Todo esto se remonta a la caída del Telón de Acero y la disolución de la URSS en 1991. Cuando esto se produjo, la antigua URSS se desmembró en 15 repúblicas, integrándose la mayoría de ellas en otra organización llamada "Comunidad de Estados Independientes" (CEI) y se le prometió a Rusia (como sujeto de derecho internacional heredera jurídica directa de los derechos y obligaciones de la ex URSS) que las fronteras de la OTAN no se expandirían hasta sus mismas fronteras territoriales; promesa que no se cumplió por supuesto, habida cuenta de que muchas ex repúblicas soviéticas se pasaron a este bando, dejando a Rusia sola y humillada. Y el ruso, en sí, es muy orgulloso y patriota.
Eso explica, en gran medida, la guerra que se está desarrollando hoy día en Ucrania, cuando este país ha solicitado unirse formalmente a la OTAN; con lo que las fronteras de esta organización internacional ya estarían totalmente limítrofes con su territorio, algo que Rusia no está dispuesta a consentir de ningún modo.