas al crecimiento.
Mi madre había oído a no se qué entrenador decir que era bueno jugar con un número menos de calzado y ella lo llevó al extremo.
Un día, recuerdo, se presentó la progenitora muy felic porque mi padre parecía medio estable en el curro y dijo de comprarnos algo de ropa buena hasta que mi padre la cagase, cosa que por las prisas parecía que iba a ser pronto.
Nos fuimos al recién estrenado Parque Corredor y al ver los precios de Adidas, de Nike, de Reebok, cambió de estrategia y dijo que íbamos a ver " otras marcas"
Así, yo llegué a casa finalmente con varias prendas de la marca Cups. Mi hermano el cabrón logró sacarse una sudadera Umbro, que estaba rebajada.
Mi niño pijo interior quería marcas, para fardar y eso, pero mis prendas Cups nuevecitas me tenían absorto. Recuerdo oler mil veces esa ropa nueva y ni creérmelo.
Ahora que lo pienso, mi tía la solterona de vez en cuando nos echaba para reyes unos vaqueros Lee, que nos hacía ir a la fábrica de Torrejón a pillarlos, me creo que porque allí vendían los que salían con algún defecto.
Y lo de las marcas falsificadas si tuviera alguna foto de cosas mías de pequeño crearía un hilo. Recuerdo unas deportivas que tuve " Andinas", una camiseta del Madrid " Melke", otra " Beebok". Una puta maravilla. Cuando ya salían las prineras Nintendo 64 me regalaron la " Space " que era una copia de la Nasa, que a su vez era copia de la Nintendo. Tenía una copia de la copia. Me la suda, menudos vicios me pegué. Esta consola la conservo, por cierto.
 
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Ay, debajo de mi cama infantil en casa de mis padres hay una falsificación de la Atari. Un porron de juegos llevaba en la memoria.
 
Respecto a los zapatos y chándal, en mi clase había uno que siempre iba así, por un problema en los pies, pero nunca sufrió chanzas por ello.
En aquella época, los niños, el 99 %, iban todos los días con chándal. En cambio yo, desde muy infante iba con vaqueros etc con zapatos. De hecho nunca me ha gustado el chándal. Llevaré como 20 años sin ponerme uno para salir a la calle, ni aunque sea para echar la basura.
Y cuando había un evento, yo quería ir vestido como los mayores, con mis pantalones, camisa y a poder ser corbata. En mi época había chavales que iban a las bbc en chándal :face: hay un sitio en el infierno reservado para ellod

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Son CP. Tienen más años que mundele, pero aguantan.

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Vuestras madres son unas amateurs.

Unas Navidades me dijo que me iba a comprar un ordenador, yo pensando que una a ser un Commodore 64, y me encuentro esto:

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Creo que ya subí está gitanada en hilo que abrí sobre los regalos de Reyes
 
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Vuestras madres son unas amateurs.

Unas Navidades me dijo que me iba a comprar un ordenador, yo pensando que una a ser un Commodore 64, y me encuentro esto:

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Creo que ya subí está gitanada en hilo que abrí sobre los regalos de Reyes
Joder,esto es mas sangrante que lo de las playeras,espero que tu padre rectificara tal afrenta también en este caso :lol:
 
Cuando ya tenía uso de razón, que no de buen juicio, como regalo de reyes dejé en el árbol un candado para mi padre y un bote de lejía para mi madre.
Mi madre se lo tomó a guasa en plan, claro yo soy la que friega y ha pensado que esto me haría falta, pero mi padre me miraba serio meneando la cabeza en un gesto universalmente conocido como " pero qué tonto del culo eres, pero qué tontísimo del culo eres"
 
Joder,esto es mas sangrante que lo de las playeras,espero que tu padre rectificara tal afrenta también en este caso :lol:
Es glorioso, la verdad, glorioso. Lo de tu madre no tiene nombre, macho. ¿Y ahora qué dice de todas estas cosas si se las cuentas?
 
Es glorioso, la verdad, glorioso. Lo de tu madre no tiene nombre, macho. ¿Y ahora qué dice de todas estas cosas si se las cuentas?
Pues algunas dice que son mentiras, que exagero. Otras se ríe con cierta sorna y otras se cabrea como una mona.

Por ejemplo la de las Yumas la cabrea y mucho. Con la del niño torero y la del teléfono se descojona, y la del zapateo en el polideportivo dice que eso es mentira que no me ha llevado nunca con chándal y zapatos, que no era tan paleta, que siempre ha sido muy moderna
 
Pues algunas dice que son mentiras, que exagero. Otras se ríe con cierta sorna y otras se cabrea como una mona.

Por ejemplo la de las Yumas la cabrea y mucho. Con la del niño torero y la del teléfono se descojona, y la del zapateo en el polideportivo dice que eso es mentira que no me ha llevado nunca con chándal y zapatos, que no era tan paleta, que siempre ha sido muy moderna
La mía exactamente lo mismo. Algunas cosas las niega, otras dice que exagero y con otras se parte el ojal.
Según ella, si me quejo de esos recuerdos es por gusto porque afirma que si me hubiera tocado otra madre me hubiera dejado donde las monjas nada más nacer.
 
Pues algunas dice que son mentiras, que exagero. Otras se ríe con cierta sorna y otras se cabrea como una mona.

Por ejemplo la de las Yumas la cabrea y mucho. Con la del niño torero y la del teléfono se descojona, y la del zapateo en el polideportivo dice que eso es mentira que no me ha llevado nunca con chándal y zapatos, que no era tan paleta, que siempre ha sido muy moderna
¿Y por qué la cabrea? ¿Qué es lo que le enfada de la historia de las Yumas? ¿Que se la recuerdes?
 
¿Y por qué la cabrea? ¿Qué es lo que le enfada de la historia de las Yumas? ¿Que se la recuerdes?

Intuyo que sus madres no se identifican en esas historias porque hacerlo implicaría reconocer que en aquel momento tuvieron actitudes miserables con sus vástagos.
 
Llevo tanto en este foro que imagino que casi todo lo que pueda contar ya andará escrito en algún hilo, pero todo sea por participar.

Normalmente pasaba muchas tardes en la casa de mis abuelos, con mis primos, era una casa muy grande y los vecinos eran un colegio de monjas sólo para niñas. Tenían su patio de recreo en la azotea, así que cuando subíamos a la de mis abuelos podíamos verlas a cierta altura (Par de metros) y hablar con ellas, etc..

Mis abuelos han viajado muchísimo y tenían un dormitorio repleto de trastos, souvenirs e historias de sus viajes. Entre ellos había cobra disecada bastante grande de algún país africano random y en su clásica posición de ataque.

Pues como ya habréis imaginado a estas alturas, pillamos dicha cobra, subimos a la azotea donde ya habíamos elegido el objetivo un par de minutos antes y procedimos a lanzarle el bicharraco resecao encima para ver qué pasaba y echarnos unas risas. Se trataba de una monja ya mayor y cuando vió aquel bicho a sus pies saliendo de la nada, se cayó redonda al suelo y no se movió más.

Se montó una bien gorda, con ambulancia y todo. No tengo recuerdo de haber recibido una gran bronca ni nada similar, pero eramos relativamente críos por entonces y seguramente lo borré de forma selectiva de mi memoria.
 
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