Tiboroski
Nuestro hombre en París
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Llevo tanto en este foro que imagino que casi todo lo que pueda contar ya andará escrito en algún hilo, pero todo sea por participar.
Normalmente pasaba muchas tardes en la casa de mis abuelos, con mis primos, era una casa muy grande y los vecinos eran un colegio de monjas sólo para niñas. Tenían su patio de recreo en la azotea, así que cuando subíamos a la de mis abuelos podíamos verlas a cierta altura (Par de metros) y hablar con ellas, etc..
Mis abuelos han viajado muchísimo y tenían un dormitorio repleto de trastos, souvenirs e historias de sus viajes. Entre ellos había cobra disecada bastante grande de algún país africano random y en su clásica posición de ataque.
Pues como ya habréis imaginado a estas alturas, pillamos dicha cobra, subimos a la azotea donde ya habíamos elegido el objetivo un par de minutos antes y procedimos a lanzarle el bicharraco resecao encima para ver qué pasaba y echarnos unas risas. Se trataba de una monja ya mayor y cuando vió aquel bicho a sus pies saliendo de la nada, se cayó redonda al suelo y no se movió más.
Se montó una bien gorda, con ambulancia y todo. No tengo recuerdo de haber recibido una gran bronca ni nada similar, pero eramos relativamente críos por entonces y seguramente lo borré de forma selectiva de mi memoria.
Siendo yo niño se coló en la casa familiar del pueblo una bicha y mi abuela, con 70 y algunos de aquellas, agarró una escoba y dejó al reptil como para hacerse una billetera.