Cómo está Central Lechera, amigos. No da abasto, ¡vaya día llevan!
Casi que íbamos a matar a M-Bapec en la grada con un cortaplumas, o a gritarle cosas feas a Negrito Sandía desde detrás de unas mascarillas satánicas....¡y nada!
Un capítulo del Via Crucis de Negrito -cráneo privilegiado- contra el rasismo, al garete.
Al final, entre risitas y vaciles de los más listos de la banda, astutos como zorros y frotándose las garritas mientras paladeaban la victoria ante 200 millones de cámaras Full HD de 7petapíxeles, y va Angelito Dios y les agua la jarana.
¡Imperdonable! ¡no ha habido provocación! ¡estaba celebrando! ¿es que no puede? ¡Pobre Cangurito, un mechero! ¡que lo ha lesionado!
Así que a por el Atleti. Que lo cierren. Que tiren una bomba. Que a la cárcel los cuatro mamelucos que sólo los hay en el campo del Atleti. Hay que destruirlo, que no puede ser que se salgan del guión. Muerte a Koke, a Cholo Padre, y al que empuja las sillas de ruedas de los downies.
¡A tomar por culo todo!
Y el Real de Madrid debe ser destruido.